M?xico: Profundizando las causas de la distancia y el choque entre el flamante presidente L?pez Obrador y el zapatismo

Asumir que la Cuarta Transformaci?n tendr? el mismo calado que la Independencia, la Reforma y la Revoluci?n, tal vez sea albergar demasiadas esperanzas en un proyecto continuista, aunque socialdem?crata.



25 a?os del EZLN
Carlos Soledad*
La Jornada
3 enero 2019

El EZLN y su proyecto pol?tico cumplen 35 a?os, 10 en la clandestinidad y 25 de haberse levantado en armas contra el gobierno mexicano y contra el neoliberalismo. El primero de enero de 1994 sacudi? al mundo el neozapatismo, la primera guerrilla transmoderna, o dicho de otra manera, anticapitalista, anticolonial y patriarcal, la cual plante? un movimiento de transformaci?n basado en la construcci?n de alternativas desde la retaguardia y no desde la vanguardia, como postulan los movimientos de filiaci?n marxista. El zapatismo armado naci? para desaparecer. Los ind?genas mexicanos se taparon el rostro para que los vieran. Las y los rebeldes irrumpieron para pelear la guerra contra el olvido.

El ?ya basta! zapatista se repiti? el primero de julio, cuando en las urnas, el pueblo mexicano dio la victoria presidencial a Andr?s Manuel L?pez Obrador, indiscutible l?der del partido Morena. Aunque leg?timas las esperanzas que arropa el proyecto de transformaci?n lopezobradorista en muchas personas, hemos de reconocer que en lo profundo, su llegada al poder representa una respuesta al hast?o generalizado contra el PRI-PAN-PRD, cuyo proyecto neoliberal y militar dej? al pa?s hundido en un contexto de terror con cifras escalofriantes de muertes y desaparecidos.

Los an?lisis de Javier Hern?ndez Alp?zar (https://goo.gl/kgUBpr) y de Gilberto L?pez y Rivas (https://goo.gl/6ih9fr) son esenciales para entender las grandes distancias que separan al proyecto zapatista y a la Cuarta Transformaci?n. L?pez Obrador apuesta por un proyecto de gobierno, ideol?gicamente socialdem?crata, en el que la palanca de desarrollo sea la lucha contra la corrupci?n. Conf?a en el mercado como mecanismo para generar riqueza y en el Estado como garante de la distribuci?n de los beneficios.

Con base en esta l?gica ideol?gica, Morena recae en constantes contradicciones. Por un lado, planea obtener con su programa de austeridad, los recursos necesarios para impulsar su Cuarta Transformaci?n, sin cuestionar la explotaci?n de los de m?s abajo y, por otro lado, aunque se declara antineoliberal, ha asegurado que impulsar? las zonas econ?micas especiales, aut?nticos para?sos del capitalismo salvaje. Adem?s, promover? megaproyectos extractivistas con base en inversiones nacionales e internacionales. Por ejemplo, reci?n su gobierno anunci? la construcci?n de una gran planta de Nestl? en Veracruz, en contra de los intereses de los cafetaleros locales (https://goo.gl/M3SKK2). Parece que impondr? el Tren Maya, a pesar de las resistencias de los pueblos ind?genas y adem?s est? desarrollando la Guardia Nacional que continuar? el proceso de militarizaci?n en el pa?s y que podr? ser usada en contra de las resistencias a los megaproyectos, como ha se?alado el profesor Carlos Fazio (https://goo.gl/ZBqzTw). Por tanto, asumir que la Cuarta Transformaci?n tendr? el mismo calado que la Independencia, la Reforma y la Revoluci?n, tal vez sea albergar demasiadas esperanzas en un proyecto continuista, aunque socialdem?crata.

Las y los zapatistas irrumpieron hace 25 a?os en un Chiapas en pleno proceso de colonizaci?n, donde las ni?as y ni?os se mor?an y se siguen muriendo de desnutrici?n y por falta de medicamentos. Basta recordar que mientras leemos este art?culo, mil 237 personas del poblado de Chalchihuit?n se encuentran desplazados de sus comunidades por conflictos armados por tierras (https://goo.gl/LCFNky). Aunque el proyecto zapatista ha ido madurando y afin?ndose con el tiempo, desde el principio lucha por crear un mundo nuevo, abajo y a la izquierda, y es eso lo que han venido haciendo desde entonces. Se trata de una apuesta firme por la defensa del territorio. Plantea ante todo, un proyecto de democracia radical y de respeto a la madre tierra, un mundo donde quepan muchos mundos.

No se trata s?lo de que AMLO, incluyera a Esteban Moctezuma como secretario de Educaci?n, quien realiz? labores de contrainsurgencia y persecuci?n a la comandancia zapatista durante el proceso de los acuerdos de San Andr?s en 1998. Las diferencias de proyecto son insalvables. El zapatismo forma parte de un proceso mucho m?s amplio de transformaci?n. Se trata de una apuesta clara de defensa de un modelo alternativo ante la crisis civilizatoria por la que atravesamos. Es un proyecto culturalmente cr?tico con la modernidad occidental, de corte capitalista, colonial y patriarcal. El EZLN forma parte de los movimientos sociales y pol?ticos del M?xico profundo, como el Congreso Nacional Ind?gena, que busca poner nuestra matriz mesoamericana en el centro. De ver a Occidente desde nuestras comunidades, de continuar con el proceso de descolonizaci?n y de ejercer los principios del mandar obedeciendo.

Con m?s de 525 a?os de resistencia, el M?xico de abajo, el M?xico profundo contin?a la misma lucha de descolonizaci?n. El primero de enero de 1994 inici? la verdadera transformaci?n, el cambio de era, de paradigma; lamentablemente, la ceguera de la izquierda institucional es tan profunda que dif?cilmente se sumar? a ella.

* Soci?logo especialista en migraci?n
——————————————————-

El neoliberalismo que contin?a con AMLO
Javier Hern?ndez Alp?zar
2 julio 2018 18
Desinform?monos

Es leg?timo que las personas que votaron por L?pez Obrador celebren su triunfo, en la tercera postulaci?n de su candidato y tras superar al menos un fraude seguro en 2006 y una ?imposici?n?, como calificaron la elecci?n de 2012. Es leg?tima la celebraci?n masiva del hartazgo contra los gobiernos priistas, panistas y perredistas, corresponsables de dos sexenios de muerte, violencia, terror, despojo y depauperizaci?n contra el pueblo mexicano. Sin embargo, es falsa la expectativa de que con este triunfo ha ganado una ?izquierda? y falsa la idea de que ?se van? PRI, PAN y PRD. La realidad es muy otra y no podemos ocultarla bajo la estela de euforia por el triunfo reconocido desde el inicio del conteo de votaciones por el sistema, en voz de los candidatos de los partidos derrotados.

Para saber si un proyecto de gobierno ser? violador de derechos humanos basta con verlo sobre el papel: el neoliberalismo es violador de derechos humanos porque bajo las palabras ?inversi?n?, ?desarrollo?, ?eficiencia?, ?infraestructura?, se esconde la realidad de un modelo de desarrollo depredador del medio ambiente y causa de despojo, desplazamiento de poblaciones (especial, pero no ?nicamente, rurales y sobre todo ind?genas), explotaci?n de los trabajadores, represi?n de las protestas, luchas y resistencias en defensa del territorio, los recursos locales, los derechos humanos, y un nefasto etc?tera.

Esta pol?tica los mexicanos la conocemos porque la hemos vivido desde el sexenio de Miguel de la Madrid a la fecha, es decir de 1982 a 2018: 32 a?os de neoliberalismo que han dejado, especialmente en los recientes 12 a?os, miles de muertos, desaparecidos y la destrucci?n de la econom?a local y el despojo muchos de los recursos del territorio y del pueblo mexicano.

A pesar de que L?pez Obrador mismo y especialmente su brazo derecho, ya confirmado como su coordinador de gabinete, Alfonso Romo, han declarado expl?citamente que el neoliberalismo continuar?, hay una falsa expectativa y hasta una ilusi?n de que esto no es as? y de que habr? una pol?tica diferente: en el imaginario social, el estado de bienestar de los a?os sesentas y principios de los setenta.

En su discurso del triunfo, L?pez Obrador expres? claramente que la pol?tica neoliberal continuar?, con palabras que podr?an haber sido las de cualquier otro candidato, todos neoliberales:

?Habr? libertad empresarial; libertad de expresi?n, de asociaci?n y de creencias; se garantizar?n todas las libertades individuales y sociales, as? como los derechos ciudadanos y pol?ticos consagrados en nuestra Constituci?n.

?En materia econ?mica, se respetar? la autonom?a del Banco de M?xico; el nuevo gobierno mantendr? disciplina financiera y fiscal; se reconocer?n los compromisos contra?dos con empresas y bancos nacionales y extranjeros.?[1]

Dejando de lado la promesa de ?libertad de creencias? (la cual no tendr?a por qu? prometerse porque en M?xico existe legal y realmente, pero que aqu? es un gui?o a sus aliados evang?licos del derechista Partido Encuentro Social), est?n ah? los elementos esenciales del neoliberalismo: libertad empresarial, autonom?a del Banco de M?xico, disciplina financiera y fiscal. Es obvio que nadie espera que se desconozcan los compromisos con bancos, pero la continuidad del neoliberalismo est? expresada en los t?rminos que la desean los grandes empresarios mexicanos y extranjeros y no son diferentes a un discurso de De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox o Pe?a.

De manera a?n m?s clara que Obrador, si tal es posible, su coordinador de gabinete y uno de los autores de su Plan de Naci?n, Alfonso Romo, ha expresado as?, dirigi?ndose deliberadamente a los empresarios, la garant?a de continuidad del neoliberalismo y del modelo de desarrollo de los ?ltimos 32 a?os:

?Los empresarios piden responsabilidad financiera y se les vas a cumplir m?s de lo que creen?, declar? Romo, en entrevista con Forbes M?xico. ?Tenemos que dar toda la certeza. Se necesita mucha inversi?n. Tenemos que darle todos los elementos para que los empresarios mexicanos se queden y los extranjeros vengan a M?xico?.

El reportero de Forbes pregunt? a Romo si apoyar?an las Zonas Econ?micas Especiales y recibi? por respuesta: ?Quiz? las hagamos m?s grandes. Todo. Chiapas, Oaxaca, Guerrero. ?Qu? dejas fuera? No puedes dejar nada fuera?.[2]

Las Zonas Econ?micas Especiales, que pueden llamarse tambi?n ?polos de desarrollo?, son enclaves de desarrollo colonizador: ?Una zona econ?mica especial (ZEE) es un ?rea geogr?fica delimitada que ofrece un entorno de negocios excepcional con el objetivo de incentivar la inversi?n en dicha zona, teniendo miras a industrializarla

?Busca hacer altamente competitivas a las empresas que operan en ellas, mediante medidas que suelen incluir incentivos fiscales, facilidades al comercio exterior, beneficios aduaneros, un marco regulatorio ?gil y desarrollo de infraestructura.?

El modelo de desarrollo de estas Zonas Econ?micas Especiales es depredador del medio ambiente y colonizador; amenaza con el despojo y el desplazamiento a comunidades urbanas, rurales, ind?genas y especialmente a los estados m?s pobres (en lenguaje desarrollista y neoliberal ?atrasados?) como Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Probablemente AMLO cambie de nombre al modelo, pero ?ste no dejar? de ser violador de derechos humanos individuales y colectivos. Adem?s, otorga todos los beneficios a las empresas inversoras: incentivos fiscales, facilidades al comercio exterior, beneficios aduaneros, un marco regulatorio ?gil y desarrollo de infraestructura. Este ?ltimo incentivo, desarrollo de infraestructura, implica megaproyectos destructores del territorio y el tejido social como el Aeropuerto en Texcoco, carreteras, extractivismo, presas y represas; entre otros, uno muy prometido por AMLO en diversas candidaturas anteriores: el corredor Coatzacoalcos- Salina Cruz, que conecta, para servicio de los capitales y mercanc?as, dos puertos mar?timos, y atraviesa muchas comunidades que ser?n afectadas; asimismo, el extractivismo minero, canadiense y otros, que AMLO ha dicho que seguir? permitiendo, pese a que se comporta de manera criminal, como lo saben los opositores a proyectos mineros. Si revive su proyecto de un tren de alta velocidad entre M?xico y Centroam?rica, prometido en campa?as anteriores, tendr?a que afectar a comunidades ind?genas chiapanecas, incluidas las zapatistas. Ning?n gobierno de izquierda ha logrado un modelo alternativo de desarrollo al industrializador, y el del proyecto de la ?izquierda? mexicana no es la excepci?n.

El modelo de desarrollo depredador est? representado en el gabinete de L?pez Obrador por personajes como V?ctor Villalobos, defensor de la Ley de Bioseguridad, aprobada en favor de empresas promotoras de transg?nicos como Monsanto, Pionner y Syngenta.[3] Un acad?mico que apoy? a Obrador por a?os, V?ctor M. Toledo, pr?cticamente rompi? con ?l por este nombramiento y critic? acremente as? a ese proyecto: ?Ello convierte a Morena en un partido que posee una piel de oveja con un cerebro de lobo?.[4] En pa?ses como Argentina, que ha padecido los monocultivos de soya (soja) transg?nica y sus agrot?xicos, saben que tener en un gobierno a promotores de esas empresas no es nada inocuo, como tampoco lo es tener un gobierno promotor de la miner?a.

Cada miembro del gabinete propuesto por L?pez Obrador es una garant?a de la continuidad del neoliberalismo, pero podemos destacar uno de los m?s pol?micos, su titular de Educaci?n, el ex secretario de gobernaci?n y de desarrollo social de Zedillo, Esteban Moctezuma Barrag?n, quien fue presidente de la Fundaci?n de TV Azteca y, anteriormente, parte de la contrainsurgencia antizapatista de Zedillo.

Algunos han tratado de limpiar su imagen del manch?n de haber formado parte de una trampa a la dirigencia del EZLN que estaba citada a dialogar con ?l como titular de Gobernaci?n mientras Zedillo ordenaba a los militares detenerlos. La trampa no funcion? y el desprestigio de Zedillo y su estrategia oblig? a sacrificar la cabeza de Moctezuma haci?ndolo renunciar, pero no fue una ruptura con Zedillo, porque en ese mismo sexenio regres? a la oficina de Desarrollo Social, que tambi?n hace contrainsurgencia mediante d?divas llamadas ?programas sociales?.

El argumento de los defensores de Obrador es que, si bien es neoliberal, atacar? la corrupci?n: Esta es una vieja y falaz concepci?n de la derecha: se puede mejorar el funcionamiento del sistema capitalista neoliberal atacando solamente la corrupci?n, pero sin tocar los intereses de los capitales.

L?pez Obrador dijo en su discurso del triunfo: ?Bajo ninguna circunstancia, el pr?ximo Presidente de la Rep?blica permitir? la corrupci?n ni la impunidad. Sobre aviso no hay enga?o: sea quien sea, ser? castigado. Incluyo a compa?eros de lucha, funcionarios, amigos y familiares. Un buen juez por la casa empieza.

?Todo lo ahorrado por el combate a la corrupci?n y por abolir los privilegios, se destinar? a impulsar el desarrollo del pa?s. No habr? necesidad de aumentar impuestos en t?rminos reales ni endeudar al pa?s. Tampoco habr? gasolinazos. Bajar? el gasto corriente y aumentar? la inversi?n p?blica para impulsar actividades productivas y crear empleos.?

Suena muy bien acabar con la corrupci?n, pero el problema es que no suena veros?mil cuando AMLO est? rodeado de personajes como Elba Esther Gordillo y sus operadores, o como Napole?n G?mez Urrutia, quien todo parece indicar que ser? operador de los intereses de las mineras canadienses en M?xico. M?s bien hace recordar que no acab? con la corrupci?n en su gobierno de la Ciudad de M?xico, y el recuerdo de Ren? Bejarano y Rosario Robles, est?n ah? para refrescar la memoria, pero incluso si ataca la corrupci?n, no tocar? algo m?s fundamental: la explotaci?n, como ya vimos que no atacar? el modelo colonialista de desarrollo basado en el despojo.

Respecto a la explotaci?n, Obrador cree que en M?xico no es importante y que seguir pensando en ella es un discurso ?te?rico y acad?mico rebasado?. Un discurso de campa?a en Los Reyes Acaquilpan, Estado de M?xico, L?pez Obrador dijo: ?Tenemos que acabar con la corrupci?n, porque muchos te?ricos sociales, acad?micos, intelectuales no tratan este tema. Los acad?micos m?s cl?sicos, m?s te?ricos se quedaron con la idea de que la desigualdad se produce por la explotaci?n que se hace de los trabajadores, que el burgu?s explota al proletario, que se va acumulando ganancias y que esas utilidades se las apropia el due?o de los medios de producci?n y que por eso es la desigualdad y la pobreza. Pero en M?xico, no aplica esa teor?a del todo; aqu? las grandes fortunas se han acumulado mediante la corrupci?n, al amparo del poder p?blico?.[5]

Ese es un discurso que elabor? la derecha empresarial panista en oposici?n al PRI: lo que hay que acabar es la corrupci?n, enti?ndase en el gobierno y el Estado, sin cuestionar la riqueza privada. Los empresarios se quejaban de que el marxismo ense?a a los obreros que el patr?n no les paga su salario completo y que se queda parte de ?l (plustrabajo impago que genera plusval?a en la teor?a del valor de Marx), lo cual, seg?n los empresarios, es falso y es una ideolog?a que alimenta el odio de clases y con ello la lucha de clases. De la Madrid se hizo eco de ese discurso (demag?gicamente) con su lema ?Renovaci?n Moral? (y se lo reproch? Carlos Pereyra, porque era sumir la postura de la derecha ya mencionada). Hoy es la ideolog?a de AMLO.

En su discurso, Obrador retom? punto por punto esa ideolog?a empresarial de derecha: La falacia de que la explotaci?n es el origen de la desigualdad econ?mica ?en M?xico casi no aplica?. Como los empresarios dijeron siempre, el marxismo es una ideolog?a ajena, extranjera, ex?gena y ex?tica, en M?xico las cosas no son as?. Adem?s, como ha dicho el neoliberalismo triunfalista, el marxismo es cosa del pasado, qued? sepultado: en su discurso de campa?a, dice Obrador que los acad?micos m?s ?cl?sicos? (como ?viejos?) ?se quedaron? (rebasados ya) en la teor?a de la explotaci?n, pero el fen?meno real es la ?corrupci?n?, que ?los acad?micos no estudian?. Todas ellas son ideas falsas, pues la explotaci?n sigue siendo le fuente de la riqueza capitalista, algunos acad?micos s? estudian te?ricamente la corrupci?n[6] y adem?s, la explotaci?n capitalista genera corrupci?n, como dec?a Marx: la corrupci?n es floraci?n habitual del capitalismo.

El discurso apologista del capitalismo y del neoliberalismo dice que en M?xico el capitalismo neoliberal no ha generado desarrollo, no porque sea depredador, explotador y colonialista, sino porque hay pol?ticos corruptos (el PRIAN-PRD), los que AMLO llama ?mafia del poder? (algunos de los cuales hoy son aliados, candidatos y asesores suyos) y ocurre lo que Denisse Dresser, de ideolog?a de derecha empresarial panista, llama ?capitalismo de compadres?.

Es una falacia que se pueda combatir la corrupci?n sin atacar al neoliberalismo y al capitalismo (sus ra?ces, en gran medida). Es una falacia que baste con el dinero ahorrado por evitar la corrupci?n para mejorar la condici?n de las mayor?as, sin tocar los intereses del capital y manteniendo el neoliberalismo (libre empresa, autonom?a del Banco de M?xico, etc.). Lo que una pol?tica as? de inconsistente puede lograr es solamente una caricatura del estado de bienestar que hubo en M?xico cuando era la forma de regulaci?n del conflicto del capitalismo mundial, pero que hoy simplemente no existe porque el capitalismo no tiene competencia y las clases trabajadoras no oponen una pol?tica de izquierda anticapitalista. (En M?xico las banderas anticapitalistas las enarbolan las comunidades ind?genas aut?nomas que tienen su Concejo Ind?gena de Gobierno.)

Decir que el problema no es la explotaci?n sino la corrupci?n es retomar una ideolog?a de la derecha empresarial que ahora ha aceptado con los brazos abiertos a AMLO, al menos en el caso de representantes conspicuos como Azc?rraga, de Televisa, y Salinas Pliego, de TV Azteca.

Acercando el lente anal?tico, las expectativas de cambio se reducen a niveles much?simo menores de los que anuncian el fervor popular y los titulares de los medios de masas que hablan de que en M?xico ?gan? la izquierda?. Pero claro, para el sistema capitalista neoliberal esa es la izquierda aceptable: la que niegue que la explotaci?n sea el problema.

El PRI, el PAN y el PRD perdieron las elecciones, pero su ideolog?a neoliberal est? intacta y ahora gobernar? con las siglas de Morena; ?sa es una de las razones por las que no hicieron fraude electoral a Obrador. El fraude ser? para quienes esperaban un cambio verdadero.

Y desde luego, es perfectamente leg?tima la resistencia de comunidades y organizaciones que se oponen al despojo, la explotaci?n, la represi?n y el desprecio racista del capitalismo neoliberal y patriarcal, incluso si ahora significa oponerse a megaproyectos impulsados por gobiernos de Morena. Y seguramente resistir?n, aun si eso implica enfrentar las calumnias y linchamientos medi?ticos de los seguidores m?s fanatizados de Obrador.

[1] L?pez Obrador https://lopezobrador.org.mx/2018/07/02/palabras-amlo-con-motivo-del-triunfo-electoral-del-1-de-julio/

[2] Alfonso Romo https://www.forbes.com.mx/mexico-tendra-que-ser-un-paraiso-de-inversion-alfonso-romo/

[3] La Jornada http://www.jornada.com.mx/2017/12/18/politica/011n1pol

[4] V?ctor Toledo en La Jornadahttp://www.jornada.com.mx/2017/12/19/opinion/016a1pol

[5] L?pez Obrador, video en You Tube, aproximadamente minutos 7 a 9:https://www.youtube.com/watch?v=04zqGpsr-is

[6] Estudios en la UNAM sobre la corrupci?n http://www.gaceta.unam.mx/20180604/la-corrupcion-se-extiende-en-forma-similar-al-cancer/

Publicado originalmente en Zapateando
—————————————————-

?Cuarta Transformaci?n?
Gilberto L?pez y Rivas
La Jornada
28 dic. 2018

La llegada de Andr?s Manuel L?pez Obrador a la Presidencia de la Rep?blica y el triunfo de Morena como primera fuerza pol?tica en el Congreso de la Uni?n, las gubernaturas de cuatro estados, la jefatura de Gobierno de Ciudad de M?xico, numerosas alcald?as y gobiernos municipales, exigen reflexionar, desde el pensamiento cr?tico, sobre los alcances y las limitaciones de la denominada Cuarta Transformaci?n.

Es necesario caracterizar el gobierno actual, sus proyectos econ?micos y sociales considerados prioritarios, as? como la nueva correlaci?n de fuerzas pol?ticas que se est? conformando, con objeto de contar con herramientas que permitan comprender y responder adecuadamente al nuevo sistema hegem?nico de dominaci?n con el que se reconfigura el capitalismo.

Se requiere analizar las bases que sustentan la Cuarta Transformaci?n, que no deja ver con claridad su estrategia program?tica ni legislativa. El combate a la corrupci?n, sin una ruptura con el modelo desarrollista, no sienta las bases para un cambio de las dimensiones hist?ricas de la Independencia nacional, la Reforma y la Revoluci?n de 1910. Negar la vigencia de la lucha de clases en M?xico, situarse como ?rbitro supremo de los conflictos sociales y pretender mutar el Estado en un aparato redistributivo clientelar, no significan una transici?n hist?rica de la Rep?blica, ni mucho menos un cambio de ?poca.

Asimismo, una enumeraci?n de los proyectos econ?micos prioritarios: Zonas Econ?micas Especiales, Tren Maya, desarrollo del Istmo de Tehuantepec, siembra de ?rboles frutales y maderables en un mill?n de hect?reas, construcci?n de 300 caminos en territorios rurales, refiner?as, sistema de aeropuertos en el ?rea metropolitana de Ciudad de M?xico; zonas francas en la frontera norte y regi?n istme?a, continuidad de los proyectos mineros, la reiterada afirmaci?n de respetar los contratos, la independencia del Banco de M?xico, la perspectiva del jefe de gabinete, de hacer de M?xico un para?so de las inversiones, y la iniciativa de Morena en el Congreso para abrogar la actual Ley Agraria, y expedir otra que refuerza los mecanismos de privatizaci?n de las tierras ejidales y comunales, y, sobre todo, la aceptaci?n del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canad?, confirman la continuidad de pol?ticas econ?micas dentro de la l?gica del sistema capitalista, del neoliberalismo que se afirma superar.

En lo pol?tico, la creaci?n del Instituto Nacional de Pueblos Ind?genas es un retorno al viejo indigenismo establecido por el r?gimen pri?sta, clientelar y corporativo, que fue caracterizado como una pol?tica de Estado para los pueblos ind?genas autoritaria y manipuladora, y cuyos funerales fueron celebrados en los di?logos de San Andr?s entre el gobierno federal y el EZLN. El hecho de establecer 130 oficinas del nuevo INPI en territorios de los pueblos originarios, con funcionarios hablantes de la lengua respectiva, con recursos y proyectos gubernamentales, es una agresi?n directa a los procesos auton?micos y a los movimientos en defensa de los territorios y contra la invasi?n corporativa. Particularmente en los territorios donde se desarrollan procesos auton?micos m?s profundos, relacionados con conflictos armados, como la regi?n maya zapatista, o que defienden la territorialidad ind?gena campesina, el INPI corre el riesgo de desempe?ar labores contrainsurgentes y de ingenier?a de conflictos que las empresas mineras ponen en pr?ctica para vencer las resistencias.

Se constata la met?fora del subcomandante Mois?s de que cambian los mayordomos y capataces, pero el due?o de la finca contin?a siendo el mismo. El rechazo a estos proyectos por parte del Congreso Nacional Ind?gena-Concejo Ind?gena de Gobierno, de numerosas organizaciones independientes ind?genas y campesinas, de especialistas en diversas disciplinas cient?ficas, as? como la cr?tica a las consultas gubernamentales por no cumplir con las condiciones establecidas en la Constituci?n, el Convenio 169 de la Organizaci?n Internacional del Trabajo, la Declaraci?n de Derechos de los Pueblos Ind?genas de la Organizaci?n de las Naciones Unidas, que mandatan que ?stas sean previas, libres, informadas y vinculantes, no ha recibido la atenci?n que merecen y, por el contrario, fueron objeto de un trato despreciativo por parte del Presidente.

En este sentido, destaca el clima de intolerancia a la cr?tica al nuevo gobierno desde la izquierda anticapitalista, aduciendo que hace el juego a la derecha, es un regreso al comunismo primitivo, o un menosprecio a los 30 millones de votantes que eligieron a Andr?s Manuel L?pez Obrador.

Precisamente por el respeto que se merecen todos y todas los mexicanos (as) que votaron por un cambio profundo, se reivindica la necesidad de un an?lisis riguroso de la naturaleza y los impactos de los proyectos en ciernes, de la direccionalidad de los mismos, a partir de las resistencias de abajo y a la izquierda, y de una intelectualidad comprometida con estas luchas. La disyuntiva contin?a siendo: con el pr?ncipe o con el pueblo.