Bolivia. Recuperaci?n de la democracia: no hay alternativa ni otras salidas posibles

Si se impone el capricho autocr?tico no solo se habr? perdido la democracia, tambi?n lo estar? Bolivia.
Si se quiere verdaderamente recuperar la democracia, la candidatura oficialista NO debe NI puede volver a postularse, bajo ning?n argumento. Ni m?s ni menos.



RECUPERACI?N DE LA DEMOCRACIA: NO HAY ALTERNATIVA NI OTRAS SALIDAS POSIBLES
Arturo D. Villanueva Ima?a
Bolpress
Publicado el: 7 enero, 2019

Si se impone el capricho autocr?tico no solo se habr? perdido la democracia, tambi?n lo estar? Bolivia.

Si se quiere verdaderamente recuperar la democracia, la candidatura oficialista NO debe NI puede volver a postularse, bajo ning?n argumento. Ni m?s ni menos.

CU?L ES EL PROBLEMA?

1. Que la ambici?n por conservar el poder a toda costa del oficialismo, no solo ha llegado al extremo de romper la Constituci?n, burlarse del mandato popular, e inventar un ?derecho? para legitimar la candidatura trucha; sino que en su total desfachatez plantean que ?no hay que tener miedo? a que el pueblo dirima el impase eligiendo al mejor candidato, sin mencionar que en su avieso prop?sito ya ha logrado doblegar y volcar en su favor al cuarto poder del Estado que deber?a constituirse en un ?rbitro independiente, id?neo e imparcial para garantizar elecciones limpias y transparentes. Es decir, ha montado un enga?oso como falso escenario electoral que le brinda las mejores condiciones para aparecer como si estuviese cumpliendo todas las formalidades democr?ticas, pero que adem?s de legitimar una candidatura trucha, le permitir?a inclusive ganar las elecciones. Una parte importante de la poblaci?n lo cree, y defiende semejante impostura.

2. Que los candidatos y partidos opositores con mayores posibilidades electorales (Carlos Mesa y Oscar Ortiz), han hecho saber expl?citamente que ?la ciudadan?a debe prepararse para reconstruir la democracia en el nuevo gobierno? y que ?no renunciar?n a realizar proselitismo para asistir a las pr?ximas elecciones?. Es decir y en buenas cuentas, que con tal de asistir a las elecciones nacionales, estar?an dispuestos a dejar pasar todas las grav?simas anomal?as antidemocr?ticas y anticonstitucionales de la candidatura de Evo Morales y Alvaro Garc?a Linera. Ello significa que dar?an las espaldas y tirar?an por la borda toda la resistencia y lucha del pueblo boliviano en defensa del 21F y el respeto al mandato popular; y adem?s estar?an dispuestos inclusive a dejar de lado un problema ?tico, pol?tico y constitucional que deber?a obligarles a exigir al gobierno el cumplimiento de todos los requisitos democr?ticos que dicen representar y defender.

Todo ello, sin siquiera reparar en que no existen las m?s m?nimas condiciones para asistir a una compulsa electoral transparente, con ?rbitros imparciales, id?neos e independientes, que garanticen requisitos de equidad participativa e igualdad de condiciones; porque el OEP ha demostrado ser un ?rgano sumiso a los intereses gubernamentales, y donde sus oficinas departamentales (que ser?n las encargadas operativas de llevar adelante las elecciones), est?n copadas por funcionarios oficialistas. Es decir, NO existen las m?s m?nimas condiciones para competir democr?ticamente y, mucho menos, de tener alguna posibilidad leg?tima de ganar, dados los inocultables indicios de fraude que se han montado.

En pocas palabras, estos candidatos, partidos y militantes de oposici?n, no solo estar?an dispuestos a legitimar de facto la candidatura trucha, e ir en contra de la lucha y resistencia del pueblo boliviano para recuperar la democracia y defender el 21F, sino que al estar dispuestos a asistir a las elecciones nacionales sin mayores condiciones, estar?an contribuyendo a ratificar el establecimiento y consolidaci?n de un r?gimen autocr?tico, que se habr? impuesto sobre la sociedad con su aval.

3. Que a las dem?s candidaturas opositoras no les importa ni siquiera la democracia. Su m?xima aspiraci?n es arrancar alguna peque?a cuota de poder en el establecimiento del pr?ximo gobierno, cualquiera fuese ?ste, con tal de medrar del mismo. Es previsible que si no es despu?s de las elecciones, ya antes intentar?n negociar y acordar (a la vieja usanza de las componendas electorales), cuotas de poder. Lo peligroso de su papel ?democr?tico electoral?, es que son los ?nicos a los que no les importar?a, bajo ninguna circunstancia, avalar y legitimar la candidatura oficialista. En otras palabras, que de todas maneras ir?an a las elecciones avalando la candidatura anticonstitucional y antidemocr?tica.

4. Que salvo algunos piquetes de huelga y la CONADE, la resistencia y lucha ciudadana, donde se incluyen a los Comit?s c?vicos, plataformas y colectivos de defensa del 21F, est? dividida, alineada y fluctuante, respondiendo a los criterios e ideas fuerza de las tendencias anteriormente descritas. Son m?s proclives a encontrar ?una salida ingeniosa? o supuestamente ?honrosa?, pero que de todas maneras terminar?a permitiendo la presentaci?n de la candidatura oficialista. En algunos casos inclusive son claramente perceptibles intereses particulares de posicionamiento pol?tico y figuraci?n, que solo conduce a pensar de que ?nicamente buscan alg?n tipo de compensaci?n. Por tanto, el sacrificado como enorme esfuerzo de unificaci?n y confluencia que buscan para unir a las fuerzas de resistencia y defensa de la democracia, no solo deben luchar contra intereses subalternos que se encuentran a su interior, y que tienden a desvirtuar y confundir objetivos; sino que pueden acabar en un desenga?o y decepci?n, si al final no logran conseguir sus objetivos y terminan cediendo ante la aparatosa maquinaria oficialista.

5. Es todo esto que provoca un fuerte desconcierto en la ciudadan?a, pero que no incide en su voluntad y decisi?n de seguir resistiendo, aunque no logren precisar exactamente c?mo hacerlo. Se trata de un escenario tan contradictorio y lleno de intereses subalternos que tienden a imponerse sobre la ?nica posibilidad de recuperar la democracia, que consiste en impedir la repostulaci?n del binomio anticonstitucional y antidemocr?tico, que no se alcanza a percibir con claridad el camino. Se percibe que el solo hecho de transparentar y mejorar las actuales condiciones electorales (incluyendo nuevos miembros de notables en el TSE, por ejemplo), NO es suficiente.

Entonces y por ello solo queda luchar, reclamar y exigir porque no nos equivoquemos, no contribuyamos a legitimar la candidatura trucha bajo ning?n argumento, y que si es verdad de que todos los bolivianos queremos recuperar la democracia perdida, envilecida y manoseada por el actual r?gimen, nos movilicemos para NO hacer caso NI coro a la farsa electoral que se aproxima. Solo la fuerza popular en las calles podr? doblegar el intento antidemocr?tico y anticonstitucional.

Lamentablemente y a pesar del enorme esfuerzo popular que podr?a significar dadas las adversas condiciones impuestas por la angurria de poder, este nuevo impulso de movilizaci?n, resistencia y lucha que se reclama y propone, solo alcanzar?a para recuperar los valores formales de la democracia. Y aunque podr?a liberarnos del riesgo de caer en un r?gimen similar al de Nicaragua o Venezuela (cosa que ya es significativa); hay que estar concientes en cambio que no servir? para abordar y resolver los problemas y deudas hist?ricas nacionales, que son los asuntos que verdaderamente importan y preocupan al movimiento popular nacional.

(*) Soci?logo, boliviano. Cochabamba, Bolivia. Enero 8 de 2019.