Tren Maya: los zapatistas tienen raz?n

No va a ser cuesti?n de proteger ?rboles donde pase el tren. Habr? que sacar agua de r?os y de mantos fri?ticos, derribar selvas, y pavimentar milpas.
Los zapatistas y todas las comunidades de la regi?n tienen derecho a conocer y discutir este proyecto desarrollista en detalle, y a resistirse a ?l si no les convence. El poder local existe.



Tren Maya: los zapatistas tienen raz?n
Claudio Lomnitz
La Jornada

Como en esta columna voy a hablar mal del gobierno de Andr?s Manuel L?pez Obrador, quisiera empezar reconoci?ndole cosas: el alza al salario m?nimo, la lucha contra el huachicol, el haberse declarado en contra del fracking… Son pol?ticas decididas, importantes, y muy positivas.

Pero, habi?ndolas reconocido y agradecido, debo decir que molesta que el gobierno act?e como si su triunfo en las urnas fuese una luz verde indefinida, que lo legitima para imponer cualquiera de las ideas de L?pez Obrador. Morena recibi? millones de votos a pesar de algunas de esas ideas. Nuestro Presidente gan? la pasada elecci?n sobre todo por la credibilidad que inspiraron su promesa de reducir la desigualdad, sus compromisos de cero tolerancia a la corrupci?n y la de abrazos no balazos. Sus dem?s obsesiones sol?an convencer a bien pocos.

Las ideas econ?micas de L?pez Obrador, en especial, han sido siempre problem?ticas. Nuestro Presidente es un desarrollista a la vieja usanza, como lo ha explicado ?l mismo con frecuencia, incluso en su discurso de toma de posesi?n, donde se adhiri? de lleno y sin ambajes al modelo de desarrollo estabilizador de los tiempos en que don Antonio Ortiz Mena fue secretario de Hacienda (es decir, las presidencias de Adolfo L?pez Mateos y Gustavo D?az Ordaz). Quiz? haya varios a quienes nos gustar?a que M?xico volviera a los a?os 60 ?finalmente para los viejos, todo pasado siempre fu? mejor?, pero el modelo de industrializaci?n por sustituci?n de importaciones que fue la piedra de toque del desarrollo estabilizador es incompatible con los tratados de libre comercio actuales. La Ford de M?xico de tiempos de D?az Ordaz produc?a autos para el mercado nacional, la Ford mexicana de hoy los hace para el mercado estadunidense. Son dos Fords completamente diferentes. Ser?a imposible arraigar a la industria mexicana de hoy en el mercado nacional sin generar una crisis may?scula.

Adem?s de la globalizaci?n, hay otros dos factores que nos divorcian de la pol?ticas de un Ortiz Mena: el medio ambiente y la democracia. Acapulco floreci? durante los tiempos, posiblemente dorados, del modelo desarrollo estabilizador y tambi?n entonces se invent? Canc?n, donde no hab?a ni una rancher?a. Hoy Acapulco ?que s? fue, como dicen, una perla en el Pac?fico? es un desastre urbano y ambiental, una ciudad en estado de emergencia. Canc?n, por su parte, tiene ya 630 mil habitantes, y comienza a tener problemas socio-ambientales graves. Esto se debe a que el desarrollismo le apost? a los polos de desarrollo sin incorporar ni un pensamiento ambiental ni un compromiso democr?tico serio.

El Tren Maya es un proyecto desarrollista que le hubiera encantado a Miguel Alem?n, Ruiz Cortines, o a Echeverr?a. Cierto que el presidente L?pez Obrador ha dicho que en ?l no se tumbar? un solo arbolito, pero esa declaraci?n, adem?s de ser rigurosamente falsa, destila el mismo menosprecio al tema ambiental que tuvieron sus predecesores.

?Por qu? o d?nde encuentro ese menosprecio? Es justo hablar de menosprecio, porque en el caso del Tren Maya, como en el de cualquier ferrocarril, lo de menos desde el ?ngulo ambiental es el tren: el verdadero asunto es lo que carga el tren. Y el gobierno presume que el Tren Maya atraer? a 4 millones de nuevos turistas extranjeros al a?o. Esa es una meta bien atractiva, claro: 4 millones m?s de turistas extranjeros generar?n mucha riqueza. Para poner la cifra en su contexto, Canc?n recibe alrededor de 5 y medio millones de turistas al a?o.

O sea que el Tren Maya, que tendr? mil 500 kil?metros y 12 estaciones, transportar? a un n?mero de turistas extranjeros parecido al que recibe anualmente Canc?n, adem?s de los turistas nacionales. Esos viajeros, sin duda, pasar?n noches en los puntos m?s atractivos del recorrido, especialmente en Palenque, Calakmul y Bacalar, que quiz? sean los platos m?s fuertes del circuito, pero tambi?n en otros puntos, como Xpujil, M?rida o Valladolid, de modo que esos lugares tambi?n tendr?n que desarrollar o agrandar su planta hotelera. La poblaci?n de Canc?n ?que, recordemos, existe exclusivamente gracias al turismo? pas? de cero habitantes alrededor de 1970 a los 630 mil habitantes que tiene hoy. La poblaci?n de Palenque hoy es de 110 mil, la de Calakmul es de 28 mil, Xpujil tiene 4 mil, la poblaci?n de Bacalar es de abajo de 10 mil.

Esos lugares recibir?n a los m?s de 4 millones de turistas del circuito. Para alojarlos, alimentarlos y entretenerlos habr? que construir hoteles, restaurantes, bares, discotecas, burdeles, lavander?as, miscel?neas y mil otras cosas. No va a ser cuesti?n de proteger ?rboles donde pase el tren. Habr? que sacar agua de r?os y de mantos fri?ticos, derribar selvas, y pavimentar milpas. El tren cambiar? la vida de la regi?n, como la cambi? en su momento Canc?n.

Los zapatistas y todas las comunidades de la regi?n tienen derecho a conocer y discutir este proyecto desarrollista en detalle, y a resistirse a ?l si no les convence. El poder local existe.