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15-01-2019
Ser campesino es un acto pol?tico de combate contra la opresi?n y por la libertad
Los campesinos palestinos entre la espada de Israel y la pared de la AP
Alaa Taatir
Middle East Eye
Traducci?n para Rebeli?n de Loles Oliv?n Hij?s.
Al cultivo de la tierra en Palestina se le atribuye el reconocimiento popular de ser la columna vertebral de la sociedad y la econom?a palestinas, y a los campesinos el de ser el ?ltimo basti?n de la resistencia.
Cultivar la tierra representa la cultura de la firmeza, y es que no en vano son los campesinos quienes han seguido preservando y reclamando la tierra, consolidando su autosuficiencia y haciendo frente a la dependencia forzada y a la asimetr?a econ?mica. En esencia, ser campesino es tambi?n un acto pol?tico de combate contra la opresi?n y por la libertad.
Pero la realidad es que esta columna vertebral ha sufrido graves perjuicios, cuando no estancamiento, como consecuencia de la ocupaci?n de Israel y de las perniciosas pol?ticas de la Autoridad Palestina (AP). Los campesinos palestinos est?n subyugados tanto por el colonialismo israel? como por el neoliberalismo palestino.
El robo de la tierra
Como potencia colonial, Israel mantiene su pol?tica de confiscaci?n de tierras y de anexi?n territorial. Expande los asentamientos y fomenta la violencia de los colonos, roba las tierras y los recursos naturales palestinos, impone pol?ticas de asedio y bloqueo y ejerce su control sobre las exportaciones e importaciones. Cada una de estas facetas integra una matriz de control encauzada para colonizar a los palestinos.
En las ?ltimas d?cadas las autoridades israel?es han arrancado m?s de 2.5 millones de ?rboles frutales y 800 mil olivos palestinos, en superficie lo equivalente a 33 veces el Central Park de Nueva York.
Por su parte, las pol?ticas de la AP y el modelo de ?desarrollo? impulsado por los donantes han contribuido al deterioro del sector agr?cola: el presupuesto de la AP ?nicamente asigna menos del 1% a un sector ya asediado. Una devastadora negligencia que ha inflingido un proceso generalizado de de-desarrollo que a su vez ha privado gradualmente a la agricultura de su potencial transformador mientras se intensifica el dominio y el control territorial de Israel.
Aunque este proceso de raigambre pol?tica tiene implicaciones que se extienden m?s all? de la agricultura, es en este sector donde se manifiestan n?tidamente sus problemas inherentes. Al adoptar sin tapujos el mantra de ?individuos ricos, naci?n pobre?, la AP se ha hecho eco imprudentemente de las pr?cticas de la ocupaci?n israel?.
Perspectivas sombr?as
Hay m?s indicadores que ilustran las sombr?as perspectivas para el sector. La agricultura apenas contribuye al PIB palestino; la fuerza laboral agr?cola ha disminuido dram?ticamente en el porcentaje de la fuerza laboral total. El rendimiento medio por dunum (mil metros cuadrados) es la mitad del de Jordania y solo el 43% del de Israel, a pesar de que estos pa?ses comparten un entorno natural casi id?ntico al palestino. Se estima que el uso palestino de agua para la agricultura es una d?cima parte de la que usa Israel, seg?n Naciones Unidas.
Solo uno de cada cuatro hogares de Cisjordania y Gaza tienen seguridad alimentaria, mientras que m?s del 70% de las comunidades ubicadas total o predominantemente en el ?rea C de Cisjordania ocupada (bajo control total de Israel) no est?n conectadas a la canalizaci?n del agua. Alrededor del 95% del suministro en Gaza no es seguro para consumo humano sin tratamiento.
El Banco Mundial estima la producci?n potencial directa de varios sectores, incluida la agricultura, en unos 2.200 millones de d?lares, equivalente al 23% del PIB palestino de 2011. Por su parte, la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo ha calculado que el sector agr?cola palestino opera en una cuarta parte de su potencial.
Sin embargo, desde la perspectiva de Israel, este perjuicio se traduce en beneficios netos para su econom?a y para sus colonos. La agricultura es para el gobierno israel? un arma ofensiva que sirve para denegar a los palestinos sus derechos. Son muchos los productos agr?colas cultivados por colonos israel?es en los territorios ocupados palestinos y sirios que se exportan a Europa.
Estrategia colonial
Las deficiencias elementales que aquejan al sector agr?cola palestino se derivan de las d?cadas de colonizaci?n israel? de Palestina. Este proceso de colonizaci?n se bas? en conquistar tierras palestinas para restringir y limitar el desarrollo palestino independiente tanto en lo pol?tico como en lo econ?mico. El de-desarrollo no es casual ni un infortunio del azar: es el fruto de una estrategia colonial deliberada y planificada.
Lejos de hacer frente u objetar al poder colonial, la AP ha funcionado demasiadas veces como su cauce. El sector agr?cola palestino, entre la espada y la pared, est? atrapado entre el colonialismo israel? y el neoliberalismo palestino que frustran su desarrollo presente y futuro.
En estas circunstancias, seguir trabajando la tierra es comprometerse con un acto de resistencia: cultivar en Palestina es cultivar para la libertad.
*Alaa Tartir es asesor de programas de Al Shabaka, Red de Pol?ticas Palestinas. Es investigador asociado en el Centro de Conflictos, Desarrollo y Consolidaci?n de la Paz (CCDP) del Instituto de Estudios Internacionales y Desarrollo (IHEID) de Ginebra.
Twitter: @alaatartir
Blog: www.alaatartir.com
Fuente: https://www.middleeasteye.net/columns/how-palestinian-farming-act-resistance-531194688