Bolsonaro y L?pez Obrador, dos estilos para gobernar las grandes potencias de Am?rica Latina

L?pez Obrador es desarrollista y mantiene una f?rrea alianza con los grandes grupos empresariales que est?n detr?s de la iniciativa del Tren Maya.
El gobierno de L?pez Obrador, que asumi? el 1 de diciembre, tiende a recorrer caminos muy parecidos al de Luiz Inacio Lula da Silva. En primer lugar, se rode? de grandes empresarios, a quienes est? entregando obras que, si se concretan, van a cambiarle la cara al pa?s, en particular el Tren Maya y el Corredor Trans?stmico que unir? el Pac?fico con el Caribe.
En segundo lugar, la realizaci?n de grandes obras de infraestructura profundiza el modelo neoliberal de acumulaci?n por desposesi?n, facilita la corrupci?n por involucrar actores empresariales y mandos estatales acostumbrados a esas pr?cticas y, quiz? lo m?s grave, fractura los v?nculos con los sectores m?s activos de la sociedad, como los pueblos originarios. El Tren Maya y la represa de Belo Monte en la Amazonia tienen mucho en com?n.
Ser?a muy penoso que luego del fin del ciclo progresista en Sudam?rica, el gobierno mexicano transitara el mismo camino. La regi?n parece encajonada entre la ultraderecha y el empe?o en repetir recetas fracasadas.



Bolsonaro y L?pez Obrador, dos estilos para gobernar las grandes potencias de Am?rica Latina
Con pocas semanas de diferencia Jair Bolsonaro y Andr?s Manuel L?pez Obrador asumieron la presidencia de sus pa?ses, Brasil y M?xico, las dos mayores econom?as latinoamericanas. Sus primeros pasos anticipan, en ambos casos, las principales contradicciones que enfrentar?n en los pr?ximos a?os.

RA?L ZIBECHI
El Salto
2019-01-15 06:00:00

Bolsonaro es el monumento a la improvisaci?n: en los diez primeros d?as de su gobierno ?asumi? el 1 de enero?, debi? retractarse de forma casi permanente. Sus dos principales tropezones fueron anunciar una base militar de los Estados Unidos en Brasil, inmediatamente rechazada por los militares, y cr?ticas a la compra de Embraer ?la principal empresa del pa?s y tercera aeron?utica comercial de mundo? por la Boeing, que provoc? hondo malestar en los mercados.

Por el contrario, el presidente mexicano est? cumpliendo sus anuncios de forma bastante puntual. Decidi? un importante aumento del salario m?nimo y comenz? su combate al robo de gasolina, o huachicoleo, movilizando al Ej?rcito y la marina par controlar los ductos, lo que provoc? desabastecimiento en las ciudades. La medida m?s pol?mica es la construcci?n del Tren Maya, una obra que mereci? una contundente oposici?n del zapatismo as? como de pueblos originarios y un sector de la opini?n p?blica.

FUNDAMENTALISMO DE DERECHA
Boslonaro es producto de la tremenda descomposici?n del sistema pol?tico brasile?o, que desde 2013 no fue capaz de responder a las demandas de una sociedad cansada de corrupci?n y desigualdad. En su gobierno confluyen tres fuerzas, seg?n qued? en evidencia en los primeros d?as de enero: los militares que ocupan siete de los 22 ministerios y los neoliberales alineados detr?s de Paulo Guedes, ministro de Hacienda formado en la Universidad de Chicago.
Olavo de Carvalho, un fil?sofo anticomunista que defiende que la tierra no gira alrededor del sol, tuvo el poder como para indicar dos ministros: el canciller, Ernesto Ara?jo, y el ministro de Educaci?n, Ricardo V?lez
Entre ambas, gana terreno una tercera corriente que ejerce una fuerte influencia ideol?gica: los disc?pulos de Olavo de Carvalho, un fil?sofo anticomunista, astr?logo y activo youtuber que se convirti? en referencia de la familia Bolsonaro. A sus 71 a?os vive en Virginia, Estados Unidos, ha publicado 19 libros, defiende tesis conspirativas y delirantes como que la tierra no gira alrededor del sol. Pese a ello, tuvo el poder como para indicar dos ministros: el canciller, Ernesto Ara?jo, y el ministro de Educaci?n, Ricardo V?lez.

El canciller es un poema. La poderosa burocracia de Itamaraty lo rechaza, como sucedi? el 2 de enero cuando asumi? el cargo y cosech? raleados aplausos. En su discurso Ara?jo critic? la globalizaci?n y mostr? un claro alineamiento con EE UU, Israel, Italia, Hungr?a y Polonia. ?Brasil no puede entrar de cabeza en la guerra comercial de EE UU contra China, que se convirti? en nuestro mayor socio comercial, sin ganar nada a cambio?, editorializ? el influyente Correio Braziliense (3 de enero de 2019).

El expresidente Fernando Henrique Cardoso aprovech? para lanzar su primer aguij?n contra el nuevo Gobierno, advirtiendo que no ser?a oportuno tomar partido por Washington en la guerra comercial con China. ?Es por lo menos anacr?nico pensar que la competencia por el poder y la influencia en el sistema internacional se dar? entre gladiadores comunistas y capitalistas, cruzados de la fe cristiana contra cosmopolitas sin fe ni patria? (El Pa?s Brasil, 6 de enero de 2019).

De Carvalho y sus seguidores cuestionan la necesidad de un ministerio de Educaci?n y apoyan la propuesta del presidente de ampliar las escuelas militares
El ministro de Educaci?n, a su vez, pretende erradicar la influencia de Paulo Freire, al que tacha de marxista, en el sistema educativo. De Carvalho y sus seguidores cuestionan la necesidad de que exista un ministerio de Educaci?n y apoyan la propuesta del presidente de ampliar las escuelas militares que ?tienen mejor calidad de ense?anza que las escuelas tradicionales? (El Pa?s Brasil, 12 de enero de 2019).

CONFRONTAR CON LOS MOVIMIENTOS
El Tren Maya es una obra fara?nica que ning?n presidente anterior pudo poner en marcha, en vista de la resistencia de los pueblos originarios. L?pez Obrador es desarrollista y mantiene una f?rrea alianza con los grandes grupos empresariales que est?n detr?s de esta iniciativa.

El Tren Maya est? proyectado para 1.500 kil?metros y 12 estaciones, y seg?n un reciente art?culo del antrop?logo Claudio Lomnitz en La Jornada, atraer? cuatro millones de turistas extranjeros, una cifra apenas inferior a los que recibe Canc?n cada a?o. Para atender a esos visitantes habr? que destrozar entornos maravillosos como los de Palenque, pero el tren lubricar? la explotaci?n de los bienes comunes, como uranio e hicrocarburos,
El gobierno mexicano no consulta a los pueblos afectados, como es su obligaci?n seg?n tratados internacionales, pero ensay? un falso ritual con algunos representantes de esos pueblos y un referendo popular no vinculante, al que acudieron menos de un mill?n de votantes, de los 60 millones habilitados.

L?pez Obrador es desarrollista y mantiene una f?rrea alianza con los grandes grupos empresariales que est?n detr?s de la iniciativa del Tren Maya
El gobierno de L?pez Obrador, que asumi? el 1 de diciembre, tiende a recorrer caminos muy parecidos al de Luiz Inacio Lula da Silva. En primer lugar, se rode? de grandes empresarios, a quienes est? entregando obras que, si se concretan, van a cambiarle la cara al pa?s, en particular el Tren Maya y el Corredor Trans?stmico que unir? el Pac?fico con el Caribe.
En segundo lugar, la realizaci?n de grandes obras de infraestructura profundiza el modelo neoliberal de acumulaci?n por desposesi?n, facilita la corrupci?n por involucrar actores empresariales y mandos estatales acostumbrados a esas pr?cticas y, quiz? lo m?s grave, fractura los v?nculos con los sectores m?s activos de la sociedad, como los pueblos originarios. El Tren Maya y la represa de Belo Monte en la Amazonia tienen mucho en com?n.

Ser?a muy penoso que luego del fin del ciclo progresista en Sudam?rica, el gobierno mexicano transitara el mismo camino. La regi?n parece encajonada entre la ultraderecha y el empe?o en repetir recetas fracasadas
No deber?amos olvidar que la debacle del Partido de los Trabajadores en Brasil comenz? con las manifestaciones de junio de 2013, que llevaron a 20 millones de j?venes a las calles, convocados inicialmente por un peque?o y nuevo movimiento, el MPL (Movimento Passe Livre), que demandaba por el alto precio del transporte y la desigualdad.

En M?xico son los zapatistas y el Congreso Nacional Ind?gena los que han dicho ?no? a los proyectos desarrollistas sin su consentimiento. Ser?a muy penoso que luego del fin del ciclo progresista en Sudam?rica, el gobierno mexicano transitara el mismo camino. La regi?n parece encajonada entre la ultraderecha y el empe?o en repetir recetas fracasadas.