Las personas laicas y el levantamiento popular sirio

El pueblo sirio es v?ctima de dos formas de terrorismo: el terrorismo de Assad y el del Estado Isl?mico y otros extremistas.
Algunos de los combatientes sirios participantes en la ofensiva y la ocupaci?n ulterior de Afrin atacaron a las unidades de protecci?n del pueblo (YPG), rama armada del Partido de la Uni?n Democr?tica (PYD), no solo debido a su origen ?tnico (kurdo) o sobre la base de acusaciones de “estar aliado al r?gimen”, sino tambi?n porque el partido promueve una forma particular de laicismo. Sus ra?ces ideol?gicas hist?ricas son cercanas al marxismo y el tercermundismo, pero la ideolog?a del grupo ha evolucionado m?s all? de estas orientaciones iniciales, reflejando la influencia del te?rico social americano Murray Bookchin, un pensador que defiende el “municipalismo libertario”.



08-02-2019
Las personas laicas y el levantamiento popular sirio

Joseph Daher
Syria Freedom Forever

Parte I

[En este art?culo publicado en ingl?s el pasado mes de agosto 2018, Joseph Daher analiza las tentativas de desacreditar la contribuci?n de las personas laicas sirias a la revoluci?n siria que comenz? en 2011. El art?culo ofrece igualmente una perspectiva hist?rica sobre la significaci?n del t?rmino laicismo y sobre la forma en que el concepto fue utilizado e instrumentalizado en la batalla para moldear el porvenir de Siria.

Publicado hace algunos meses en ingl?s y ?rabe, este articulo conserva su actualidad, particularmente despu?s del asesinato de dos figuras de la revoluci?n democr?tica siria, Raed Fares y Hamud Junaid, en la regi?n de Idlib por hombres enmascarados, probablemente miembros del movimiento salafista yihadista Hayat Tahrir al-Cham (antiguamente Jabhat al-Nusra, ex Al-Qaeda). Esta organizaci?n yihadista hab?a sido defendida por ciertos sectores de la oposici?n, incluso por algunos investigadores, como una “fuerza revolucionaria” o que pod?a ser incluida en las filas de la oposici?n.

Lo anterior vuelve a plantear la cuesti?n de las alianzas pol?ticas en el marco de toda lucha, pero sobre todo del tipo de proyecto de sociedad a defender. M?s en general, el asesinato de dos militantes dem?cratas sirios muestra de nuevo que los movimientos fundamentalistas religiosos forman, con los reg?menes desp?ticos, la otra cara de la contrarrevoluci?n. Como hab?a dicho el propio Fares: “la verdad es que el pueblo sirio es v?ctima de dos formas de terrorismo: el terrorismo de Assad y el del Estado Isl?mico y otros extremistas”.

La primera parte de este art?culo examina el papel de las personas laicas y del laicismo en el levantamiento popular sirio as? como la forma de definir el laicismo, y refuta la idea seg?n la cual el r?gimen de Assad habr?a ayudado hist?ricamente a las fuerzas laicas en Siria -red. Contretemps].

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En una p?gina web de la oposici?n siria, Zaman al-Wasl, el autor de Hilal Abd al-Aziz al-Fa?ouri ha lanzado un nuevo ataque contra las personas laicas con un art?culo titulado “Qu? esperan los laicos sirios de los musulmanes sirios”. Describe en ?l a toda la gente laica como cr?tica de “todo lo que pertenece al islam” y con una “hostilidad secreta hacia los musulmanes” queriendo en particular que “se afeiten la barba, se quiten sus jilbabs [vestidos ?rabes tradicionales] y tiren sus turbantes… para cerrar sus mezquitas y no rezar”. Fa?ouri es el autor de numerosos art?culos en la p?gina de la oposici?n, Zaman al-Wasl.

No fue por casualidad probablemente si este art?culo aparec?a escasas semanas despu?s de que uno de los dirigentes de los Hermanos Musulmanes sirios, Molham al-Drubi, publicara en su perfil de Facebook el comentario siguiente. “Me gustar?a tener vuestros comentarios (sobre la pregunta siguiente): ?qu? han ofrecido los laicos a la revoluci?n siria?”, como una provocaci?n clara hacia esos sectores de la oposici?n. Su comentario ha llevado a numerosos militantes laicos a responderle directa o indirectamente en las redes sociales. Anteriormente, otros grupos y personalidades integristas islamistas y yihadistas hab?an atacado a las personas laicas en tanto que “herramientas extranjeras”, rechazando as? su papel en el levantamiento popular y el concepto de laicismo en tanto que herej?a o apostas?a. Estos ataques contra las personas laicas plantean varias cuestiones y problemas que hay que analizar y tratar.

El papel de las personas laicas en la revoluci?n siria

En primer lugar, la cuesti?n del papel y de la participaci?n de las y los militantes laicos en el levantamiento popular sirio que estall? en marzo de 2011 no deber?a siquiera ser objeto de un debate. Las personas activistas laicas estuvieron activamente implicados en diversas fases de la lucha contra el r?gimen de Assad, antes y despu?s del comienzo de las manifestaciones populares masivas de 2011. Numerosos activistas laicos, hombres y mujeres, jugaron un papel importante en el seno de los comit?s de coordinaci?n locales y los consejos locales y en el desarrollo de acciones y campa?as de resistencia pac?fica contra el r?gimen.

Estas concentraciones desarrollaron progresivamente estructuras internas y varios comit?s de coordinaci?n han jugado un papel particularmente importante en el desarrollo de redes de solidaridad a nivel nacional, en particular la uni?n de las y los coordinadores de la revoluci?n siria, el Sindicato de estudiantes sirios libres y los comit?s de coordinaci?n locales y otros numerosos grupos de j?venes como las y los “J?venes revolucionarios sirios”. La oposici?n popular civil siria era, en efecto, el principal motor del levantamiento contra el r?gimen de Assad durante los dos primeros a?os. La represi?n, la militarizaci?n, el ascenso de las fuerzas islamistas fundamentalistas y yihadistas, asociadas a las intervenciones extranjeras, cambiaron la situaci?n. La insurrecci?n en Siria se transform? progresivamente, pasando de una revoluci?n popular a una guerra internacional.

En segundo lugar, la imagen negativa de la gente laica difundida y retransmitida en las redes sociales (en la regi?n) y los medios de la oposicion siria se inscriben en din?micas regionales e hist?ricas mucho m?s amplias. La mayor parte de las fuerzas conservadoras y fundamentalistas isl?micas del Medio Oriente han pasado decenios describiendo negativamente el laicismo como una forma de herej?a, de apostas?a, de ate?smo y de ataque contra el islam, un producto de Occidente y por tanto un concepto a combatir. El jeque salafista egipcio Youssef Qaradawi, un religioso influyente que reside en Qatar y personaje hist?rico ligado a la hermandad de los Hermanos Musulmanes, declar? lo siguiente en una de sus numerosas obras en contra del concepto de laicismo:

“El laicismo puede ser aceptado en una sociedad cristiana, pero no puede jam?s ser aceptado de forma general en una sociedad isl?mica… Para las sociedades musulmanas, la aceptaci?n del laicismo significa algo totalmente diferente. Siendo el islam un sistema completo de Ibadah (adoraci?n) y de la charia (legislaci?n), la aceptaci?n del laicismo significa el abandono de la charia, la negaci?n de la orientaci?n divina y el rechazo a los mandatos de Al?. Es una falsificaci?n total pretender que la charia no es adecuada para las exigencias de nuestra ?poca… Es por ello que el llamamiento al laicismo entre los musulmanes es ate?smo y un rechazo al islam. Su aceptaci?n como base de poder en lugar de la charia es una verdadera apostas?a”.

Estos pasajes han sido escritos en su libro titulado “C?mo las soluciones importadas han tenido un efecto desastroso sobre nuestra naci?n musulmana”. El salafista egipcio difunde puntos de vista similares como invitado semanal en la cadena de televisi?n qatar? Al-Jazeera donde tiene su propio programa.

En Siria, las y los pensadores y grupos democr?ticos y laicos han sufrido ataques verbales y f?sicos por parte de movimientos de tendencias integristas isl?micas debido a su ideolog?a desde el comienzo del levantamiento popular de 2011. Las manifestaciones m?s recientes de sentimiento antilaico se han producido durante la intervenci?n militar contra la regi?n de Afrin y su ulterior ocupaci?n por el ej?rcito turco y grupos armados sirios leales a Ankara, principalmente unidades armadas conservadoras y fundamentalistas isl?micas.

Algunos de los combatientes sirios participantes en la ofensiva y la ocupaci?n ulterior de Afrin atacaron a las unidades de protecci?n del pueblo (YPG), rama armada del Partido de la Uni?n Democr?tica (PYD), no solo debido a su origen ?tnico (kurdo) o sobre la base de acusaciones de “estar aliado al r?gimen”, sino tambi?n porque el partido promueve una forma particular de laicismo. Sus ra?ces ideol?gicas hist?ricas son cercanas al marxismo y el tercermundismo, pero la ideolog?a del grupo ha evolucionado m?s all? de estas orientaciones iniciales, reflejando la influencia del te?rico social americano Murray Bookchin, un pensador que defiende el “municipalismo libertario”.

El principal objetivo de la operaci?n militar de Afrin y de su ocupaci?n por Turqu?a era impedir al PYD controlar territorios contiguos a lo largo de su frontera, pues el partido es considerado como un grupo terrorista ligado a su propia insurrecci?n kurda, dirigida por el Partido de los Trabajadores del Kurdist?n (PKK). La ofensiva y la ocupaci?n de Afrin se inscriben, en efecto, en una guerra mucho m?s amplia que opone a Ankara y el PKK. Por otra parte el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha repetido en varias ocasiones que sus fuerzas armadas proseguir?an su ofensiva contra las y los combatientes kurdos del YPG a lo largo de la frontera entre Turqu?a y Siria y si fuera necesario en el norte de Irak.

La definici?n del concepto de laicismo

Es esencial definir lo que entendemos por laicismo y por Estado laico. El concepto comprende como m?nimo la separaci?n del Estado y de la religi?n; y la neutralidad del Estado hacia las personas creyentes y no creyentes, incluso en la distribuci?n de recursos o de oportunidades. La religi?n y las instituciones religiosas no rigen la sociedad ni imponen sus leyes a la sociedad, mientras que ninguna creencia religiosa es privilegiada en relaci?n a otra. Al mismo tiempo, la libertad de conciencia garantiza a las personas creyentes el derecho a practicar su religi?n y a las personas no creyentes el derecho a no creer o no practicar ning?n dogma religioso.

El concepto de laicismo ha tomado caminos diferentes seg?n la historia de cada sociedad. En Medio Oriente, los primeros debates contempor?neos modernos sobre el concepto de laicismo comenzaron a mediados del siglo XIX, dirigidos por intelectuales de la regi?n, en la ?poca de la “Nahda” (Renacimiento), acompa?ados de otras discusiones relativas a los desaf?os de la ?poca, en particular sobre la forma de desafiar la dominaci?n occidental y el colonialismo. En el siglo XX, y con el ascenso de los movimientos nacionalistas y comunistas ?rabes en la regi?n, la idea de laicismo se generaliz? a?n m?s.

Las fuerzas religiosas conservadoras y fundamentalistas isl?micas, ayudadas por Arabia Saudita y las potencias occidentales de la ?poca, reaccionaron con cada vez m?s fuerza ante estas fuerzas en ascenso calific?ndolas de ideolog?as extranjeras que atacaban al islam, que equival?an al ate?smo e intentaban borrar la religi?n de la sociedad. El laicismo sigue siendo presentado igual hoy por numerosos movimientos fundamentalistas isl?micos. Por supuesto, esto no se limita a Medio Oriente. El ascenso del fundamentalismo religioso es en efecto un fen?meno internacional y no limitado a Medio Oriente o a otras sociedades caracterizadas por una poblaci?n predominantemente musulmana.

Hemos asistido al desarrollo de corrientes pol?ticas similares, como el fundamentalismo cristiano, el fundamentalismo ind? y el fundamentalismo jud?o en Israel, todas ellas con su propia pol?tica de derecha conservadora y reaccionaria. Pero ninguna de ellas, a pesar de su llamamiento a una vuelta a una edad de oro pasada mitificada, debe ser considerada como un elemento fosilizado del pasado. Pueden utilizar s?mbolos y relatos de ?pocas anteriores, pero todos esos fundamentalismos son producto de las sociedades modernas.

?Era laica Siria bajo Assad?

Siria es quiz?s diversa en el plano religioso y ?tnico, pero el Estado no es laico. El r?gimen de Bachar al-Assad no es una excepci?n. La constituci?n de 2012 estipula que el presidente debe ser un hombre musulm?n o que “la principal fuente de derecho es la charia”. Siria tiene tambi?n ocho leyes diferentes sobre el estatus personal, cada una de ellas aplicada en funci?n de la confesi?n religiosa de los individuos. Estas leyes prev?n igualmente discriminaciones importantes para las mujeres.

En 2010, varios miembros del clero isl?mico, como Cheikh Osama Rifai, que est? ahora en el exilio por haberse opuesto al r?gimen y ha puesto en pie el Consejo Isl?mico Sirio, y Cheikh Ratib al-Nabulsi, que no se ha opuesto al r?gimen, han descrito el papel del Comit? (de la ONU) para la Eliminaci?n de todas las formas de discriminaci?n hacia las mujeres (CEDAW- https://www.ohchr.org/sp/hrbodies/cedaw/pages/cedawindex.aspx ndt) como una “amenaza grave para la vida, la moral y los valores religiosos de los sirios”, a la vez que apoyaban las numerosas reservas formuladas por el r?gimen sobre las principales disposiciones de la Convenci?n ( Convenci?n sobre la eliminaci?n de todas las formas de discriminaci?n contra la mujer -https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CEDAW.aspx ndt) frente a la oposici?n de los movimientos feministas sirios.

Por ejemplo, han sido formuladas reservas hacia el art?culo 2 de la CEDAW que obliga, en particular a los Estados que han firmado el acuerdo, a inscribir el principio de la igualdad entre hombres y mujeres en sus constituciones nacionales y dem?s textos legislativos, y a garantizar, por la ley y otros medios apropiados, con sanciones si se da el caso, la prohibici?n de toda discriminaci?n hacia las mujeres.

Hist?ricamente, el r?gimen de Assad, desde el per?odo de Hafez al-Assad, ha desarrollado un discurso conservador en el plano religioso y ha favorecido un establishment isl?mico conservador para canalizar las corrientes isl?micas y legitimar el r?gimen. Igualmente ha comenzado a patrocinar (o apadrinar) y a institucionalizar otros movimientos isl?micos dispuestos a jugar su juego pol?tico y a legitimar el r?gimen, como la orden sufista Naqshbandi Kuftariya dirigida por el cheikh Ahmad Kurtaro y grupos afiliados al cheikh Sa?id al-Buti o el movimiento isl?mico de mujeres de los Qubaysiyyat.

Estas pol?ticas y este acercamiento a las capas religiosas conservadoras de la sociedad han coincidido con la censura de obras literarias y art?sticas, promoviendo a la vez la literatura religiosa e islamizando la ense?anza superior. Grupos y personalidades feministas han sido p?blicamente acusadas por movimientos religiosos conservadores cercanos al r?gimen de herej?a y de intentar destruir la moral de la sociedad, de propagar valores occidentales como la noci?n de matrimonio civil, los derechos de homosexuales y lesbianas y la libertad sexual total. Sin olvidar la larga historia de las relaciones del r?gimen de Assad con grupos fundamentalistas islamistas en Siria y fuera de Siria, as? como su instrumentalizaci?n de los grupos yihadistas en diferentes momentos, incluso durante la ocupaci?n de Irak por los Estados Unidos.

Laicismo, extremismo y supervivencia del r?gimen Assad

Igualmente, desde el comienzo del levantamiento, el r?gimen Assad ten?a una estrategia clara para favorecer y permitir la creaci?n de organizaciones fundamentalistas islamistas y salafistas yihadistas con el objetivo de desacreditar al movimiento popular y su mensaje inclusivo inicial. Esto fue evidente en la decisi?n de liberar a numerosos yihadistas y salafistas de sus prisiones despu?s del comienzo del movimiento de protesta popular, a la vez que reprim?a a las componentes democr?ticas y progresistas de la oposici?n civil as? como a las componentes democr?ticas del ej?rcito sirio.

Paralelamente a lo anterior, las y los manifestantes pusieron en pie instituciones alternativas como los comit?s de coordinaci?n locales y los consejos locales, que desafiaron y reemplazaron al Estado proporcionando servicios a la poblaci?n local en las zonas en las que el r?gimen ya no dominaba pol?tica y militarmente. Desarrollando sus propias instituciones, el movimiento de protesta ofrec?a una alternativa pol?tica susceptible de interesar a amplias capas de la poblaci?n, en particular en el curso de los seis primeros meses de manifestaciones y antes de la militarizaci?n a gran escala del levantamiento.

El desaf?o se volvi? cada vez m?s importante para las componentes democr?ticas y progresistas del movimiento de protesta popular debido a la evoluci?n y a la din?mica del levantamiento popular. El discurso inclusivo y democr?tico del movimiento de protesta inicial, as? como su vitalidad, fue considerablemente debilitado en primer lugar por la represi?n del r?gimen y la guerra contra las componentes democr?ticas del movimiento popular, mientras que el ascenso ulterior de los movimientos islamistas fundamentalistas y yihadistas debilitaron a?n m?s a esos sectores.

Esto creaba una doble ventaja para el r?gimen.

En primer lugar, se presentaba a nivel internacional como una muralla contra el “extremismo” e intentaba por tanto incluir su guerra criminal contra la poblaci?n siria en la “guerra contra el terrorismo” realizada por los Estados Unidos y los reg?menes autoritarios de la regi?n y del mundo entero.

En segundo lugar, esto le permit?a jugar con el miedo de las capas de la poblaci?n que consideraban con raz?n a esas fuerzas como una amenaza existencial. Los actores yihadistas y salafistas, que luego fueron apoyados directamente por Arabia Saudita, Qatar y Turqu?a o indirectamente por redes privadas de esos pa?ses, defend?a una visi?n de la sociedad que era, por supuesto, un proyecto excluyente y que no pod?a atraer pol?ticamente a diferentes sectores de la sociedad siria como las minor?as religiosas, las mujeres o quienes ten?an una comprensi?n diferente del islam.

El r?gimen se ha presentado por su parte como “el protector de las minor?as” y de la “modernidad” aunque, como se ha mencionado m?s arriba, esto est? muy lejos de la verdad. En este contexto, cada derrota de las componentes democr?ticas en el seno del movimiento de protesta popular, particularmente civil, pero tambi?n armado, reforzaba y beneficiaba a las fuerzas fundamentalistas isl?mistas. Progresivamente esos elementos han dominado la escena militar.

Laicismo y laicismo no democr?tico

?Significa esto que los sistemas pol?ticos laicos son necesariamente buenos? No, en absoluto, por ejemplo a nivel internacional, el Estado franc?s est? muy lejos de ser un modelo a seguir y deber?a m?s bien ser condenado por su instrumentalizaci?n del laicismo a fin de poner en marcha leyes discriminatorias y racistas contra las poblaciones musulmanas, en particular las mujeres, prohibiendo por ejemplo el uso del velo en las escuelas p?blicas. La cuesti?n de saber si es necesario o no llevar el velo no concierne m?s que a las mujeres, que deben tomar esta decisi?n de forma independiente y por si mismas. Imponer o prohibir el uso del velo por la fuerza es un acto reaccionario y antidemocr?tico que va en contra de todo apoyo a la autodeterminaci?n de las mujeres.

M?s en general, al ascenso de la islamofobia, en particular en los pa?ses occidentales, debe ser denunciado, igual que toda otra forma de racismo.

El laicismo no es lo contrario de la fe o una demanda de erradicacion de la religi?n de la sociedad. Se puede ser creyente a la vez que se apoya el laicismo en tanto que principio organizador del Estado y de la sociedad. Ya Abdel Rahman al-Kawakibi, pensador reformista isl?mico sirio y figura importante de la Nahda, a finales del siglo XIX, declaraba, por ejemplo, en el cap?tulo sobre el despotismo y la religi?n de Tabd?i al-istibdad, que “deb?a hacerse una distinci?n entre religi?n y Estado, pues esta distinci?n es ahora una exigencia mayor del lugar y del tiempo en el que vivimos”.

Igualmente, Ali Abdel Razeq, en su libro de 1925 titulado “El islam y los fundamentos del gobernar” (Al-Islam Wa Usul Al-Hukm) afirmaba m?s en general que el islam no preconizaba una forma de gobierno espec?fico y se opon?a al papel de la religi?n en pol?tica o en el valor normativo pol?tico de los textos religiosos.

M?s a?n, el laicismo da a las personas creyentes la posibilidad de liberarse de la instrumentalizaci?n de la religi?n por el Estado y de los partidos pol?ticos y les permite practicar su religi?n libremente sin opresi?n el Estado.

?Qu? pasa con la gente laica? ?Forma un solo grupo? No, al contrario. En Siria hay laicos entre las personas partidarias del r?gimen y en la oposici?n. Existen diferencias igualmente en el seno de esos grupos. En la oposici?n, por ejemplo, la gente laica no ha constituido un ?nico polo, lo que es completamente normal en la medida en que existen diferentes tendencias pol?ticas, desde las componentes de izquierda a las feministas, pasando por las liberales, nacionalistas y los grupos conservadores. Aunque puedan tener puntos comunes en su comprensi?n del concepto de laicismo, a pesar de profundas divergencias, no comparten el mismo programa pol?tico sobre numerosas cuestiones como el tipo de econom?a, los derechos de las mujeres, la cuesti?n kurda, el imperialismo, etc. Esta tendencia a querer homogeneizar pol?ticamente a la gente laica en un solo grupo tiene por objetivo socavar el concepto de laicismo de forma m?s general.

Fuente: https://syriafreedomforever.wordpress.com/2019/01/10/les-laics-la-laicite-et-le-soulevement-populaire-syrien/

http://www.contretemps.eu/laicite-soulevement-syrie-assad/?fbclid=IwAR0WYeqQ99xuzTOUMb2P4WXO1jPua1CjGS4D-Rjpe4V7K-Ai2Z_gk8oYiGc

http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article47472

Traducci?n: Alberto Nadal