La emergencia del Nosotros

Ante la desesperanza entregada como d?diva gratuitamente distribuida por los representantes de los gobiernos en manos de la ?derecha? o de la ?izquierda?, casi como placebo del tiempo pendular al que naturalmente nos pretenden someter, el pueblo pem?n en Venezuela, los Nasa en Colombia, los pueblos del Tipnis en Bolivia, los zapatistas en Chiapas, ahora enfrentando a la ?izquierda de AMLO?, las mujeres negras de los quilombos en Brasil, los intelectuales que no aceptaron homenajear al narcotr?fico en CLACSO[3], en fin, los negados a la estatolatria y dispuestos a contribuir a construir otro mundo desde abajo porque, en verdad, ese mundo es posible, les decimos que este es nuestro tiempo para intentarlo, con la advertencia de que, bien puede que sea el ?ltimo.
He all?, pues, el Nosotros al que convocamos y al que, en lo adelante, nos referiremos, porque estamos convencidos de que la esperanza vive y vivir? en cada pueblo y comunidad en lucha. Todas ellas son nuestras invitadas a la fiesta de la lucha por la libertad, el territorio y la dignidad.



FEB 16
La emergencia del Nosotros
Jos? Angel Quintero Weir
Ruptura

?Joseito, a tus fiestas s?lo invita a aquellos dispuestos a acompa?arte en una lucha.
Los que s?lo quieren divertirse nunca guardan memoria?.
-Mi abuelo, un a?o antes de morir, arreglando las invitaciones a su velorio-

I. El Estado-naci?n ha muerto, y no lo matamos nosotros.

* No hay pa?s en Am?rica Latina que hoy no se encuentre sacudido por la crisis que plantea su propia definici?n econ?mico-pol?tica, ideol?gico-cultural, en fin, el desmadre de toda su estructura.
* De nada vale que al frente de sus respectivos gobiernos se encuentren organizaciones, partidos pol?ticos o l?deres que se auto-definen como de ?derecha? o de ?izquierda?, pues, a fin de cuentas, la agon?a de muerte de los Estados-naci?n latinoamericanos no es un problema de administraci?n de la crisis (v?a control de la renta), tal como tanto nuestras ?derechas? e ?izquierdas? han supuesto, sino que se trata de la manifestaci?n de una encrucijada civilizatoria que, para bien o para mal, nos pone en el disparadero de definir y construir un otro camino por fuera y m?s all? de los discursos de la ?guerra fr?a?.
* Ya se ha dicho[1], la nueva etapa de acumulaci?n capitalista supone la liquidaci?n de los Estados-naci?n dependientes y su transformaci?n en Estados-corporativos[2], por lo que su control pol?tico-militar no est? sujeto a ninguna ideolog?a representativa de la cl?sica lucha por la transformaci?n social en nuestro continente; de hecho, la acci?n indiscriminada de organizaciones criminales para limpiar de comunidades los territorios apetecidos por las grandes corporaciones mineras, de agronegocios, de biodiversidad y de agua, no s?lo demuestra la p?rdida del control de la violencia por parte del Estado, sino que tales organizaciones operan, en toda Am?rica Latina, con el apoyo (o benepl?cito) de las Fuerzas Armadas ?Nacionales?, los Gobiernos y su liderazgo pol?tico tradicional, sea ?ste considerado como de ?derecha? o de ?izquierda?; por lo que, en su deseo de destrucci?n de la Amazonia y la Orinoquia es casi imposible definir diferencias entre un Bolsonaro (en Brasil) o un Nicol?s Maduro (en Venezuela). Sobran los ejemplos en el pasado reciente y cada vez se hacen m?s terriblemente evidentes en el presente.
* As?, desde el nacimiento de las Rep?blicas criollas luego de la ?independencia? del colonialismo espa?ol, y su posterior conversi?n en Estados-naci?n, especialmente, al final de la II Guerra Mundial, las relaciones sociales y de poder en todos nuestros pa?ses han respondido a:
1.- Qui?n controla la renta que genera la entrega de los espacios territoriales.
2.- No importa qui?n se adue?e o explote nuestros territorios, pues, si son los ?gringos? es porque quien controla la renta es de ?derecha?, pero si se trata de chinos o rusos, es porque quien controla la renta es la ?izquierda?; en todo caso, son los pueblos los que terminan jodidos mucho m?s all? de lo ideol?gico.
3.- Jam?s se les ha ocurrido pensar a los criollos (de ?derecha? o ?izquierda?), siempre en lucha por el poder del gobierno del Estado (esto es, de la renta), y lo peor, han llegado a naturalizar en todos ?nosotros? (particularmente en los llamados intelectuales del ?pensamiento cr?tico), pero tambi?n, justo es decirlo, en el Nosotros de las comunidades ind?genas, campesinas, negras y dem?s pobres de abajo; ese, su pensamiento, que ha terminado por convertirse en una especie de ?idolatr?a del Estado?; por lo que les resulta imposible pensar en una nueva estructura de relaciones sociales y de poder por fuera o m?s all? de la ?revoluci?n burguesa? producida en Europa.
* El hecho es que ha sido el propio proceso capitalista de acumulaci?n quien ha puesto punto final a las viejas consignas de libertad, igualdad y fraternidad, y son otros pueblos, que nada tienen que ver con eso de las ideolog?as de ?derecha? o ?izquierda?, las que dotan a la lucha actual de un horizonte propio resumido en otras consignas como: Tierra, Territorio y Dignidad. Son estos pueblos y naciones (ind?genas, campesinas, negras), y comunidades pobres perif?ricas urbanas a las que consideramos como parte del origen de un Nosotros que tiene planteada la necesidad de emerger en medio de una lucha a muerte o por sobrevivir y que, ciertamente, nos obliga a pensarnos como un Nosotros, por fuera o m?s all? de eso que hasta ahora nos ha mandoteado y que, ?derecha? o ?izquierda?, llaman Estados-naci?n, hoy en agon?a de muerte decretada por las grandes corporaciones y la nueva etapa de acumulaci?n de capital.
* En otras palabras, no nos corresponde a Nosotros salvar al Estado y sus instituciones, pues, nunca participamos en su creaci?n; por el contrario, siempre hemos sido sus victimas, ya como m?sculo esclavo para su acumulaci?n de dinero y hoy, como ocupantes de territorios explotables para beneficio de corporaciones del gran capital y para el beneficio de la renta de los gobiernos (de ?derecha? o ?izquierda?) que los ostentan. A Nosotros nos corresponde una otra tarea mucho m?s espectacular y dif?cil: Recuperar el coraz?n del Nosotros que, ahora, todos los de abajo somos.

II. La Vuelta del tiempo es del Nosotros.

* Esto que decimos no es un grito apasionado, aunque por su emergencia, as? parece resonar en los o?dos de muchos intelectuales; pero, de hecho, a esta conclusi?n hemos arribado luego de nuestro regreso del sur de Am?rica y vivir el desmadre delincuencial en la frontera colombo-venezolana, ya sea por la acci?n de fuerzas irregulares propias, o las enviadas por el gobierno como milicias armadas dirigidas por el Gobernador del Estado, o por la Guardia Nacional y el Ej?rcito que responden a los corruptos generales del alto mando militar .
* Tal fue el debate que sostuvimos con nuestros hermanos wayuu (v?ctimas y victimarios), luego de lo cual, arribamos a la conclusi?n de que este tiempo de hambre, desolaci?n y supuesta desesperanza que vivimos, no es otra cosa que el fin del tiempo del dominio de la idea criolla (blanca, capitalista y patriarcal) del mundo y, por tanto, se requiere la emergencia de un Nosotros, m?s all? de la palabra de quienes hasta hoy se pronuncian, supuestamente, en favor de una justicia para nosotros; eso s?, siempre otorgada por ellos, los que no son, o no se consideran parte del Nosotros sino, pol?ticamente, de su diversidad.
* Hoy, estamos conscientes, que el Nosotros que somos no es exclusivo de los pueblos y comunidades ind?genas, pues, sabemos, las flechas de la colonialidad igual han atravesado nuestras carnes y han envenenado nuestra sangre; pero sobre todo, porque sabemos que no podemos solos y que, adem?s, otros pobres se han hecho parte del Nosotros; por tanto, del Nosotros que hablamos y la necesidad de su emergencia lo definimos por nuestra pertenencia a la tierra, al territorio y a la defensa de nuestra dignidad, pues, son estos los principios que en verdad pueden hermanarnos.
* Por otro lado, igual estamos conscientes de que largo ha sido nuestro silencio y que el mismo, en buena parte, contribuy? al proceso de naturalizaci?n del pensamiento criollo, blanco, capitalista y patriarcal que se posesion?, incluso, del esp?ritu de buena parte de nuestra dirigencia, muy a pesar de que en nuestra pr?ctica cotidiana de vida comunitaria, constantemente lo espantamos como quien sacude a un perro que vela nuestra comida; porque, como quiera que sea, igual terminamos prest?ndonos al pendular juego que nos ha llevado a todos a oscilar entre los aspirantes a dominar la renta que propina la explotaci?n de nuestras tierras, tanto de la ?derecha? como de la ?izquierda?; los primeros, habl?ndonos de nuestra miserable condici?n de representar un pasado muerto; los segundos, diciendo lo mismo, pero agregando la esperanza de que sus programas sociales de distribuci?n de la renta, s?lo dependiendo de ellos, lograremos salir alg?n d?a de ese fango pasado y muerto.
* En todo caso, estamos conscientes de que no somos due?os de la verdad, pues, nuestros antepasados nos ense?aron que esta s?lo existe cuando se trata de una idea compartida por todos. As?, pues, sabemos que al hablar de la emergencia del Nosotros nos referimos a la toma de esta consciencia y no a la conformaci?n de grupos intelectuales, acad?micos, partidistas, etc.; lo que supone una visi?n profundamente auto-cr?tica, esto es, asumirnos como guerreros que no se arrodillan ante nadie pero que jam?s aceptar?an que alguien se arrodille ante ellos.
* He all?, pues, lo que consideramos es el origen de la emergencia del Nosotros como camino para todos, pues, de lo que se trata es del respeto a la dignidad de cada pueblo o grupo social en el contexto de unas relaciones sociales dictaminadas por la conformaci?n de cada pueblo o grupo social como una mano compartida o dispuesta a compartirse con los otros y esto, como quiera que sea, anula toda supuesta representatividad y exilia el poder del Estado y cualquier ideolog?a que diga representarlo en nombre de Nosotros.
* En todo caso, el tiempo, categor?a robada y sometida por la civilizaci?n blanca, capitalista y patriarcal para el dominio de todos los pueblos del mundo, hoy est? de vuelta en nuestros corazones como lo que siempre ha sido: manifestaci?n del hacer del mundo y expresi?n territorial de nuestra libertad y nuestras dignidades como pueblos, naciones, comunidades y grupos sociales hasta hoy empobrecidos por la ambici?n y la codicia.
* Dicho de otra manera, este es nuestro tiempo de vuelta; ahora expresada, no s?lo como pueblos movilizados en las calles como lo hicimos en toda Am?rica a comienzos de los 90, sino como due?os de un sentipensar y un hacer urgentemente necesario para nuestra reconfiguraci?n aut?noma y nuestra autonom?a como grupos sociales, comunidades, pueblos y naciones en todo el continente, esto es, como Nosotros.
* En todo caso, ante la desesperanza entregada como d?diva gratuitamente distribuida por los representantes de los gobiernos en manos de la ?derecha? o de la ?izquierda?, casi como placebo del tiempo pendular al que naturalmente nos pretenden someter, el pueblo pem?n en Venezuela, los Nasa en Colombia, los pueblos del Tipnis en Bolivia, los zapatistas en Chiapas, ahora enfrentando a la ?izquierda de AMLO?, las mujeres negras de los quilombos en Brasil, los intelectuales que no aceptaron homenajear al narcotr?fico en CLACSO[3], en fin, los negados a la estatolatria y dispuestos a contribuir a construir otro mundo desde abajo porque, en verdad, ese mundo es posible, les decimos que este es nuestro tiempo para intentarlo, con la advertencia de que, bien puede que sea el ?ltimo.
He all?, pues, el Nosotros al que convocamos y al que, en lo adelante, nos referiremos, porque estamos convencidos de que la esperanza vive y vivir? en cada pueblo y comunidad en lucha. Todas ellas son nuestras invitadas a la fiesta de la lucha por la libertad, el territorio y la dignidad.

[1]Inmanuel Wallerstein lo anuncia en ?Impensar las ciencias sociales?; mucho antes lo denunciaron Pablo Gonz?lez Casanova con su idea de ?colonialismo interno?; lo que fue seguido por An?bal Quijano con su noci?n de ?colonialidad del poder y del saber?; otros intelectuales (de ?izquierda?), se han ido sumando; algunos de ellos, se definen como miembros del ?pensamiento cr?tico? lo que entienden como una especie de ?territorio eminentemente conceptual?, espacio en el que se dedican a crear f?rmulas de aprovechamiento de la renta que la estructura econ?mica de dependencia al poder transnacional, genera al poder de los gobiernos de nuestros Estados-naci?n.
[2]De esto igualmente hablamos en un trabajo anterior: ?Ejercer la soberan?a?.
[3]En la ?ltima reuni?n de CLACSO en Buenos Aires, su directiva crey? conveniente ofrecer un homenaje a Ernesto Samper, Ex-presidente de Colombia (acusado de haber sido financiado por el narcotr?fico), como expresi?n del ?pensamiento cr?tico? de la ?izquierda? latinoamericana por su papel desde la UNASUR en la ?derrota? de la ?derecha? opositora al gobierno de ?izquierda? de Nicol?s Maduro en Venezuela. Nos informan, que mucho del p?blico asistente abuche? tal acto defendido por los due?os del aparato.

[4]En la ?ltima reuni?n de CLACSO en Buenos Aires, su directiva crey? conveniente ofrecer un homenaje a Ernesto Samper, Ex-presidente de Colombia (acusado de haber sido financiado por el narcotr?fico), como expresi?n del ?pensamiento cr?tico? de la ?izquierda? latinoamericana por su papel desde la UNASUR en la ?derrota? de la ?derecha? opositora al gobierno de ?izquierda? de Nicol?s Maduro en Venezuela. Nos informan, que mucho del p?blico asistente abuche? tal acto defendido por los due?os del aparato.