Boaventura: Las incesantes f?bricas del odio, del miedo y la mentira
Por Boaventura de Sousa Santos*
18 de febrero, 2019.- Cuando el respetado Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, renunci? al cargo en 2018, la opini?n p?blica mundial fue manipulada para no prestar atenci?n al hecho y mucho menos evaluar su verdadero significado. Su nombramiento para el cargo en 2014 fue un hito en las relaciones internacionales. Era el primer asi?tico, ?rabe y musulm?n que ocupaba el cargo y lo desempe?? de manera brillante hasta el momento en que decidi? dar un portazo por no querer ceder a las presiones que desfiguraban su cargo, desvi?ndolo de su misi?n de defender a las v?ctimas de violaciones de derechos humanos para volverlo c?mplice de tales violaciones perpetradas por Estados con peso en el sistema mundial.
En su discurso y entrevistas de despedida se mostraba indignado con el modo en que los derechos humanos se ven?an transformando en parias de las relaciones internacionales, obstaculizados por las estrategias autoritarias y unilaterales de dominio geoestrat?gico. Reconoc?a que el ejercicio de su cargo le obligaba a oponerse a la mayor?a de los pa?ses que hab?an aprobado su nombramiento bajo pena de traicionar su misi?n. Tambi?n llamaba la atenci?n sobre el hecho de que el perfil de la ONU reflejaba fielmente el tipo dominante de relaciones internacionales y que, por ello, tanto pod?a ser una organizaci?n brillante como una organizaci?n pat?tica, dando a entender que este ?ltimo perfil era el que empezaba a regir.
Era un grito de alerta sobre los peligros que el mundo corr?a con el avance de populismos nacionalistas de derecha y de extrema derecha que hace mucho ven?a se?alando. Al denunciar la creciente vulnerabilidad de una buena parte de la poblaci?n mundial sujeta a graves violaciones de derechos humanos, ?l mismo se volvi? vulnerable y tuvo que abandonar el cargo. El grito de alerta cay? en el silencio de la diplomacia, de los alineamientos y de las conveniencias t?picas del internacionalismo pat?tico que hab?a denunciado.
El grito de alerta cay? en el silencio de la diplomacia, de los alineamientos y de las conveniencias t?picas del internacionalismo pat?tico que hab?a denunciado.
Todo esto ocurri? en el a?o en que se celebraban los setenta a?os de la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos y en el que muchos, incluido yo mismo, defend?an la necesidad de una nueva declaraci?n, m?s s?lida y m?s verdaderamente universal. Esta necesidad se mantiene, pero en este momento lo m?s importante es identificar las fuerzas y los procesos que est?n bloqueando la declaraci?n actual y la convierten en un documento tan desechable como las poblaciones vulnerables sometidas a las violaciones de los derechos humanos que la declaraci?n pretend?a defender. Cabe recordar que esta declaraci?n pretend?a mostrar la superioridad moral del capitalismo frente al comunismo. El capitalismo promet?a, al igual que el comunismo, el creciente bienestar de poblaciones cada vez mayores, pero lo hac?a con respeto a los principios de la Revoluci?n francesa: igualdad, libertad y fraternidad. Era el ?nico sistema compatible con la democracia y los derechos humanos.
la ola conservadora y reaccionaria que asola al mundo es totalmente opuesta a la filosof?a que presidi? la elaboraci?n de la Declaraci?n Universal y constituye una seria amenaza para la democracia.
Sin embargo, la ola conservadora y reaccionaria que asola al mundo es totalmente opuesta a la filosof?a que presidi? la elaboraci?n de la Declaraci?n Universal y constituye una seria amenaza para la democracia. Se basa en la exigencia de una doble disciplina autoritaria y radical que no se puede imponer por procesos democr?ticos dignos del nombre. Se trata de la disciplina econ?mica y de la disciplina ideol?gica. La disciplina econ?mica consiste en la imposici?n de un capitalismo autorregulado, movido exclusivamente por su l?gica de incesante acumulaci?n y concentraci?n de la riqueza, libre de restricciones pol?ticas o ?ticas; en s?ntesis, el capitalismo que suele designarse como capitalismo salvaje. La disciplina ideol?gica consiste en la inculcaci?n de una percepci?n o mentalidad colectiva dominada por la existencia de peligros inminentes e imprevisibles que alcanzan a todos por igual y particularmente a los colectivos m?s cercanos, ya sean la familia, la comunidad o la naci?n. Tales peligros crean un miedo inquebrantable del extra?o y del futuro, una inseguridad total ante un desconocido avasallador. En tales condiciones, no resta m?s seguridad que la de regresar al pasado glorioso, el refugio en la abundancia de lo que supuestamente fuimos y tuvimos.
Ambas disciplinas son tan autoritarias que configuran dos guerras no declaradas contra la gran mayor?a de la poblaci?n mundial, las clases populares miserabilizadas y las clases medias empobrecidas. Esta doble guerra exige un vast?simo complejo ideol?gico-mental propagado por todo el mundo, incluyendo nuestros barrios, nuestras casas y nuestra intimidad. Son tres las f?bricas principales de este complejo: la f?brica del odio, la f?brica del miedo y la f?brica de la mentira.
En la f?brica del odio se produce la necesidad de crear enemigos y de producir las armas que los eliminen eficazmente. Los enemigos no son aquellos poderes que el pensamiento cr?tico izquierdista sataniz?: el capitalismo, el colonialismo y el heteropatriarcado. Los verdaderos enemigos son aquellos que hasta ahora se disfrazaron de amigos, todos aquellos que inventaron la idea de opresi?n y movilizaron a los ingenuos (por desgracia, una buena parte de la poblaci?n mundial) para la lucha contra esa opresi?n. Se disfrazaron de dem?cratas, de defensores de los derechos humanos, del Estado de derecho, de acceso al derecho, de diversidad cultural, de igualdad racial y sexual. Por eso son tan peligrosos. El odio implica el rechazo a discutir con los enemigos. A los enemigos se los elimina.
En la f?brica del miedo se produce la inseguridad y los artefactos ideol?gico-mentales que producen seguridad, la cual, para ser infalible, necesita de vigilancia permanente y de constante renovaci?n de las tecnolog?as de la seguridad. El objetivo de la f?brica del miedo es erradicar la esperanza. Busca convertir el actual estado de cosas en el ?nico posible y leg?timo, contra el cual solo por locura o utop?a disparatada se puede luchar. No se trata de validar todo lo que existe. Se trata de limpiar, de lo que existe, todo lo que impidi? la perpetuaci?n del pasado glorioso.
Por su parte, en la f?brica de la mentira se producen los hechos y las ideas alternativas a todo lo que pas? por verdad o b?squeda de verdad, como las ideas de igualdad, de libertad negativa (libertad de coerciones) y positiva (libertad para realizar objetivos propios, no impuestos ni teledirigidos), de Estado social de derecho, de violencia como negaci?n de la democracia, de di?logo y reconocimiento del otro como alternativa a la guerra, de los bienes comunes como el agua, la educaci?n, la salud, el medio ambiente saludable. Esta f?brica es la m?s estrat?gica de todas, porque es aquella en la cual los artefactos ideol?gico-mentales tienen que empaquetarse y disfrazarse de no ideol?gicos. Su mayor eficacia reside en no decir la verdad respecto a s? misma.
La proliferaci?n de estas tres f?bricas es el motor de la ola reaccionaria que vivimos
La proliferaci?n de estas tres f?bricas es el motor de la ola reaccionaria que vivimos. La proliferaci?n tiene que ser la mayor posible para que nosotros mismos nos volvamos emprendedores del odio, del miedo y de la mentira; para que deje de haber diferencia entre producci?n, distribuci?n y consumo en la propagaci?n de esta vasta disciplina ideol?gica. Los medios de comunicaci?n hegem?nicos, la ?comentariolog?a?, las redes sociales y sus algoritmos, y las iglesias seguidoras de la teolog?a de la prosperidad, son poderosas l?neas de montaje. Pero esto no significa que las piezas que circulan en las l?neas de montaje se produzcan de manera an?rquica en todo el mundo. Hay centros de innovaci?n y renovaci?n tecnol?gica para la producci?n masiva de artefactos ideol?gico-mentales cada vez m?s sofisticados. Esos centros son los silicon valleys del odio, del miedo y la mentira. Las tecnolog?as se desarrollaron originalmente para servir a dos grandes clientes: los militares y sus guerras, y el consumo de masas; pero hoy los clientes son mucho m?s diversificados e incluyen la manipulaci?n sicol?gica, la opini?n p?blica, el marketing pol?tico, el disciplinamiento moral y religioso. La sofisticaci?n tecnol?gica est? orientada a colapsar la distancia con la proximidad (tuits y soundbites), la institucionalidad con lo subliminal (mediante la producci?n en masa de m?xima personalizaci?n), la verdad con la mentira o la media verdad (hipersimplificaciones, banalizaci?n del horror, transmisi?n selectiva de conflictos sociales).
En un momento en que se dice que estamos en v?speras de una nueva revoluci?n tecnol?gica dominada por la inteligencia artificial, la automatizaci?n y la rob?tica, queda la idea de que las incesantes f?bricas del odio, del miedo y la mentira est?n queriendo orientar la revoluci?n tecnol?gica en el sentido de la mayor concentraci?n posible del poder econ?mico, social, pol?tico y cultural y, por tanto, en el sentido de crear una sociedad de tal manera injusta que la justicia se transforme en una monstruosidad repugnante. Es como si antes de la llegada masiva de la inteligencia artificial, la inteligencia natural se fuese artificializando y automatizando para coincidir y confundirse con ella.
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Traducci?n de Antoni Aguil? y Jos? Luis Exeni Rodr?guez.
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*Boaventura de Sousa Santos, Janeiro-Julho (January-July)- Centro de Estudos Sociais, Col?gio de S. Jer?nimo, Apartado 3087 -3000-995 Coimbra, PORTUGAL, Tel.: (351 - 239) 855582, Fax: (351 - 239) 855589, Agosto-Dezembro (August-December). University of Wisconsin-Madison, Law School, 975 Bascom Mall. Madison, WI 53706 E.U.A, Phone: (1- 608) 263 7414, Fax: (1 - 608) 262 5485, EMAIL: bsantos@ces.uc.pt, http://www.boaventuradesousasantos.pt, Alice project: http://alice.ces.uc.pt, http://www.ces.uc.pt