Regresiones jur?dicas y uso de la fuerza pol?tica
Magdalena G?mez
La Jornada
Hoy tenemos un ambiente de polarizaci?n y confrontaci?n abierta, trat?ndose de la relaci?n del Presidente de la Rep?blica con los pueblos ind?genas, cuyos territorios est?n amenazados por megaproyectos. Y se?alo al titular del Ejecutivo federal y no a las secretar?as de Estado o a las empresas, por el rasgo personal?simo para ejercer el poder de quien se sabe respaldado por 30 millones de votos.
Desde Palacio Nacional ha dicho que todo lo va a consultar, pretendiendo denotar una actitud democr?tica. Sin dar cuenta de que el tema de la consulta ind?gena est? sujeto a est?ndares internacionales y es parte de la resistencia de los pueblos frente al extractivismo y los megaproyectos. En lugar de ello, se ha optado por organizar consultas populares, figura asentada en el art?culo 35 constitucional, al cual tampoco se apegan tales ejercicios, pues tiene otra naturaleza jur?dica, otro procedimiento y ante todo debe coincidir con alguna elecci?n federal y ser organizada por el Instituto Nacional Electoral.
Hace 32 a?os se debati? ampliamente en el plano internacional y con participaci?n de l?deres ind?genas sobre la necesidad de abandonar el concepto de poblaciones ind?genas, con clara traducci?n demogr?fica y sustituirlo por el de pueblos ind?genas por su procedencia hist?rica, antes de que se crearan las actuales fronteras nacionales. Los estados planteaban que los derechos de las personas eran suficientes y que los derechos colectivos amenazaban su integridad. Pueblo s?lo hay uno, dec?an; territorio s?lo uno; soberan?a s?lo una; la autonom?a y la libredeterminaci?n ind?gena atentan contra ella. El Convenio 169 de la OIT logr? finalmente establecer el concepto de pueblo ind?gena con una acotaci?n impuesta por los estados, de que a ese concepto de pueblos, los ind?genas, no se le dar?a el significado que entra?a al derecho internacional. Es decir, que conforme a ese convenio no podr?an aspirar a crear nuevos estados. Traigo ac? el enunciado de ese debate porque estamos viviendo una virtual regresi?n ante el derecho ind?gena, ya no s?lo en la flagrante violaci?n al muy precario derecho a la consulta, sino a la columna vertebral que es el concepto de pueblos ind?genas. Hoy se ha decidido que la consulta al pueblo en general es la v?a id?nea para aprobar megaproyectos que afectan directamente a los pueblos ind?genas o a comunidades equiparables en contravenci?n al convenio referido, al art?culo 2 constitucional y la Declaraci?n de la ONU sobre Pueblos Ind?genas, que ampl?a con el derecho al consentimiento, sin dejar fuera la declaraci?n americana sobre estos derechos. Ya est? convocada la consulta gen?rica en Morelos y municipios de Puebla y Tlaxcala, para los pr?ximos 23 y 24 de febrero, a decir si o no a la termoel?ctrica Huexca, parte del Plan Integral Morelos (PIM). Es el mismo mecanismo que aprob? el Tren Maya, el canal trans?stmico, entre otros y se corresponde con el concepto de poblaci?n que dej? atr?s la OIT en 1989, trat?ndose de pueblos originarios. Estamos as? no s?lo ante la violaci?n al derecho a la consulta previa, libre, informada y culturalmente pertinente sino ante la desnaturalizaci?n del titular de los derechos al territorio, a la libre determinaci?n. En lugar de ello, el Presidente declar? el pasado 10 de febrero en Cuautla: aunque haya gritos y sombrerazos, va a ser el pueblo el que decida. Ciertamente hubo gritos de las organizaciones que llevan casi una d?cada oponi?ndose al PIM. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala le se?al? en una carta que en 2014 les ofreci? su apoyo y hoy c?mo es posible que reconozca que fueron reprimidos, encarcelados y torturados, pero que la termoel?ctrica tiene una inversi?n de 20 mil millones de pesos y no se pueden perder. Ofrece a los afectados ba?jas tarifas de electricidad. De paso, califica a los opositores de ultraconservadores de izquierda radical. ?stos piden que se detenga la consulta anunciada y acusan que ellos no valoran el dinero, sino la vida. En alusi?n a los da?os, de la contaminaci?n del agua, adem?s del riesgo volc?nico del gasoducto, otro componente del PIM.
El 10 de febrero, como ya es co?m?n, el Presidente inici? su discurso enumerando los apoyos y las becas que ofrece su gobierno, para en seguida abordar su propuesta de consulta. La oposici?n al PIM se mantendr?, y no es suficiente con el compromiso reiterado de que no reprimir? al pueblo; qu? bien que no lo ordene y, sin embargo, el despojo y da?o ambiental d?nde queda ubicado, ?no es una forma de represi?n? Se est? avanzando con los megaproyectos, fomentando el aislamiento de los pueblos ind?genas, en la confianza del respaldo popular. Me pregunto: ?estamos ante un uso desproporcionado de la fuerza pol?tica?