Nicaragua, escepticismo ante el di?logo
Siempre
2 MARZO, 2019
Entrevista a Alejandro Benda?a | Doctor en Historia por la Universidad Harvard
Alejandro Benda?a es autor, entre otras obras de referencia, del voluminoso libro Sandino, patria y libertad; en ?l analiza la herencia simb?lica e intelectual del patriota nicarag?ense Augusto C. Sandino, de cuyo asesinato por la dinast?a somocista se cumplieron 85 a?os el pasado 21 de febrero. El libro fue catalogado por la American Historical Association como la mejor biograf?a sobre Sandino, en particular por reconstruir la importancia de la Revoluci?n Mexicana y el anarcosindicalismo en la formaci?n de Sandino, obrero petrolero en Tampico entre 1923 y 1926.
Exmilitante del Frente Sandinista, Benda?a fue embajador de Nicaragua ante la ONU y secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores durante la revoluci?n de 1979 a1990.
Su m?s reciente obra apenas publicada es Eran buenas al pleito. Mujeres en la rebeli?n de Sandino, sobre las valientes campesinas que se enmonta?aron con el ?general de hombres libres? hasta expulsar a los marines de Nicaragua en 1933.
El libro tiene doble resonancia cuando se han cumplido 10 meses del inicio de las protestas contra el presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, con un fuerte protagonismo de las mujeres junto a estudiantes, campesinos y poblaci?n civil hoy agrupados en la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB). La Alianza C?vica por la Justicia y la Democracia, parte de la UNAB, regresa ahora al di?logo habiendo nombrado a un equipo negociador integrado principalmente por la iniciativa privada. Un di?logo que mantiene en vilo a la sociedad ante el temor de que, como en el espejo venezolano, las conversaciones sirvan para que Ortega se perpet?e en el poder, como ya ocurri? en la primera ronda de conversaciones de mayo a julio de 2018.
De hecho, y a diferencia de entonces, es Ortega quien parece haber puesto las condiciones cuando la oposici?n, incluido un sector del empresariado, hab?a asegurado que primero deb?an ser puestos en libertad los m?s de 770 presos pol?ticos, junto al cese de la represi?n que ha dejado casi 400 muertos, dos mil heridos, cientos de desaparecidos y m?s de 50 mil exiliados. Ahora los reclamos han pasado a ser ?puntos de agenda? para el encuentro con Ortega, un exguerrillero hoy de 73 a?os aferrado al poder como Nicol?s Maduro aun a costa del desgarramiento de sus sociedades al impedir la alternancia en el poder.
En entrevista exclusiva con Siempre! el doctor Benda?a habl? desde Managua de esta nueva coyuntura y sobre qu? se puede esperar de las negociaciones iniciadas este 27 de febrero con la presencia de la Iglesia cat?lica, aunque no ya como mediadora como ocurri? en mayo sino como ?testigo?.
En estos diez meses, el gobierno Ortega-Murillo ha sido implacable en la represi?n al movimiento opositor, al punto de que, por ejemplo, no habr? una representaci?n campesina en el di?logo porque sus l?deres est?n en el exilio o presos, entre ellos Medardo Mairena, reci?n condenado a ?216 a?os de prisi?n! En su opini?n, ?qu? condiciones deber?a reunir el di?logo y qu? se puede esperar?
Hay que decir que tampoco participar? do?a Francisca Ram?rez, la gran l?der campesina, obligada a huir a Costa Rica, pero que siempre se mantiene activa como dirigente del sector y de hecho l?der nacional. Ella fue vetada por el r?gimen como representante del sector campesino en el primer di?logo.
El r?gimen maneja una estrategia de tres vertientes simult?neas. La primera, la que mencionas, es la continuaci?n de la pol?tica de represi?n, la que sentimos a diario en la calle y en el campo, la que sienten los 777 presos pol?ticos, la suspensi?n de facto de los derechos civiles; en fin, la persistencia del Estado policial. Eso sigue, y el r?gimen lo ve como complementario al di?logo; lo uno no anula lo otro. Tras matar, encarcelar y forzar al exilio a los dirigentes de la rebeli?n de abril, j?venes en su mayor?a, ahora el r?gimen se sienta a negociar con los que quedan, m?s precisamente, con quienes siente mayor afinidad y relaci?n hist?rica, el sector de los grandes empresarios y banqueros, con quienes mantuvo una relaci?n de muto beneficio desde 2008 hasta su colapso con la revuelta popular de 2018.
La tercera es la comunicaci?n que el r?gimen sostiene con el gobierno de Estados Unidos. Ortega quiere, a toda costa, frenar las nuevas sanciones ya contempladas en la ley norteamericana que han impactado directamente sobre su familia y m?s cercanos colaboradores, tambi?n sobre sus empresas en tanto fueron afectadas por las medidas emprendidas por Washington contra la empresa Petr?leos de Venezuela, S. A. (PDVSA) cuyos capitales est?n enraizados en algunos de los principales bancos y empresas nicarag?enses. De manera que esta negociaci?n es a tres bandas, toda vez que cada una de las dos partes nicarag?enses debe tener presentes las indicaciones norteamericanas. Lo que tememos entonces es que esta negociaci?n no es para salir de la dictadura sino para transar con ella. De lo ?nico que podemos estar seguros es de que, como dice do?a Francisca, solo el pueblo salva al pueblo. Que solo su lucha puede mover la balanza de fuerzas a su favor.
Entrevista a Alejandro Benda?a | Doctor en Historia por la Universidad Harvard
Alejandro Benda?a | Doctor en Historia por la Universidad Harvard
La doctora Vilma N??ez, reconocida jurista quien preside el Centro Nicarag?ense de los Derechos Humanos (Cenidh) es categ?rica al afirmar que ?los derechos humanos no son negociables?. Para ella, las libertades p?blicas, de expresi?n, de prensa, de movilizaci?n, la liberaci?n de los presos pol?ticos, el retiro de los paramilitares y el regreso sin represalias de los exiliados son derechos humanos que ?no se pueden discutir?. Por lo mismo, son requisitos que deber?an estar cumplidos antes de iniciar el di?logo ?que tampoco va a ser transmitido a escala nacional por la televisi?n, como la vez anterior. ?No se pudo llegar en mejores condiciones? ?Est? Ortega en una posici?n de fuerza?
Ni Ortega ni los negociadores de la empresa privada llegan en buenas condiciones a la mesa de negociaci?n. Ambos necesitan escuchar a do?a Vilma y a las m?ltiples voces que insisten en que no se puede negociar sin asegurar de forma inmediata la salida de los presos y el restablecimiento de las libertades c?vicas, incluyendo la libre movilizaci?n y la presencia de los organismos internacionales de derechos humanos en el pa?s. Se trata de asegurar el llamado ?campo de juego parejo? o ?ambiente habilitante? que evidencie la voluntad pol?tica seria de negociar que tiene r?gimen. No es que no se pueda tener confianza en los interlocutores, lo que no hay es confianza en la otra parte. Ahora, en t?rminos morales, lo ?nico que cabe negociar es la salida de Ortega y, posteriormente, la conformaci?n de un gobierno de transici?n.
Ortega traicion? el sandinismo hist?rico, el sandinismo de Sandino, el de los fundadores del Frente Sandinista, del grupo que fue capaz de arriesgar su vida como guerrillero pero no su capital ya como empresario.
Hay temor dentro y fuera de Nicaragua de que al haber aceptado volver al di?logo, que ya fracas? una vez, la oposici?n haya ca?do en la estrategia de Ortega, capaz de dividirla como ya ocurri? en Venezuela. ?Qu? piensa al respecto?
Siempre es un riesgo, igual al riesgo que asume Ortega de que se produzca una escisi?n en las fuerzas armadas o bien entre ?l y sus partidarios inmediatos, de producirse un arreglo que no incluya a todos los orteguistas. Pero a diferencia de Maduro, Ortega no puede escapar de cierto grado de dependencia de los Estados Unidos cuya influencia en la escena es muy superior a la que goza en Venezuela. Hay muchos, fuera y dentro del pa?s, que est?n a favor de concederle un ?aterrizaje suave? a Ortega con amnist?a asegurada y conservaci?n de sus bienes malhabidos tambi?n. Se nos dice que es lo realista, pero tambi?n nos dicen los organismos de derechos humanos que no se puede negociar la impunidad, ni el ?borr?n y cuenta nueva?. De hecho, los cr?menes cometidos por el r?gimen nicarag?ense son mucho mayores ?en t?rminos absolutos y relativos? que los cometidos en Venezuela, al punto de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), tras una rigurosa investigaci?n, recomend? que Ortega fuera investigado por la comisi?n de cr?menes de lesa humanidad.
Otro punto llamativo es la ausencia del obispo auxiliar de Managua, monse?or Silvio B?ez, una de las voces m?s cr?ticas de la Conferencia Episcopal contra el r?gimen Ortega-Murillo. B?ez ha dicho que su viaje a Estados Unidos primero y luego a Espa?a es para atender ?asuntos pendientes?. Pero lo cierto es que esta vez no estar? presente en el di?logo como tampoco varios otros movimientos, como el de las madres de abril, los presos pol?ticos y las organizaciones humanitarias? Se dice que han sido las condiciones de Ortega: menor presencia de la sociedad civil en la mesa y mayor peso del empresariado.
Aqu? s?, el r?gimen emplea la f?rmula de ?divide y vencer?s?. Cuando algunos obispos se colocaron al lado de la justicia, el r?gimen dijo nunca m?s a su presencia como mediadores. Sin embargo, el prestigio de la Iglesia en la sociedad nicarag?ense es tal que tampoco pudo prescindir de ella en su conjunto. Sin mayor consulta entonces, se acept? una nueva f?rmula en la que quedan el cardenal y un obispo, a t?tulo personal como testigos, junto al nuncio apost?lico, una figura central en todo el proceso de prenegociaci?n.
Hay quienes afirman que las nuevas negociaciones son solo una ?pantomima? y que Ortega ya pact? ciertas ?concesiones? con la c?pula empresarial, comprometida desde 2007 con el modelo econ?mico y de corrupci?n, a cambio de retrasar o incluso anular las sanciones de Estados Unidos en el marco de la NICA Act.
No tenemos c?mo saberlo. No conocemos la agenda ni mucho menos los puntos a negociarse ni la modalidad o secuencia de la negociaci?n. Lo que s? est? muy claro son las exigencias de la sociedad: los derechos humanos no son negociables y las v?ctimas tienen derecho a participar en la negociaci?n.
A pesar de que el presidente Ortega sigue controlando todos los resortes del Estado, la Polic?a y el Ej?rcito, para usted el orteguismo enfrenta una ?derrota estrat?gica?. ?En qu? se basa para decirlo?
Ya est? derrotado estrat?gicamente, lo evidencia el relativo aislamiento internacional, incluyendo el repudio de la izquierda democr?tica y el colapso de la asistencia venezolana. La juventud ha irrumpido sobre el escenario pol?tico para no volver jam?s a la situaci?n preabril, la Iglesia cat?lica en su conjunto est? comprometida con la poblaci?n, el gran capital abandon? su alianza con Ortega y Estados Unidos reconoce que Ortega ya no puede asegurarle la ?estabilidad? neoliberal que antes garantizaba. Nada de esto es reversible, por eso uno llega a la conclusi?n de que Ortega est? estrat?gicamente derrotado. El r?gimen est? en una crisis terminal. Solo le queda la fuerza bruta, pero cuando esto es lo ?nico que le queda a un r?gimen, es tambi?n se?al que ha sido derrotado.
Como experto en el sandinismo y usted mismo alguna vez militante del hoy orteguista Frente Sandinista, ?qu? siente cuando los j?venes que protagonizaron la rebeli?n de abril dicen hoy que ?el sandinismo ya fue? y que hace falta una nueva cultura pol?tica en el pa?s?
Ortega traicion? el sandinismo hist?rico, el sandinismo de Sandino, el de los fundadores del Frente Sandinista ?una persona indigna de su propio pasado, como dijera hace un tiempo Jos? Saramago; del grupo que fue capaz de arriesgar su vida como guerrillero pero no su capital ya como empresario, se?al? a su vez Eduardo Galeano. ?En qu? momento se tergivers? el sandinismo para adoptar la forma del orteguismo? Es un debate hist?rico pendiente. Pero en lo personal estoy convencido de que el d?a que los ideales de Sandino se terminen de imponer sobre el orteguismo, ese d?a cae Ortega. Que la figura de Sandino formar? parte de la nueva cultura pol?tica nacional ?porque sin Sandino no hay nacionalidad?. Es como si se pretendiera hablar de la Revoluci?n Mexicana omitiendo la figura de Zapata. Ambos son referentes de una sola historia ?porque Sandino se familiariz? con la lucha de Zapata pero tambi?n con la de Ricardo Flores Mag?n?, el ?Tierra y Libertad? mexicano se convirti? en Patria y Libertad en Nicaragua. Y hoy ponemos el acento en las libertades nacional, social e individual.
?En caso de que se adelantaran las elecciones, ?qu? partido o movimiento pol?tico estar?a hoy en capacidad de disputarle el poder a Daniel Ortega?
Est?n en proceso de construcci?n y de resistencia, que es lo mismo, la fuerza rebelde social que se convierte en fuerza pol?tica y, si as? lo estima, en fuerza electoral.
Otro punto. A prop?sito de la cruzada ?antisocialista? de Donald Trump en Am?rica Latina, soy de la opini?n que ni Trump, ni Maduro, ni Ortega tienen la menor idea de lo que significa el socialismo.