La batalla por la hegemon?a mundial Estados Unidos-China, el nuevo rol de las ciudades y el moderno pan?ptico tecnol?gico

Las contradicciones entre las potencias anuncian tiempos de inestabilidad y conflicto. La guerra comercial derivando en guerra fr?a prefigura escenarios de abruptas bifurcaciones y tensiones recurrentes. Contradicciones que podr?a abrir resquicios para una contestaci?n global que tejiese una plural madeja de solidaridades entre fen?menos como el de los trabajadores combativos chinos de Jasic y las insurgencias latinoamericanas y europeas. Pero esa madeja a?n est? por construir. En el conflicto sobre quien esp?a a qui?n en el futuro ‘Gran Hermano’ global se dilucidan grandes interrogantes del futuro y, quiz?s, se abren ventanas de oportunidad para frenar o imposibilitar la deriva de nuestro mundo a la barbarie pan?ptica.
El concepto de pan?ptico se extendi? de las c?rceles a otras instalaciones, como las escuelas o las industrias. El pan?ptico, en este sentido, se convirti? en una t?cnica de control.



5G: La batalla por la hegemon?a mundial que libran Estados Unidos y China

Por Pablo Elourdy
El Salto

La hegemon?a en el desarrollo tecnol?gico es el campo de batalla de la hegemon?a en el capitalismo futuro. Estados Unidos est? intentando limitar el auge de China a trav?s de un ataque a Huawei, una empresa que representa el salto adelante planificado por el gobierno de Pek?n.
La Administraci?n de Donald Trump ha golpeado primero pero la ofensiva contra el primer gigante tecnol?gico chino no ha quedado sin respuesta. El pasado jueves, 7 de marzo, Huawei anunci? una demanda en un tribunal de Texas contra la Administraci?n estadounidense. La multinacional -la segunda que m?s dispositivos m?viles vendi? el pasado a?o, solo detr?s de la coreana Samsung- se rebela contra la decisi?n de veto que el Gobierno de Trump ha establecido a Huawei, un veto que Estados Unidos ha conseguido extender a otros pa?ses como Australia, y que afecta a las compras p?blicas de m?viles pero especialmente a otros servicios relacionados con las infraestructuras de conectividad.

La detenci?n el pasado mes de diciembre en Canad? de Meng Wanzhou, vicepresidenta de Huawei, como consecuencia de una orden emitida por el FBI, revel? hasta d?nde estaba dispuesto a llegar Estados Unidos para revertir -o tratar de retrasar- el cambio de equilibrio global que lentamente est? produciendo la transformaci?n econ?mica china. Detenida por un supuesto caso de ruptura de las sanciones comerciales a Ir?n y Corea del Norte, Meng Wanzhou es un espejo para la clase exportadora china y ahora una especie de reh?n de una guerra comercial que comenz? en septiembre de 2018 con la imposici?n por parte de Trump de nuevos aranceles a m?s de 5.000 productos chinos.

Adem?s de dar munici?n al presidente estadounidense en su carrera hacia la reelecci?n en los Estados productores de la uni?n, la guerra ha generado un problema a su pa?s despu?s de las previsibles represalias por parte del Gobierno de Xi Jinping, en forma de aranceles a la soja. Pero los aranceles de oto?o de 2018 son apenas un preliminar de la carrera hacia la confrontaci?n que viene: el desarrollo de la tecnolog?a 5G -de quinta generaci?n-, en la que las compa??as chinas, Huawei y ZTE parten con ventaja respecto a sus competidoras, la surcoreana Samsung y la finlandesa Nokia.

5G, la revoluci?n industrial que vieneAl principio, la entrada del 5G, prevista de modo masivo para 2020, no se notar? excesivamente en el d?a a d?a. Los m?viles conectar?n m?s r?pido entre unos y otros y disminuir? la latencia -la velocidad de respuesta ante, por ejemplo, la carga de una p?gina o la bajada de un v?deo-. Pero el 5G es un factor clave para la entrada definitiva de la inteligencia artificial en la econom?a global.

?No es tanto una diferencia cuantitativa, si no que abre un marco de posibilidades tremendo?, se?ala Jos? Luis Carretero, secretario general del sindicato Solidaridad Obrera y autor de este an?lisis despu?s de la detenci?n de Wanzhou. Al reducir al m?nimo el tiempo de conexi?n, supondr? un avance definitivo para la automatizaci?n de almacenes -tipo Amazon- y f?bricas, en el manejo de componentes y partes, as? como para la expansi?n definitiva de las plataformas de servicios modelo Uber o Glovo. El 5G es tambi?n la tecnolog?a que permitir? la conectividad de los coches autotripulados y el crecimiento geom?trico del n?mero de terminales que estar?n conectados entre s?.

Carretero recuerda que el problema fundamental de la implantaci?n de esta tecnolog?a es que se tiene que hacer sobre la base de la infraestructura de redes 4G. Es en ese campo -y no en la producci?n de aparatos celulares- donde Huawei y ZTE parten con la ventaja competitiva que ha causado p?nico en los centros de poder estadounidenses. El conflicto, apunta este sindicalista, trasciende la batalla comercial y ?est? relacionado con la pugna por el poder global en el marco de un mundo cada vez m?s multipolar, en el que China -que ya es la segunda econom?a del planeta- va a pasar o se prev? que pase en breve plazo a ser la primera?.

El poder en el control de las ciudades Pero no se trata del ?nico desplazamiento que est? aconteciendo en torno a la conocida como ?cuarta revoluci?n industrial?. Las metr?polis hoy son el motor de la econom?a, tambi?n una pieza codiciada como v?a de extracci?n de beneficios para el capitalismo neoliberal. Centros de poder y extracci?n de beneficios que se sit?an por encima del conjunto de los Estados, al menos desde la perspectiva estrat?gica de las compa??as incluidas en el cambio tecnol?gico.

?En las grandes metr?polis vive la mayor parte de la poblaci?n mundial, son nudos estrat?gicos del comercio global, en el que est?n interconectados?, dice Jos? Luis Carretero, ?en el entorno del mercado de la tecnolog?a puede suceder que se produzca una fuerte inversi?n p?blica fundamentalmente en las grandes ciudades?. La smart city, la ciudad h?per e interconectada, requiere una intervenci?n a trav?s de la tecnolog?a en espacios urbanos, infraestructuras materiales ?v?as, calles, sem?foros? y las interconexiones de sistemas de transporte o sanitarios, una intervenci?n sobre la que la industria financiera y la tecnol?gica intervienen en la reformulaci?n de las ciudades en clave tecnol?gica. El 5G es el requisito indispensable par la puesta en marcha de servicios automatizados en limpieza, transporte o emergencias.

Otro de los nichos de negocio fundamentales es el de la seguridad: c?maras y drones de videovigilancia, sistemas de reconocimiento facial y biom?trico, adem?s de la posible intervenci?n de los terminales a efectos de espionaje. Sobre ese punto ha basado Trump su ataque a Huawei ?y su decisi?n de vetar las compras p?blicas de sus servicios?. Aunque la empresa se defiende de las acusaciones de estar en manos del Gobierno chino a efectos de vigilancia, recordando que el Gobierno estadounidense utiliz? el programa PRISM para la recogida masiva de comunicaciones con datos procedentes de nueve grandes compa??as estadounidenses ?entre ellas Google, Apple, Facebook y Microsoft?. Hasta ahora, la intervenci?n sobre los derechos de privacidad m?s masiva de la historia.

China y su lugar en el mundoEn las ?ltimas semanas, y especialmente en el Mobile World Congress de Barcelona, Huawei ha iniciado una campa?a medi?tica para desmontar el ataque del que est? siendo objeto. La multinacional quiere romper con la imagen que los medios occidentales dan de opacidad y misterio, al tiempo que mostrar su potencia. Una potencia que es un s?ntoma del ?xito de los planes estrat?gicos del Partido Comunista Chino y de sus potenciales riesgos.

Ricardo Molero, profesor de Estructura Econ?mica Mundial y experto en la econom?a china, recuerda que las ventajas competitivas que China ha adquirido en los ?ltimos a?os se deben a una apuesta de la direcci?n del Partido Comunista Chino ?a trav?s del presidente de la rep?blica popular, Hu Jintao, y su primer ministro, Wen Jibao (2003-2013)? por ganar posiciones en la cadena de valor global a trav?s del desarrollo cient?fico. ?Quer?an que China dejara de ser una econom?a de bajos costes para que se convirtiese en una potencia tecnol?gica a nivel mundial. Eso es un proceso largo, pero est?n avanzando muy r?pido, y eso para EE UU supone una amenaza?, subraya Molero.

?China ha sido inteligente?, explica Carretero, ?al convertirse en el taller del mundo pero no hacerlo gratis. Al haber un gran componente de direcci?n estatal de la econom?a, una de las cosas que ha puesto encima de la mesa es la transferencia tecnol?gica de las empresas que iban a trabajar al pa?s, junto a un proceso de formaci?n muy fuerte y una inversi?n productiva por parte del Estado encaminada a desarrollar esos espacios?.

No obstante, la exportaci?n de productos de mayor valor a?adido acrecienta las contradicciones de un pa?s que vive una serie de conflictos distributivos y la tensi?n generada por la creciente desigualdad entre la clase exportadora ?dirigentes de empresas con cada vez mayor grado de autonom?a? y la mayor?a social, compuesta por clases proletarias y campesinas. Molero apunta que la estrategia de subir escalones en la cadena de valor y producir cada vez productos de mayor contenido tecnol?gico ha sido una manera de dar respuesta a los conflictos distributivos del pa?s: ?Mucha gente se sorprende de que, con las condiciones de explotaci?n tan intensas que hay en la f?brica china, los trabajadores no se rebelen. Eso en parte se explica por el sistema de represi?n establecido, pero tambi?n porque esos trabajadores han visto que sus salarios crec?an un 5% anual durante los a?os del periodo anterior a la crisis?.

La ca?da de las exportaciones a la Uni?n Europea y Estados Unidos supuso un ralentizamiento del progreso de la econom?a china, la pol?tica de transferencia tecnol?gica ?uno de los condicionantes que Estados Unidos quiere que el Gobierno chino retire de sus condiciones de producci?n? ha sido un factor determinante para un desarrollo tecnol?gico que favorece el auge del nuevo empresariado chino. ?Si Estados Unidos es capaz de paralizar ese desarrollo, es probable que genere mayor tensi?n interna, por la incapacidad de ligar una redistribuci?n real de las rentas hacia los hogares de ingresos medios y bajos sin tocar los intereses de esa burgues?a exportadora?, concluye Molero.

Suficiente para sostener al capitalismo La ?ltima pregunta es saber si el 5G y el desarrollo tecnol?gico ?la cuarta revoluci?n industrial? se bastar?n para provocar una nueva superaci?n del capitalismo por el capitalismo que disipe las expectativas de una crisis terminal. Mientras la administraci?n Trump aprieta al Gobierno chino ?desde la conciencia de que provocar una crisis en el pa?s asi?tico es una amenaza tambi?n para su propio mercado de deuda?, el Gobierno de Xi Jinping opta por medidas expansivas, como el incremento del d?ficit p?blico, y lidia con el sucesivo estallido de burbujas (inmobiliaria, burs?til y actualmente de deuda de las regiones). Pero la inc?gnita sigue siendo si el mercado abierto por internet es capaz de generar un proceso de acumulaci?n equivalente al de la etapa de expansi?n del capitalismo de los a?os centrales del siglo XX.

?En los a?os 70, con las pol?ticas neoliberales, se intentaba responder al cuello de botella que ese proceso anterior hab?a generado?, se?ala Jos? Luis Carretero, ?el problema fundamental es que esa respuesta se ha sostenido en base a la deuda, fundamentalmente, porque la demanda agregada ha disminuido ante el hecho del aumento de la desigualdad?. De este modo, se pregunta este sindicalista, ??podr?, en un momento dado, el mundo de la inform?tica constituir una base sustancial suficiente para que se abra de nuevo un mercado suficiente que pueda alimentar un nuevo proceso de crecimiento, de acumulaci?n??. Para Carretero, la desigualdad sigue siendo la clave: si la sociedad no se transforma al mismo ritmo que la tecnolog?a, si no se genera la demanda agregada que defini? los a?os desde el final de la II Guerra Mundial hasta el comienzo del neoliberalismo, el crecimiento seguir? sostenido por pies de barro.

Para Molero, el crecimiento artificial generado desde el crash de 2008, a trav?s de las inyecciones de liquidez, v?a disminuci?n de tipos de inter?s y pol?ticas de flexibilizaci?n no ha sido suficiente para disipar la percepci?n de que los desequilibrios pueden conducir a una nueva crisis. ?Lo que sabemos es que en toda la historia de las irrupciones tecnol?gicas, los periodos de incrementos sostenidos y altos de productividad cada vez duran menos?. De este modo, sentencia, ?cada nueva revoluci?n industrial que se anuncia m?s pomposa y publicitariamente le da menos margen positivo al capitalismo para que se siga desarrollando sin contradicciones?.
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Huawei y la lucha por la conectividad del futuro
La detenci?n de una de las hijas del fundador de Huawei esconde el duelo entre Estados Unidos y China por hacerse con el desarrollo de la tecnolog?a 5G.

Jos? Luis Carretero
INSTITUTO DE CIENCIAS ECON?MICAS Y DE LA AUTOGESTI?N.
El Salto
2018-12-28 06:53:00

La detenci?n, el pasado 2 de diciembre, en Canad? de Meng Wanzhou, directora financiera de la tecnol?gica china Huawei, adem?s de una de las hijas del fundador de la empresa, Reng Zengfei, acusada de ayudar a Huawei a soslayar las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Ir?n, ha impactado fuertemente a la opini?n p?blica. Meng, que ha sido puesta en libertad condicional, podr?a ser extraditada a Estados Unidos y condenada a penas de hasta 30 a?os de c?rcel.

Es evidente que dicha detenci?n est? estrechamente relacionada con la guerra comercial desatada por Donald Trump contra China. Incluso el propio presidente norteamericano lanz? a la red un tuit, poco despu?s del arresto, en el que ven?a a afirmar que un arreglo pactado del conflicto comercial contribuir?a al archivo de la causa contra Meng Wanzhou, salt?ndose ostensiblemente todo concepto de legalidad y de separaci?n de poderes. Es de resaltar que los aranceles norteamericanos impuestos a los productos chinos en los ?ltimos meses se han centrado fundamentalmente en la tecnolog?a para tratar de frenar toda posibilidad de que sea el gigante asi?tico quien comande la entrada en la llamada ?Cuarta Revoluci?n Industrial?. El caso de Huawei, en efecto, es una clara muestra de las crecientes tensiones entre las potencias globales que acompa?an al desarrollo tecnol?gico de nuestros d?as.

China, en estos momentos, registra m?s patentes industriales anualmente que los Estados Unidos. Una gran transformaci?n tecnol?gica, pero tambi?n en la geopol?tica global, est? a las puertas. Huawei, adem?s, es una pieza clave en este teatro de operaciones en el que se dirime la arquitectura global de la infraestructura tecnol?gica del futuro. La clave est? en el llamado 5G. La inminente llegada de las redes de conectividad 5G va a impactar en las econom?as industrializadas en mucha mayor medida que las tecnolog?as anteriores. No se trata de una simple versi?n actualizada y mejorada del actual 4G. El 5G aportar? muchas caracter?sticas que determinar?n que su impacto global sea exponencialmente mayor que sus antecesores. Adem?s de aumentar enormemente la capacidad de transmisi?n de datos, llegando hasta los 10 gigabits por segundo en sus versiones m?s avanzadas, el 5G mejorar? de forma disruptiva dos aspectos esenciales: la latencia (la velocidad de respuesta de la red a una interacci?n) y la capacidad para conectar miles de objetos simult?neamente.

Tener acceso a redes 5G representar? una capacidad estrat?gica decisiva en un mundo acuciado por una competencia global sin piedad
El proceso de robotizaci?n industrial y el despliegue del llamado ‘Internet de las Cosas’ (Internet of Things o IoT) avanzar?n de forma cualitativa con las nuevas redes 5G. Mientras la tecnolog?a 4G puede conectar hasta 2.000 dispositivos por kil?metro cuadrado, la 5G podr? hacerse cargo de hasta un mill?n de objetos conectados al mismo tiempo en el mismo espacio. Esto permitir? un control exhaustivo de los inventarios de partes y piezas de las grandes f?bricas (como las automovil?sticas), as? como de los inmensos almacenes de los gigantes de la distribuci?n como Amazon. Adem?s, en las futuras smart cities, la previsi?n es que las grandes infraestructuras de comunicaciones, sanitarias, de tr?fico, etc, est?n interconectadas gracias al 5G. Tener acceso a redes 5G representar? una capacidad estrat?gica decisiva en un mundo acuciado por una competencia global sin piedad.

As?, EE UU y China han entrado en una gran carrera por la primac?a en el desarrollo del 5G y por el control de las redes resultantes de la puesta en marcha de esta innovaci?n. La actitud norteamericana frente a un competidor que, en muchos sentidos, puede llevarle la delantera, ha sido claramente agresiva. La detenci?n de la futura heredera del imperio Huawei es un acto m?s en esta tragedia.
Es en esta perspectiva estrat?gica de futuro en la que los servicios de inteligencia de Estados Unidos han considerado peligrosa la presencia de Huawei en gran parte de las redes 4G del mundo occidental. Esta presencia est? basada, simplemente, en que Huawei lo hace mejor y m?s barato que sus m?s directos competidores, Nokia y Ericsson.

Los norteamericanos creen que Huawei, fundada por Reng Zengfei, antiguo oficial del Ej?rcito chino, est? directamente relacionada con el complejo militar de Pek?n, y que ZTE, otro gran gigante tecnol?gico chino, depender?a directamente del Ministerio de Industria. Ambas empresas podr?an incluir en las redes que gestionan (como, por ejemplo, gran parte de la red de Vodafone en Espa?a) una puerta trasera que les permitiera controlar o incluso hackear las comunicaciones en los pa?ses occidentales. Los chinos, obviamente, lo niegan.

La tensi?n ha ido in crescendo en los ?ltimos meses. En enero, AT&T abort? un acuerdo de ?ltima hora con Huawei para vender sus m?viles en EE UU. Poco despu?s, el Congreso norteamericano prohib?a que los funcionarios federales usaran m?viles chinos. En abril se prohibi? a las empresas estadounidenses vender componentes a ZTE, acusada de haberse saltado el embargo a Corea del Norte e Ir?n. Finalmente, tras una triunfal gira internacional de enviados del gobierno norteamericano por el mundo, acompa?ados de las subsiguientes presiones, una multitud de pa?ses anunciaron que vetaban a Huawei y ZTE en el desarrollo de sus redes 5G, pese a que ambas empresas tienen una consolidada presencia en ellos en las actuales redes 4G. Jap?n anunciaba que estudiaba prohibir las compras gubernamentales de tecnolog?a de Huawei y el vicepresidente de la Comisi?n Europea para el Mercado ?nico Digital, Andrus Ansip, afirmaba que la UE ?debe estar preocupada? por las penetraci?n de las tecnol?gicas chinas en la infraestructura de redes europea.

Huawei ha respondido asegurando que los temores son infundados, implementando una pol?tica de inversi?n por valor de 2.000 millones de d?lares para solventar cualquier problema de seguridad de sus productos tecnol?gicos, y accediendo a las demandas de las agencias de seguridad del Reino Unido para evitar ser excluida de las futuras redes de 5G brit?nicas. El ?ltimo acto de este drama, aumentando el nivel de violencia ha sido, precisamente, la detenci?n de Meng Wanzhou.

Trump se ha planteado implementar la red 5G desde la iniciativa p?blica, con fondos federales, para escarnio del ultraliberalismo del que hacen gala sus partidarios
Mientras tanto, la carrera por controlar el despliegue del 5G contin?a. Trump se ha planteado seriamente la posibilidad de implementar la red desde la iniciativa p?blica, con fondos federales, para gran escarnio del ultraliberalismo del que hacen gala sus partidarios. China, por su parte, parece dispuesta incluso a desmantelar el equilibrio de d?cadas entre sus tres principales operadoras de telecos (todas estatales), impulsando la fusi?n de las dos m?s ?peque?as? (China Unicom y China Telecom, con cerca de 400 millones de clientes cada una), para que no queden descolgadas frente a China Mobile, que con cerca de 900 millones de clientes parece claramente capaz de desarrollar la infraestructura necesaria. Europa, por su parte, ya ha perdido la carrera. Solo Alemania parece estar interesada en la competici?n. Pero los reguladores europeos ven a la tecnolog?a 5G solo como una oportunidad para elevar la competencia mediante subastas p?blicas.

Sin embargo, todo parece indicar que no va a ser tan f?cil expulsar a los chinos de los mercados occidentales. Es muy dif?cil t?cnicamente sustituir la infraestructura ya desplegada por Huawei all? donde ya tiene redes 2G, 3G y 4G. Su tecnolog?a, adem?s, est? m?s madura que la de Ericsson y Nokia, sus m?s directos competidores, que adem?s podr?an formar un duopolio dif?cil de controlar para los reguladores en caso de expulsi?n de la empresa china. La ?nica salida ser? el desarrollo de una nueva tecnolog?a, llamada openRAN, a?n m?s disruptiva, consistente en construir redes con un hardware est?ndar y que todo lo gobierne el software. Una estrategia de futuro que a?n est? en sus inicios.

La lucha por la apropiaci?n del plusvalor adicional generado por la creciente productividad animada por los avances tecnol?gicos se expresa, en el coraz?n de la contradicci?n capital-trabajo, en la lucha entre riders y plataformas colaborativas, pero tambi?n, en el ?mbito de la geopol?tica global de un sistema desigual y cada vez m?s multipolar, en el conflicto entre la hiperpotencia dominante (pero cada vez menos) y los poderes emergentes, muy se?aladamente la descomunal econom?a china, capaz de poner en cuesti?n a medio (y, quiz?s, incluso corto) plazo la hegemon?a global norteamericana.

Las contradicciones entre las potencias anuncian tiempos de inestabilidad y conflicto. La guerra comercial derivando en guerra fr?a prefigura escenarios de abruptas bifurcaciones y tensiones recurrentes. Contradicciones que podr?a abrir resquicios para una contestaci?n global que tejiese una plural madeja de solidaridades entre fen?menos como el de los trabajadores combativos chinos de Jasic y las insurgencias latinoamericanas y europeas. Pero esa madeja a?n est? por construir. En el conflicto sobre quien esp?a a qui?n en el futuro ‘Gran Hermano’ global se dilucidan grandes interrogantes del futuro y, quiz?s, se abren ventanas de oportunidad para frenar o imposibilitar la deriva de nuestro mundo a la barbarie pan?ptica.