De Chiapas al Wallmapu la rebeldía marca territorio

31.Dic.03    Análisis y Noticias

Petras y otros autores se tapan los ojos con la pluma o con el manual de cortapalos. Hay que ver el texto de Petras en Rebelión, donde se escamotea con retórica literaria la lucha de las autonomías y localidades en el continente. Sin tener nada que decir más que frases clichés, el autor se da vueltas paseando el lápiz por el papel para acabar en nada, fojas cero. Lo mismo sucede con los analistas comprometidos con el miserable programa de humanización del capitalismo que apoyan a Lula, Chávez y el Mercosur, nada tienen a contribuir a no ser lastimeros cánticos de amor a los empresarios, a Kirchner, al nacionalismo boliviano y demás voladores de luces opacas con las que pretenden insuflar aliento a sus apagadas linternas que sólo apuntan al mismo estado socialista que fracasó indesmentiblemente justamente por ser un instrumento de desarrollo del capital, lo que hoy los muy demagogos y reformistas contumaces pintan de “humanizar el capitalismo hasta tener con qué substituirlo” para ganarse los gobiernos de los estados que nos oprimen, e inventan Forros sociales para emborrachar la perdiz. Bien que han lamentado llevar su Forro de Porto Alegre a Bombay, por lo que hoy se encuentran haciendo todos los esfuerzos para traerlo de vuelta. Ya los camaradas petistas han ofrecido cualquier cantidad de dinero para financiarlo, aún antes de que se discuta la próxima sede entre sus secuaces que administrarán la máquina en los territorios dominados por el estado Indio.

De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, de modo que ya no se trata de sentimiento cochinos de que son compañeros con otras estrategias, pues esas líneas de acción están resultando en mayor explotación y represión contra nuestos pueblos y tienen que entenderlo así los que por apoyar ciertas líneas progresistas a nivel continental no vacilan en aliarse a nuestros enemigos, militares y empresarios, partidos burgueses y socialdemócratas, llorando como magdalenas por no conseguir la tan ansiada “unidad” detrás de la cual quieren arrastrarnos a someternos.

La represión ha aumentado considerablemente. Con la justificativa de la delincuencia, las drogas y demás fenómenos que ellos mismos apoyan, las fuerzas policiales se fortalecen contra los barrios populares y campos. La rápida acción contra las luchas trata de ocultar y deshacer lo evidente, que desde abajo hay una enorme capacidad de rebeldía que se expresa de las más diferentes maneras en todas partes. Las reuniones de contrainsurgencia se mantienen al más alto nivel, los ministros de defensa se encuentran a cada momento, las tropas yanquis se entrenan tranquilamente en casi todos los países, hoy toda izquierda que lucha es tratada de terrorista. Las acciones policiales contra la que llaman delincuencia aparecen cada día más en los diarios. El reforzamiento del control de la población se afina hasta los más delicados detalles. De allí que para el estado no resulta grave que la izquierda entre en los gobiernos, mientras los asuntos estratégicos estén bien controlados. Total no son terroristas, sino moderados dialogantes.

Está muy bien que Kirchner establezca puentes con Cuba, pues eso ayuda a quebrar el bloqueo y evitar las amenazas de invasión, pero está muy mal que sectores de la izquierda argentina tengan que hacer pagar a su pueblo el costo de apoyar a Kirchner. Veamos el infame diálogo de Alderete con Kirchner en La Matanza, de la llamada corriente clasista y combativa, donde se presta ese vil sujeto a amarrar a sus bases al proyecto del peronismo para ganar las próximas elecciones municipales o regionales. Varios izquierdistas andan llamando a cuidar las relaciones con el peronismo, lo que no es más que insistir en la política frentepopulista de sometimiento a las necesidades del capital.

Por eso estos autores le temen a las autonomías, pues se trata del riesgo de que la población se autoorganice y no se preste al juego macroeconómico del Mercosur y las estupideces del eje París-Berlín-Moscú-Pekín. Bellas palabras y estrategias decoran los medios izquierdistas y muchas de ellas son reproducidas por los que dicen no serlo, hablan de la dispersión llamando a unirse, cuando es exactamente su “unión” la que debilita la fuerza popular que se constituye en las localidades, ya que aparece demasiado obvio que se trata de alianzas con los empresarios y la mantención del Alca y de las reglas del FMI, desde donde llegan los más fuertes aplausos a Lula. Igual como tratan de acercar los Forros de Porto Alegre y Davos, ahora quieren amarrar su frankestein del Mercosur a la Unión Europea (con todo respeto y cariño a Frankestein y su autora). Algunos ya están apostando fichas a Carter y a los demócratas, a ver si USA “baja” la agresividad e insisten en que el malo de la película es Bush y el imperio yanqui, así la doncella no ve por donde viene el peligro, como el caso del sujeto que paga a un asaltante para “salvarla”.
El enemigo no es solamente USA como siguen estos repetitivos con su canción oportunista, sino el capital, venga de donde venga, como el fascista Aznar que se paseó de la manito con Lula y otros mandamases, digo mandatarios, del continente junto al reyezuelo, o como los que sustentan a Kirchner o los mismos a que convoca el Frente Amplio o el FMLN, en fin, estamos rodeados de gente buena que llama al capital a ser más humano, caramba! Como una violación con vaselina.

Eso de “hasta tener con qué substituirlo” es bien elegante, pues esconde hipocritamente que los pueblos buscan sus propios caminos, como que nos dicen que no hay nada por que luchar, y por eso sólo nos queda tratar de ablandar el garrote, mientras tanto ellos, los salvadores, los profetas, los líderes, etc. entran en los gobiernos diciendo que es para desviar recursos hacia los pobres, como que el capital fuese a sacrificar su continuidad y su ganancia, que todos sabemos que no dependen de gobernantes, a menos, claro, que volvamos al capitalismo de estado, que es la pomada que nos venden hoy, donde gobernantes y propietarios son lo mismo, y donde asalariados siguen también siendo lo mismo. El retorno de los brujos del neo-keynesianismo, la vuelta a las estrategias de los frentes populares de post-guerra.

El impacto político y el profundo significado de los caracoles y las juntas de buen gobierno, que poco a poco convocan a otras localidades dentro del territorio del estado mexicano a hacer lo mismo pero diferente, así como la enorme movilización y apoyo mundial con que cuenta la palabra y la acción instigante de los zapatistas, no pueden formar parte de los análisis de estos post-socialistas, so pena de valorizar la autoorganización, autonomía y rebeldía que viene desde diversos lugares de esta Abya Yala bautizada por los invasores con el nombre de un mercenario, el tal Vespucio.

Tampoco es valorable la enorme fuerza de localidades de la Conaie, que sin discursos ni demagogias, se replegó desde el gobierno hacia sus bases y desde allí prepara los próximos embates, y sus victorias serán tomadas por el lado macro del control de un gobierno para las movidas continentales y no como lo que son, es decir, expresión de capacidades locales.

Las ocupaciones de municipalidades y bloqueos locales jamás han formado parte de las reflexiones de estos analistas de pacotilla, asustados por la emergencia de la autonomía local que se impone en su territorio a base de cuerpos entrelazados, y que durante el año que termina, según el calendario gregoriano, aumentaron notablemente en casi todos los países.

La ocupación de haciendas por parte de comunidades originarias y campesinas en los más diferentes lugares se esconde en esta literatura demagógica, para valorizar la “tregua” que el MST ha dado a Lula, para legitimar los programas “nacionales” de la izquierda que controla sectores campesinos y para mover peones detrás de la “lucha contra el Alca y por la soberanía alimentaria”, objetivos funcionales a la burguesía agraria con la que se espera afinar amistad en pos de la aceptación de la izquierda light que ayuda a remosar la cara de los estados. Las ocupaciones y recuperaciones de tierras están en aumento y es emblemática la realizada hace dos días atrás por miles de guaranís y caiouás que entraron en cuatro haciendas del Mato Grosso y se aprestan a ocupar otras cinco. Obviamente no conviene a la izquierda mostrar esas luchas, pues no están contempladas en sus guiones con los que participan de la sociedad del espectáculo. Además, claro, es “hacerle olitas” al gobierno popular de Lula, como dice Frei Beto, su más acérrimo defensor.

Em Bolivia no ha habido ningún “fracaso” de la sublevación, ya que los que esperaban victorias sólo lo hacen desde la perspectiva del control del aparato central, lo que el sistema no permitió haciendo el enroque con Mesa. Han habido notables avances en las localidades, como en El Alto, Cotocachi, y aún sorprendentemente en regiones del Beni y del interior de Santa Cruz, pero de eso no se puede hablar mucho, obviamente, pues sería hacerle también olitas a Morales, a quien todos los de la estrategia macro-continental alaban y aplauden, llegando al extremo de estimular el más rancio nacionalismo bajo la desesperación de tener que ayudarle al hombre a que se le sumen “las masas” y de paso algunos militares y empresarios en la “defensa de la democracia” y la “toma pacífica del poder del aparato estatal”. Más claro echarle agua. Juego de ajedrez en pelotas.

Otro hecho que se esconde y sólo se muestra muuuuuy de vez en cuando, es como se ha ido formando un sentimiento y prácticas comunitarias y horizontales en territorios amenazados por las mineradoras, represas, forestales, etc, donde Tambogrande, Esquel y Choropampa son sólo un pelo de la cola en relación con la multiplicidad de dinámicas parecidas que brotan en muchas partes.

Lo mismo podemos decir de múltiples iniciativas como estudiantes asamblearios, medios de comunicación que valorizan las autonomías, actividades artístico-culturales, grupos de reflexión, colectivos, grupos de afinidad, centros culturales, ollas y comedores comunes, comités de desempleados, etc. En fin, casi no queda barrio ni campo en el continente que no cuente con alguna iniciativa en pos de la autonomía, la autogestión y la rebeldía, aunque muchas se encuentren aún en pañales, lo que es lo de menos, lo importante es que están ahí, y vienen.

Por si fuera poco, en estos días se realizan diversos encuentros de autonomías en el cono sur del continente, en especial en Brasil, Bolivia, el encuentro internacional de Roca Negra, Argentina, y las Jornadas del Viento y la Palabra en Chile.

No, señores reformistas ni señores capitalistas, esta nueva batalla no la van a ganar para volver a las andadas. Los pueblos han aprendido, por fin, a desarrollar sus propios caminos de emancipación.

El año 2003 no ha sido tan malo como lo pintan.
Y este año 2004 viene realmente con grandes auspicios.

Profesor J