La Naturaleza reta a la democracia

Estas consultas, como una parte m?s de largas y complejas resistencias y construcciones de alternativas, denotan -sin rodeos- el gran potencial de una democracia vivida, practicada y conquistada desde abajo, desde las comunidades.



La Naturaleza reta a la Democracia
Ecos de la consulta de Kimsacocha

Por Alberto Acosta (1)

?Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligaci?n de sobrevivir no es solo para nosotros mismos sino tambi?n para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos?
Carl Sagan

Dedicado a quienes luchan y defienden el agua, los p?ramos y la vida

La resistencia contra la destrucci?n de la Naturaleza se multiplica. Hay acciones que ganan fama en poco tiempo. La Skolstrejk for Klimatet, la huelga escolar por el clima, es claro ejemplo. Greta Thunberg, una joven de 16 a?os, m?s bien t?mida, sacudi? su entorno, su pa?s y el mundo con una protesta iniciada desde su escuela que en pocos meses devino en s?mbolo del movimiento de lucha contra el cambio clim?tico que llen? plazas en una huelga mundial sin precedentes el 15 de marzo. Como ese, hay muchos otros procesos, que suman d?cadas de resistencias, represiones y de construcci?n de alternativas, no siempre conocidos internacionalmente.

De esos procesos cabe recuperar aquellas movilizaciones enfocadas en realizar consultas populares como parte de complejas resistencias. Varias comunidades campesinas e ind?genas se han aliado con organizaciones de la sociedad civil para emprender luchas jur?dicas que consoliden la participaci?n ciudadana, la autonom?a territorial y para presionar a que el Estado cumpla su deber de asegurar un ambiente sano. Con un transitar dif?cil y hasta sinuoso, acogi?ndose en ocasiones a algunos resquicios legales o incluso a irrespetados derechos constitucionales, estas comunidades han avanzado con constancia y valent?a hasta cristalizar dichos procesos electorales.

El 23 de marzo de 2003, en Esquel, Argentina, se dio un plebiscito para aceptar o rechazar las actividades mineras en la zona, aunque con car?cter no vinculante. El 82% de votantes se opuso a la megaminer?a de oro, permitiendo declarar a Esquel como ?municipio no t?xico y ambientalmente sustentable?. Tal ?xito hizo que su influencia se extendiera a otras regiones de ese pa?s y, poco a poco, superara sus fronteras.

La democratizaci?n ambiental en Colombia

En Colombia, pa?s de gobiernos neoliberales e hiperextractivistas, ya son decenas las consultas realizadas o propuestas. La lucha por defender con participaci?n democr?tica el ambiente y los territorios se intensific? en 2013 -como parte de un proceso de democratizaci?n ambiental, tal como lo analizamos con Cecilia Roa Garc?a y Tatiana Roa Avenda?o? con las consultas populares en los municipios de Piedras y Tauramena, con resultados abrumadores en contra de los proyectos extractivos. El 28 de julio de 2013, en el peque?o y casi perdido municipio de Piedras en el Tolima -de econom?a agr?cola y ganadera? se hizo la primera consulta popular vinculante en contra el distrito minero La Colosa, previsto a ser una de las m?s grandes minas a cielo abierto del planeta. Tal mina ser?a operada por AngloGold Ashanti (AGA), la tercera mayor extractora y procesadora de oro del mundo. La alianza entre los campesinos, grandes productores de arroz y entidades municipales, junto con el apoyo de varios comit?s ambientales, estudiantes y asesores legales activaron la consulta popular, ampliamente ganada por los partidarios de la vida.

Cinco meses y medio despu?s, el 15 de diciembre de 2013 en el municipio de Tauramena, Casanare, una segunda consulta popular se hizo en respuesta a los planes de la compa??a colombiana Ecopetrol para ejecutar la exploraci?n s?smica. La comunidad estaba preocupada por los posibles efectos de esa exploraci?n sobre las fuentes de agua, tal como hab?a acontecido en otra regi?n cercana.

Estos dos movimientos sociales se ganaron fuertes reacciones del Gobierno, el cual, luego de la consulta en Piedras, intent? varias estrategias para prevenir la consulta en Tauramena, incluyendo amenazas de judicializaci?n a los alcaldes por sobrepasar los l?mites de su competencia. Despu?s de que ?sta se realiz?, las consultas de Monterrey, Pueblorrico, Ibagu?, Cajamarca y Pijao han debido sortear una larga serie de obst?culos que bloquearon a algunas y mantienen otras en vilo.

Consultas populares en el pa?s de los Derechos de la Naturaleza

En Ecuador, este domingo 24 de marzo, se celebraron elecciones para prefectos provinciales, alcaldes y otras dignidades locales. Son elecciones importantes, cuyos resultados influir?n en la vida pol?tica del pa?s. Pero ese mismo d?a se realiz? una consulta popular crucial para el futuro y la esperanza de las pr?ximas generaciones, y en l?nea con los procesos antes mencionados. As?, en el peque?o cant?n de Gir?n, en la provincia del Azuay, de dio una consulta popular vinculante que decidi? sobre la miner?a: la primera consulta de ese tipo en Ecuador. La consulta se alcanz? luego de largas resistencias y luchas, particularmente de la Federaci?n de Organizaci?n Ind?genas y Campesinas del Azuay (FOA) y de la Uni?n de Sistemas Comunitarios de Agua de Gir?n, que contaron con el respaldo de varios conglomerados ciudadanos, entre los que se destaca el Colectivo Yasunidos de Guapondelig (Cuenca).

Es indispensable relievar que las comunidades campesinas de esa zona est?n peleando por el agua y sus p?ramos en Kimsacocha por casi 30 a?os, anhelando sostener su agricultura y ganader?a; una lucha que cuenta en su vanguardia, como sucede en casi todas las luchas de resistencia a los extractivismos, a las mujeres ind?genas y campesinas. En esa resistencia, enfrentaron al mayor promotor de la megaminer?a y de sus empresas transnacionales en la historia de este pa?s: el presidente ?progresista? Rafael Correa quien, violando el Mandato Minero, expedido por la Asamblea Constituyente el 18 de abril del 2008, abri? la puerta al fest?n minero del siglo XXI, como se lee en el art?culo elaborado con Francisco Hurtado Caicedo.

Tal enfrentamiento, visto en especial desde 2011, ha llevado a que las comunidades luchen contra el poder de grandes mineras y del Estado, dispuestos a bloquear la consulta como sea. Incluso, en la recta final tanto el capital (representado en la empresa INV Metals) como el Estado (representado en el Ministerio de Recursos no Renovables) interpusieron m?ltiples impugnaciones a la autoridad electoral para frenar el avance de la consulta. Y por si eso no bastara, emergi? una agrupaci?n que intent? posicionar una pregunta paralela que buscaba dorar la p?ldora megaminera alegando que se consulte si la poblaci?n estar?a de acuerdo en que m?s de la mitad de las regal?as mineras se entreguen a la zona de influencia del proyecto (sin hacer menci?n alguna de todas las afectaciones que ?ste causar?a). A la final, ninguno de estos intentos prosper?.

Con estos antecedentes, la consulta de Gir?n, en la que las comunidades obtuvieron un contundente triunfo con un 87 por ciento de los votos, es determinante para proteger esa regi?n e impulsar procesos similares en la misma provincia del Azuay e inclusive en otras zonas del Ecuador. Asimismo, la consulta de Gir?n significa un importante paso hacia formas de participaci?n democr?tica que rebasen el cortoplacismo y la transitoriedad de la administraci?n p?blica, pues la consulta en el fondo represent? un acto de defensa del estilo de vida de las comunidades campesinas e ind?genas ante las arremetidas del Estado y del capital. Y de esta manera se profundiza la Democracia, que, en palabras de Cornelius Castoradis, ?es el poder de decidir por s? mismo sobre cuestiones esenciales y hacerlo con conocimiento de causa?, tal como sucedi? en el cant?n Gir?n.

Esto ser? a?n m?s potente luego de la espectacular victoria de Yaku P?rez, como prefecto de la provincia del Azuay, quien es uno de los mayores luchadores por el agua y los p?ramos andinos; personaje que, por cierto, fue perseguido, vejado e incluso encarcelado en el corre?smo. Asimismo, a los resultados en las urnas logrados este 24 de marzo, se suman las exitosas acciones logradas por otras comunidades para frenar judicialmente la megaminer?a, como R?o Blanco y Sinangoe, por ejemplo. No hay duda que esta es la oportunidad para detener la intr?nseca violencia megaminera, que solo es posible atropellando derechos de las comunidades y Derechos de la Naturaleza (como muestran los casos de violaciones en Nankintz, Tundayme e Intag durante el gobierno de Correa, que no han cesado en el morenismo).

La conclusi?n es contundente. Las organizaciones comunitarias, embarcadas en estos intr?ngulis de la justicia -casi siempre manipulada o controlada por intereses de grandes mineras en contubernio con los gobiernos- est?n obligadas a rondar los tribunales administrativos buscando la constitucionalidad y legalidad de las preguntas y de las consultas en s? mismas. Igualmente, se enfrentan a intentos de consultas paralelas que buscan legitimar de forma enga?osa la megaminer?a. Sin embargo, la cuesti?n supera el ?mbito t?cnico-jur?dico como se ha visto en Gir?n.

Sin negar los contenidos hist?ricos, pol?ticos, sociales y ambientales propios de cada lucha, lo que se juega es la Naturaleza, las comunidades, la democracia y la vida. Como anota el soci?logo Juan Cuvi, refiri?ndose a Kimsacocha, se trata de hechos pol?ticos que sintetizan el derecho de una comunidad a decidir sobre su territorio y su proyecto de vida en com?n. Resume la lucha de pueblos que han resistido por siglos a las pretensiones productivistas y a las l?gicas de acumulaci?n capitalista. Devela la incompatibilidad entre dos formas de relacionarse con el mundo: priorizar la Naturaleza y la vida o la acumulaci?n de capital, el poder y la muerte; la particularidad local o la uniformidad globalizadora; la paz de la ruralidad o el v?rtigo capitalista posmoderno. Es la lucha entre la visi?n de mundo de los colonizados y de los colonizadores. Y siendo tambi?n un hecho econ?mico, enfrenta el mito de sostener la modernidad con m?s extractivismos (en Ecuador, un pa?s inmerso en lo que he definido como ?la maldici?n de la abundancia? ? el petr?leo no abri? la puerta al ansiado desarrollo, como tampoco lo har? la miner?a, tal como lo mostramos con John Cajas-Guijarro).

As?, en cada consulta popular se juega much?simo m?s que meras controversias jur?dicas. Estas consultas, como una parte m?s de largas y complejas resistencias y construcciones de alternativas, denotan -sin rodeos- el gran potencial de una democracia vivida, practicada y conquistada desde abajo, desde las comunidades, para desde all? extenderse a otros ?mbitos gubernamentales. Una democracia donde el mayor poder ya no sea el capital, sino la vida misma.

Ese es el gran mensaje de esta jornada hist?rica por el Kimsacocha; mensaje que nos recuerda que nuestra mayor lealtad no es para con nosotros mismos solamente sino para con la vida y con nuestro planeta.-

Notas:

Economista ecuatoriano. Profesor universitario. Ex-ministro de Energ?a y Minas. Ex-presidente de la Asamblea Constituyente. Ex-Candidato a la Presidencia de la Rep?blica.