Argentina: las tres heridass

La guerra de Malvinas es una cuesti?n capital para la Argentina pos dictadura, un acto de clausura y de nacimiento, una herida que todav?a sangra.



04/04/2019 :: ARGENTINA
Las tres heridas
x Maristella Svampa
La guerra de Malvinas es una cuesti?n capital para la Argentina pos dictadura, un acto de clausura y de nacimiento, una herida que todav?a sangra

Pero que se disputa en las memorias y debates que construyen su cicatriz. Desde Contrahegemon?aWeb reproducimos algunas notas que, m?s all? de su fecha de publicaci?n, nos ayudan a pensar la cuesti?n Malvinas desde sus m?ltiples aristas: los ?h?roes? o ?v?ctimas? que dejaron sus vidas antes, durante y despu?s de la guerra, el impacto de la derrota en el gobierno dictatorial en conjunci?n con la lucha de los trabajadores y trabajadoras que apenas tres d?as antes poblaron las calles y lo siguieron haciendo despu?s, el imperialismo y el colonialismo como otra una herida todav?a abierta, el nacionalismo como arma y sentir de m?ltiples filos y consecuencias, el rol y las lecturas de la izquierda ante la guerra, el neoliberalismo, la democracia, el genocidio?

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Las tres heridas

Para los argentinos, Malvinas alberga una serie de cuestiones ambivalentes y espinosas sobre las cuales resulta dif?cil dar con el punto justo, lograr cierta ecuanimidad o juicio desapasionado, si acaso existiera tal posibilidad. A 30 a?os de aquella incre?ble guerra, tal dificultad reside en las tres heridas que la cuesti?n ?Malvinas? pone de manifiesto.

En primer lugar, es indudable que Malvinas ha sido y contin?a siendo un hecho colonial, lo cual cobra mayor actualidad en el contexto geopol?tico presente. Por el momento, podr?a decirse que constituye un resabio del colonialismo t?pico de los siglos xix y xx, ligado al control de los oc?anos por parte de una de las potencias todav?a m?s poderosas del globo, si bien todo indica que falta muy poco tiempo para que adopte la forma del colonialismo t?pico del siglo xxi, vinculado a la expropiaci?n de los recursos naturales. Las notorias riquezas petroleras y gas?feras descubiertas hace cuatro d?cadas, su escasez cada vez mayor en el marco de la actual crisis energ?tica y el evidente proceso de militarizaci?n que vive la regi?n malvinense hablan a las claras de una avanzada neocolonial, cuyo car?cter parece ya irrevocable, m?s all? de los ensayos regionales que hoy puedan perge?arse en torno de Malvinas, entendida como ?causa latinoamericana?.

En segundo lugar, Malvinas es un tema ambivalente porque alude a la herida nacionalista. Y en ese sentido, sintetiza lo peor de tal sentimiento. ?C?mo olvidar acaso que el 2 de abril de 1982, esto es, tres d?as despu?s de una multitudinaria marcha de la Confederaci?n General del Trabajo (cgt) que culmin? en una violenta represi?n, con numerosos heridos y cerca de 2 mil detenidos, la Plaza de Mayo fue colmada nuevamente por una multitud que celebr? euf?rica la recuperaci?n de las islas Malvinas? ?C?mo olvidar que sucedi? entonces lo inimaginable, lo inesperado; aquella imagen del general Galtieri, que a la manera de Per?n saludar?a con los brazos abiertos desde los hist?ricos balcones de la Casa Rosada, y hablar?a a la multitud enfervorizada, con un discurso que evocaba aquella hist?rica frase: ?El pueblo quiere saber de qu? se trata??

?Cu?ntos argentinos privados de sus derechos civiles y pol?ticos confluyeron en ese inesperado sentimiento de uni?n nacional, minimizando el alcance pol?tico y militar que pod?a llegar a tener el brusco pasaje de la doctrina del enemigo interno al enemigo externo? ?Cu?ntos de ellos en ese momento se preocuparon por separar lo que la toma de Malvinas significaba en t?rminos simb?licos, con la inequ?voca significaci?n pol?tica que esto ten?a para una dictadura militar en franca decadencia? ?Cu?nto de continuidad hab?a con aquel sentimiento nacionalista que hab?a salido a la superficie, hiperb?lico e intolerante, durante el Mundial de F?tbol de 1978, mientras una ignorada comisi?n internacional de derechos humanos visitaba el pa?s y los veh?culos argentinos ofrec?an una calcoman?a oficial que dec?a ?los argentinos somos derechos y humanos???

QU? NACIONALISMO. La gran pregunta que qued? instalada, luego de la guerra perdida, tiene que ver con el tipo de nacionalismo que es posible engendrar, a partir de la manipulaci?n de un profundo sentimiento colectivo, que ha sido tenaz y acr?ticamente inculcado desde temprana edad en todas las escuelas del pa?s, desde la Quiaca hasta Tierra del Fuego. En todo caso, a muchos argentinos nos costar?a largos a?os disociar aquel patrioterismo f?cilmente manipulable de otro nacionalismo posible, cr?tico y reflexivo, que pueda pensarse como contracara del hecho colonial.

Por ?ltimo, todav?a resulta arduo y espinoso hablar de Malvinas porque hubo j?venes que hace 30 a?os fueron obligados a marchar hacia aquellas g?lidas islas, muchos de los cuales no regresaron y otros quedaron con fuertes secuelas y/o traumas psicol?gicos. Como suele suceder a lo largo de la historia, la guerra parti? sus vidas en dos y los sobrevivientes ya nunca volvieron a ser los mismos. A esto se suma que la guerra mostr? una nueva faz nefasta de la dictadura militar, cuyos oficiales no vacilaron en reproducir sobre los cuerpos semicongelados de los j?venes soldados, aquellas metodolog?as represivas destinadas a eliminar al ?enemigo interno?. Como afirma Federico Lorenz, ?antes del combate final, muchos soldados descubrieron que sus principales enemigos eran sus propios oficiales?.

Pero Malvinas es, tambi?n, una herida generacional, que durante mucho tiempo fue deso?da e invisibilizada, marcada por la indiferencia y la negaci?n de parte de una sociedad que prefer?a olvidar la guerra perdida, luego de tanta euforia nacionalista, y un Estado que propon?a ignorar los reclamos de los ex combatientes. Todo ese desprecio potenci? los sufrimientos ps?quicos y sociales, visible en la escalada de suicidios entre los sobrevivientes, m?s all? de que ?stos obtuvieran posteriormente el reconocimiento del Estado a trav?s de diferentes pensiones o subsidios. Para tener una real dimensi?n del hecho basta se?alar que, en 2011, uno de los referentes de los ex combatientes afirmaba que ?seg?n datos de los centros de veteranos, la cantidad de ex soldados que se quitaron la vida despu?s de la guerra es superior a la cifra de 649 bajas que se registraron en el Ej?rcito argentino durante el combate de 1982?.

Malvinas fue configurando a los j?venes, todav?a en el marco del terrorismo de Estado, como ?poblaci?n sobrante? o ?cuerpos sacrificables?; una tendencia que ir?a confirm?ndose a trav?s de diferentes situaciones y hechos luctuosos, bajo los a?os en democracia. As?, volver sobre Malvinas, a 30 a?os de la guerra, implica revisar cr?tica y reflexivamente, sin manipulaciones ni imposturas pol?ticas estas tres heridas, que lejos est?n de haber sido cerradas: la cuesti?n neocolonial, la exacerbaci?n nacionalista y la falta de cuidado por la vida de nuestros j?venes.

Brecha

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