Nicaragua: Anotaciones sobre la cuenta regresiva

?ndice
INICIO
1. ?VOLVER AL 18 DE ABRIL?
2. OTRA VEZ, AL BORDE DEL ABISMO
3. ELECCIONES ANTICIPADAS Y SUCESI?N EN EL FSLN
4. EL ERROR DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
5. LAS BASES DE LA DEMOCRACIA DESPU?S DE ORTEGA



Nicaragua: anotaciones sobre la cuenta regresiva

https://ciperchile.cl/2019/04/04/nicaragua-anotaciones-sobre-la-cuenta-regresiva/
04.04.2019
Por Carlos F. Chamorro, director de Confidencial

?ndice
INICIO
1. ?VOLVER AL 18 DE ABRIL?
2. OTRA VEZ, AL BORDE DEL ABISMO
3. ELECCIONES ANTICIPADAS Y SUCESI?N EN EL FSLN
4. EL ERROR DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
5. LAS BASES DE LA DEMOCRACIA DESPU?S DE ORTEGA

1. ?Volver al 18 de abril?
Con los acuerdos alcanzados entre la Alianza C?vica y la dictadura Ortega Murillo el viernes pasado, sobre las promesas de liberaci?n de los presos pol?ticos y la restituci?n de las libertades, en el mejor de los casos el pa?s podr?a haber regresado al statu quo del 18 de abril de 2018, sin presos pol?ticos y bajo un r?gimen autoritario que nunca ha respetado la Constituci?n. Sin embargo, Ortega ni siquiera pudo cumplir ese requisito que le dar?a credibilidad para avanzar en los aspectos sustantivos del acuerdo. Veinticuatro horas despu?s, desat? la represi?n policial y paramilitar contra una protesta c?vica en un centro comercial y proclam?, a trav?s de sus portavoces, que no aceptar? la presencia de la CIDH y la ONU como garantes internacionales de los acuerdos. As? dinamit? las posibilidades de ?xito de unas negociaciones ?en fr?o?, cuyo objetivo final nunca fueron los presos y las libertades, sino la justicia sin impunidad y las reformas electorales, para convocar a elecciones anticipadas en el plazo m?s corto posible.

La posici?n gubernamental expresada por el canciller Denis Moncada ha dejado claro que los perpetradores de las masacres se reh?san a someterse a una investigaci?n independiente para que se haga justicia y, adem?s, rechazan la demanda de anticipo de elecciones, que Ortega ya hab?a pactado antes con el Gobierno de los Estados Unidos.

2. Otra vez, al borde del abismo
Igual que en los meses de mayo y junio del a?o pasado, durante el primer di?logo nacional, el pa?s se encuentra al borde del abismo porque Ortega y Murillo se niegan a reconocer su responsabilidad en la crisis nacional, y rechazan una salida pol?tica para dejar el poder por la v?a electoral. La diferencia radica en que ahora los l?deres de las protestas est?n en la c?rcel y en el exilio, y hay muchos m?s muertos producto de la represi?n, lo que hace ineludible la demanda de justicia a la par del reclamo democr?tico. Pero tambi?n en estos nueve meses el r?gimen ha perdido toda su legitimidad pol?tica, ante el pueblo, los grandes empresarios, y la comunidad internacional.

Al negarse por segunda vez, en este nuevo di?logo, a permitir justicia sin impunidad y elecciones anticipadas, Ortega est? a punto de provocar una mayor condena y sanciones internacionales, que pueden acelerar el colapso de la econom?a y de su Gobierno, lo que a final de cuentas impondr? una nueva din?mica pol?tica y social en la que ni ?l ni nadie podr?n controlar los t?rminos de su salida del poder.

3. Elecciones anticipadas y sucesi?n en el FSLN
La exigencia de elecciones anticipadas, en cambio, no solo es legal y constitucional, sino que representa la ?nica posibilidad de una salida pol?tica ordenada. Recortar el per?odo presidencial de la dictadura es condici?n sine qua non para que el pa?s avance, porque Ortega y Murillo ya no pueden seguir gobernando, ni negociando, despu?s de la matanza. Desde junio del a?o pasado, Ortega dej? de ser el presidente del pa?s, para convertirse ?nicamente en el jefe supremo de la Polic?a y los paramilitares. Dej? de ser el interlocutor del electorado sandinista con la naci?n, el sector privado, y la comunidad internacional, para quedar reducido a un administrador de los intereses de una c?pula familiar, econ?mica y pol?tica, que a su vez est? subordinada al mandato de Cuba y Venezuela.

La convocatoria a elecciones anticipadas representa el fin del proyecto de una dictadura din?stica, y a la vez plantea una oportunidad al Frente Sandinista, a los trabajadores del Estado, al Ej?rcito de Nicaragua y a la burocracia gubernamental, para que comiencen a ser parte de una soluci?n nacional, sin Ortega y Murillo.

Durante sus casi cuatro d?cadas al frente del FSLN, Ortega nunca concibi? un relevo pol?tico, o una sucesi?n fuera del control de su propia familia, y al final de una larga pugna interna por el poder, acept? en 2016 que su esposa Rosario Murillo se colocara como vicepresidenta en la l?nea de sucesi?n. Como corresponsable de la crisis nacional, Murillo ahora tambi?n est? inhabilitada para ser candidata y, por lo tanto, ser?a la principal perdedora del adelanto de las elecciones presidenciales. Su oposici?n cerrada a las elecciones anticipadas resulta por tanto predecible, pero el pa?s no puede seguir pagando los platos rotos de que se prolongue el desgobierno pol?tico y econ?mico.

4. El error de la comunidad internacional
Para la dictadura, el cumplimiento de los acuerdos de la negociaci?n no es un asunto de voluntad pol?tica o buena voluntad, sino de correlaci?n de fuerzas. Ortega nunca aceptar? ceder el poder ?por las buenas?, si no es sometido a una situaci?n de m?xima presi?n.

En el balance preliminar, Ortega logr? su objetivo estrat?gico de dialogar teniendo a los presos como rehenes y al pueblo sin poder manifestarse, bajo el control del Estado polic?aco. A pesar de esta abismal desigualdad de condiciones pol?ticas, el di?logo gener? una expectativa que oxigen? al r?gimen a nivel internacional, mientras en Venezuela Nicol?s Maduro lograba sofocar el desaf?o de Juan Guaid? con el control pol?tico de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. La comunidad internacional ?la OEA, la Uni?n Europea, y la ONU? cometi? un error de apreciaci?n pol?tica al adoptar la estrategia de ?esperar y ver? los resultados del di?logo, mientras Ortega gan? tiempo y estir? los plazos sin llegar a ning?n resultado, pretendiendo imponer un ?mal arreglo?.

En consecuencia, el resultado de este di?logo que de ahora en adelante solo puede ser ?en caliente?, demanda m?xima presi?n de la comunidad internacional, mientras el movimiento autoconvocado exige adelantar las elecciones, sin represi?n ni presos pol?ticos, con justicia y sin impunidad. Ese es el ?nico acuerdo que puede surgir de las negociaciones el tres de abril, de lo contrario, a la Alianza C?vica no le quedar? otra opci?n que levantarse de la mesa para ejercer m?s presi?n, o darlas por terminadas.

Entonces quedar? despejado el camino para una salida, sin Ortega y Murillo, con la presi?n c?vica del pueblo en las calles liderado por los presos pol?ticos, y con m?xima presi?n diplom?tica internacional.

5. Las bases de la democracia despu?s de Ortega
Las bases de la construcci?n democr?tica en Nicaragua despu?s de Ortega, dependen de los alcances y el resultado pol?tico de la negociaci?n entre la Alianza C?vica y la dictadura.

Un ?mal arreglo?, que no resuelva el problema de la justicia y la impunidad, nacido de una negociaci?n ?en fr?o? sin aplicar el m?ximo de presi?n nacional e internacional, puede tener un efecto divisivo en la futura alianza pol?tica opositora que concurrir? a las elecciones anticipadas. Si la coalici?n azul y blanco no se une o se divide, aun perdiendo el Poder Ejecutivo, el orteguismo tendr?a la ventaja de preservar cuotas de poder que hagan el pa?s ingobernable.

Un acuerdo nacional que siente las bases de la justicia sin impunidad y el desmantelamiento de las estructuras represivas, crear?a mejores condiciones pol?ticas para que la coalici?n opositora obtenga un mandato pol?tico mayoritario inequ?voco, otorg?ndole plena legitimidad para refundar la democracia a partir de una reforma total de la Constituci?n, y convocar a un programa de asistencia internacional extraordinaria. La Nicaragua pos Ortega requerir?, durante muchos a?os, asistencia externa para crear una nueva entidad supranacional de apoyo a la reforma del Estado ?empezando por la Polic?a, Fiscal?a, Poder Judicial, Poder Electoral, y la Contralor?a? para atacar fondo los problemas estructurales de corrupci?n, impartici?n de justicia, impunidad, y falta de rendici?n de cuentas.

Mientras tanto, ya est? corriendo la cuenta regresiva para la salida de Ortega y Murillo del poder.