La rebeli?n antisistema de los chalecos amarillos

Lo que se parece a una insurrecci?n fiscal antiliberal se impuso como la expresi?n del hartazgo de las mayor?as frente a la disminuci?n de los ingresos de las capas medias y de la angustiante cuesti?n del desempleo, ya que hoy m?s de 6 millones de personas est?n inscriptas en la oficina del empleo en Francia.
Los chalecos amarillos aparecen as? como la punta de lanza de la rebeli?n antisistema que enfrenta el relato dominante ,donde el neoliberalismo es definido como el ?nico modelo que se impone como un imperativo econ?mico.



Chalecos Amarillos contra el neoliberalismo fiscal
Rebeli?n antisistema
La protesta social que recorre Francia es la expresi?n del hartazgo de las mayor?as frente a la disminuci?n de los ingresos de las capas medias y de la angustiante cuesti?n del desempleo.

Bruno Susani
P?gina12
07 de abril de 2019

Los ?chalecos amarillos? constituyen un movimiento social original e in?dito que ya entr? en su sexto mes de manifestaciones y cortes de rutas. Comenzado en noviembre 2018, el presidente Emmanuel Macron pensaba que el fr?o invierno franc?s lo sosegar?a. Pero la llegada de la primavera, un debate nacional inconsistente, las elecciones europeas de mayo pr?ximo, adem?s de la nueva recesi?n econ?mica en Europa provocada por la pol?tica econ?mica neoliberal, est?n hundiendo las ilusiones del desgaste al que apostaba el gobierno.

Los medios de comunicaci?n dominantes trataron de desacreditar los chalecos amarillos como la oposici?n de los perdedores de la mundializaci?n. Estos rechazan el incremento de una tasa parafiscal petrolera para que los m?s pobres financien la transici?n ecol?gica. Pero el movimiento ha creado una din?mica antisistema que reclama un cambio profundo en la fiscalidad en Francia, muy injusta porque es muy favorable a los ricos.

Los neoliberales, como lo muestra la pol?tica fiscal de Mauricio Macri o Donald Trump, han decidido utilizar al Estado para alterar por esa v?a la distribuci?n del ingreso en favor de los sectores m?s acaudalados, orientaci?n tambi?n elegida por Macron para llevar adelante su pol?tica de enriquecer aun m?s a los m?s pudientes. El m?todo es banal: incrementar los grav?menes indirectos, como las tasas parafiscales, y disminuir los impuestos directos a los m?s ricos. Pero esto tiene una contrapartida recesiva, ya que disminuye el poder de compra de las mayor?as, deprime la demanda e incrementa el desempleo.

Macron impuso la eliminaci?n del impuesto a las grandes fortunas, instaurado por el presidente Fran?ois Mitterrand, disminuy? la tasa del impuesto a las ganancias de las empresas, baj? el impuesto al ingreso de los m?s ricos, impuso una fuerte disminuci?n del impuesto a los beneficios distribuidos a los accionistas de las empresas, as? como la disminuci?n de los impuestos a las ganancias especulativas, la llamada flat tax en la jerga macroniana, retomando el nombre de la tasa ABL que Margaret Thatcher hab?a tratado de aplicar en Inglaterra a fines del siglo pasado.

El colmo del cinismo de esta pol?tica fiscal fue alcanzado por el ministro de Econom?a, Bruno Lemaire, un tr?nsfuga del partido neogaullista de Sarkozy, que burl?ndose propuso ?disminuir los impuestos?.

La elites, intelectuales y medios de comunicaci?n masiva, con el montaje de im?genes apocal?pticas, fracasaron en el intento de denigrar el movimiento social chaleco amarillo. Uno de sus miembros, respondiendo a un deambulador de los pasillos de los canales de televisi?n, ?ustedes est?n preocupados por el cambio clim?tico y por el fin del mundo, nosotros por llegar a comer al fin de mes?.

La persistencia del desempleo y del subempleo es una preocupaci?n de numerosos franceses as? como en el resto de Europa, lo que explica el apoyo del que gozan los chalecos amarillos.

Al comienzo las reivindicaciones impositivas de los piqueteros franceses fueron tratadas despectivamente por las elites francesas y parisinas que las caracterizaron como una expresi?n del ?populismo? opuesto a la transici?n ecol?gica. La arrogancia fue transform?ndose en preocupaci?n a medida que las medidas econ?micas neoliberales de Macron fracasaban. Lo que se parece a una insurrecci?n fiscal antiliberal se impuso como la expresi?n del hartazgo de las mayor?as frente a la disminuci?n de los ingresos de las capas medias y de la angustiante cuesti?n del desempleo, ya que hoy m?s de 6 millones de personas est?n inscriptas en la oficina del empleo en Francia.

Los chalecos amarillos aparecen as? como la punta de lanza de la rebeli?n antisistema que enfrenta el relato dominante ,donde el neoliberalismo es definido como el ?nico modelo que se impone como un imperativo econ?mico. Pero esta afirmaci?n, por sus fracasos y el incremento de la pobreza y de la pauperizaci?n de las capas medias, se estrella contra la realidad no s?lo en Francia sino tambi?n en la Argentina de Macri.

En los ?ltimos s?bados de movilizaci?n, el aparato propagand?stico del r?gimen macroniano ha mostrado su incapacidad para desacreditar los chalecos amarillos, y como en los reg?menes autoritarios debi? apelar a la prohibici?n de manifestar en ciertos sitios desbordado por la movilizaci?n.

El problema fiscal se ha transformado en un problema pol?tico. Al malestar de la restricci?n de las manifestaciones democr?ticas y a la fractura territorial de la Rep?blica Macron han agregado el concepto seg?n el cual existe un conflicto entre la justicia social y la transici?n ecol?gica, ya que esta ultima no puede ser financiada por los que menos ganan mientras los ricos viajan en jets privados.

* Doctor en Ciencias Econ?micas de la Universidad de Par?s y ex Conseiller Regional d?Ile de France, Regi?n Parisina, del Partido Socialista Franc?s. Autor de El Peronismo de Per?n a Kirchner. Editado en castellano por Ed. de la Universidad de Lan?s, Segunda Edici?n 2019.