El agua: un problema grave para la autonom?a de los de abajo.

Corresponde a los movimientos antisist?micos garantizar el derecho al agua, ante la colusi?n entre estados y empresas monop?licas para hacer del agua un gran negocio.



Ra?l Zibechi
15 abril 2019 0

Aguas y movimientos
Nadie se sorprender? si decimos que el agua est? siendo utilizada como arma de guerra contra los pueblos. El caso de la Franja de Gaza habla por s? solo. Sin embargo, no tenemos a?n idea de la magnitud del fen?meno, ya que acostumbramos a considerar que los casos m?s conocidos son m?s bien excepciones. Nada m?s equivocado.

Millones de personas carecen de agua en las grandes urbes de Am?rica Latina, en particular en Sao Paulo y Ciudad de M?xico. No hay cifras claras sobre los problemas de abastecimiento, pero se puede asegurar que cada vez m?s el agua est? contaminada, escasea y, en consecuencia, est? siendo militarizada por los estados. El cambio clim?tico y la creciente desigualdad juegan contra los sectores populares que son los m?s afectados por la crisis en el suministro de agua potable de calidad.

En El Salvador el 90 por ciento del agua est? contaminada, llena de qu?micos como el glifosato, como destaca un reciente estudio. En Uruguay, que era un pa?s con buena calidad de agua y de servicios en general, este verano las playas desbordaron de cianobacterias producto de la sobre utilizaci?n de glifosato en los cultivos de soja transg?nica. El resultado es que las familias de clase media pueden comprar filtros de carbono para purificar el agua (200 a 500 d?lares por unidad), mientras los sectores populares la consumen contaminada.

En Brasil la Agencia Nacional de Aguas acaba de publicar que en 15 a?os habr? 55 millones de habitantes de zonas urbanas con riesgo h?drico, lo que impone la realizaci?n de obras millonarias para las que no hay presupuesto. En 2016 hab?a 812 municipios (de los 5.000 que tiene el pa?s) que eran atendidos con camiones cisterna, siempre vigilados por militares ante el riesgo de asaltos. La agencia reconoce que aunque se realizaran todas las obras programadas, igualmente habr? millones de personas sin acceso al agua.

El primer punto a tener en cuenta, es que esta realidad indica que los estados ser?n incapaces de suministrar agua, un derecho humano b?sico. Adem?s, los estados est?n procediendo a privatizar el recurso.

El VII Encuentro Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia, realizado el 16, 17 y 18 de noviembre de 2018, denunci? ?la transformaci?n de las empresas p?blicas municipales en empresas privadas y mixtas por acciones, y la persistencia de hacerlo con nuestros acueductos comunitarios; la p?rdida de la autonom?a municipal y territorial de los gobiernos locales en el manejo de sus recursos para agua y saneamiento y el arrasamiento de las comunidades organizadas como entramados construidos solidariamente por las gentes?.

En Colombia existen 12.000 acueductos comunitarios que abastecen el 40% del agua en zonas rurales y el 20% en las ciudades, pero el gobierno derechista de Iv?n Duque se propone privatizarlos, en lo que consideran ?violencia institucional? (http://redacueductoscomunitarios.co). Mientras persista el modelo neoliberal el manejo comunitario del agua est? en peligro, tanto por los intentos de privatizaci?n como por el ataque frontal del Estado, los grupos paramilitares y el narcotr?fico al tejido comunitario que sostiene los acueductos.

La segunda cuesti?n, es que corresponde a los movimientos antisist?micos garantizar el derecho al agua, ante la colusi?n entre estados y empresas monop?licas para hacer del agua un gran negocio. La experiencia colombiana es importante pero no es la ?nica. La apuesta a las comunidades no es banal: se trata de redes de organizaciones de base, enraizadas en la vida cotidiana en los territorios de los pueblos originarios, negros, campesinos y periferias urbanas, los que van a hacer realidad el control popular del agua, desde la exploraci?n y el suministro hasta el saneamiento.

Incluso en las ciudades hay experiencias notables, como la de Cochabamba en Bolivia. En Ciudad de M?xico, una de las urbes m?s afectadas por la escasez del recurso, existe un pu?ado de movimientos que han sido capaces de resolver con su trabajo militante el acceso al agua. Destaco la Comunidad Habitacional Acapatzingo, en Iztapalapa (una de las zonas m?s afectadas por la escasez).

La comunidad de 600 familias ha sido capaz, en plena zona urbana, de combinar la recepci?n del agua entubada, con la recogida y almacenaje del agua de lluvia tratada con filtros, y la construcci?n de pozos. De ese modo es muy dif?cil que consigan estrangular al movimiento. Los ejemplos que nos dan algunos movimientos deben ser recogidos y analizados por las organizaciones populares, para intentar resolver El agu.