Nicaragua: Balance de un a?o de resistencia contra la dictadura de Ortega

La BBC entrevista a Carlos Fernando Chamorro, que fue militante sandinista y director del peri?dico oficial del FSLN y al secretario ejecutivo de la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrao.



Crisis en Nicaragua: “Ortega solo va a ceder con la presi?n nacional e internacional”

Hace exactamente un a?o, una peque?a protesta en Nicaragua hizo estallar una crisis sin precedentes que ha dejado al menos 325 muertos y centenares de prisioneros. Conversamos con el periodista nicarag?ense Carlos Fernando Chamorro y el secretario ejecutivo de la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrao, para hacer un balance.

BBC MUNDO
Viernes 19, Abril 2019

Nicaragua ya no genera titulares, pero que la situaci?n en el pa?s centroamericano est? lejos de haber regresado a la normalidad luego de la ola de protestas que estall? hace exactamente un a?o, lo demuestra el hecho de que su periodista m?s prestigioso ahora trata de explicarla desde el exilio.

Carlos Fernando Chamorro, ganador del prestigioso premio Maria Moors Cabot y del premio a la libertad de expresi?n en Iberoam?rica, se instal? en Costa Rica en enero luego de que las instalaciones de los medios que dirige fueran ocupadas por la polic?a nicarag?ense.

El gobierno del presidente Daniel Ortega ha acusado en numerosas ocasiones al comunicador de de ser un agente de Washington y de estar detr?s de lo que el mandatario ha denunciado como un intento de golpe de Estado organizado desde la capital estadounidense.

Pero Chamorro describe el estallido de abril de 2018 como el inicio de una rebeli?n c?vica espont?nea y explica su salida como una consecuencia del hostigamiento al que han sido sometidos todos los cr?ticos del gobierno, incluidas organizaciones de derechos humanos y prensa independiente.

La situaci?n -que ha dejado al menos 320 muertos, centenares de prisioneros, decenas de miles de exiliados y millonarias p?rdidas econ?micas en el segundo pa?s m?s pobre del continente americano- estall? despu?s de que el 18 de abril de 2018 un grupo de simpatizantes del gobierno atacaran una peque?a protesta de un grupo de pensionados.

Y un a?o despu?s, los esfuerzos por encontrar una salida a la crisis parecen estancados, con el gobierno insistiendo en que la demanda de un adelanto de elecciones -una de las exigencias claves de los manifestantes de abril, secundada por Chamorro- constituir?a un rompimiento inaceptable del orden constitucional nicarag?ense.

Para recordar c?mo se lleg? ah?, conocer su perspectiva sobre la situaci?n actual y analizar las perspectivas de salida de la crisis, BBC News Mundo convers? v?a telef?nica con el periodista, hijo de la expresidenta Violeta Chamorro, pero tambi?n exdirector del diario del FSLN de Ortega en la d?cada de 1980.

Tambi?n le pedimos su balance de la situaci?n al secretario ejecutivo de la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao.

Cuando se dio aquella peque?a protesta contra las reformas al sistema de pensiones, el 18 de abril de 2018, ?se imagin? Carlos Fernando Chamorro que un a?o despu?s iba a estar en el exilio en Costa Rica? ?Qu? pas? en Nicaragua para que eso ocurriera?

La rebeli?n ha sido un fen?meno absolutamente impredecible. Antes del 18 de abril (de 2018) sab?amos que el r?gimen de Ortega no era sostenible porque estaba fundado en pies de barro: en una excesiva centralizaci?n del poder, en una excesiva corrupci?n; y que una alianza como la que le sosten?a, con el gran capital, no era duradera sin instituciones democr?ticas y sin rendici?n de cuentas. Pero nadie pod?a predecir, ni imaginar el estallido social que se iba a producir.

Cuando se convoc? a esa protesta del 18 de abril enviamos un equipo a cubrirlas, pero supon?amos que iba a ocurrir lo mismo que pasaba siempre: que las fuerzas de choques llegaban, somet?an a los participantes en las protestas en el lapso de una hora y posteriormente se manten?a el control pol?tico y social del r?gimen sobre todos los espacios p?blicos.

Sin embargo todo cambi?, en parte por la resistencia de la gente en Le?n y Managua ese d?a, que gener? mucho repudio por la represi?n y el ataque de las fuerzas de choque del que fueron v?ctimas, la colusi?n y complicidad de la polic?a.

Eran hechos que hab?an ocurrido muchas veces antes. ?Por qu? esto desencaden? al d?a siguiente esta rebeli?n? Yo creo que est? directamente relacionado a la rebeli?n de los estudiantes universitarios. Los estudiantes universitarios, fundamentalmente los de las universidades p?blicas, explotaron en la noche del 18 de abril y a lo largo del d?a 19, 20, 21 y ese fue el motor principal de esta protesta.

Pero lo que la generaliza, lo que convierte esto en algo irreversible es la manera como el r?gimen reacciona, es el nivel de violencia estatal, policial y paramilitar que desplegaron.

El d?a 18 no hubo ni un muerto; hubo heridos, robos, agresiones. Pero el 19 ya hubo tres muertos y el 20 hab?a siete m?s. Y el 21 y 22 la cifra sobrepasaba ya los 25. Es decir, hubo un ba?o de sangre desde los primeros d?as, y eso fue lo que provoc? la crisis definitiva del r?gimen.

Ha utilizado la palabra rebeli?n varias veces. ?En qu? difiere eso de la caracterizaci?n de lo ocurrido como un “intento de golpe de Estado”, que es la versi?n del gobierno de Nicaragua?

El gobierno nunca habl? de intento de golpe de Estado en abril. Ese fue un relato que inaugur? Ortega el 19 de julio, varios meses despu?s, cuando hab?a plena evidencia para los nicarag?enses, para la prensa internacional y para las comisiones internacionales de Derechos Humanos que en Nicaragua lo que se hab?a desatado era una insurrecci?n c?vica, por ponerlo de alguna manera.

Fue una combinaci?n de muchas formas de protesta, no armadas -porque esto no estaba dirigido por un movimiento armado ni ten?a esa direcci?n- y con banderas pol?ticas que estaban enfocadas en el cese de la represi?n, en la renuncia de Ortega y Murillo, por su responsabilidad en estos cr?menes, y por otro lado en reformas pol?ticas para llamar a elecciones anticipadas.

Para Ortega y sus simpatizantes las protestas eran parte de un intento de golpe de Estado. Para Ortega y sus simpatizantes las protestas eran parte de un intento de golpe de Estado.Getty Images
El representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, el se?or Guillermo Fern?ndez, recuerdo que yo lo entrevist? y le hice la pregunta directa, y dijo: “Aqu? no hay ning?n indicio de que se haya producido algo parecido a un intento de golpe de estado lo que ha habido es un exceso de violencia estatal, policial y parapolicial”.

Y el mismo diagn?stico han dado tambi?n los informes de la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Grupo Internacional de Expertos Independientes.

Es decir, hay tres entidades de derechos humanos internacionales que corroboran que en Nicaragua lo que hubo fue un ba?o de sangre desatado por la represi?n estatal.

Nicaragua, sin embargo, en cierta forma dej? de contar muertos en julio, cuando la CIDH contabiliz? 325 muertos en el marco de las protestas. Y usted se fue del pa?s siete meses m?s tarde?

La represi?n ha tenido varias etapas, como la ha caracterizado muy bien la CIDH. Primero fue la matanza, el uso excesivo de la fuerza estatal, policial y paramilitar. Eso tiene su momento m?s intenso en el mes de julio con la “Operaci?n Limpieza” para desmantelar las barricadas y los tranques en los diferentes puntos del pa?s.

Posteriormente viene la operaci?n de detenci?n de los participantes en las protestas c?vicas, secuestros y capturas ilegales Llegaron a existir aproximadamente m?s de 700 presos pol?ticos en las c?rceles.

Y en el mes de septiembre se impone lo que la propia CIDH calific? como un estado de excepci?n de facto: la prohibici?n que establece el Estado de la libre movilizaci?n, la prohibici?n de las marchas c?vicas, y la conculcaci?n de derechos constitucionales sin imponer un estado de emergencia, sin hacerlo por la v?a del parlamento.

En el mes de diciembre se produce una escalada contra organizaciones no gubernamentales y medios de comunicaci?n, incluidos Confidencial y Esta Semana, los medios que yo dirijo.

No es que la agresi?n contra la prensa empez? en diciembre, fue una escalada. La represi?n contra la prensa empez? antes del 18 de abril y se intensific? el 18 de abril. La primera semana de las protestas se produjo el asesinato del periodista ?ngel Gahona, asaltos y agresiones contra reporteros y medios, el incendio de Radio Dar?o, la censura contra 100% Noticias, y eso vino escalando. Se contabilizan m?s de 700 agresiones contra la prensa.

Luego, la noche del 13 de diciembre, la redacci?n de Confidencial y Esta Semana es asaltada por la polic?a a medianoche. No hab?a ning?n reportero en ese momento, solo los guardias de seguridad, y se produce un asalto durante cuatro horas. La polic?a saque? nuestra redacci?n y al d?a siguiente regres? a ocuparla de manera definitiva.

Y al d?a de hoy “Confidencial” y “Esta Semana” contin?an ocupadas por elementos armados de la polic?a sin ninguna orden judicial y sin ninguna justificaci?n de tipo administrativo. Es un acto de confiscaci?n de facto.

Pero lo m?s grave, lo que provoca realmente mi decisi?n de salir al exilio para proteger mi libertad y mi integridad f?sica es lo que ocurre una semana despu?s en el asalto contra 10% Noticias, el canal de cable dirigido por Miguel Mora, que es asaltado por la polic?a a eso de las 9:00 pm, y son capturados Miguel Mora, Luc?a Pineda Ubau, jefa de prensa y periodista, y Ver?nica Ch?vez, esposa de Miguel y periodista.

El medio es sacado del aire y al d?a siguiente se les abre a ellos un proceso criminal. Son acusados de delitos totalmente fabricados e inexistentes, como incitaci?n al odio, conspiraci?n y terrorismo. Y hoy tienen m?s de 114 d?as de estar presos, sometidos a ese juicio pol?tico.

Paulo Abrao, CIDH: “En Nicaragua hay un estado de excepci?n de hecho”
Para el secretario ejecutivo de la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, en el marco de la crisis el gobierno de Nicaragua opt? por “cerrar todos los espacios democr?ticos, estableciendo en los hechos un estado de excepci?n donde el derecho a la protesta social no se puede ejercer”.

En entrevista con BBC Mundo, Abrao destac? como el Estado nicarag?ense se ha ocupado de impedir cualquier manifestaci?n p?blica de protesta, lo que parad?jicamente tambi?n ha resultado en que desde el 23 de septiembre del 2018 no se registran muertos en el marco de lo que ?l sigue considerando una de las crisis de derechos humanos “m?s graves en la regi?n en el ?ltimo tiempo”.

“Como las muertes han sido resultado de la represi?n de las manifestaciones callejeras, sin la posibilidad de la realizaci?n de protestas multitudinarias, no se registraron nuevas v?ctimas en el marco de la represi?n estatal”, explic? el secretario de la CIDH, que ha responsabilizado directamente al gobierno del presidente Ortega por el elevado n?mero de muertes antes de esa fecha.

Aunque, como destaca Abrao, desde mediados de marzo, cuando reinici? el di?logo “hay intentos de manifestaciones p?blicas de protesta en Managua y en las principales ciudades del pa?s”.

“Los manifestantes, en su creatividad, inventan nuevas formas de protesta, para evitar la represi?n policial y las detenciones, que se materializan en intervenciones callejeras expr?s o en apariciones breves en lugares privados”, explica.

Pero la CIDH ha seguido registrando detenciones arbitrarias y “otras formas de represi?n: asedio policial en los barrios, amenazas en redes sociales a disidentes y por medio de pintadas en las casas de personas asociadas a la oposici?n”.

“Claramente, estamos ante una etapa nueva en la que conviven los intentos de di?logo con la persistente violaci?n a los derechos humanos”, describe Abrao.

Y, sobre ese di?logo, advierte que ninguno de sus potenciales acuerdos “puede suponer impunidad para las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en el contexto de la crisis”.

“En el derecho internacional de los derechos humanos, el est?ndar es claro y supone verdad, justicia, reparaci?n y garant?as de no repetici?n”, recuerda el secretario de la CIDH, despu?s de lamentar el “incumplimiento generalizado” del Estado de Nicaragua a las recomendaciones de la organizaci?n que preside.

Yo conoc? en los d?as posteriores a la Navidad que hab?a ya una decisi?n pol?tica al m?s alto nivel de capturar a otros periodista y someterlos a procesos criminales similares, y que en esa lista estaba mi persona.

Y ten?a el dilema de esperar a ser capturado y que me fabricaran un juicio pol?tico penal, o ponerme en resguardo y preservar mi libertad. Y por eso sal? al exilio a Costa Rica para continuar desde aqu? haciendo periodismo en Nicaragua, desde Costa Rica.

Porque aclaro lo siguiente: la mayor?a de mi staff est? en Nicaragua, y ha seguido trabajando en Nicaragua bajo condiciones de persecuci?n, de amenazas, de intimidaci?n, pero nuestros medios nunca han salido del aire.

Es decir, si el objetivo de la dictadura era callarnos nunca lo lograron, porque hemos estado siempre en l?nea el sitio web de Confidencial, y el programa de TV lo hemos seguido produciendo y transmitiendo ahora a trav?s de las redes sociales, YouTube y Facebook, debido a la censura de facto que impusieron tambi?n contra Canal 12, el canal que transmit?a los programas de televisi?n Esta Noche y Esta Semana.

Las noticias que llegan afuera, sin embargo, hablan de un reinicio del di?logo, de la liberaci?n de presos pol?ticos, de un programa de repatriaci?n del gobierno de Nicaragua. Y el gobierno insiste que poco a poco las cosas han regresado a la normalidad. ?No ha mejorado la situaci?n?

La situaci?n no ha mejorado porque se mantiene el estado de sitio de facto. A lo largo de estos tres meses se han producido nuevas capturas, nuevos secuestros de personas que simplemente salen a los espacios p?blicos a ondear la bandera azul y blanco. Ese es el peor crimen. La dictadura ha criminalizado el uso del s?mbolo nacional como si esto fuese un delito.

Es cierto que Ortega acept? en el mes de febrero sentarse nuevamente a negociar con la Alianza C?vica y creo que fue el 20 de marzo que acord? con la Alianza C?vica y se comprometi? a liberar a todos los presos pol?ticos en un plazo de 90 d?as. Pero al d?a de hoy eso no ha ocurrido: se ha producido la excarcelaci?n, no liberaci?n, de unos 200 presos pol?ticos; quedan m?s de 300 o 400 en las c?rceles.

Y el compromiso no es excarcelarlos, el compromiso es liberarlos plenamente, lo que implica anular los juicios pol?ticos para que recuperen plenamente su libertad.

?Y por qu? tendr?a que esperar 90 d?as? No hay ning?n motivo, ninguna raz?n, simplemente es que, para Ortega, los presos pol?ticos desde el primer momento han sido rehenes pol?ticos.

Y son rehenes que ?l mantiene encarcelados como una moneda de cambio, como un mecanismo de ?ltimo recursos para ponerlo en la mesa de negociaci?n. ?A cambio de qu?? Pues posiblemente a cambio de la impunidad de los cr?menes que ha perpetrado la dictadura.

En estos momentos en Nicaragua no hay -excepto un guarda de seguridad que asesin? a una estudiante de medicina de nacionalidad brasile?a- ning?n perpetrador de cr?menes de la represi?n que haya sido investigado o que est? siendo procesado. Ning?n polic?a ha sido investigado o dado de baja por estos cr?menes, y tampoco ning?n paramilitar.

El tema de la impunidad es central para el futuro de Nicaragua, y lo que prevalece hoy en el pa?s es un estado de sitio de facto. Nicaragua es un pa?s que est? absolutamente dominado por la polic?a, en el que no se permite el ejercicio del derecho constitucional de reunirse, de marchar y protestar.

?Y hay soluci?n a la vista? ?Se puede confiar en el di?logo entre el gobierno y la denominada Alianza C?vica?

La ?nica salida a la crisis de Nicaragua pasa por una negociaci?n pol?tica. Pero en estos momentos Ortega no tiene voluntad pol?tica de ceder ni en las precondiciones de esa negociaci?n, que son la liberaci?n de todos los presos y, en segundo lugar, el restablecimiento de las libertades p?blicas.

No puede haber una negociaci?n pol?tica en igualdad de condiciones si el pueblo est? con censura, sin libertad de prensa y sin libertad de movilizaci?n. Por lo tanto yo creo que todav?a no hay condiciones para llegar a la negociaci?n de fondo sobre la reforma pol?tica y el adelanto de elecciones, y por el otro lado la investigaci?n de los cr?menes para que sean sometidos eventualmente a la justicia y no queden en la impunidad.

?C?mo se llega a ese punto? Yo creo que la ?nica manera de llegar a esa negociaci?n pol?tica es bajo condiciones de mayor presi?n nacional e internacional. Y una presi?n tambi?n de naturaleza econ?mica.

La econom?a nicarag?ense est? en proceso de recesi?n, que podr?a convertirse en depresi?n y llegar incluso al colapso de la econom?a. Hay una gran precariedad del sistema financiero: se ha perdido por lo menos un tercio de las reservas del Banco Central y hay una fuga permanente de dep?sitos del sistema bancario; los bancos han anunciado que no est?n en condiciones de financiar el pr?ximo ciclo agr?cola.

Pero hasta hoy Ortega sigue teniendo capacidad para mantener el control de las finanzas p?blicas y para pagar la planilla del estado, el subsidio del transporte p?blico y el subsidio de la energ?a, que en mi opini?n son tres variables claves.

La ?nica salida es a trav?s de una negociaci?n pol?tica porque esta no es una revoluci?n armada. El ?nico camino pasa por la negociaci?n. La pregunta es si la negociaci?n ser? con o sin Ortega. En estos momentos Ortega es un obst?culo para esa negociaci?n, porque no est? facilitando la reforma pol?tica para ir a elecciones adelantadas, y solamente llegaremos a ese momento cuando el r?gimen se sienta realmente al borde del abismo.

Hoy Ortega est? apostando a que ?l es parte de una alianza regional con Cuba y con Venezuela, y mientras (el presidente de Venezuela) Nicol?s Maduro mantenga una posici?n de fuerza frente a las demandas de cambio que est? enfrentando, yo tampoco veo a Ortega cediendo. Ortega solamente va a ceder cuando las condiciones de presi?n nacional e internacional lo pongan en una situaci?n extrema.

Y esa situaci?n extrema, me temo, es bastante incierta y peligrosa, porque podr?a desatar una nueva ola de represi?n. Aunque yo espero que en una circunstancia como esa el ej?rcito de Nicaragua pueda jugar un papel estabilizador, para que no se produzca otra matanza.

Esa situaci?n extrema, sin embargo, afectar?a tambi?n especialmente a los m?s pobres. ?Es ese un precio que vale la pena pagar?

Ya est? afectando a los m?s pobres. Hay 70.00, 80.000 refugiados y exiliados, la mayor parte de ellos en Costa Rica, y son en su mayor?a personas de escasos recursos. Y tambi?n hay una p?rdida de m?s de 340.000 empleos en Nicaragua. El punto es que no hay otra salida. El riesgo mayor que se corre en esta crisis es que por la desesperaci?n y la presi?n que hay en el pa?s se acepte un mal arreglo.

Cuando digo mal arreglo, me refiero a uno que le permita a Ortega preservar una alta cuota de poder a cambio de unas pocas concesiones. Hay premura y hay presi?n de los grandes capitales y los sectores empresariales para que se llegue a un acuerdo pol?tico para que la econom?a pueda respirar y se pueda recuperar. El problema es que un mal acuerdo pol?tico puede simplemente hacer que el pa?s sea ingobernable en el futuro.

Nicaragua necesita una salida pol?tica integral, y esa salida pol?tica pasa por una reforma electoral, por adelantar las elecciones, sentar las bases para la justicia, desmantelar las bandas paramilitares y reformar integralmente la Polic?a Nacional. De lo contrario no importa si ma?ana Ortega deja la presidencia de la Rep?blica y en una elecci?n anticipada una coalici?n nacional puede ganar la presidencia. Ese no es el objetivo de lo que empez? en abril del a?o pasado.

El objetivo de la revoluci?n de abril, de esta revoluci?n pac?fica, ha sido siempre la democratizaci?n y la justicia en Nicaragua. Y eso no ser?a posible nunca si el pa?s sigue siendo ingobernable bajo el control de Ortega y de sus fuerzas paramilitares y del control pol?tico y econ?mico que ?l mantiene en el pa?s.