La rebeli?n contra el r?gimen de Daniel Ortega que sacude a Nicaragua

“Tendremos cielo abierto. Cualquier d?a de estos suceder?, abriremos las oscuras nubes porque somos muchos somos muchos deseando, haciendo, y si la fe mueve monta?as la nuestra mover? cuanto sea necesario. Hay que creer, creer, que los pensamientos son m?s fuertes que las balas”.
- Gioconda Belli -



Un a?o de protestas populares y represi?n
La rebeli?n contra el r?gimen de Daniel Ortega que sacude a Nicaragua

M?s de 325 muertos y 2.000 heridos. Unos 700 presos y 60.000 exiliados en un pa?s de poco m?s de 6 millones de habitantes. Las brutales cifras de un a?o de represi?n del sandinismo en el poder.

Clar?n
22/04/2019 - 8:00
Gabriela Selser*

Managua. Patrullan la ciudad con fusiles de asalto A-47 y recorren los pasillos de los shopping, ahora vac?os de compradores. Alertas, como en campos de guerra, se desplazan con sus uniformes negros por avenidas y rotondas, donde hace apenas unos meses euf?ricos manifestantes se reun?an ondeando banderas de Nicaragua y gritando ?Que se vaya Daniel Ortega?.

?Me qued? sin estudiar, fuera de casa, mi familia se dividi?, mis amigos huyeron, mi hermano dej? de tocar el viol?n y mi vida se suspendi??, se lamenta Alejandra Centeno, que el a?o pasado estudiaba Ciencias Pol?ticas en la principal universidad p?blica de la que fue expulsada junto a cientos de j?venes m?s, acusados de ?comportamiento vand?lico?.

19 de abril de 2018. Alejandra y sus compa?eros de clase salieron a protestar en la zona de Metrocentro, un transitado sector de Managua donde confluyen varias universidades. Y all? fueron atacados con gases lacrim?genos y balas por la Polic?a. Si bien las protestas se iniciaron contra una reforma al seguro social, que afectaba a los abuelos de esos chicos con la reducci?n de sus pensiones, poco despu?s se extendieron a todo el pa?s ante la represi?n policial contra los manifestantes, que dej? 325 muertos y m?s de 2.000 heridos seg?n la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La CIDH document? los cr?menes y determin? que la mayor?a de las v?ctimas murieron por impactos de bala en la cabeza y el t?rax. Como resultado de la crisis, la misma comisi?n de la OEA cont? al menos 700 presos, la mayor?a a?n en las c?rceles, y m?s de 60.000 exiliados, en un pa?s de s?lo 6,3 millones de habitantes.

Entre las denuncias m?s dram?ticas est? la de los padres de ?lvaro Conrado, un estudiante de secundaria de 15 a?os, que muri? con un tiro en el cuello cuando llevaba agua a los j?venes atrincherados en la Universidad de Ingenier?a. Conrado falleci? desangrado porque, como a muchos otros que protestaban, se le neg? atenci?n de urgencia en un hospital p?blico.

?Antes de abril muchos pensaban que los j?venes ?ramos indiferentes, pero en varios espacios nos cuestion?bamos nuestro papel, nos pregunt?bamos qu? hacer?, dice en di?logo con Clar?n Madelaine Caracas, una estudiante de periodismo de apenas 20 a?os que particip? en las protestas, fue amenazada de muerte y ahora es activista de derechos humanos y vocera del movimiento universitario en el exilio.

Y es que detr?s de esos reclamos hab?a mucho m?s: ?Nos agobiaba el hecho de crecer en un pa?s donde vas a votar por primera vez y siempre queda el mismo presidente porque se roba los votos; donde ves violencia a diario y la corrupci?n permea cada entidad del Estado; donde no hay justicia para las mujeres abusadas y donde el Ej?rcito mata a los campesinos sin que la Polic?a o el Poder Judicial den respuestas?, razon? Caracas.

Durante semanas y meses el pa?s observ? por televisi?n escenas dram?ticas, como la de una familia que fue quemada viva dentro de su casa, porque el padre no permiti? que un grupo de paramilitares y francotiradores protegidos por polic?as ocupara la azotea para sus operaciones. Seis de los ocho miembros de la familia Pav?n, incluyendo dos beb?s murieron calcinados, debido a que los pistoleros no dejaron que los bomberos voluntarios hicieran su trabajo.

Tras el fracaso de un primer intento de di?logo, de mayo a julio, el gobierno acus? a los opositores de fraguar un ?golpe de Estado terrorista? para derrocar a Ortega, un ex guerrillero de 73 a?os que luch? bajo la bandera sandinista contra el dictador Anastasio Somoza, gobern? durante la revoluci?n de los a?os 80 y retorn? hace 12 a?os al poder, de donde no quiere ni piensa irse.

?El comandante se queda?, es la advertencia que aparece hoy en las paredes de las casas de los opositores, un slogan hecho cumbia para que la bailaran euf?ricos paramilitares y polic?as, exhibiendo sus fusiles humeantes en las redes sociales.

Como parte de la ?resistencia c?vica?, millares de personas protagonizaron decenas de manifestaciones en Managua y otras ciudades importantes, donde la opositora Alianza C?vica convoc? adem?s a tres paros de alcance nacional. En todas las protestas, su principal exigencia era un cambio de gobierno.

Recuento del horror: La “operaci?n limpieza”

Pero Ortega no s?lo no se fue, sino que ejecut? la llamada ?operaci?n limpieza? mediante la cual desmantel? a sangre y fuego m?s de un centenar de ?tranques? (retenes campesinos) en todo el pa?s. Decenas de personas murieron en esos operativos, donde el gobierno moviliz? a casi 2.000 polic?as y paramilitares, muchos de ellos veteranos retirados del Ej?rcito sandinista, seg?n asegur? el ex militar opositor Roberto Samcam.

Paralelamente fueron arrestados los principales l?deres de las protestas, como los dirigentes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, los universitarios Edwin Carcache, Byron Estrada y la estudiante belga-nicarag?ense Amaya Coopens, entre una lista que supera las 700 personas, de acuerdo al Comit? de Familiares de Presas y Presos Pol?ticos.

La mayor?a de los detenidos son interrogados y encerrados en El Chipote, una vieja c?rcel de los tiempos de Somoza y donde tambi?n estuvo preso Daniel Ortega en sus a?os de guerrillero. Entonces como ahora, el lugar es siniestro y ha sido escenario de dolorosas experiencias de madres que buscan a sus hijos capturados, muchas veces sin obtener respuesta.

?Algunas ni siquiera ten?an la certeza de que sus hijos estuvieran ah? encerrados. Hab?a y hay cientos de desaparecidos. Hay prisioneros nunca mostrados, hay cad?veres que no fueron entregados a sus familias?, escribi? el soci?logo Jos? Luis Rocha, en un art?culo en el que enumer? las torturas relatadas por j?venes excarcelados, que para muchos hoy d?a podr?an parecer sacadas de una pel?cula de terror.

Una metodolog?a de represi?n

La CIDH recibi? denuncias de personas golpeadas y sometidas a torturas f?sicas y sicol?gicas durante su cautiverio. Otro excarcelados dijeron haber sufrido descargas el?ctricas en los genitales, asfixia con bolsas pl?sticas, ba?os de ?cido y gas pimienta, y u?as arrancadas con pinzas o tenazas.

“Nos colgaban de los grilletes y nos golpeaban como pi?atas”, cont? el estudiante universitario Fredrych Castillo, que pas? m?s de ocho meses preso y sometido a castigos extremos en la celda de m?xima seguridad conocida como “El Infiernillo”, situada en la c?rcel Modelo, al norte de Managua.

Otros presos, de unos 200 que han salido bajo arresto domiciliario desde el 27 de febrero, coinciden en se?alar que la mayor?a de los reos est?n recluidos en celdas estrechas, oscuras, sin ventilaci?n, plagadas de mosquitos y alacranes, con agujeros en el piso saturados de heces. Afirman que la comida se la sirven con trozos de metal, piedras e insectos.

Para investigar los hechos de violencia, la CIDH conform? el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), integrado por cuatro especialistas extranjeros que trabajaron durante seis meses en el pa?s, pese a los obst?culos para acceder a la informaci?n oficial. Fueron expulsados del pa?s en diciembre, cuando la Canciller?a decidi? poner fin a su misi?n.

?Pudimos reunir m?ltiples evidencias que demuestran de manera indudable la responsabilidad de las m?s altas autoridades del Estado en la implementaci?n de una metodolog?a de represi?n que implic? el uso de la fuerza letal ?incluyendo armas de guerra- contra los participantes en las protestas?, dijo a Clar?n el Fiscal General argentino Pablo Parenti, quien form? parte del prestigioso equipo del GIEI.

Parenti lleva dos d?cadas trabajando en investigaciones sobre cr?menes de lesa humanidad en Argentina y desde 2012 est? a cargo de la Unidad especializada para casos de apropiaci?n de ni?os durante el terrorismo de Estado.

Indic? que en Nicaragua el GIEI confirm? con im?genes contundentes y relatos de testigos que ?la Polic?a y grupos paraestatales actuaron en la represi?n de manera coordinada con las estructuras formales del Estado?, que muchos manifestantes heridos no recibieron atenci?n en los hospitales p?blicos, y que el sistema judicial no s?lo no investig? de forma seria ?sino que incluso promovi? acusaciones y condenas contra manifestantes en expedientes que presentan grav?simas falencias?.

?Es claro que el sistema de justicia fue parte del engranaje represivo y su responsabilidad deber? ser juzgada cuando se desarrollen juicios genuinos. El car?cter sistem?tico y generalizado del ataque contra la poblaci?n civil, nos llev? a concluir que en Nicaragua se cometieron cr?menes de lesa humanidad?, subray? Parenti.

Periodistas en la mira
Tras recuperar el control de la situaci?n con la fuerza de las armas, Ortega prohibi? en septiembre las manifestaciones opositoras, si bien la Constituci?n vigente establece el derecho a la libre movilizaci?n y reuni?n pac?fica. Dos meses despu?s el gobierno declar? ilegales a nueve ONG vinculadas al movimiento opositor, incluyendo el Comit? Nicarag?ense de Derechos Humanos (Cenidh), fundado hace 28 a?os.

Tambi?n la libertad de prensa fue restringida. El gobierno clausur? y saque? en diciembre el canal de televisi?n 100% Noticias y envi? a prisi?n a los periodistas Miguel Mora y Luc?a Pineda Ubau, director y jefa de prensa respectivamente. Pineda Ubau, de 45 a?os, es la ?nica mujer periodista presa en Am?rica, seg?n un reciente editorial de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) publicado en los principales diarios del continente, entre ellos Clar?n.

?Esto ha sido terrible, nuestras vidas est?n destruidas?, se lament? No? Ubau, un joven bi?logo y docente universitario que jam?s se involucr? en pol?tica pero ha sido amenazado de muerte por los sandinistas por el hecho de ser primo de Luc?a Pineda Ubau.

Seg?n la organizaci?n Periodistas Independientes de Nicaragua, al menos 89 comunicadores abandonaron Nicaragua por amenazas durante el ?ltimo a?o, cuando se registraron m?s de 800 ataques a reporteros y a medios de comunicaci?n, incluyendo el incendio de Radio Dar?o, en la ciudad de Le?n (occidente) y la confiscaci?n de tres medios de comunicaci?n del conocido periodista Carlos Fernando Chamorro, tambi?n exiliado en Costa Rica.

Chamorro es hijo de la ex presidenta Violeta Barrios, que derrot? a Ortega en las urnas en 1990, tras 10 a?os de revoluci?n sandinista, y del periodista Pedro Joaqu?n Chamorro, el implacable director del diario La Prensa, asesinado por supuestos sicarios de Somoza en 1978.

La argentina de Monimb?
En agosto, la OEA conform? un ?grupo de trabajo? presidido por Canad? e integrado por otros 11 pa?ses, entre ?stos Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Estados Unidos, cuyos embajadores formularon duras cr?ticas al gobierno de Ortega. Transmitidas en vivo en Managua, tuvo un papel relevante la embajadora argentina Paula Bertol, cuyo rostro comenz? a aparecer en decenas de memes de agradecimiento de los nicarag?enses.

?Paula Bertol es una monimbose?a infiltrada en la delegaci?n de Argentina?, escribi? alguien en las redes, en alusi?n a la gente de Monimb?, el aguerrido barrio ind?gena de la ciudad de Masaya, que se enfrent? con bombas artesanales a Somoza y en 2018 levantaron m?s de 400 barricadas de adoquines para protegerse de la polic?a sandinista.

A ese primer mensaje siguieron cartas, sentidos agradecimientos, invitaciones p?blicas a conocer el pa?s y hasta un meme de la c?dula de identidad nicarag?ense con la foto de la diplom?tica argentina, que no escatima tiempo para responder emocionada los mensajes de sus fans en Nicaragua, donde la gente acostumbra enfrentar con alegr?a las m?s devastadoras tragedias.

Presionado por la OEA y por las amenazas de sanciones de Estados Unidos y de la Uni?n Europea, Ortega accedi? a un segundo di?logo que se inici? en febrero pasado y termin? un mes despu?s, sin grandes acuerdos aunque con el compromiso del gobierno de liberar de forma definitiva a todos los ?presos pol?ticos? en un plazo no mayor de 90 d?as, lo cual todav?a no ha comenzado a cumplir.

?Ortega compr? tiempo con la negociaci?n para sortear las sanciones internacionales, pero no est? cumpliendo lo pactado?, advirti? el polit?logo Manuel Orozco, de Di?logo Interamericano. Opin? que el gobernante ?da la impresi?n de estar fortalecido, pero cada d?a tiene menos capital pol?tico para negociar una transici?n democr?tica?.

A juicio de Orozco, Ortega tiene tambi?n en su contra el impacto en la econom?a, que acumula p?rdidas superiores a los 1.600 millones de d?lares, equivalentes al 32 por ciento de las exportaciones de 2017, que ahora cayeron en 24,5 por ciento.

Econom?a en ca?da libre
La econom?a nicarag?ense, que ven?a creciendo a un 4,5 por ciento anual desde 2014, se desplom? un 3,8 por ciento de acuerdo al m?s reciente informe del Banco Central, siendo el turismo el sector m?s golpeado, con p?rdidas de 700 millones de d?lares.

Si hace un a?o la revista Forbes colocaba a Nicaragua como uno de los grandes destinos tur?sticos en Am?rica y a la ciudad de Le?n entre las 10 m?s recomendadas del mundo, ahora es dif?cil encontrar un extranjero paseando por las calles. La isla de Ometepe, situada en el inmenso Lago de Nicaragua, fue uno de los enclaves tur?sticos donde polic?as y paramilitares armados hasta los dientes desataron una cacer?a de j?venes y campesinos opositores.

En Managua, la crisis se siente en el emblem?tico puerto Salvador Allende, construido hace a?os por la alcald?a sandinista con coloridos bares y restaurantes que se llenaban los fines de semana. ?Muchos negocios quebraron por falta de clientes, la gente tiene miedo de salir de noche. Yo estoy a punto de cerrar?, dijo con tristeza una abogada que administra una pizzer?a.

M?s al sur, la hermosa ciudad colonial de Granada luce vac?a, pues ya no hay turistas que visiten sus museos e iglesias o viajen en lanchitas sobre el Gran Lago alrededor de sus m?s de 450 isletas. Tampoco se pudo realizar ah? este a?o el XV Festival Internacional de Poes?a, que cada febrero desde 2005 la convert?a en el centro mundial de la cultura, al reunir a m?s de 80 poetas de 130 pa?ses que le?an sus versos en plazas y esquinas.

Final
?Dichosa vos que pod?s llorar? yo no puedo?, me dice la poeta Gioconda Belli, una de las plumas m?s c?lebres de Am?rica Latina. Hace muchos a?os est? alejada de Ortega, como tambi?n se han distanciado el poeta Ernesto Cardenal y el escritor Sergio Ram?rez, Premio Cervantes 2017, antes f?rreos defensores de la revoluci?n.

A sus 70 a?os reci?n cumplidos, Belli escribe exitosas novelas y viaja por el mundo como activista de derechos humanos y presidenta de PEN Internacional cap?tulo Nicaragua. Sus poemas y tuits no dan lugar a la desesperanza:

“Tendremos cielo abierto. Cualquier d?a de estos suceder?, abriremos las oscuras nubes porque somos muchos somos muchos deseando, haciendo, y si la fe mueve monta?as la nuestra mover? cuanto sea necesario. Hay que creer, creer, que los pensamientos son m?s fuertes que las balas”.

PB

*Periodista y escritora nacida en Argentina y nacionalizada nicarag?ense. Radicada en Managua desde 1980, colabora con la televisora alemana Deutsche Welle, con la agencia internacional de noticias Associated Press (AP) y con los diarios Clar?n de Argentina y ?La Jornada?, de M?xico.