Reaprendamos a vivir all? donde habitamos: Inventar la democracia directa, organizarse en contrapoderes

?Frente a la mascarada del Grand D?bat, frente a un gobierno no representativo y al servicio de una minor?a privilegiada, nosotras construimos las nuevas formas de la democracia directa?.



Inventar la democracia directa, organizarse en contrapoderes
Presentamos una relaci?n detallada de la segunda ?Asamblea de Asambleas? de Saint-Nazaire, pero tambi?n un an?lisis del movimiento de los gilets jaunes: composici?n social y pol?tica, y conjunto de reivindicaciones y formas organizativas.

Inventare la democrazia diretta, organizzarsi in contropoteri.
Publicado por Dinamo Press y traducido por Pedro Castrillo para El Salto.
2019-04-22 14:48:00

El martes 16 de abril, el presidente Macron habr?a tenido que presentar las ?reformas? pol?ticas y sociales con las que, tras la muy cuestionada consulta nacional del Grand D?bat, pretende dar respuesta a un movimiento que sigue avanzando. No obstante, el incendio de Notre-Dame ha dado a Macron la excusa perfecta para retrasar unos d?as el anuncio de dichas medidas, en un intento de sortear el atolladero pol?tico en que se encuentra en este momento, a trav?s de una contundente llamada a la unidad nacional y al redescubrimiento de la identidad del pueblo franc?s. En realidad, la reconstrucci?n de Notre-Dame y los homenajes televisivos a los magnates que han donado grandes sumas de dinero en un clima de conmoci?n han sido tambi?n objeto de un encendido debate pol?tico, en un pa?s en el que las cuestiones sociales y democr?ticas planteadas por los gilets jaunes (chalecos amarillos) han dejado de poderse ignorar.

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Desde el viernes 5 y hasta el domingo 7 de abril, a casi cinco meses del inicio de la sublevaci?n de los gilets jaunes, m?s de doscientas delegaciones provenientes de toda Francia, compuestas siguiendo el principio de la paridad de g?nero y el mandato imperativo, se reunieron en la Maison du Peuple de Saint-Nazaire para tomar parte en la segunda Asamblea de Asambleas (de ahora en adelante, AdA), tras la celebrada en Commercy los pasados 26 y 27 de enero.

ON A TOUS UN ROND-POINT EN COMMUN (TENEMOS TODOS UNA ROTONDA EN COM?N)
La devaluaci?n de la democracia directa reaparece persistentemente en el debate actual a trav?s de una serie de clich?s.
Por un lado, sus detractores nos dicen que la ?democracia directa? ser?a un mero suplemento de la m?quina de la representaci?n que entrar?a en juego como un potencial correctivo en fases de crisis. Aqu? se incluyen las diversas declinaciones d?biles del t?rmino ?participaci?n?. En el extremo opuesto se sit?an quienes utilizan el t?rmino en modo impropio o manipulador, asoci?ndolo a la abusada y ambigua f?rmula pol?tica del populismo. En este caso la ?democracia directa? asumir?a las caracter?sticas del refer?ndum, para ser m?s tarde encerrada en la camisa de fuerza de la representaci?n (m?s o menos) carism?tica por parte de un determinado l?der.

A estas alturas resulta evidente que los gilets jaunes se niegan a transformarse en partido y, de hecho, han rechazado cualquier oferta electoral, prefiriendo la irrupci?n multitudinaria en los espacios urbanos
Tanto en el caso de los detractores como en el de los usurpadores, la democracia directa se considera siempre la fase adolescente de un movimiento, antes de su llegada a la edad adulta, la de la ?gran pol?tica?.

En el caso de los gilets jaunes, es decir, de una ?revuelta hist?rica? en lucha contra un ?poder hist?rico?, las cosas son bien distintas. A estas alturas resulta evidente que los gilets jaunes se niegan a transformarse en partido y, de hecho, han rechazado cualquier oferta electoral, prefiriendo la irrupci?n multitudinaria en los espacios urbanos, el bloqueo de la econom?a y la experimentaci?n colectiva. El rechazo a la democracia representativa se realiza en nombre de la propia democracia. Entre Commercy y Saint-Nazaire, empieza ahora a delinearse una forma precisa de expresi?n pol?tica del movimiento, que contin?a en desarrollo.

Democracia directa asume aqu? un triple valor:

a) Antes que nada, se trata del nombre com?n alrededor del cual se han reunido un conjunto de grupos locales, asambleas ciudadanas, casas del pueblo, comit?s de barrio y asambleas de banlieu que constituyen el ?cuerpo? de un movimiento polic?ntrico y muy distribuido a nivel territorial y en las redes sociales digitales. El punto de origen, junto con una petici?n online, es la ocupaci?n de la ?rotonda?, el primero de una serie de c?rculos conc?ntricos que configuran una organizaci?n de tipo horizontal, la cual se desarrolla siguiendo l?gicas asociativas y la pragm?tica del encuentro.

b) En segundo lugar, ?democracia directa? es un modus operandi que la AdA ha hecho proprio, autodefini?ndose, en la inauguraci?n de los tres d?as de asambleas, como una ?plataforma de inteligencia colectiva?, con el objetivo de favorecer que se compartan experiencias, que se cree un mutualismo de ideas y de pr?cticas y que se mejore la coordinaci?n entre grupos. El m?todo del consenso, los grupos de trabajo y la continua descomposici?n y recomposici?n de los ?c?rculos? de debate han permitido sustituir, en el arte de la decisi?n colectiva, el principio de la mayor?a por el de la aglomeraci?n de las diferencias en puntos de convergencia.

c) Por ?ltimo, la democracia directa es, en el contexto pol?tico actual de Francia y Europa, un terreno de lucha, podr?a decirse vertical, contra Macron y su mundo, contra el desastre social y ecol?gico del neoliberalismo en pleno Capitaloceno. Ese enfrentamiento vertical se define en t?rminos de asimetr?a. Los ?Actos? del s?bado se mueven as? al ritmo de la proliferaci?n de instituciones aut?nomas del movimiento, lo que la AdA define como ?contrapoderes populares y locales?.

Por tanto, no se trata simplemente de recuperar un viejo sentido perdido de democracia directa. La AdA quiere aventurarse en el sendero del descubrimiento y la invenci?n. El llamamiento final dice: ?Frente a la mascarada del Grand D?bat, frente a un gobierno no representativo y al servicio de una minor?a privilegiada, nosotras construimos las nuevas formas de la democracia directa?.

LA MAISON DU PEUPLE DE SAINT-NAZAIRE
La Maison du Peuple (Casa del Pueblo) de Saint-Nazaire, un edificio abandonado perteneciente al P?le Emploi, fue ocupada el 24 de noviembre de 2018, justo una semana despu?s del inicio de la rebeli?n. Algunos la definen como el ?centro nervioso? de un tejido conectivo mucho m?s amplio que comprende tanto la ciudad de Saint-Nazaire como la banlieu que la rodea.
En los inicios del movimiento, la Maison du Peuple se convirti? r?pidamente en punto de encuentro de las rotondas y p?rkings ocupados por los gilets jaunes de la regi?n. Cada tarde tiene lugar una asamblea plenaria y solo el s?bado se organizan conciertos, al final de cada Acto. Con el tiempo, la Maison se ha transformado en un taller de autoproducci?n que aloja: una serigraf?a, una red de encuentro entre comedores y agricultores de la regi?n (algunos de los cuales producen dentro de la Zone ? D?fendre, m?s conocida como ZAD) y una plataforma de comunicaci?n digital independiente.

El llamamiento de la AdA se ha acompa?ado con una invitaci?n a construir Maisons du Peuple por toda Francia: ?nuestras Maisons du Peuple son lugares de vida, de solidaridad, donde el calor del colectivo nos hace dejar de sentirnos solos, donde aprendemos a escucharnos y a aceptar nuestras diferencias, y de la que no podr?amos prescindir. Y no importa si estos espacios est?n bajo amenaza de desalojo, si ?ste llegara a consumarse encontrar?amos otros lugares. La Maison du Peuple no es solo un edificio: se mueve al comp?s de nuestros propios movimientos.

En 1789 el pueblo insurrecto se reun?a en los clubs y en los caf?s, a principios del siglo XX, los obreros reforzaban su solidaridad en las Bourses du Travail, en 1936 y en 1968, las f?bricas en huelga se convirtieron en el coraz?n de la lucha. Nuestras Maisons du Peuple se inscriben directamente en esa continuidad?.

Para alojar la AdA, los gilets jaunes de Saint-Nazaire realizaron inicialmente una petici?n al Ayuntamiento para obtener la cesi?n temporal de edificios p?blicos. Frente al rechazo del consistorio, reestructuraron por completo el espacio de la Maison du Peuple, echando abajo muros e instalando una carpa de circo en el terreno lim?trofe.

La Maison du Peuple ha propuesto un m?todo inspirado en cuatro principios:

a) Confiar en la inteligencia colectiva.
b) Recordar que ning?n individuo tiene la soluci?n perfecta, pero que en colectivo podemos encontrar una parte de la soluci?n.
c) Aceptar que tenemos derecho a equivocarnos.
d) Saber que es necesario llegar a puntos de convergencia sin necesidad de ocultar las divergencias.

Los promotores han invitado a quince personas ?facilitadoras?, cuya tarea ha sido moderar los debates y asegurar un clima ?ben?volo? en las asambleas plenarias. Una tarea necesaria, considerando la heterogeneidad de los puntos de vista y la diversidad de los modos de practicar la ?toma de la palabra?; por no hablar de la diversidad de culturas pol?ticas presentes. Tras una reflexi?n sobre la naturaleza y el funcionamiento de la pr?xima AdA, se ha llegado a un acuerdo general para que ?sta se re?na una vez cada mes y medio, de forma que contin?e y se consolide la relaci?n de fuerzas en todo el pa?s. La pr?xima AdA se celebrar? antes del verano, y la siguiente, en septiembre.

GEOGRAF?A SOCIAL DE LA ADA
Dentro de la sala donde se desarrollan las asambleas plenarias hay colgado un mapa de Francia, en el que cada comit? ha colocado un s?mbolo distintivo. El n?mero de delegaciones ha crecido respecto a la AdA de Commercy (de 70 a 230), as? como su diversidad social y territorial. En relaci?n a su proveniencia, cada delegaci?n ha compartido sus modos de encuentro y organizaci?n. En las zonas rurales predominan las ?rotondas?, mientras en las ciudades y las zonas periurbanas, lo hacen los comit?s de barrio y las asambleas de banlieu. Tambi?n han participado delegaciones de zonas rurales agr?colas o tur?sticas (principalmente del Sureste de Francia, pero tambi?n de regiones del Centro), de zonas rurales obreras (Este y Norte), de zonas periurbanas (alrededor de grandes ciudades como Par?s o Burdeos y de las regiones occidentales del pa?s), de ciudades medianas como Estrasburgo, Montpellier, Grenoble o Nantes, de grandes ciudades como Burdeos, Toulouse o Lyon y tambi?n de la metr?poli parisina (regi?n de la ?le de France).
Las reivindicaciones de los gilets jaunes se sintetizan con la siguiente f?rmula: ?justicia social, justicia fiscal, justicia ecol?gica y m?s democracia?. Los cuatro niveles resultan indisociables
La AdA de Saint-Nazaire ha mostrado que la distribuci?n territorial de los gilets jaunes es mucho m?s rica y articulada de lo que quieren hacernos creer algunas lecturas mainstream fundadas en las maniqueas dicotom?as del urbano-rural, de la ciudad-campo o del centro-periferia.

Lejos de ser social o geogr?ficamente ?perif?ricos?, resulta ahora evidente que los gilets jaunes se sit?an en el centro de la lucha por la apropiaci?n del excedente social (?partage des richesses?, ?reparto de la riqueza?), de la lucha por la revalorizaci?n del trabajo (?nous voulons vivre des nos m?tiers?, ?queremos vivir de nuestros oficios?), de la lucha por construir resistencias a la privatizaci?n de lo existente y por la desposesi?n del bien com?n (?Fin du monde, fin du mois, m?mes responsables, m?me combat!?, ??Fin del mundo, fin de mes, mismos responsables, misma batalla!?). Se demuestra as? que la lucha de los gilets jaunes es inseparable de la reescritura de las actuales geograf?as del poder pol?tico y econ?mico (?R?apprenons ? vivre ensemble o? nous habitons?, ?Reaprendamos a vivir all? donde habitamos?).

No es casualidad que el movimiento, durante los ?ltimos meses, haya debatido cada vez m?s sobre la tem?tica de la vivienda, acompa??ndola con la pr?ctica de la apropiaci?n del espacio urbano. Precisamente porque los habitantes de las grandes y medianas ciudades, junto con quienes viven en pueblos peque?os mal comunicados y sin servicios p?blicos, se ven cada vez m?s empujados a establecerse en las ?reas periurbanas como consecuencia de la gentrificaci?n y de la especulaci?n inmobiliaria, los gilets jaunes han orientado sus acciones hacia los barrios ricos de las principales ciudades francesas, obstaculizando los circuitos del consumo y del turismo.

Ahora, junto con los Actos del s?bado, empieza a prefigurarse una perspectiva constituyente definida como municipalista (o comunalista), propuesta inicialmente por los gilets jaunes de Commercy, y compartida en Saint-Nazaire por un gran n?mero de grupos. Con esta expresi?n se critica la organizaci?n centralista que caracteriza al Estado franc?s, y se exige en primer lugar un poder de decisi?n sobre la gesti?n y la organizaci?n de los servicios p?blicos locales y sobre las pol?ticas urbanas y territoriales. La propuesta de Commercy destaca, adem?s, la necesidad de construir asambleas populares permanentes y, all? donde la relaci?n de fuerzas lo consienta, presentar listas electorales locales e independientes vinculadas al mandato imperativo. Sobre este ?ltimo aspecto, el debate est? a?n totalmente abierto, y en el llamamiento final se ha invitado ?nicamente a la creaci?n de asambleas populares locales.
?GILETS JAUNES, QUEL EST VOTRE M?TIER??
Los tres d?as de asambleas se han desarrollado en un clima de gran entusiasmo y determinaci?n colectiva. Y esto a pesar de que las cifras de la represi?n gubernamental (cuyos responsables se presentan ahora como candidatos a representar ?la Europa que protege?) hayan alcanzado una dimensi?n in?dita en el contexto de la historia francesa reciente. Pero el miedo o el victimismo no forman parte de las tonalidades emotivas de los gilets jaunes. Entre una plenaria y otra, han resonado cantos y gritos de batalla, tan alentadores como ir?nicos: ?Gilets Jaunes, quel est le votre m?tier? Ahou! Ahou! Ahou!?. Este grito, que en Italia se hizo popular entre 2008 y 2010, durante la Ola [?ltimo gran movimiento estudiantil italiano, nacido bajo el cuarto gobierno de Silvio Berlusconi, N. del T.], es proferido en esta ocasi?n por un grupo cuya composici?n social es mucho m?s amplia e irregular: jubilados, obreros, profesores, trabajadores de plataformas digitales, parados, trabajadores del sector asociativo, funcionarios p?blicos, estudiantes, militantes de barrios obreros, peque?os agricultores y peque?os comerciantes.
M?s que limitarnos a realizar la en?sima descripci?n o a una clasificaci?n de las categor?as ?socio-profesionales? que componen el movimiento (lo que a menudo se asocia a un abstracto ?interclasismo? de los gilets jaunes), hemos preferido centrarnos en la subjetivaci?n pol?tica, podr?a decirse de clase, que se ha producido en estos cinco meses de lucha. Desde ese punto de vista, se pueden extraer dos elementos claros del encuentro de Saint-Nazaire.

El primero es que los gilets jaunes entrelazan la revalorizaci?n del trabajo concreto y la revalorizaci?n de la vida en su conjunto. As?, no pierden de vista la lucha por un salario digno, pero al mismo tiempo presentan una serie de reivindicaciones que van m?s all? de la relaci?n salarial: servicios p?blicos, pensiones, ayudas a la discapacidad, vivienda, ayudas al desempleo y a las personas sin hogar. La lucha de los gilets jaunes no se limita a denunciar el desmantelamiento del Estado social, sino que se interroga, a?n solo de forma embrionaria, sobre la reinvenci?n y la socializaci?n de los elementos de aqu?l. Al mismo tiempo, el movimiento enfoca la cuesti?n fiscal en t?rminos de ?fin de privilegios?. ?Ir a por el dinero all? donde se encuentra? significa, junto con el rechazo a los impuestos indirectos (como el llamado ?impuesto sobre el carbono?), elaborar un conjunto de medidas dirigidas a buscar la igualdad fiscal siguiendo el principio de ?les gros payent GROS et les petits payent PETIT? (?Que los grandes paguen MUCHO y los peque?os paguen POCO?).

Tambi?n se ha debatido sobre la reintroducci?n del ISF (impuesto a las grandes fortunas), sobre la recuperaci?n del fondo econ?mico de 40.000 millones del CICE (cr?dito fiscal para el empleo), la tributaci?n de las grandes empresas de Internet y de aquellas que m?s contaminan, la intervenci?n contra los grandes evasores fiscales, etc. La insistencia sobre la vida y el trabajo, y la lucha por el fin de los privilegios (m?s que contra una gen?rica ?casta?) dividen la abstracta homogeneidad del pueblo, demostrando que ?ste est? compuesto por intereses fraccionados y divergentes.

El segundo elemento es que la transformaci?n social, en el sentido de egalit?, es inseparable de la transformaci?n pol?tica. La cr?tica, por parte de los gilets jaunes, de la forma de gobierno de la Quinta Rep?blica parte de la conciencia que el agotamiento de su constituci?n material es proporcional al giro autoritario de algunos de sus ?rganos y aparatos administrativos. En Saint-Nazaire, los gilets jaunes pretenden ?funcionar?, en el plano social, como una multiplicidad de grupos que se opongan a la reorganizaci?n autoritaria de la m?quina estatal (v?ase la ley ?anti-casseurs? aprobada por el Parlamento franc?s). Al ponerse de manifiesto que existe una condici?n com?n de pobreza productiva, el movimiento ha empezado a dirigirse hacia una lucha por la existencia social, adquiriendo as? un nuevo car?cter de fuerza de choque que ataca los cimientos de la legitimidad del poder soberano.

Las reivindicaciones de los gilets jaunes se sintetizan con la siguiente f?rmula: ?justicia social, justicia fiscal, justicia ecol?gica y m?s democracia?. Los cuatro niveles resultan indisociables, a pesar de que los medios de comunicaci?n sigan pidiendo continuamente al movimiento que ?ponga prioridades en sus reivindicaciones?. Tal cosa no suceder?, porque no se encuentran en el marco de una negociaci?n de tipo sectorial. El mismo Macron, por otro lado, ha hecho de la liquidaci?n de los cuerpos intermedios una de las caracter?sticas de su proyecto de gobierno. Pero si los gilets jaunes no estructuran en orden jer?rquico sus reivindicaciones es sobre todo porque ?stas se est?n dirigiendo cada vez m?s hacia una cr?tica radical del sistema pol?tico y econ?mico, haciendo de la misma ?ecolog?a? campo de una dura contienda.

LA MULTIPLICACI?N DE LAS LUCHAS ACTUALES NOS INVITA A BUSCAR UNA UNIDAD DE ACCI?N
Las propuestas presentadas por los comit?s locales han tenido como objetivo organizar el movimiento y consolidar sus estrategias, tanto a corto como a largo plazo. Durante el cierre de los tres d?as de asambleas, se han redactado, aprobado y publicado distintos llamamientos en formato texto y audiovisual.

En el marco de un llamamiento a movilizarse el 1 de mayo y a una ?semana amarilla de acci?n?, as? como a converger con el movimiento clim?tico y las luchas por la vivienda, la perspectiva de un ?movimiento social, ecologista y popular? parece reunir las distintas peticiones de justicia desde la perspectiva de una unidad de acci?n.

En el llamamiento dedicado a la ?convergencia ecol?gica? se afirma que lo que est? destruyendo la vida sobre la Tierra, incluida la vida humana, es la l?gica de explotaci?n infinita del capitalismo. La limitaci?n de los recursos empuja al movimiento a preguntarse sobre la distribuci?n de aquellos, as? como sobre el control de la producci?n. La AdA afirma que el conocido como ?impuesto sobre el carbono? es el ejemplo perfecto de un falso ecologismo punitivo que castiga a aquellos que no son responsables, o que lo son, como mucho, en una ?nfima parte. As?, los gilets jaunes invitan a todas las personas que quieran acabar con el acaparamiento de lo viviente a actuar contra el sistema actual.

Se ha debatido sobre las elecciones europeas como una ocasi?n para denunciar el car?cter antidemocr?tico de las instituciones de la UE y como un terreno de movilizaci?n a escala europea. Considerando el periodo electoral como un ?Acto de reconquista democr?tica?, los gilets jaunes rechazan cualquier indicaci?n sobre el voto, para generar una presencia en las calles durante todo el periodo electoral (se ha previsto una manifestaci?n en Bruselas para finales de mayo o principios de junio).

Adem?s, se ha dedicado un llamamiento a la anulaci?n de las penas para los miles de personas encarceladas y condenadas en estos meses de vida del movimiento de los gilets jaunes, as? como de otras luchas dedicas a la defensa del bien com?n, luchas de barrio, ecologistas o que intentan construir una democracia directa. Se insiste as? en la construcci?n de una campa?a en defensa de las libertades p?blicas y de los derechos fundamentales, configur?ndose una plataforma estatal para censar los casos de represi?n judicial, y apoyar su defensa en los tribunales.

A largo plazo, como ya se ha dicho, la perspectiva municipalista (o comunalista) fue propuesta por los gilets jaunes de Commercy. Tambi?n ?sta se ha presentado en forma de llamamiento compartido por la AdA: ?Desde aqu? invitamos a crear en cada comuna [unidad m?nima territorial de tama?o muy variable en que se configura oficialmente el territorio franc?s, N. del T.], o donde sea posible, una o m?s asambleas ciudadanas y populares. Porque ese poder nos ha sido confiscado, como podemos constatar en diferentes ?mbitos: ecologismo, privatizaciones, democracia, etc.?

El conjunto de propuestas, de instrumentos de trabajo y de llamamientos compartidos por la AdA deber? ser ahora debatido de nuevo por cada comit? o asamblea local presente en Saint-Nazaire. La menci?n de la necesidad de ?salir del capitalismo?, incluida en el llamamiento final, ha provocado un encendido debate. Algunas personas han expresado su perplejidad, porque consideran que la salida del capitalismo no es una reivindicaci?n que defender ante una contraparte, sino un objetivo de fondo que se conquista con la fuerza material de la lucha. Otras personas, aun declar?ndose expl?citamente anticapitalistas, han se?alado la exigencia de preservar la heterogeneidad del movimiento, expresando en su llamamiento solo las reivindicaciones m?s ampliamente consensuadas. Por ?ltimo, otros grupos han afirmado que la salida del capitalismo es una consecuencia l?gica de las reivindicaciones de los gilets jaunes. La propuesta ha sido aprobada y ahora deber? someterse a discusi?n en los comit?s locales, como todo lo dem?s.

Resulta tambi?n necesario subrayar que la ?gruposidad? de los gilets jaunes va mucho m?s all? del conjunto de comit?s que se han reunido en Saint-Nazaire. La AdA se configura, por tanto, como una hip?tesis de trabajo y como la expresi?n de una tendencia dentro del movimiento de los gilets jaunes, sin pretender representar toda su complejidad.

Esa complejidad se manifiesta en m?ltiples pr?cticas de lucha y formas de existencia pol?tica: en los ?Actos? del s?bado, en el uso pol?tico de las redes sociales, en la plataforma digital alternativa llamada Vrai D?bat, en las asambleas ciudadanas, en los piquetes en peajes, en almacenes de la log?stica, sedes de Amazon y centros comerciales; en los encuentros p?blicos en la Bourse de Travail de Par?s y en los Ayuntamientos de las peque?as ciudades, en los puntos fijos de informaci?n en los barrios y en los mercados callejeros; y en la construcci?n de peque?os campamentos en rotondas y en plazas de las ciudades.

DINAMO PRESS
Art?culo original: Inventare la democrazia diretta, organizzarsi in contropoteri. Publicado por Dinamo Press y traducido por Pedro Castrillo para El Salto.