Jineoloj? para tejer bonito, insurgir y liberarnos. La lucha nos hace m?s tierra, m?s agua? m?s vida
Pueblos en Camino
22 de abril, 2019
Am?rica Latina, Jineoloji, Mujeres, pueblos indigenas, Zilan Diyar
Apuntes desde el encuentro en Quitapereza y otros m?s
Hace dos semanas tuvimos el privilegio de recibir la visita de Zilan Diyar del Comit? de Jineoloj? y de Alessia Dro del Movimiento de Mujeres de Kurdist?n. Ellas llegaron a Bogot? y all? se encontraron con mujeres en distintos lugares y tambi?n en conferencias p?blicas y mixtas, as? como ocurri? intensivamente en Medell?n, Armenia, Cali y Popay?n. Finalmente, llegaron a la vereda Quitapereza en Santander de Quilichao, Cauca, donde intercambiamos desde la historia y aprendizaje de sus luchas hasta los desaf?os y apuestas que tenemos aqu? y ahora como mujeres que somos. Compartimos algunos apuntes, con im?genes y reflexiones, sobre todo del intercambio en Quitapereza -tambi?n de conversas anteriores con Melike Yasar-. Sus relatos son palabras-luchas que nos siguen retumbando desde la esperanza de seguirnos encontrando para tejer bonito desde, con y por el cuidado y la defensa de nuestras territorialidades. Escuchar al final del texto los audios del intercambio. As? s? Carajo. Pr?cticas y saberes. Pueblos en Camino
?La autocr?tica entre mujeres en todas las fases de la vida, es luchar por la libertad?
Cuando las compa?eras nos dicen con firmeza que ?no se puede destruir el capitalismo, sin destruir al estado, y no se puede destruir el estado sin destruir al patriarcado?, nos est?n hablando con tal profundidad que nos ponen frente al espejo de nuestras contradicciones. Mismas que ac? agazapamos o tapamos, pero all? entre mujeres es distinto: ?la cr?tica y la autocr?tica en la formaci?n son la base de la lucha. La cr?tica no es individual, no es un ataque a la persona, es una cr?tica a la sociedad. En formaci?n los temas que abordamos transversalmente en todos los niveles de la academia en las comunas son: democracia, autonom?a, estado, patriarcado, liberaci?n de las mujeres y unidad de los pueblos?.
Mujeres Mestiza, Nasa, Kam?ntsa y ni?xs Nasa.
En este sentido, ?liberar a las mujeres de la mentalidad patriarcal? es sumamente importante, porque somos producto del sistema y nuestra palabra y acci?n m?s all? del g?nero que representemos, est? mediada por 5000 a?os de patriarcado, casi 600 a?os de colonialismo, m?s de 200 a?os de estado y capitalismo. Esta historia de agresi?n se ha parado sobre miles de a?os de nuestra existencia para destruirla y dominarnos. A?n as?, muchas descendientes de ancestras que colgaron, quemaron, esclavizaron, colonizaron, violaron, estatizaron? seguimos aqu?, como lo vemos en Kurdist?n, en Chiapas y en otros territorios menos mencionados, tratando de encontrar las ra?ces de nuestra lucha para desandar la categor?a que el sistema nos impuso y desde all? levantarnos contra la guerra interna y la que llega desde afuera.
Por lo anterior, siento que nos reconocimos tambi?n en la ciencia de las mujeres, Jineoloj?, que se basa en reescribir la historia desde la mujer y los territorios, pero tambi?n en sacar la ciencia de la c?rcel positivista para tejer palabra y acci?n, dos acciones inseparables que siempre debemos tejer juntas. Consecuentemente, ?conectar pr?ctica con teor?a, es una relaci?n simbi?tica desde c?mo entendemos la transformaci?n las mujeres?. O mejor, como discursear?amos desde el pensamiento Nasa para caminar la palabra: ?La palabra sin acci?n es vac?a. La acci?n sin palabra es ciega. La palabra y la acci?n por fuera del esp?ritu de la comunidad, son la muerte?.
Mensaje de la Revoluci?n Kurda que llevamos a las marchas del 8M en Cali.
En el ?nimo de transformar desde las contradicciones, nos dicen que ?reconociendo contradicciones hist?ricas, tambi?n entre hombre y mujer, entre forma y fondo y entendiendo que ante una crisis hay una oportunidad, vimos que ?ten?amos tres opciones: Tomar el lugar y la actitud del hombre; seguir en estado de sumisi?n; poner en cuesti?n la masculinidad dominante tanto hombres como mujeres?. Entonces desde la experiencia en la revoluci?n de mujeres desde Kurdist?n ellas entendieron que ?para liberarnos necesitamos derrocar todas las jerarqu?as, romper el sistema y crear una alternativa?. Por eso, la decisi?n de las integrantes de la autodefensa de mujeres, es no tener la familia ni el dinero ni la sexualidad establecida por el sistema, pues desde las comunas en Rojava, ya se vive de otra manera, existen relaciones otras que est?n rompiendo con el patriarcado, el estado y el capitalismo.
Obviamente hay conflictos y la lucha es cotidiana y de largo aliento, pero hoy el ?ndice de violencia contra la mujer ha ca?do significativamente en comparaci?n a cuando a?n no estaban organizadas. Por ejemplo, all? se juzga y se remedia en asamblea hasta el lenguaje sexista, entonces el riesgo de agresiones es m?nimo. As? las compa?eras nos reiteran: ?No queremos los mismos derechos de los hombres, los que ellos tienen est?n mediados por el estado y este no hace nada por las mujeres?, de all? la urgencia de la autoorganizaci?n, el autocuidado y la autoprotecci?n.
?No queremos el poder del estado, lo queremos eliminar de ra?z?
Sintiendo, escuchando y preguntando recurrentemente a las compa?eras en Medell?n, Armenia, Cali, Popay?n y Santander de Quilichao, cuando hablan de sus tres fundamentos en la revoluci?n desde Kurdist?n: Confederalismo democr?tico, liberaci?n femenina y ecolog?a social, inmediatamente pareciera que desde las luchas del Cauca lo que nos ha hecho falta es centrarnos m?s en la liberaci?n de las mujeres. Ac? desde los 70s la lucha se hab?a caracterizado por recuperar la tierra y organizar gobiernos propios, lucha que dialoga con el confederalismo democr?tico y la ecolog?a. Sin embargo, en la actualidad, aunque seguimos abanderando ?unidad, tierra, cultura y autonom?a?, las distintas formas de dominaci?n hist?rica se han recrudecido en los territorios y nos dejan las luchas supeditadas a las posibilidades estatales, es decir, patriarcales.
Por esto, como dicen las compa?eras, ?no podemos imponer leyes sino recuperar y caminar principios de los pueblos. Tenemos que diferenciar entre liderazgo y dominio. No podemos tener estructuras jer?rquicas, tenemos que romper la mentalidad de dominio. En las comunas rotamos cada 3 meses, cada 6 meses y si una l?der no trabaja por el pueblo se destituye. La autoridad es natural cuando est? al servicio del pueblo?. Los principios no pueden subordinarse a las leyes que nos impone el estado, porque ?un estado nunca puede ser independiente, si en Kurdist?n queremos la libertad, no podemos caber all??.
Cuando hablan de los principios de los pueblos, tambi?n los reconocemos como desaf?os actuales, como bien nos lo ense?an tambi?n las comunidades desde Pioy?, desde donde saben que hoy en los territorios estamos equivocados, estamos confundidos y necesitamos retomar el camino para caminar con cuidado. De all? que los principios que nombran Zilan y Alessia son tambi?n relevantes para nuestras luchas cotidianas y de largo aliento; est?n interconectados y no se pueden separar el uno del otro:
Fotograf?a tomada de Rojava Azadi Madrid (https://rojavaazadimadrid.files.wordpress.com/2018/01/jineologie-dessin-zehra-dogan.jpg)
?La defensa de la tierra, en su sentido material, espiritual y cultural, contra el nacionalismo y la colonizaci?n: a trav?s de esta idea las mujeres han protegido el tejido de sus sociedades;
El pensamiento y voluntad libre, conectada al auto-conocimiento para superar el control patriarcal sobre la mente de las mujeres;
La organizaci?n, para que las ideas de libertad y la visi?n de las mujeres se conviertan en realidad, a trav?s de mecanismos comunes que refuercen nuevas pr?cticas conjuntas;
La lucha, para ser capaces, con auto-conocimiento y con voluntad propia de formar una fuerza com?n profunda y una resistencia en todos los niveles de la vida y de la sociedad;
La ?tica y la est?tica, porque no podemos desconectar lo que es justo de lo que es bello, entendiendo la belleza en los valores de libertad que somos capaces de construir juntas, teniendo en cuenta que s?lo si estamos organizadas conseguiremos nuestra libertad?.
El pueblo kurdo siempre ha vivido fuera del estado, desde siglos atr?s ha estado autoorganiz?ndose. ?Llev?bamos 28 levantamientos s?lo por la resistencia, por la tierra y la identidad, pero no por la construcci?n de otra sociedad. El PKK en 1989 emprende acciones contra el estado turco. Iniciamos la revoluci?n # 29, ?sta sigue y vamos a ganar?. El movimiento de lucha desde Kurdist?n uni? los espacios de resistencia y las voluntades comunes sin romper las conexiones con la historia, con las memorias y sin imponer una religi?n. ?El trabajo se hizo cara a cara, casa por casa, pero tambi?n con una ideolog?a de largo plazo que tiene la liberaci?n de las mujeres como fundamento para cambiar la sociedad?.
En idioma Sumerio ?Kur? significa monta?a y ?t?? significa pueblo. Kurt? pueblos de monta?a.
Vemos que la decisi?n de las compa?eras del pueblo kurdo, tambi?n ha sido luchar desde y ?con principios ?ticos de los pueblos, con la autoorganizaci?n desafiando a los estados?. Pues como sabemos, su gran territorio fue dividido en cuatro estados (Turqu?a, Ir?n, Irak, Siria), que no reconocen y a?n hoy proh?ben las culturas milenarias que all? re-existen desde miles de a?os atr?s. En este contexto, que no es muy distinto al nuestro, el pueblo y las mujeres se vieron obligadxs a armarse para defender sus culturas, sus gobiernos propios, sus territorialidades. ?No tenemos las armas para matar o morir, las tenemos para vivir y dar vida. Las armas son una contradicci?n y son una necesidad. No queremos el Estado ni Kurdo, queremos el sistema de confederaci?n, recuperar nuestras ra?ces, nuestra salud, nuestra educaci?n, nuestra vida propia desde el territorio en medio de la guerra?.
En consecuencia, la autodefensa no es una opci?n, es una obligaci?n, pero esta no se reduce al entrenamiento militar y a la romantizaci?n de las guerrillas, pues lo que tambi?n nos queda muy claro, es que ?si la lucha guerrillera no se regenera, estamos condenadas a perder?; que, ?nuestra gran autodefensa es la organizaci?n, no s?lo la lucha armada. Es nuestra ?tica, nuestra pol?tica desde la organizaci?n. Es para defender el modelo de vida libre que se ha creado. M?s all? de la lucha armada es la revoluci?n en las comunas con las decisiones colectivas?; y que ?cuando se fortalece la estructura democr?tica se reduce el estado?.
?Hilar la cabuya o tejer la kuetandera no nos hace m?s mujeres o m?s hombres, m?s bien nos hace m?s tierra, m?s agua, m?s piedra, m?s aire?
Compa?eros preparando los alimentos y atendi?ndonos.
En Quitapereza nos juntamos 40 mujeres[1], 10 ni?xs y cuatro cocineros aprovechando la cosecha de banano, de pi?a y de pl?tano. Cuatro compa?eros que durante dos d?as se dedicaron a cocinar y a atendernos para que con toda tranquilidad nosotras nos dedic?ramos al intercambio, a la conversa, a las comisiones y a tratar de nombrarnos en com?n para seguir encontr?ndonos y alimentando palabra y acci?n que cada quien camina desde sus espacios diversos. Hasta tuvimos tiempo en la noche, para ver algunos documentales que narran las tristezas, pero tambi?n las alegr?as desde El Cauca; varias compa?eras danzaron tratando de seguir el ritmo que hace eco desde las monta?as de Kurdist?n; otras danzaron al ritmo del tambor y la flauta parido en las monta?as del Cauca; otras danzaron a ritmo de saya y hasta de currulao, expresando la dicha de estar juntas, y una compa?era nos deleit? a ritmo del rap urbano nombrando palabras de libertad.
Alessia Dro y Zilan Diyar contagiadas y contagi?ndonos de alegr?a. Fotograf?a de Bibiana Conda.
?Desde que llegamos hemos sentido la fuerza de la mujer. Para nosotras tambi?n el fuego es sagrado, all? inicia nuestra historia. Queremos encontrar juntas el sentido del universo. Todas las que est?n en contra del sistema son nuestras aliadas?. As? nos saludaron en varias partes, en estos territorios donde de a poco nos vamos encontrando y ojal? nos empecemos a identificar contra el patriarcado, contra el estado, contra el racismo, contra el capitalismo y contra todo poder -venga de donde venga- que a nombre de la libertad se nos imponga para dominarnos.
Iniciamos brind?ndole un poco de chirrincho a los esp?tirus para abrir camino y mambeando la hoja sagrada para acompa?ar el c?rculo de la palabra que tuvo como centro una peque?a ofrenda a Uma Kiwe, a la Pachamama. All? las compa?eras nos contaron como el pueblo kurdo y otros m?s, fueron negados por los estados y como antes de iniciar la revoluci?n las mujeres eran obligadas a casarse desde ni?as, eran vendidas, violentadas y ejecutadas por deudas de honor. Ellas viv?an en una sociedad feudal donde la mujer solamente era un objeto de todos los poderes dentro y fuera del hogar. Actualmente, como se?alamos antes, en las comunas que funcionan con base al confederalismo democr?tico, a la liberaci?n de la mujer, a la ecolog?a, ya no sucede esto como ocurr?a hace d?cadas.
Hoja de coca recolectada y tostada por nosotras.
Es imposible nombrar aqu? y menos describir fielmente, todo lo que nos compartieron en tan poco tiempo, pero lograron compartir y motivar la recuperaci?n, la apropiaci?n y la liberaci?n de nuestra propia historia, de la memoria ancestral de nuestras paridoras de vida y de lucha, porque en este contexto de guerras es necesario saber ?c?mo viv?amos antes del patriarcado, antes del estado?, ?C?mo nos cur?bamos, nos aliment?bamos, nos educ?bamos??. De all? que ser?a vital que nosotras mismas nos acerquemos m?s a mayoras y mayores, que investiguemos y descubramos juntas c?mo era nuestra vida antes de que nos impusieran un s?lo idioma, una sola bandera, un s?lo himno, un ser supremo? recuperar nuestras historias no para folclorizarlas sino para recrearlas en el contexto actual y caminarlas m?s all? de las institucionalidades que nos dominan. Ir descubriendo y reconociendo las ra?ces ancestrales de nuestros pueblos y de nuestras mujeres es fundamental para retomar las preguntas que las compa?eras se siguen haciendo en camino a transformarse y transformar la sociedad: ?C?mo vivir, ?Qu? hay que hacer?, ?D?nde hay que empezar?.
?Uno mismo se violenta porque no nos gusta sembrar la huerta. Todo lo compramos, esto es violencia?
Zilan y Alessia nos reiteraron que la cr?tica y la autocr?tica es fundamental para la lucha y las transformaciones cotidianas. Ellas tambi?n abrieron su coraz?n para escuchar a las compa?eras que aqu? estuvimos sentipensando entre nosotras, cuchicheando y tratando de reconocer las enfermedades que seguimos sufriendo como mujeres, como ind?genas, como negras, como amas de casa, como acad?micas, como trabajadoras, como comuneras, como empleadas, como defensoras y liberadoras de la Madre Tierra.
?Hemos descuidado a nuestrxs hijxs por tener trabajo y conseguir dinero?, es una realidad que no s?lo est? afectando a las mujeres en la ciudad, tambi?n en los campos cuando nos dedicamos a la lucha, pues muchas veces nos vemos obligadas a dejar a nuestrxs hijxs a cargo de otrxs para poder cumplir con nuestras obligaciones y compromisos organizativos. Aunque esto no se expres? en el encuentro, desde la experiencia concreta, es necesario se?alar que espacios pedag?gicos y de formaci?n para ni?xs son urgentes a repensar y recrear dentro de las mismas din?micas pol?tico organizativas que se realizan diariamente en los territorios.
Comisi?n II, mujeres del norte del Cauca.
?Mi pap? cuidaba a mam? con 15 hierbas durante sus partos. Ella tiene 70 a?os y no le duele nada. A m? me duele todo, pues no hacemos caso a los consejos de ellxs. Uno mismo se violenta porque no nos gusta sembrar la huerta, todo lo compramos. Esto es violencia?. Actualmente son menos las mujeres que en los territorios sembramos, cuidamos y recolectamos plantas medicinales, la sabidur?a de las plantas se nos est? yendo con lxs mayores que van muriendo.
?La comunidad ha perdido la confianza en la autoridad. La violencia contra la mujer es muy grave en nuestros territorios?, se?alan compa?eras que han sido v?ctimas y testigas de la doble victimizaci?n de la mujer que denuncia la agresi?n, m?s cuando quien agrede es un hombre o una mujer que tiene poder dentro de la comunidad. La violencia intrafamiliar y las violaciones son una constante contra mujeres y ni?xs.
Comisi?n I, mujeres de Pioy?, Sath Tara Kiwe, Caldono.
?Uno de los problemas que tenemos es que est? debilitado el nasayuwe?. Esta es una triste realidad. Pero como dijo Y?snaya Aguilar, compa?era Mixe, en el d?a del idioma:??Nuestras lenguas no mueren, las matan?Las lenguas son importantes, pero son mucho m?s importantes sus hablantes. Laslenguasmuerenporquesushablantessondiscriminadosyviolentados??. En Colombia como en el resto de Abya Yala, la ?exploraci?n, explotaci?n, exclusi?n y exterminio? son el com?n denominador que todos los poderes ejercen a trav?s de distintas fases y estrategias para acumular ganancias y aumentar sus capitales.
Comisi?n III, mujeres urbanas.
?No hay confianza entre las mujeres?. Lo que nos define a la mayor?a son las envidias y las competencias. El patriarcado nos impone esas relaciones para dividirnos y rompernos. Nosotras tambi?n reproducimos estas competencias pues somos producto de este sistema.? Hasta all? unos de los problemas que nos enferman, nombrados de manera general, pues la mayor?a de estos en sus propias especificidades y localidades se abordaron en tres comisiones de trabajo. Mientras tanto, vale reiterar que, ?nosotras vemos juntas la enfermedad, pero los remedios que tenemos no nos est?n curando. Hay programas institucionales de adentro y de afuera de los cuales estamos dependiendo, nos dicen qu? hacer y qu? no hacer, pero nos seguimos enfermando?.
?Nosotras entendemos el lenguaje del r?o, de las monta?as, del agua, eso nos une?
Como bien dijeron las compa?eras desde Medell?n: ?Nosotras entendemos el lenguaje del r?o, de las monta?as, del agua, eso nos une?, as? mismo debemos nombrar lo que nos hermana como mujeres que somos, como producto tambi?n de las resistencias y las b?squedas hist?ricas por recuperar nuestras autonom?as. ?En todas las guerras las mujeres han estado adelante poniendo el pecho. Me acuerdo que mis abuelxs me contaban de la guerra de los mil d?as y en los 70 en las recuperaciones de tierra, eran ellas las que iban adelante con la herramienta en la mano y lxs hijxs atr?s para ir a voltear la tierra?.
Tejidos de mujeres Kam?nt? y mujeres Nasa presentes en el encuentro.
De los saberes ancestrales que no pudieron arrancar y que hoy son pr?cticas concretas heredadas de nuestras bisabuelas, abuelas y madres negras, ind?genas y campesinas son: ?La parter?a, la curander?a, la ombligada, la pulseada??, tambi?n el saber de lxs gu?as espirituales, de lxs sobanderxs, de los tejidos y de todo el cuidado con la madre tierra, son acciones cotidianas que nos han garantizado la pervivencia como pueblos pese a tanta guerra.
?A nivel espiritual las mujeres somos m?s fuertes que los hombres. En realidad, la palabra hombre y mujer no existe en nuestra lengua, lo que hay es una interpretaci?n. No nos identifica el concepto, nos identifica la acci?n que ejercemos en nuestro territorio. Hilar la cabuya o tejer la kuetandera no nos hace m?s mujeres o m?s hombres, m?s bien nos hace m?s tierra, m?s agua, m?s piedra, m?s aire?. En consecuencia, se nos hace tambi?n necesario, recuperar ?los saberes alrededor de la comida propia, de los calendarios lunares para sembrar, de la estructura pol?tica propia de nuestros pueblos?.
Puntadas comunes que nos invitan a tejernos
Las compa?eras se tomaron su tiempo para trabajar en comisiones, como acostumbramos ac? en el Cauca, donde todxs tienen la posibilidad de hablar, discutir y ponerse de acuerdo para presentar sus propuestas frente a lo que nos est? pasando. Resultando varios sentires como puntos comunes en las tres comisiones, que ser?n claves para coordinarnos y acompa?arnos entre quienes tengamos ?pensamiento y voluntad libre?, para seguir defendi?ndonos, cuid?ndonos y solidariz?ndonos, entre mujeres, con los pueblos y por la Madre Tierra, dado que, ?la solidaridad entre mujeres es la base de la lucha contra el patriarcado?. Ac? s?lo compartimos algunos ejes centrales:
Espiritualidad desde los espacios de vida y la defensa de la Madre Tierra
Formaci?n con claridad pol?tica y organizativa (talleres de autocuidado)
Producci?n y distribuci?n justa de alimentos y tejidos (campo-ciudad)
Comunicaci?n para abordar y visibilizar problem?ticas de las mujeres
Tejido entre luchas locales y globales contra el patriarcado y por la vida toda.
Nosotras rodeadas de banderas de lucha y prendas que usan algunas mujeres en Abya Yala. Fotograf?a de Berta Camprub?.
Por tanto, es vital seguir conversando y generando encuentros para dialogar y gestar autonom?as desde la cotidianidad; discutir colectivamente para reconocernos en objetivos comunes, pero tambi?n en lo que nos diferencia; recorrer el territorio para socializar estas conversas con la comunidad desde nuestras formas art?sticas; promover el trabajo intergeneracional para autoreconocernos y articularnos en otras iniciativas, por ejemplo, la ?II marcha de la comida? que est?n promoviendo desde el norte del Cauca. Claro, estas puntadas son claves y debemos hilarlas fino, sin perder de vista las luchas largas que se ir?n viendo estructuradas en los tejidos que vayamos pariendo entre todas y todos. As? que a poner todos nuestros esfuerzos en hilar del color y del grosor que elijamos, sin olvidar qu? tejidos necesitamos y para qu? estamos hilando seg?n nuestros contextos. No olvidemos entonces, la necesidad elocuente de ?no separar lo justo de lo bello?.
Redactado por Vilma Roc?o Almendra Quiguan?s
Pueblos en Camino, marzo de 2019
Vereda Quitapereza, Santander de Quilichao, Cauca, Colombia.
[1]Nos acompa?aron mujeres de Cali, Villa Rica, Putumayo, Popay?n y de distintas comunidades rurales de Santander de Quilichao, T?ez, Caloto, Corinto, Torib?o, San Francisco, Tacuey?, Jambal? y Caldono.