La dominaci?n progresista. El poder como instrumento de dominaci?n. II

Con gobiernos de derecha, de izquierda o progresistas, el estado sigue siendo instrumento de dominaci?n.
?Qu? alternativa les queda a los colectivos?
Volver a organizarse, defender los tejidos sociales, conversar y tratar de tener autonom?a frente al Estado.



Los rasgos Keynesianos

Uno de los principios b?sicos de las tesis keynesianas es la necesidad de que el Estado intervenga activamente en la econom?a y la sociedad, complementando el funcionamiento del mercado y garantizando cierto bienestar b?sico a la poblaci?n. En funci?n de esta l?gica estatal se plantean las siguientes pol?ticas que se las pueden observar en los estados que est?n siendo reformados por los gobiernos ?progresistas?.
Se han ?recuperado? algunas empresas p?blicas de algunos sectores estrat?gicos de la econom?a como petr?leo, miner?a, telecomunicaciones, etc., privatizada en la ?poca neoliberal. Ahora bien, es necesario anotar que esta recuperaci?n se la ha hecho en funci?n de la formaci?n de capital mixto, que en un futuro volver? a manos privadas.
La inversi?n en infraestructura es una de las pol?ticas de corte keynesiano ejecutadas por los llamados gobiernos progresistas, que responde a las necesidades de circulaci?n de capital en el regi?n.
Durante las d?cadas perdidas de los 80 y 90, la regi?n poco pudo invertir en infraestructura. Urge ahora, tras reanudarse el crecimiento, eliminar la brecha entre una producci?n en auge y sistemas log?sticos y energ?ticos estancados. La urgencia estimula soluciones de gran escala, supuestamente m?s eficientes y con hartos resultados (Osava 2013, 1).
La inversi?n en infraestructura se basa principalmente en la construcci?n de carreteras, puentes, puertos aeropuerto, hidroel?ctricas, m?s que en infraestructura sanitaria, educativa, cultural, recreativa. Lo nuevos
ejes de transporte que se construyen buscan abrir v?as
para la circulaci?n de mercanc?as, tanto de las primarias que se saca de la regi?n cuanto de las elaboradas
que entran a ella. Lo que se busca con esta inversi?n no
es tanto la integraci?n y cohesi?n social, sino bajar los
costos de transporte para las transnacionales de agro negocios (biocombustibles), miner?a, petr?leos, etc. De hecho, no hay mucha inversi?n en v?as de transporte que
faciliten las cosas a los peque?os y medianos productor
La dominaci?n progresista 97
infraestructura vinculan a empresas del sector extractivo con mercados exportadores (Petras 2012, 1). Adem?s
hay que decir que toda la inversi?n en infraestructura se
enmarca dentro del proyecto IIRSA concebido en el periodo neoliberal.
En su gran mayor?a todas estas megas infraestructuras provocan gran da?o ambiental y en consecuencia
desplazamiento de los pueblos de sus territorios que no
reciben beneficio de esta pol?tica, sino consecuencias negativas para sus proyectos de vida.
El rencauche del Estado, llevado adelante por los gobiernos progresistas, implica cierta recuperaci?n de su
papel en la Regulaci?n Econ?mica. Se han creado
ciertas normativas obligatorias en ciertos aspectos de la
actividad econ?mica como el ajuste a la pol?tica de recaudaci?n fiscal que han ordenado m?s a la clase media que a los grandes grupos econ?micos, cierta fijaci?n
de precios, control al sector financiero, al flujo de capital especulativo y la volatilidad de los mercados financieros. Es decir, se est? consolidando al Estado, a partir del
control y monopolizaci?n del poder fiscal y, naturalmente, de la violencia:
La sociedad a la que llamamos sociedad de la Edad Moderna,
est? determinada, al menos en Occidente, por un grado muy
elevado de organizaci?n monopolista. Se arrebata a los individuos aislados la libre disposici?n sobre los medios militares que
se reserva al poder central, cualquiera que sea la configuraci?n
de este, y lo mismo sucede con la facultad de recabar impuestos
sobre la propiedad o sobre los ingresos de los individuos, que
se concentra en manos del poder central. Los medios financieros que afluyen as? a este poder central, sostienen el monopolio
de la violencia; y el monopolio de la violencia sostienen el monopolio fiscal. Ambos son simult?neos; el monopolio financiero no es previo al militar y el militar no es previo al financiero,
sino que se trata de dos caras de la misma organizaci?n mo-
98 Natalia Sierra Freire
nopolista. Cuando desaparece el uno, desaparece autom?ticamente el otro, si bien es cierto que, a veces, uno de los lados del
monopolio pol?tico puede ser m?s d?bil que el otro.
[…] S?lo con la constituci?n de este monopolio permanente
del poder central y de este aparato especializado de dominaci?n, alcanzan las unidades pol?ticas el car?cter de ˂˂estados˃˃
(El?as, 344-345).
Dado que el Ecuador no ha sido modernizado en
su totalidad como sociedad, el Estado-naci?n moderno
tampoco ha logrado consolidarse como en Europa, por
ejemplo. Es por eso que la modernizaci?n del pa?s tiene
que darse a partir de este afincamiento y fortalecimiento
del poder central, el mismo que ayuda a la proliferaci?n
de un mercado nacional adecuado a los requerimientos
del capital, y homogeniza condiciones pol?ticas y culturales de la naci?n para que la misma sea parte de la sociedad global de acuerdo al rol que le corresponde.
Sin embargo, el Estado-naci?n no implica mayor autonom?a o soberan?a de esta naci?n de la periferia mundial, en relaci?n a los centros econ?micos y pol?ticos.
Como se dijo, cada pa?s cumple determinada funci?n
dentro del mercado global, y a ella se tiene que sujetar.
Ya lo sostiene Petras,
En lo referente a las normativas que rigen el sector extractivo, han sido flexibles para favorecer la afluencia a gran escala de capital y para que las empresas agr?colas puedan utilizar de forma masiva qu?micos t?xicos y semillas transg?nicas.
Han autorizado la expansi?n de la miner?a, de la agricultura y
de la industria maderera en reservas ind?genas y naturales (Petras 2012, 1).
Las concesiones que se hacen a las transnacionales
extractivas se justifican, como en el caso de Ecuador, en
nombre de garantizar ingresos que den estabilidad econ?mica y sirvan para inversi?n en gasto social.
La dominaci?n progresista 99
Quiz? el rasgo keynesiano m?s llamativo que han desarrollado estos gobiernos es la Pol?tica social. No hay
lugar a duda que se ha incrementado la inversi?n en el
gasto social que ha bajado el nivel de pobreza en algunos
sectores de la poblaci?n, no as? en otros como es el caso
de las comunidades ind?genas en Ecuador. Se ha incrementado el salario b?sico sin que esto implique llegar al
nivel del valor de la canasta familiar, se ha concedido t?tulos
de propiedad legal a ocupantes de tierras y han distribuido parcelas
de tierras p?blicas sin cultivar, como una peque?a ?reforma agraria? (Petras 2012, 1). Ciertamente en Ecuador la pol?tica
agraria ha sido nefasta, no se podr?a hablar ni siquiera
de una peque?a reforma agraria. La inversi?n en salud
y educaci?n, vivienda, en el caso del Ecuador, se basa
principalmente en mejorar la infraestructura.
Los subsidios de la pobreza son un rasgo que en
s? mismo expresa una monstruosidad, producto de la
mezcla entre una pol?tica de subsidios neoliberales envueltos en una ret?rica keynesiana. No hay que olvidar que el plan de bonos de la pobreza que intenta tapar la miseria producida por la aplicaci?n de la Pol?tica
de Ajuste Estructural y contener sus efectos pol?ticos fue
ejecutado por los gobiernos neoliberales. En el escenario pol?tico actual de Am?rica Latina, tanto los llamados
gobiernos progresistas como los neoliberales contin?an
y mejoran la misma pol?tica de ?inclusi?n? financiera de
los pobres: Bono Juanito Pinto en Bolivia, Bono de Desarrollo
Humano en Ecuador, Bolsa Familia en Brasil, Red Protecci?n
Social en Nicaragua, Tekopor? y Abrazo en Paraguay, Chile Solidario en Chile, Acci?n familia en Colombia, Avancemos
en Costa Rica, Familia Progresa en Guatemala, Programa
de Asignaci?n Familiar en Honduras, Juntos en Per?, Programa Progresas en M?xico, Red de Oportunidades en Panam?,
Solidaridad en Rep?blica Dominicana, Panes en Uruguay.
100 Natalia Sierra Freire
Descripci?n Dise?o Metas/ Consideraciones
importantes
Inversi?n/Tiempo Actores
Pilzhum Provincia de Ca?ar.
Estudios de
Prospecci?n.
Encontrar yacimientos de oro,
plata, plomo y zinc.
Determinaci?n de zonas
anom?licas.
Operaciones desde 2012
Inversi?n Indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Angas Provincia de Azuay
Estudios de
Prospecci?n.
Yacimientos de Oro y plata
Exploraci?n de prefactibilidad y
factibilidad.
Alcanzar recursos geol?gicos de
300.000 onzas de oro.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
San Miguel Provincia de Bol?var
Estudio de
exploraci?n b?sica en
zonas anom?licas.
Yacimiento de cobre.
Potencia geol?gico del 6% de
cobre por 5.000 hect?reas.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Cordillera de Nanguipa Provincia de Zamora
Chinchipe
Estudios de
exploraci?n b?sica en
zonas anom?licas
Yacimientos de oro, cobre,
molibdeno
Explotaci?n masiva de minerales
en la zona.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Telimbela Provincia de Bol?var
Estudios de
exploraci?n b?sica.
Yacimientos de cobre y molibdeno.
Explotar cobre y molibdeno de
la zona.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
La Tola Norte Provincia de
Esmeraldas.
Estudio de
exploraci?n b?sica.
Yacimientos de arenas ferrosas
Alcanzar el nivel de factibilidad,
dise?os conceptuales para el
dise?o de una planta sider?rgica.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
El Torneado Provincia de Bol?var.
Provincia de Los R?os.
Estudio de
exploraci?n b?sica
Yacimiento de oro, cobre y
molibdeno.
Futura explotaci?n de oro, cobre y
molibdeno.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Cuadro 5. Explotaci?n minera8
8. Para la elaboraci?n del presente cuadro se ha tomado como referencia,
investigaci?n bibliogr?fica y audiovisual de las siguientes fuentes:
- SENPLADES, Resumen Ejecutivo ?Qui?n se beneficia del Gasto Social en
el Ecuador?
- Ministerio de Inclusi?n Econ?mica u social; Informe-Presentaci?n: Red de
Protecci?n Solidaria, 2012
- ENAMI ; Informe de Gesti?n Empresa Nacional Minera, 2014
- Sacher William y Acosta Alberto, La miner?a a Gran escala en Ecuador: An?lisis y datos estad?sticos de la miner?a industrial en el Ecuador
La dominaci?n progresista 101
Descripci?n Dise?o Metas/ Consideraciones
importantes
Inversi?n/Tiempo Actores
Pilzhum Provincia de Ca?ar.
Estudios de
Prospecci?n.
Encontrar yacimientos de oro,
plata, plomo y zinc.
Determinaci?n de zonas
anom?licas.
Operaciones desde 2012
Inversi?n Indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Angas Provincia de Azuay
Estudios de
Prospecci?n.
Yacimientos de Oro y plata
Exploraci?n de prefactibilidad y
factibilidad.
Alcanzar recursos geol?gicos de
300.000 onzas de oro.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
San Miguel Provincia de Bol?var
Estudio de
exploraci?n b?sica en
zonas anom?licas.
Yacimiento de cobre.
Potencia geol?gico del 6% de
cobre por 5.000 hect?reas.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Cordillera de Nanguipa Provincia de Zamora
Chinchipe
Estudios de
exploraci?n b?sica en
zonas anom?licas
Yacimientos de oro, cobre,
molibdeno
Explotaci?n masiva de minerales
en la zona.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Telimbela Provincia de Bol?var
Estudios de
exploraci?n b?sica.
Yacimientos de cobre y molibdeno.
Explotar cobre y molibdeno de
la zona.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
La Tola Norte Provincia de
Esmeraldas.
Estudio de
exploraci?n b?sica.
Yacimientos de arenas ferrosas
Alcanzar el nivel de factibilidad,
dise?os conceptuales para el
dise?o de una planta sider?rgica.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
El Torneado Provincia de Bol?var.
Provincia de Los R?os.
Estudio de
exploraci?n b?sica
Yacimiento de oro, cobre y
molibdeno.
Futura explotaci?n de oro, cobre y
molibdeno.
Operaciones desde 2012.
Inversi?n indeterminada.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Sitios Web
- http://www.telegrafo.com.ec/economia/item/ecuador-invierte-anualmente-484-millones-en-el-bono-de-desarrollo-humano-bdh.html
- http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/bono-de-desarrollo-humano-para-adultos-mayores.html
- http://www.inclusion.gob.ec/wp-content/uploads/down -
loads/2012/08/26-de-julio.pdf
- www.desarrollosocial.gob.ec
- www.vicepresidencia.gob.ec
- www.informatecuador.com
102 Natalia Sierra Freire
Descripci?n Dise?o Metas/ Consideraciones
importantes
Inversi?n/Tiempo Actores
Proyectos primera
subasta minera:
La Sof?a
Magdalena
R?o Jalligua
Balzapamba
Alao
San Miguel de los
Cuyes
Paccha
Yacuamb?
Namirez Alto
Sucumb?os
Imbabura
Cotopaxi
Bol?var
Chimborazo
Morona Santiago
y Azuay
El Oro
Zamora Chinchipe
Zamora Chinchipe
Incrementar la exploraci?n y
explotaci?n de estos proyectos.
Incrementar el monto de regal?as.
Impulsar contrataciones extranjeras
para la explotaci?n minera.
Seguimiento y evaluaci?n de
proyectos mineros.
Mitigar el impacto ambiental de las
explotaciones.
Operaciones comenzadas desde 2010.
Proyectos en fase de explotaci?n.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Transnacionales.
Esta pol?tica, como se observa, hace coincidir a los llamados gobiernos progresistas (Ecuador, Nicaragua, Brasil, etc.) con sus antag?nicos los gobiernos neoliberales.
(Colombia, Costa Rica, Panam?, Chile, M?xico, etc.)
Hay que poner mucho cuidado en el hecho de que
esta pol?tica neoliberal implica una vinculaci?n entre el
Estado y el sector financiero privado, digamos una transferencia de la riqueza p?blica al sector privado. En todos los casos es el sector financiero privado quien ejecuta los pagos y de esta manera: por un lado, el capital de
los bonos que es capital estatal termina alimentando a
la banca privada y, por otro lado, los pobres quedan integrados al sector financiero formal, es decir integrados
al marco capitalista, lo cual supone de una u otra manera una cooptaci?n pol?tica-ideol?gica de esta poblaci?n
excluida potencialmente subversiva. Como es f?cil darse cuenta tanto los gobiernos neoliberales cuanto en los
llamados progresistas sostienen la l?gica de transferencia de riqueza del estado al sector privado bancario, m?s
all? de los discursos de izquierda que los segundos ma-
La dominaci?n progresista 103
Descripci?n Dise?o Metas/ Consideraciones
importantes
Inversi?n/Tiempo Actores
Proyectos primera
subasta minera:
La Sof?a
Magdalena
R?o Jalligua
Balzapamba
Alao
San Miguel de los
Cuyes
Paccha
Yacuamb?
Namirez Alto
Sucumb?os
Imbabura
Cotopaxi
Bol?var
Chimborazo
Morona Santiago
y Azuay
El Oro
Zamora Chinchipe
Zamora Chinchipe
Incrementar la exploraci?n y
explotaci?n de estos proyectos.
Incrementar el monto de regal?as.
Impulsar contrataciones extranjeras
para la explotaci?n minera.
Seguimiento y evaluaci?n de
proyectos mineros.
Mitigar el impacto ambiental de las
explotaciones.
Operaciones comenzadas desde 2010.
Proyectos en fase de explotaci?n.
Empresa Nacional Minera
EP.
Alianzas Estrat?gicas.
Transnacionales.
nejan. En Ecuador, por poner un ejemplo, en todos los
a?os del gobierno de Alianza Pa?s el sector m?s beneficiado econ?micamente ha sido el bancario.
Tanto los gobiernos neoliberales como los progresistas defienden el programa de bonos como una forma de
aliviar la pobreza y la desigualdad, sin embargo lo que
est? detr?s de esto es la voracidad del capital. El hecho
de que los pobres queden articulados al sector financiero
tiene implicaciones no solo econ?micas sino pol?ticas e
ideol?gicas que se deber?a tomar en cuenta. Las implicaciones econ?micas como se conoce son b?sicamente la
concentraci?n de capital en la banca privada, la incorporaci?n de un sector amplio de la poblaci?n a la l?gica
financiera mercantil lo que significa hacer circular capital en la totalidad del campo social. Cuando los estrategas de la econom?a capitalista se dieron cuenta que los
hogares pobres pueden ahorrar y sobre todo endeudarse para consumir, descubrieron un nuevo nicho mercantil para mover capital y generar ganancia.
104 Natalia Sierra Freire
M?s all? de lo anotado, la pol?tica de los bonos de la
pobreza tiene un efecto pol?tico-ideol?gico preocupante.
No es tan importante lo que los pobres puedan ahorrar
y/o consumir de forma real, sino la idea (ideolog?a) de
que pueden ahorrar y consumir, este es el objetivo principal de esta pol?tica. Uno de los consejos m?s importantes que ha hecho la teor?a neoliberal alemana es la
necesidad de neutralizar a la poblaci?n que, por efecto
de la concentraci?n de capital, queda excluida del marco mercantil capitalista de la competencia. Para cumplir
con esta ?recomendaci?n?, el Estado debe asegurar que
estas poblaciones, potencialmente peligrosas para la estabilidad jur?dico pol?tica del pa?s, queden integradas de
manera ideol?gica al capitalismo. La ilusi?n de ser sujetos mercantiles, aun cuando sea en el ?ltimo eslab?n de
la cadena mercantil, hace que acepten las reglas del capital y pierdan el deseo de otro mundo. Lo mismo pasa
con los bonos productivos para los peque?os emprendedores, no hace falta hablar de esto, lo conocemos bien
sobre todo cuando recordamos las ?geniales? recomendaciones de Hernando de Soto en El Otro Sendero.
La modernizaci?n capitalista impulsada por estos gobiernos ha sido acompa?ada por un discurso
nacionalista y antimperialista. Hay que precisar
que el discurso utilizado ha sido en rigor una ret?rica
para contentar al pueblo que ven?a demandando transformaciones con claro contenido revolucionario. Como
dice Petras:
En resumen, han mantenido un doble discurso de m?ltiples
caras: una ret?rica antimperialista, nacionalista y populista
para el consumo interno, al tiempo que pon?an en pr?ctica una
pol?tica de fomento y expansi?n del papel del capital extractivo extranjero en iniciativas conjuntas con el Estado y con una
nueva y creciente burgues?a nacional (Petras 2012, 1).
La dominaci?n progresista 105
Los rasgos totalitarios
estalinistas-fascistas
Con una ret?rica del socialismo del siglo XXI, muchos de estos gobiernos han implementado ciertas pol?ticas fascista-estalinistas de control pol?tico de la poblaci?n. La espantosa experiencia del fascismo europeo
junto con los errores y desviaciones del m?s importante
ensayo hist?rico de construir una sociedad socialista son
tomados, por varios gobiernos progresistas, como modelo de dominaci?n pol?tica.
Hiperpresidencialismo es una forma de la pol?tica asumida por varios gobiernos progresistas entre los
que se puede destacar Venezuela, Ecuador y Argentina. El poder ejecutivo en la figura del Presidente concentra toda las decisiones por sobre el poder legislativo,
judicial, electoral y, en el caso del pa?s, ciudadano. Las
atribuciones dadas y asumidas por el presidente son casi
absolutas, sea de manera constitucional o inconstitucional. En el ejercicio real y pr?ctico del poder, el presidente se convierte en legislador exclusivo, como sabemos en
Ecuador, por ejemplo, la asamblea legislativa as? como
el consejo nacional electoral, el poder judicial, el ciudadano e incluso la corte constitucional funcionan bajo los
requerimientos del presidente.
La mayor?a parlamentaria que estos gobiernos han
logrado gracias a la figura del presidente est? absolutamente subordinada a los dict?menes del ejecutivo para
la elaboraci?n de leyes, la fiscalizaci?n o las reformas
constitucionales. El poder judicial ha sido reconstituido
y sus funcionarios nombrados bajo los intereses del poder ejecutivo. El poder ciudadano creado por el ejecutivo se ha convertido en una de sus dependencias, as? tambi?n el consejo electoral. En ?ltima instancia, m?s all?
de la apariencia democr?tica, el ejecutivo controla todas
las funciones pol?ticas del Estado.
106 Natalia Sierra Freire
La mayor?a de los autodenominados gobiernos progresistas han contado con las condiciones econ?micas y
pol?ticas para ejercer y asegurar el poder concentrado.
Por una parte, han podido ensanchar el aparato estatal y
su consecuente incremento burocr?tico que garantiza el
principal sector social de respaldo al gobierno. Por otra
parte, el alto presupuesto estatal con el que han contado gobiernos como Ecuador y Venezuela, es fundamental para el ejercicio concentrado del poder, as? como el
respaldo de las FFAA. En el caso de Venezuela, el respaldo se ha logrado en gran medida por el origen militar de
Hugo Ch?vez; y en el caso de Ecuador con un recambio
estrat?gico de los mandos militares y polic?acos y, a partir de all?, con una pol?tica bastante complaciente y generosa con las demandas del sector castrense.
Otros rasgo del hiperpresidencialismo es el abuso
de los decretos de emergencia, a trav?s de los cuales se
toman decisiones por fuera de la normativa de la democracia liberal cl?sica. A la legislaci?n delegada que
convierte en ley la norma gubernamental se suma el inmenso poder que tiene el presidente sobre el presupuesto nacional. Todo esto supone la eliminaci?n de la participaci?n activa de las otras funciones del Estado, no se
diga de la sociedad civil. En definitiva se puede hablar
del poder absoluto del movimiento o partido en el gobierno, a trav?s de un renovado centralismo de una ?lite
tecnocr?tica y autoritaria sumisa al presidente.
Ligado a la caracter?stica analizada, en los p?rrafos
anteriores, est? el culto a la personalidad del presidente (l?ase el l?der). Este rasgo es muy cercano a la tradici?n caudillista de Am?rica Latina, por lo cual no sorprende que se lo asuma con tanta facilidad. La imagen
de varios presidentes de los autodenominado gobiernos
progresistas, como es el caso de Venezuela, Nicaragua,
La dominaci?n progresista 107
Bolivia y Ecuador, ha sido convertida en objeto de culto popular. Este hecho se ha conseguido por medio de la
permanente e inagotable propaganda medi?tica, a trav?s de la cual se enaltece los rasgos de la personalidad
individual como signos de inteligencia, sabidur?a, responsabilidad, autoridad (autoritarismo) y carisma propios del padre; de un super yo excesivo y asfixiante, gu?a
del pueblo.
La imagen del presidente inunda la televisi?n, los peri?dicos, las radios, las vallas publicitarias colocadas por
todo el pa?s, as? como en los espect?culos de masas donde la estrella principal y ?nica es el l?der. Los informes semanales que hacen a la naci?n (Sabatina, Al? presidente) no son m?s que espacios para la apoteosis del l?der.
El objetivo de toda esta publicidad pol?tica es presentar
al presidente como el ?Salvador de la Patria? humillada en la ?poca neoliberal. Es claro que se usa la propaganda masiva para trasmitir al pueblo las ideas del presidente y provocar la adhesi?n irreflexiva de la poblaci?n
a las mismas. Hay que decir que los espect?culos medi?ticos presidenciales son preparados con mucho cuidado
por una gran maquinaria de marketing publicitario, que
garantiza que la actuaci?n del presidente afirme su imagen de caudillo. En el Ecuador, las ?ltimas propagandas
donde aparece el presidente tienen un toque contempor?neo, que las distingue formalmente de la vieja propaganda fascista y populista. La imagen vieja del l?der y del
caudillo es replanteada para el actual consumo medi?tico, con este fin se ha construido una imagen ?fresca?
del ?salvador de la patria?, que se parece m?s a la de un
artista de Hollywood que al envejecido l?der caudillista.
La reutilizaci?n que algunos gobiernos progresistas
hacen de la estrategia propagand?stica del ?l?der?, son,
por decir lo menos, caricaturescas, pero no por ello in-
108 Natalia Sierra Freire
eficaces. En la ?poca del fascismo, el culto al presidente
era tan obsesivo que se lo llamaba, justamente, el l?der, la
versi?n criolla de esta obsesi?n en Venezuela es: ?padre
de la revoluci?n?. De hecho:
El culto a la personalidad de Ch?vez, que llegar?a a su apoteosis con su larga convalecencia en Cuba y su muerte a principios
de 2013, acabar?a ocupando el centro de la ideolog?a del socialismo del siglo XXI, tal y como ha podido leerse en los principales medios de comunicaci?n y c?rculos intelectuales de la izquierda latinoamericana (Rojas 2013).
En el Ecuador, un poco m?s sofisticado y personalizado, al jefe de estado se lo conoce como mashi Rafael,
un nombre que recoge un t?rmino quechua y que intenta una cercan?a con el pueblo. Al mismo tiempo el propio Correa asume y defiende para s? la ?majestad del poder?, en un claro retorno a la monarqu?a inexistente en
Am?rica Latina.
Algunos gobiernos progresistas, sobre todo aquellos
identificados con lo que se conoce como el eje Ch?vez,
asocian la imagen del ?l?der? a la idea de ?padre? o gu?a
de la revoluci?n?. En el caso de Ch?vez, Ortega, Morales que vienen de procesos de luchas sociales es m?s f?cil
posicionar la imagen de ?l?der revolucionario?; sin embargo, en el caso de Correa, los Kirchner y Maduro, es
necesario falsificar sus historias personales con la exageraci?n medi?tica de su imagen. En base a esta falsificaci?n se afirma y se sostiene el culto a su personalidad, la
misma que es puesta como modelo a seguir por toda la
masa, por supuesto, dejando claro que nadie podr? ser
como el ?gran l?der?. En el Ecuador esta falsificaci?n es
mayor si tomamos en cuenta que el presidente no tiene otra presentaci?n de su pasado pol?tico que ser un boy
scout. La estrategia planteada como es de suponer tiene
un gran limitante en el momento de la desaparici?n del
La dominaci?n progresista 109
l?der. Como ya sucedi? en Venezuela, el sucesor de Ch?vez dif?cilmente podr? sostener el apoyo de la poblaci?n
por mucho tiempo, pues es casi imposible que llegue a tener la imagen que se construy? de Hugo Ch?vez.
Las purgas, es decir la vigilancia, persecuci?n y sanci?n estatal a aquellos que el partido o movimiento en el
gobierno considera disidentes pol?ticos peligrosos. Es absolutamente visible que las purgas son una pr?ctica de los
autodenominados gobiernos progresistas, muchos miembros de sus propios movimientos fueron y son sujetos de
estas. En el Ecuador tenemos muchos ejemplos de dicha
pol?tica represiva, Alianza Pa?s en sus inicios estaba conformada por muchos militantes de izquierda que no solo
que fueron expulsados, sino que han sido objeto de vigilancia, persecuci?n, descr?dito, despidos, enjuiciamiento
arbitrarios, encarcelamiento, etc. El discurso de justificaci?n que han usado la direcci?n de los partidos y movimientos gubernamentales para eliminar a militantes de
izquierda es muy parecido al utilizado en la ?poca estalinista: ?reaccionarios?, ?agente de la CIA?, ?saboteadores?, ?contrarrevolucionarios? y otros inventados para la
nueva ?poca como: ingenuos, infantiles, primitivos, ineficientes, bobos, saboteadores, terroristas, etc?tera.
Hay que destacar que los y las perseguidas no pertenecen a los sectores de la burgues?a, sino principal y
fundamentalmente a la izquierda disidente que busca ciertamente la transformaci?n social. Ante esto, los
gobiernos progresistas intentan con las purgas destruir
toda oposici?n pol?tica e ideol?gica de izquierda, para
lo cual se usan dispositivos estatales de represi?n en contra de movimientos y organizaciones sociales disidentes.
En el Ecuador se ha llegado a perseguir a estudiantes
secundarios, j?venes universitarios, maestros, sindicalistas, periodistas, activistas sociales, dirigentes ind?genas y
110 Natalia Sierra Freire
campesinos acus?ndoles de rebeli?n, sabotaje, terrorismo. En esta pol?tica represiva est? presente dos ideas: 1.
Aquella idea que considera que los sectores populares
(obreros, campesinos, ind?genas, mujeres, j?venes, etc.)
son incapaces de dirigir su proceso de transformaci?n y
por lo tanto tienen que ser dirigidos por la ?vanguardia
tecnocr?tica? del gobierno. 2. La idea maquiav?lica-estalinista de que en nombre de la ?revoluci?n? (l?ase poder del partido o del grupo gobernante) est? permitido
todo, incluso negar derechos humanos al propio pueblo,
sujeto de la revoluci?n. Concepci?n totalmente contraria al pensamiento de Marx al que se remiten, el cual
sosten?a que: la emancipaci?n de los trabajadores ser? obra de
los propios trabajadores.
Como es de suponer, el objetivo de la aplicaci?n de la
pol?tica de las purgas es la exclusi?n y el arrinconamiento de los movimientos sociales aut?nomos y de las organizaciones pol?ticas de la izquierda independiente; as?
tambi?n de los dirigentes sociales m?s comprometidos y
de los intelectuales cr?ticos m?s creativos. En remplazo
de los purgados se instalan en el gobierno funcionarios sumisos, fan?ticos y tendientes a uniformar la sociedad, sin ninguna capacidad de actuar de forma libre y comprometida
con la transformaci?n social. En un real proceso de cambio de la sociedad, el Estado ?mientras exista? no debe
apropiarse de las organizaciones sociales ni del pensamiento cr?tico, menos aun, como hacen estos gobiernos,
Estado ser usado para atrapar a la poblaci?n en organizaciones sociales sometidas al proyecto gubernamental.
En el Ecuador se ha cooptado o creado sindicatos p?blicos, organizaciones estudiantiles, juveniles, campesinas
y de profesionales ?aliadas? al gobierno de Alianza Pa?s.
Otra caracter?stica es la censura de los medios
de comunicaci?n implementada principalmente en
La dominaci?n progresista 111
Venezuela, Argentina, Ecuador. Si bien se conoce que
los medios de comunicaci?n privados trabajan al servicio o bajo el tutelaje de los grandes poderes econ?micos
y pol?ticos de la burgues?a, los autodenominados gobiernos progresistas los censuran como espacios que pueden
ser usados por la disidencia pol?tica e ideol?gica, no de
la derecha sino de la oposici?n cr?tica de la izquierda.
El control de los medios de comunicaci?n operado
por estos gobiernos se lo ha hecho en base a regulaciones estatales, como es el caso de la ley de comunicaci?n
aprobada en Ecuador. Varios de los art?culos de este instrumento legal tienen como fin persuadir a los medios de
cualquier acci?n o expresi?n cr?tica a la pol?tica gubernamental. Como se sabe, el problema no es tanto la ley
en s? misma, sino su interpretaci?n y en reg?menes autoritarios, que concentra todo el poder, la ley tiene la interpretaci?n penalizadora del aparato gubernamental. Lo
que se busca, m?s all? del discurso democr?tico sobre la
regulaci?n de la comunicaci?n y el combate a la ?prensa
corrupta? como se la llama, es un instrumento legal para
callar las voces disidentes que viene desde la izquierda,
pues la derecha, en lo que compete al proyecto econ?mico, est? bastante a gusto con estos gobiernos.
Es importante anotar que, ?ltimamente, en Ecuador
se est? proponiendo penalizar la expresi?n y comunicaci?n en las redes sociales. Al parecer el control de los medios de comunicaci?n tradicionales no es suficiente, pues
el uso cada vez m?s amplio de redes sociales hace posible abrir un espacio donde la poblaci?n puede, ciertamente, debatir los problemas del pa?s, lo cual representa
un peligro para la pretensi?n totalitaria de estos reg?menes. Un ejemplo de esto son las movilizaciones en Brasil, en M?xico, en Chile, en Colombia y en Ecuador en
lo que tiene que ver con el debate sobre la explotaci?n
del parque Yasun?.
112 Natalia Sierra Freire
Combinado con la censura de los medios se ejecuta una pol?tica agresiva de publicidad pol?tica de
los gobiernos, con el fin de controlar ideol?gicamente a
la poblaci?n. Sin lugar a dudas una de las preocupaciones fundamentales de varios gobiernos progresistas ha
sido asegurar el control ideol?gico de la sociedad. Para
este prop?sito han desplegado una estrategia sistem?tica de publicidad pol?tica del r?gimen cuidadosamente
construida en laboratorios publicitarios. La ausencia de
un proyecto real de transformaci?n social es encubierta con una ret?rica medi?tica que combina tecnicismos
econ?micos con ideas-signo de revoluci?n y progreso. Es
una estrategia de publicidad pol?tica con la cual se convoca al pueblo a apoyar una ?revoluci?n? inexistente, lo
que supone un apoyo acr?tico al gobierno y a su proyecto econ?mico.
No hay duda que detr?s de este tipo de publicidad
pol?tica existe una bien estudiada sicolog?a de masas que
busca garantizar el control ideol?gico de la poblaci?n
Un discurso nacionalista-?revolucionario? que
combina la estrategia fascista y estalinista basadas en el
uso de: 1. Frases, s?mbolos, himnos y l?deres nacionales
que alimentan el sentimiento patri?tico de la poblaci?n.
En el Ecuador, por ejemplo, se ha reactualizado himnos
casi olvidados o confinados a actos castrenses para ser
utilizados en todos los actos oficiales y, obviamente, en la
publicidad pol?tica que bombardea de manera diaria a la
poblaci?n. Se intenta crear una identificaci?n ahist?rica
entre los presidentes de estos gobiernos con los generales de la revoluci?n de la Independencia como Bol?var y
de la revoluci?n liberal como Eloy Alfaro. As? tambi?n,
se utiliza s?mbolos como los colores de la bandera que se
despliegan p?blicamente por todo el pa?s, como fondo de
cualquier propaganda o informaci?n oficial. 2. Revueltos
La dominaci?n progresista 113
con los s?mbolos nacionales, se manipulan signos alusivos a la revoluci?n, como son: im?genes de luchas sociales, im?genes de dirigentes populares, canciones protesta
de la ?poca de los a?os 60 y 70 del siglo pasado, la imagen de Ernesto Guevara, Salvador Allende, etc?tera. En
los pa?ses andinos, tambi?n, se manipulan signos de las
culturas ancestrales y de hist?ricos dirigentes ind?genas.
Queda claro que la utilizaci?n publicitaria que se hace de
los s?mbolos de las luchas anticapitalista, as? como de las
culturas ind?genas, provoca el vaciamiento de su contenido hist?rico y pol?tico-revolucionario, de lo contrario no
pod?an ser homogenizados e identificados con la vacuidad de la simbolog?a nacional.
Un nacionalismo que a nombre de una revoluci?n
inexistente, digamos a nombre de la Patria, la masa de
votantes y la ?revoluci?n? se vuelca en contra del pueblo (ind?genas, trabajadores, campesinos, ecologistas,
etc.), con una pol?tica absolutamente represiva, criminalizadora y autoritaria. Un nacionalismo que niega la
plurinacionalidad existente en los pa?ses andinos, un nacionalismo que reedita la ficci?n ideol?gica burguesa de
una sociedad sin antagonismos, sin contradicciones y
por lo tanto funcional para la reproducci?n de la econom?a capitalista. A nombre de este nacionalismo ?progresista? y del inter?s general que le es inherente, se renegocian contratos con las multinacionales capitalistas del
sector extractivo.
A pesar del discurso anticorporativo, usado para deslegitimar a los movimientos sociales, y particularmente
al movimiento ind?gena, estos gobiernos protegen el poder corporativo de los grupos de poder econ?mico (en
el caso de Ecuador grupos: La Favorita, El Juri, Nirsa,
PRONACA, etc.) y sus negocios que se han fortalecido
con estos gobiernos. No queda duda de que se ha esta-
114 Natalia Sierra Freire
blecido una muy beneficiosa relaci?n econ?mica-pol?tica empresas-gobierno a nombre de la naci?n. La protecci?n al poder corporativo de los grupos econ?micos se
encuentra enlazada con un rampante amiguismo y corrupci?n. Al igual que los cl?sicos gobiernos fascistas, los
gobiernos progresistas est?n gobernando
…con grupos de amigos y asociados que se posicionan unos y
otros en los cargos gubernamentales y usan el poder gubernamental y la autoridad para proteger a sus amigos de la responsabilidad de rendir cuentas. No es infrecuente que en los
reg?menes fascistas los l?deres gubernamentales se apropien e
inclusive roben descaradamente los recursos y tesoros nacionales (Britt 2004).
A estas alturas del proceso, no es un secreto para
nadie la existencia de grupos de amigos y conocidos que
conforman los gobiernos de Correa en Ecuador, Ch?vez en Venezuela, los Kirchner en Argentina. Igual que
en los reg?menes fascistas no es infrecuente que los l?deres-presidente gubernamentales se apropien e inclusive roben descaradamente los recursos y tesoros nacionales (Britt
2004). Son p?blicos los esc?ndalos de corrupci?n en los
que han estado involucrados los primeros mandatarios
de Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Argentina. Este rasgo fascista es compartido por los populismos de Am?rica
Latina, quiz? por eso no nos sorprende tanto.
Junto a esta alianza disimulada en el discurso tramposo del socialismo del siglo XXI, los gobiernos progresistas golpean, persiguen, criminalizan a las organizaciones sociales, entre ellas los sindicatos p?blicos, que
representan peligro para el ejercicio de su poder. En el
Ecuador este tipo de represi?n se va fortaleciendo en leyes, c?digos y reglamentos como el nuevo c?digo penal,
la ley de comunicaci?n y el decreto 016 con el que intentan eliminar la organizaci?n pol?tica de la sociedad.
La dominaci?n progresista 115
A pesar del inter?s mostrado por estos gobiernos de
hacer una reforma al sistema educativo superior y a pesar de que, al menos en el Ecuador, gran parte de los
funcionarios del estado empezando por el presidente
viene de la academia, manifiestan una abierta hostilidad
a la educaci?n superior y a la academia que no est? dentro de los par?metros de la instrumentalizaci?n y mercantilizaci?n del conocimiento que ellos impulsan. Muchos profesores, acad?micos e intelectuales cr?ticos a la
pol?tica gubernamental han sido censurados, deslegitimados, perseguidos e incluso arrestados bajo la acusaci?n de terrorismo.
Obsesi?n con el crimen y el castigo, bajo los reg?menes
fascistas se le dan poderes casi ilimitados a las fuerzas represivas legales. La gente a menudo es obligada a hacerse la vista gorda sobre los abusos policiales e inclusive a abandonar libertades civiles en el nombre del patriotismo. Existe a menudo
una fuerza policial nacional con poderes ilimitados en naciones fascistas (Britt 2004).
La reedici?n de este rasgo fascista por los gobiernos
progresistas tiene un deslizamiento m?s que dar poderes
casi ilimitados los aparatos represivos del Estado, lo cual
tampoco se niega, se otorga poderes ilimitados al aparato jur?dico legal, como aparato represivo de la disidencia pol?tica. Se ha implementado la criminalizaci?n de
la disidencia pol?tica de izquierda y su consecuente penalizaci?n judicial. Todos los abusos del aparato judicial
en Ecuador (casos los 10 de Luluncoto, los estudiantes
del Central T?cnico, la condena de Mery Zamora, Pepe
Acacho, Clever Jim?nez, caso Gran Hermano etc.) han
sido justificados por el r?gimen en nombre de la patria y
la ?revoluci?n?. Como ya se dijo anteriormente, las leyes que se van aprobando tiene una clara intenci?n castigadora. En esta l?gica de poder se combina el fascismo
y el estalinismo.
116 Natalia Sierra Freire
Elecciones Fraudulentas… algunas veces las elecciones en
las naciones fascistas son un verdadero fraude. Otras veces las
elecciones son manipuladas por campa?as difamatorias en
contra de los candidatos opositores e inclusive el asesinato de
los mismos. Tambi?n usan las legislaciones para el control del
n?mero de votos, el control pol?tico distrital y la manipulaci?n
de los medios de comunicaci?n. Las naciones fascistas tambi?n
usan t?picamente a sus tribunales de justicia para manipular y
controlar las elecciones (Britt 2004).
Casi todo lo citado ha sido la pr?ctica de los ?ltimos
procesos electorales en Venezuela y Ecuador, lo ?nico
que no se ha hecho es asesinar a sus opositores y cometer
fraude directo. Por lo dem?s, han manipulado, han difamado, han legislado para garantizar el triunfo, han controlado los medios de comunicaci?n, han usado m?todos
de conteo favorables al r?gimen, han usado todos los recursos del Estado para su campa?a. Todos estos mecanismos aseguran, sin lugar a dudas, un triunfo electoral,
que despu?s es utilizado para profundizar y justificar un
ejercicio totalitario del poder.
La identificaci?n entre Partido y Estado ejecutada tanto por el fascismo como por el estalinismo, es
implementada y ampliada por los gobiernos de Ecuador
y Venezuela que intenta una identificaci?n entre Movimiento, Estado y Sociedad. Este mecanismo no solo
que es contrarrevolucionario, sino que permite el control ideol?gico y pol?tico de la poblaci?n.
Disgusto por el reconocimiento de los Derechos Humanos, debido al miedo a los enemigos y a la necesidad de seguridad, el pueblo en los reg?menes fascistas es persuadido que
los Derechos Humanos deben ser ignorados, en algunos casos
por ?necesidad?. El pueblo tiende a mirar de otra forma e inclusive a aprobar la tortura, ejecuciones sumariales, asesinatos, largas encarcelaciones de prisioneros, etc?tera (Britt 2004).
La dominaci?n progresista 117
Reconociendo que muchos gobiernos de occidente,
b?sicamente el norteamericano han usado y manipulado c?nicamente el discurso de los derechos humanos
para intervenir militarmente en varios pa?ses, la Carta
Universal de los Derechos Humanos es, en gran parte,
resultado de la lucha de los pueblos oprimidos en todo
el planeta y a lo largo de su historia. La conquista de los
derechos ha permitido a los pueblos resistir la embestida del capitalismo y tener un marco normativo que les
ha permitido luchar contra la opresi?n y la explotaci?n.
Curiosamente, los llamados gobiernos progresista y ?espec?ficamente el de Ecuador? atacan permanentemente los derechos que el pueblo reclama que se respeten.
Por un lado, se han quitado y golpeado derechos de los
trabajadores, de los campesinos, de los ind?genas como
es el derecho a la huelga, el derecho a la seguridad laboral, el derecho a la consulta previa, por citar algunos.
Por otro lado, la pol?tica de criminalizaci?n de la lucha
social y la disidencia pol?tica limita muchos derechos humanos como la libre asociaci?n, la libre movilidad, la libre expresi?n, la libertad de pensamiento, etc. Adem?s
de la ejecuci?n de esta pol?tica poco democr?tica y violatoria de derechos, en los discursos gubernamentales se
la justifica en nombre de la ?revoluci?n, del pueblo, del
socialismo?, mensaje que llega a ciertos sectores que comienzan a aceptar la p?rdida de derechos a nombre de
la Patria.
Identificaci?n de los enemigos o chivos expiatorios
como una causa unificada, el pueblo es conducido a un
frenes? patri?tico sobre la necesidad de eliminar un peligro percibido como com?n en forma de enemigo, ya sean las minor?as
raciales, ?tnicas, religiosas, liberales, comunistas, socialistas, terroristas, etc?tera (Britt 2004).
118 Natalia Sierra Freire
El gobierno de la Revoluci?n Ciudadana comenz? configurando como enemigo de unificaci?n de su proceso a
la oligarqu?a, denominada, ?pelucona?, pero poco tiempo despu?s desplazo la construcci?n del chivo expiatorio
hacia el movimiento ind?gena, los grupos de ecologistas,
la izquierda disidente, acus?ndoles de ?terroristas, infantiles, primitivos, necios?. Incluso, en muchas ocasiones se
ha llamado al pueblo a defender la ?revoluci?n? en contra de los ?contrarrevolucionarios? de lo que ha calificado como la ?izquierda boba?. En el contexto del conflicto en torno a la explotaci?n del Yasun?, el presidente
enfoc? la construcci?n del enemigo en el cantautor Jaime Guevara acus?ndolo de anarco, virulento, mentiroso, malcriado e insinuando que el pueblo deber?a golpearlo.
Recogiendo la peor herencia
del estalinismo
M?s all? de los rasgos totalitarios que el estalinismo
comparte con el fascismo, uno de sus peores legados es
la perversa utilizaci?n del discurso y la ideolog?a marxista-leninista como desarrollo ortodoxo del ?marxismo?,
que quedaba as? invalidado y desprestigiado como teor?a de la revoluci?n proletaria (Guillam?n). Es justamente esta herencia
la que recogen muchos de los gobiernos progresistas, los
mismos que han hecho una obscena utilizaci?n del discurso de la izquierda revolucionaria y marxista de Am?rica Latina. El fin de este uso discursivo es justificar su
marcado autoritarismo pol?tico que nada tiene que ver
con el marxismo revolucionario, ni con las apuestas de
transformaci?n social gestadas a lo largo de la historia
de lucha y resistencia por los pueblos de latinoam?rica.
Es pertinente comprender que la actual acumulaci?n de
capital en la regi?n, impulsada por los gobiernos progresistas, se caracteriza por ser violenta y depredadora, car?cter que exige un control autoritario de las poblacio-
La dominaci?n progresista 119
nes afectadas para evitar su resistencia y su reacci?n. En
otras palabras la utilizaci?n del discurso de la izquierda
busca justificar tanto la violencia depredadora de la econom?a capitalista extractiva cuanto la violencia de represi?n a las luchas de los pueblos en contra del capital. Al
igual que en la ?poca estalinista, hoy muchos intelectuales de izquierda denuncian las aberraciones del progresismo latinoamericano y su obsesi?n desarrollista basada
en el extractivismo, que hace caso omiso de las propuestas transformadoras que viene de lo profundo del mundo agrario latinoamericano.
El estalinismo no entendi? que ?la liberaci?n de los
trabajadores ser? obra de los propios trabajadores, que
adquieren su conciencia en la propia experiencia hist?rica, sin necesidad de que unos intelectuales burgueses,
desde el exterior de la clase obrera, y ajenos a ella, les ense?en la teor?a marxista? (Guillam?n). Estos gobiernos
progresistas no entienden o no quieren entender que la
liberaci?n de los pueblos de Am?rica latina ser? obra de
los propios pueblos con sus propias organizaciones pol?ticas, con sus propias alternativas, con sus propios deseos
nacidos en el seno de sus muchas historias de resistencia y de lucha, como es la apuesta por el Estado Plurinacional y el Sumak Kawsay. La liberaci?n de los pueblos
oprimidos no es un asunto de tecn?cratas que saben las
teor?as del desarrollo, de la modernizaci?n, de la industrializaci?n y el mercado, y que por ello tienen que ense?ar a los pueblos a transitar por esos senderos. Menos
aun de seudo-acad?micos que dicen saber la teor?a del
Sumak Kawsay, como si fuese un asunto de teor?as burocr?ticas. Pensando mejor, creo que los gobiernos progresistas saben muy bien quienes son los sujetos de la liberaci?n y, justamente, por eso recogen el error estalinista de
la direcci?n burocr?tica del partido para impedir que los
pueblos de la Am?rica latina conquisten su liberaci?n.
120 Natalia Sierra Freire
De esta forma garantizan la rearticulaci?n del capitalismo en la regi?n, que es su real objetivo.
Otro error hist?rico del estalinismo fue ?la explotaci?n de los trabajadores, mediante un capitalismo de
Estado, dirigido por el Partido-Estado, que militariz?
el trabajo? (Guillam?n). Es curioso como el gobierno
progresista de Alianza Pa?s ha implementado la explotaci?n laboral, v?a extensi?n no pagada de la jornada
laboral de los funcionarios p?blicos a nombre del proceso revolucionario. Al parecer los j?venes funcionarios
del ?nuevo? Estado no tienen horario de trabajo, pues,
como est?n haciendo la ?revoluci?n? el tiempo extra es
el trabajo gratuito que ellos entregan al ?proceso?. Se
entiende que el trabajador del Estado burgu?s administra pol?ticamente los negocios de la burgues?a en contra la sociedad de los trabajadores, por lo tanto mientras
m?s y mejor trabajen mejor ir?n los negocios capitalistas. As? como en el estalinismo el trabajo obrero iba en
funci?n de la acumulaci?n capitalista en el Estado, hoy
el trabajo de los funcionarios p?blicos va en funci?n de
la refundaci?n y consolidaci?n del Estado garante de los
negocios de los grupos econ?micos nacionales en articulaci?n con las transnacionales. Los procesos de acumulaci?n de capital en Am?rica Latina ya no estaban funcionando con el d?bil Estado neoliberal, se necesitaba
fortalecer al estado para abrir el marco mercantil que
posibilite la nueva ?poca de acumulaci?n. Que mejor estrategia que consolidar el Estado capitalista sobre la base
de la explotaci?n del trabajo de la joven burocracia, ya
que los obreros y los campesinos contin?an siendo explotados como en la ?poca neoliberal. Lo que se necesitaba en esta ?nueva? ?poca del progresismo es un aparato estatal fuerte y eficiente que garantice la reproducci?n
del capital en la regi?n.
La dominaci?n progresista 121
En definitiva, los gobiernos progresistas, en distintos niveles, han recogido el patr?n de dominaci?n pol?tica del estalinismo, es decir la desviaci?n de la Revoluci?n de Octubre que, valga la pena aclarar, es el intento
m?s importante del proletariado por liquidar el poder
del capital e iniciar su liberaci?n a nivel mundial, que lamentablemente se frustr?. Y no digo que estos gobiernos
volvieron a cometer el error del estalinismo (aunque de
hecho debe haber muchos adeptos a estos gobiernos sobre todo los que vienen de los partidos comunistas que
todav?a no consideran que el patr?n pol?tico estalinista fue un error entre otros que abort? la revoluci?n de
Octubre), creo que el proyecto econ?mico que impulsan
estos gobiernos requiere que asuman el error estalinista, pues las nuevas demandas de acumulaci?n de capital por desposesi?n exige un patr?n de poder totalitario.
No nos olvidemos que fue gracias a ese patr?n de poder
que la Rusia agraria se convirti? en medio siglo en una
potencia industrial y que fue su Estado totalitario el que
hizo posible semejante desarrollo capitalista. Hoy que
el capitalismo requiere para su reproducci?n un nuevo
y m?s violento momento de acumulaci?n ?originaria?,
basado no solo en la sobre explotaci?n del trabajo, sino
en la sobre expoliaci?n de la naturaleza y el despojo social que ella implica, se necesita de un patr?n de poder
absolutamente autoritario. En otras palabras, se necesita convertir el error estalinista en una t?cnica de dominaci?n, digamos asumir el modelo asi?tico de desarrollo capitalista. En este sentido, lo que parece que se est?
operando en Am?rica Latina es un experimento pol?tico
que se basa en la formaci?n de un Estado Frankenstein, un
monstruo pol?tico que garantice que el trabajo muerto
y momificado siga viviendo (el capital) sobre la base de
succionar la vida de los trabajadores y de la naturaleza.
122 Natalia Sierra Freire
El Estado Frankenstein es una mezcla obscena de neoliberalismo-extractivista en el ?mbito econ?mico, seudokeynesianismo en el ?mbito social y fascismo-estalinismo
en el ?mbito pol?tico-ideol?gico. Un Leviat?n de la era cibern?tica con poder pol?tico absoluto que encaje con el
poder econ?mico absoluto del mercado mundial, es lo
que se est? construyendo en Am?rica Latina. Un Estado
totalitario, legal y leg?timo, capaz de dominar el devenir
pol?tico e ideol?gico de la sociedad que asegure la acumulaci?n de capital en momentos de alta resistencia social. Es una mezcla de diversos modelos estatales, pero
que mantiene las funciones estructurales de las cuales
necesita la modernidad capitalista: creaci?n de un marco jur?dico que propicie la reproducci?n del capital, as?
como el aseguramiento y protecci?n de la propiedad privada, bajo la idea de preservar la paz para el bienestar
com?n. A decir de Hobbes, la
…misi?n del soberano […] consiste en el fin para el cual fue investido con el soberano poder, que no es otro sino el de procurar la seguridad del pueblo […] Pero por seguridad no se entiende aqu? una simple conservaci?n de la vida, sino tambi?n
de todas las excelencias que el hombre puede adquirir para s?
mismo por medio de una actividad legal, sin peligro ni da?o
para el Estado (Hobbes T. L., 136).
Entonces, la legitimidad de este Frankeinstein se quiere
lograr por efecto de: a) gobiernos elegidos con la mayor?a de votaci?n electoral, y b) por la aplicaci?n de pol?ticas sociales seudokeynesiano que pagan parte de la deuda social contra?da en la ?poca neoliberal. La legalidad
se la consigue en base a reformas en el marco normativo
constitucional y el marco jur?dico legal. As?, se implanta un Estado ?leg?timo? y legalmente autoritario que intervenga y planifique la econom?a del pa?s en atenci?n a
las demandas del capitalismo mundial, en su nueva articulaci?n internacional.
La dominaci?n progresista 123
Este proceso de mutaci?n que vive el Estado capitalista actual, se puede comprender desde la perspectiva
foucaultiana de la gubernamentalidad:
…Por ?gubernamentalidad? entiendo el conjunto constituido
por las instituciones, los procedimientos, an?lisis y reflexiones,
los c?lculos y las t?cticas que permitan ejercer esta forma tan
espec?fica, tan compleja, de poder, que tiene como meta principal la poblaci?n, como forma primordial de saber, la econom?a pol?tica, y como instrumento t?cnico esencial, los dispositivos de seguridad (Foucault Michel en Rodr?guez y Giorgi
2007, 153).
La gubernamentalidad es la forma en que el gobierno va modelando el Estado de acuerdo a los distintos
momentos y requerimientos del capital. A partir del uso
de saberes, de instituciones y t?cnicas de control sobre la
ciudadan?a (poblaci?n), es posible mantener o adecuar
el statu quo dentro de esta sociedad; y es esta capacidad
de adecuaci?n la que ha permitido que el capital y su estado se mantengan con vida hasta la actualidad:
…es probable que si el Estado existe tal como existe ahora, sea
precisamente gracias a esa gubernamentalidad que a la vez interior y exterior al Estado, puesto que las t?cticas de gobierno
son las que permiten definir en cada momento lo que le debe
concernir, lo que es p?blico y lo que es privado, lo que es estatal y lo que no lo es. […] el Estado en su supervivencia y el Estado en sus l?mites s?lo se deben comprender a partir de las t?cticas generales de la gubernamentalidad (Foucault Michel en
Rodr?guez y Giorgi 2007, p?g. 214).
De ah? que la mixtura de modelos de Estado devenga
adecuada para el contexto actual ecuatoriano y latinoamericano, en un marco de crisis econ?mica y civilizatoria global. Esto es lo que permite a un incipiente estado perif?rico, robustecerse y contener la fuerza social de
cambio que estaba haciendo de Am?rica Latina una re-
124 Natalia Sierra Freire
gi?n en constante pie de lucha. No importa la posici?n
pol?tica o si se desea hacer del Estado y el capitalismo,
instituciones con rostro humano; mientras exista el poder estatal, su l?gica siempre se tender? hacia la conservaci?n y reproducci?n de esta sociedad de clases.
Adem?s de lo anotado, con el Estado Frankenstein se
intenta cerrar la utop?a comunista, es decir el deseo de
otro mundo posible, en la medida en que el monstruo pol?tico que se est? produciendo busca eternizar al monstruo capitalista, eternizar al muerto viviente. La obscena mezcla de restos putrefactos de los distintos ensayos
estatales del capitalismo, en un mismo tiempo y espacio,
crea la ficci?n de su eternidad, que es la eternidad del
capital. As? mismo, la mezcla obscena entre formas pol?ticas de la derecha con discursos de la izquierda falsifica
una identificaci?n perversa entre proyectos distintos. El
que gobiernos supuestamente de izquierda administren
la pol?tica depredadora del capital genera la falsa idea
de que ya nada es posible hacer sino resignarnos a vivir
el capitalismo por la eternidad. Al final lo que se intenta
es clausurar la contradicci?n social, que en su apertura
engendra la esperanza y la posibilidad de otro mundo.
Construcci?n ideol?gica de la realidad
y la construcci?n del sujeto
El capitalismo contempor?neo se reproduce como sistema hegem?nico gracias a dos formas ideol?gicas.
Una hace referencia a la altisonante declaraci?n del
fin de las idololog?as y la entrada de la era pos-ideol?gica, y otra tiene que ver con la llamada Realpolitik. Entender la actual reproducci?n del sistema exige, por lo tanto, la comprensi?n de estos tipos ideol?gicos, prop?sito
de este texto.
La era pos ideol?gica
Desde el derrumbe del llamado Socialismo Real y el
t?rmino de la Guerra Fr?a, la ideolog?a conservadora de
la derecha mundial lanza su ofensiva de dos maneras.
Por una parte, impone la idea de que el mundo globalizado es profundamente diverso y que es pol?ticamente correcto tolerar la diferencia; y, por otro lado, la idea
de que el mundo ha entrado en la era pos ideol?gica,
cuya caracter?stica fundamental es el fin de las ideolog?as
pol?ticas y su confrontaci?n. Est? claro que la estrategia
denunciada es parte de una ofensiva pol?tico-ideol?gica
de la derecha mundial, que busca invisibilizar las contradicciones articuladoras del sistema capitalista, principalmente la contradicci?n de clases. En la globalizaci?n
Cuatro
La Realpolitik y la recolonizaci?n
de la conciencia social
126 Natalia Sierra Freire
capitalista, la diferencia de clases es encubierta por la diversidad mercantil, espacio donde lo diferente pierde su
fuerza, su antagonismo, en nombre de la tolerancia liberal. Ya no hay clases ni enemigo, hay estilos de vida, opciones pol?ticas y, cuando m?s, adversarios pol?ticos dentro del juego de la democracia burguesa.
No es dif?cil entender qui?n sale ganando con todo
este presupuesto ideol?gico, m?s aun si se toma en cuenta que la globalizaci?n capitalista conlleva la materializaci?n total de la ideolog?a mercantil. El encubrimiento
del antagonismo de clases no ayuda en modo alguno a
la clase explotada, pues naturaliza las condiciones de explotaci?n; los explotados asumen su condici?n como absolutamente normal, como un destino que con suerte podr? cambiarse de manera individual. Los explotados se
acostumbran a esperar un golpe de suerte que cambie
su precaria situaci?n vital, mientras tanto siguen ejecutando de forma autom?tica las ?rdenes del sistema, sin
siquiera querer entenderlas. As?, el poder hegem?nico
construye al ?…sujeto puro imposible de la Ideolog?a, al
ideal de un sujeto en quien la ideolog?a dominante funcionar? enteramente? (Zizek 1997).
Invisibilizado el antagonismo de clase, el sujeto se sumerge en un oc?ano de posibilidades mercantiles que
ideol?gicamente las asume como opciones de su libertad
individual. Opta por su sexualidad, por su carrera, por
su estilo de vida, por una l?nea pol?tica, por un candidato, etc., opciones que lo convierten en un comprador de
su propia vida, ya que en la sociedad globalizada todo se
resuelve y se hace posible dentro de la relaci?n mercantil. En ese inmenso mercado global no hay enemigos de
clase, solo sujetos diferentes con sus ?propias? elecciones, con sus ?propias? posibilidades, con sus ?propias?
ideas a ser toleradas. Todo se relativiza y el sujeto entra
La dominaci?n progresista 127
en la levedad y estupidez de su existencia, al final con
tanta diferencia liviana todo termina siendo lo mismo,
todo flota en el espacio de las ofertas mercantiles, incluido ?l. En este espacio amorfo, por supuesto, no existen
ideolog?as en disputa, ya que se ha impuesto el grado
cero de la ideolog?a, su absoluta materializaci?n como
una m?quina sin sentido.
En este contexto, los ventr?locuos del aparato pol?tico-ideol?gico dominante repiten como cajas de resonancia el discurso que confirma el estado ideol?gico impuesto desde el derrumbe del Socialismo Real. Sin entender
lo que dicen repiten una y otra vez que es necesario ubicarse
en los nuevos tiempos, que ya paso la ?poca de las ideolog?as
de derecha e izquierda, que esas religiones ya no existen,
que ahora es la ?poca de apostar todos por la naci?n. Lo que parecen no comprender estos sujetos ?pos ideol?gicos? que
apuestan por el progreso de la naci?n es que: ?…la referencia a la Naci?n es la forma suprema de ideolog?a bajo
el disfraz de anti-o no ideolog?a? (Zizek 1997). Justifican
su postura ideol?gica, que ni siquiera saben que la tienen, apelando al gran objetivo nacional y acusando toda
postura pol?tica que recupera el antagonismo de clases y
las luchas ideol?gicas como un burdo manique?smo. Dicen que los grandes desaf?os del presente no se resuelven dividiendo al mundo entre buenos y malos, entre la derecha y la izquierda.
De esta manera pretenden ocultar el antagonismo de clases reduci?ndolo a una moral chata, que nada tiene que
ver con las luchas ideol?gicas articuladas a la contradicci?n de clase.
Hablan hasta el cansancio de la necesidad de asumir una mirada no ideol?gica e incluso no pol?tica, sino
una mirada t?cnica de la sociedad y sus problemas. Con
esto intentan mostrarse como participantes amables extra ideol?gicos de la vida social, preocupados por la si-
128 Natalia Sierra Freire
tuaci?n nacional m?s all? de sus propios intereses de clase (Zizek 1997). Lo que quiz?s ellos mismos no saben es
que su supuesta posici?n no ideol?gica expresa la ideolog?a en su estado m?s puro. La ideolog?a que ya no funciona como ideas que disputan su reconocimiento como
verdad, sino el hacer tecnocr?tico que practican y defienden como extra ideol?gico.
Sancionan el pensamiento ut?pico como ingenuo e
ilusorio y apelan al realismo del mercado global, a la
econom?a capitalista, como si fuese una realidad absoluta e indiscutible.
Este discurso parece acentuarse en la ?poca actual,
todos los populismos de derecha e incluso los que se autodenominan de izquierda usan el discurso del fin de las
ideolog?as, en un intento de llegar al Estado, mostr?ndose pol?ticamente sensatos. Esta supuesta coherencia pol?tica supone el abandono de posturas ideol?gicas in?tiles
cuando se trata de gobernar por el bien de toda la naci?n y mejorar la vida de todos sus habitantes sin distinciones ideol?gicas. Lo que no saben, o lo saben e igual no
lo toman en cuenta, es que la promesa de mejores tiempos para todos dentro del marco del capitalismo es imposible. Lo que no saben o se hacen los que no saben es
que sin un compromiso ?tico-pol?tico radical de romper
el marco capitalista no hay promesa.
En esta aparente superaci?n de las ideolog?as, lo que
se intenta liquidar es la ideolog?a de izquierda, pues la
otra ya est? estructurando la realidad capitalista. Esto
quiere decir que se busca cancelar la ideolog?a de la
emancipaci?n, de la transformaci?n social, aquella que
imagina un mundo distinto por fuera de las coordenadas
del capital. La trampa del discurso del fin de las ideolog?as radica en creer equivocadamente que estas son un
velo que encubre la realidad y no las ilusiones que la articula o que podr?an desarticularla.
La dominaci?n progresista 129
En el caso espec?fico de la sociedad capitalista, es necesario saber que esta se organiza en torno a la ilusi?n
del intercambio equivalente. Ilusi?n, esta, que instituye
y constituye el orden social capitalista. De esta forma,
todo aquel que proclame el fin de las ideolog?as y asuma la realidad social libre de velos encubridores o falsas conciencias, est? aceptando plenamente la ilusi?n capitalista
de la ley del valor. En este sentido, todas las acciones que
este sujeto, supuesto no ideol?gico, lleve adelante ser?n
confirmaciones rituales de la ilusi?n burguesa. Muerto
el sujeto ideol?gico se alza el nuevo sujeto protagonista,
aparentemente, no ideol?gico: por un lado, el tecn?crata
y, por el otro, el pol?tico c?nico de la Realpolitik.
El primero, sujeto tecn?crata, dice abordar la sociedad como un sistema dado, el cual hay que describirlo,
explicarlo y reproducirlo instrumentalmente. La sociedad aparece de esta forma como algo r?gidamente objetivo, idealizaci?n petrificante que establece una distancia metaf?sica entre el sujeto tecn?crata y la sociedad. Al
interior de esta relaci?n enajenante el sujeto pierde toda
posibilidad de transformar el orden social, con lo cual se
establece la confirmaci?n del mismo. El poder tecnocr?tico tiene como eje articulador la ilusi?n ideol?gica que
concibe el gobierno como un asunto de administraci?n
t?cnica del Estado y no de manejo pol?tico del mismo.
Esta manera de ejercer el poder es propia de la sociedad
tecnol?gica que se va imponiendo en el planeta desde el
siglo pasado. En el caso de Am?rica latina, y particularmente del Ecuador, la l?gica social y pol?tica discutida se
implementa a partir del regreso a la democracia, tanto
en su ?poca neoliberal cuanto en su ?poca pos-neoliberal. La presencia activa del sujeto tecn?crata, se estableci? con los gobiernos neoliberales y se ha ratificado en
algunos de los llamados gobiernos progresistas, particularmente en el gobierno de Alianza Pa?s.
130 Natalia Sierra Freire
La sociedad tecnol?gica y la administraci?n t?cnica del Estado son expresiones de la ideolog?a capitalista en su estado m?s puro, en raz?n de que ambos sistemas se organizan y operan en torno a la ilusi?n de la
raz?n mercantil. Ideolog?a, esta, que sostiene que la sociedad tecnol?gica ha eliminado la ideolog?a, con lo cual
intenta extraer el n?cleo sintom?tico de la sociedad, es
decir aquello que por una parte la configura y por otra
la des configura. Este n?cleo sintom?tico que se quiere extirpar no es otro que la ley del valor, operaci?n que
busca otorgarle existencia ontol?gica y no hist?rica a la
forma-mercanc?a. Encubierto el n?cleo sintom?tico, la
sociedad tecnol?gica capitalista aparece como pos ideol?gica, es decir, como necesaria y no como una contingente
construcci?n humana. De hecho, la sociedad tecnol?gica implica la supuesta eliminaci?n de los intereses pol?ticos de clase, en funci?n de una reproducci?n mec?nica
del sistema aparentemente aut?nomo de decisiones pol?tico-ideol?gicas. De esta manera, se opera el tranquilo
y exitoso funcionamiento de la l?gica mercantil sobre la
estupidez de los sujetos (Zizek 1997).
La ideolog?a de izquierda, por su parte, es la ilusi?n
que articula la existencia de individuos, movimientos y
organizaciones cr?ticos al orden capitalista. En raz?n de
esto, la ideolog?a de izquierda es una utop?a, lo que no
quiere decir simplemente una idea de un mundo distinto, sino la ilusi?n que organiza una pr?ctica pol?tica
contra-sist?mica. La ideolog?a de izquierda es ilusi?n de
un futuro distinto y por lo mismo destotalizadora de la
ideolog?a dominante que reproduce el orden vigente. La
ideolog?a de izquierda abre el tiempo del devenir humano en la construcci?n permanente de su mundo, siempre
en busca de la apuesta com?n, del destino com?n que
haga menos ingrata la traves?a de la vida.
La dominaci?n progresista 131
La ilusi?n de izquierda saca a los sujetos de la alienaci?n producida por el grado cero de la ideolog?a capitalista, es decir, los sujetos dejan de experimentar la
sociedad tecnol?gica como genuina, transparente y sincera y
pueden identificar la coerci?n que se ha naturalizado en
dicho orden social. Esta percepci?n cr?tica libera al sujeto de su sometimiento voluntario a la coerci?n tecnol?gica, en la medida en que su sumisi?n aparece como tal, y
no como el cumplimiento de su deseo, como su auto realizaci?n personal. Es decir, el sujeto se da cuenta de que
est? cediendo al deseo de la gran maquinaria mercantil
y renunciando a su existencia emancipada, en raz?n de
que el mismo ha dejado de estar estructurado por la ilusi?n mercantil y se da el chance de estructurar su existencia en una otra ilusi?n menos deshumanizante.
Una nueva ilusi?n establece otras limitaciones al sujeto distintas a las coerciones mercantiles, de esta manera el sujeto alcanza su ser racional en otro orden social
que empieza a constituirse, en el cual es ciertamente libre. No la libertad de venderse, sino la libertad de establecer nuevas coordenadas espacio-temporales (autocontrol) que le permitan ser-en-comunidad. Un ejercicio
de libertad que pasa por suspender en su estructuraci?n
ps?quica-subjetiva el compromiso con el inter?s del capital, encubierto en el c?lculo utilitario de la satisfacci?n
individual. La libertad por la que el individuo ya no est?
obligado ?…a probarse a s? mismo en el mercado, como
sujeto econ?mico libre, la desaparici?n de esta clase de
libertad ser?a el mejor logro de la civilizaci?n? (Marcuse 1971, 24), la desaparici?n de esta clase de libertad es
el mejor logro de la ilusi?n ideol?gica de la izquierda.
La libertad que estructura la ideolog?a de izquierda
es la libertad de imaginar e inventar otro mundo, de ser
capaz de salir de las coordenadas del capitalismo y em-
132 Natalia Sierra Freire
prender la construcci?n de una nueva manera de ser por
fuera de las ilusiones ideol?gicas de la burgues?a. Colocarse m?s all? de la ilusi?n del progreso, del desarrollo,
del crecimiento econ?mico, de la ganancia, del consumo compulsivo, de la industrializaci?n a escala destructiva, del Estado nacional, del individualismo, del liberalismo y neoliberalismo econ?mico, de la democracia
liberal, salir en definitiva del campo ideol?gico articulado por la ley del valor, en otras palabras, romper con
la ilusi?n de que no es posible otra forma de propiedad
que la privada.
La ideolog?a de izquierda abre el espacio de la utop?a, que no quiere decir quimera, sino lo posible de ser
realizado. La imaginaci?n de un mundo por-venir que
es capaz de articular una manera de ser distinta, relaciones sociales distintas, acuerdos sociales distintos, instituciones distintas, otra manera de ser y estar con la naturaleza. La utop?a de izquierda abre ese espacio subjetivo
liberado del reino del facto t?cnico capitalista, por donde el individuo en comunidad ejerce la soberan?a sobre
su destino. Esto significa que el individuo en comunidad
recupera el control efectivo de su sociedad, tanto a nivel
pol?tico, como econ?mico e ideol?gico. Deja as? de ser
un instrumento del Estado, una pieza del aparato industrial, un ?tomo de la masa.
La ideolog?a de izquierda supone, en este sentido, un
compromiso ?tico con la existencia humana y no humana, que implica la producci?n de una ilusi?n, de una ficci?n simb?lica que sea capaz por un lado de intervenir
en la realidad social capitalista y aniquilarle y, por otro
lado, de inscribir en lo real un nuevo orden social m?s
humano. Por el contrario, la ideolog?a del fin de las ideolog?as o en palabras de Marcuse:
La dominaci?n progresista 133
?la unificaci?n de los opuestos, pesa sobre las posibilidades
del cambio social en el sentido abarca aquellos estratos sobre
cuyas espaldas progresa el sistema, esto es las clases cuya existencia supuso en otro tiempo la oposici?n al sistema (Marcuse1971, 41).
Realpolitik
La otra estrategia ideol?gica que la derecha utiliza
para para la reproducci?n del orden social es la llamada
Realpolitik, o pol?tica real, cuya l?gica interna implica la
alianza entre la dignidad de la Ley y su transgresi?n obscena (Zizek 2011, 33). Por una parte se encuentra la defensa a ultranza de la Ley y el orden social y por otra el ejercicio de
su violaci?n para sostenerla. Esta paradoja revela el cinismo estructural que hoy domina la forma de hacer pol?tica de la burgues?a mundial y/o de sus funcionarios. En
los tiempos que corren, de desgaste de las formas simb?licas del capitalismo, por efecto de su propia expansi?n,
la mejor manera de sostener el sistema no es defendiendo
esas formas simb?licas desgastadas, sino complet?ndolas
con la obscena Realpoliltik de la manipulaci?n cruel, del
enga?o, del enfrentamiento (Zizek 2011, 36).
La estructura jur?dico-pol?tica e ideol?gica capitalista, es decir, el derecho positivo, la democracia liberal y
todas sus expresiones e instituciones ideol?gicas, como
ya se pudo constatar por medio de Hobbes, solo se aplican a la ciudadan?a y no tienen efecto cobre el poder soberano. Es decir que la Realpolitik es inherente al gobierno del Estado, y la ley aplicada a la poblaci?n funciona
a partir de su excepcionalidad, o sea que para la conservaci?n del orden social y lograr la agresiva expansi?n de
la ley del valor que se ha visto en el capitalismo tard?o, es
necesario transgredir la norma a trav?s de este pragmatismo pol?tico. Esta situaci?n se observa con facilidad en
134 Natalia Sierra Freire
hechos como los acontecidos en la intervenci?n militar
norteamericana a Irak en complicidad con la ONU, o en
los fraudes perpetrados por el capital financiero en perjuicio de millones de personas. Hechos estos que muestran el fondo sucio del sistema, la discordia oculta que es
lo ?nico que puede sostener la armon?a (Zizek 2011, 36).
Otra pr?ctica de la Realpolitik usada por el poder imperial es la violaci?n de los derechos humanos en nombre
de los derechos humanos, pol?tica que se ejecut?, de manera c?nica, en Libia.
En el ejercicio de la Realpolitik se viola los propios
principios que sostienen el orden liberal para contrarrestar el desgaste de la institucionalidad burguesa y mantener el orden capitalista. Se viola las libertades liberales
como la libertad de informaci?n, caso WikiLeaks, para
sostener la libertad mercantil promovida por los poderes pol?ticos, se violan los derechos humanos para sostener los derechos mercantiles del gran capital. Son formas que pretenden contrarrestar la transgresi?n radical
del orden capitalista, es decir la revoluci?n, a partir de su
l?gica interna, con su transgresi?n inherente, con el crimen cometido en secreto para salvaguardar el Orden (Zizek 2011, 36).
La Realpolitik tiene su ?ltimo desarrollo cuando se
inauguran las intervenciones militares del estado norteamericano y sus aliados en contra del avance de la
protesta social mundial y en contra de gobiernos que
ya no se subordinan a sus demandas econ?micas y pol?ticas. En este tipo de intervenciones militares antiterroristas se usan las formas m?s crueles del terrorismo del
estado imperial para sostener el orden mundial capitalista. De hecho, cuando se lanz? la pol?tica norteamericana en contra del terrorismo, esta ya conten?a como su
n?cleo central el terrorismo, no solo el legal del Estado
sino, y sobre todo, el terrorismo ilegal de los aparatos pa-
La dominaci?n progresista 135
raestatales que funcionan en coordinaci?n con el primero. Esta obscena alianza se muestra en personajes como
Saddam Husein, Noriega, Osama Bin Laden, etc?tera,
que como se conoce en su momento fueron abiertamente aliados de la pol?tica norteamericana y luego se convirtieron en chivos expiatorios ?tiles para cumplir los
prop?sitos de expansi?n del capital.
En su ?ltimo desarrollo la Realpolitik se consolida
como ideolog?a del orden con el nuevo giro: la trasgresi?n
es, cada vez m?s, objeto de goce directo por parte de la propia Ley
(Zizek 2011, 36). Este desplazamiento es el que domina
desde su l?gica interna ?como ya plante? con Hobbes?
la pol?tica del Estado liberal, es decir, la trasgresi?n de la
ley por quien se supone tiene que hacerla respetar. Dicha
violaci?n se la hace en nombre de un pragmatismo ciego hecho de decisiones ya tomadas por la maquinaria estatal. La frase ?va porque va?, tan usada por los gobiernos actuales, revela la voluntad irracional de sostener el
poder sin consideraciones ?ticas, propias de la Realpolitik.
As?, se ejecutan todos los proyectos del gran capital: utilizaci?n destructiva de los bienes naturales, explotaci?n
criminal del trabajador, intervenciones militares, persecuciones pol?ticas, asesinatos, criminalizaci?n de la protesta social, fraudes, traiciones, corrupci?n, violencia sistem?tica, etc. En otras palabras, todas las pr?cticas que
sostienen la reproducci?n del capital.
Tal cual como lo muestra Hollywood, la ley tiene su
contraparte obscena, que hoy es la que domina. En un
l?cido an?lisis de la ?ltima pel?cula de Batman, Slavoj
Zizek, muestra como la Ley, representada en el Estado
y sus funcionarios, tiene una contraparte obscena representada por los h?roes enmascarados. Es en este tipo de
ficci?n ideol?gica donde uno puede rastrear el desarrollo de la Realpolik que domina la actual pol?tica del po-
136 Natalia Sierra Freire
der mundial. La trayectoria de los ?h?roes? enmascarados de Hollywood, espec?ficamente de Batman, muestra
la trayectoria de la ideolog?a c?nica de la Realpolitik, que
no es otra cosa que el itinerario de la alianza entre la dignidad de la ley y su obscena transgresi?n. Para entender este planteamiento es pertinente describir dicho recorrido.
Los h?roes norteamericanos, tanto los reales como los
ficticios, han tenido la trayectoria que plantea Zizek:
En el primer momento, el h?roe permanece dentro de
las limitaciones de un orden liberal: el sistema puede ser
defendido con m?todos moralmente aceptables (Zizek 2011,
36), en otras palabras est?n funcionando ?nicamente los
aparatos represivos del Estado. Claro est? que estos aparatos estatales (fuerzas armadas y polic?a) ya son el exceso obsceno del r?gimen pol?tico de la democracia liberal. Un exceso que, sin embargo, est? contenido en la
ley. Este primer momento est? representado en personajes de ficci?n como el agente 007 o Rambo, quienes defienden el orden como miembros del aparato estatal, y
enmarcados en la ley.
En el segundo momento, para sostener el orden, el
h?roe ignora la verdad y basa su acci?n en una mentira-m?scara, lo que supone romper la institucionalidad
con el fin de defender el sistema. Se produce aqu? lo que
puede entenderse como la ?ayuda? del h?roe a los aparatos represivos del Estado que ya no pueden con sus
m?todos ?legales? sostener el orden. En este momento,
el h?roe act?a en nombre de la ley sin legitimidad, es
decir, no es parte del Estado lo cual, sin embargo, no
implica que viole la ley. Ejemplos de este tipo de h?roe
son Superman o el mismo Batman de la primera pel?cula, ambos est?n fuera del Estado pero prestan su ayuda
para defender el sistema sin transgredir la ley. De hecho,
La dominaci?n progresista 137
estos h?roes cumplen la ley mucho m?s que el mismo
Estado.
En el tercer momento, el h?roe encuentra un rival
en su funci?n ordenadora dentro del mismo sistema institucional, es decir hay alguien dentro del propio Estado quien va a asumir el papel de h?roe, pero transgrediendo la ley, siendo el exceso ilegal del Estado. Este es
el papel que cumple Harvey Dent en The Dark Knight (la
tercera pel?cula de Batman) …el ?Caballero blanco?, el
agresivo nuevo fiscal de distrito, una especie de vigilante oficial cuyo fan?tica batalla contra la delincuencia le lleva a
matar a gente inocente y a su propia destrucci?n (Zizek 2011,
36). Este tipo de ?h?roes? han actuado en la vida real,
es el caso de dictadores como Pinochet o de gobernantes
democr?ticamente elegidos como Bush o Uribe, quienes desde el mismo Estado defienden el sistema transgrediendo el orden jur?dico burgu?s. Basta recordar los
genocidios cometidos por estos ?h?roes estatales? en
nombre de la paz y el orden social. El Estado genera su
propio exceso ilegal, su propio vigilante, mucho m?s violento que los h?roes para estatales, directamente violando la ley (Zizek 2011, 36).
En el ?ltimo momento, frente a la amenaza radical
de la insurrecci?n popular, el h?roe vuelve a estar por
fuera del Estado y asume ?l mismo la transgresi?n de
la ley como ?nica forma de mantener el orden y defender el sistema. Frente a la lucha de clases todo est? permitido para defender al sistema cuando nos encontramos
lidiando no s?lo con gangsters mani?ticos, sino que con un levantamiento popular (Zizek 2011, 36). Es el h?roe que defiende la Ley por fuera de la Ley, es decir transgredi?ndola, usando todas las pr?cticas prohibidas por la ley para
asegurar la Ley. Esta figura recuerda a todos los aparatos
paraestatales usados en latinoam?rica por el poder, des-
138 Natalia Sierra Freire
de los grupos paramilitares hasta los carteles de la mafia,
cuyo papel es crear terror en la poblaci?n para desplazarla y usurpar las riquezas de los territorios y asegurar, de esta manera, los canales de circulaci?n de capital.
Hasta aqu? el itinerario de h?roe c?nico de la Realpolitik. Ahora bien, lo interesante es la observaci?n que
plantea Zizek en su an?lisis de la ?ltima pel?cula de la
saga Batman. Despu?s de salvar ciudad G?tica, Batman,
representante de la gran burgues?a financiera, se jubila y
se retira a disfrutar tranquilamente su fortuna. Una fortuna que es producto de la expropiaci?n y explotaci?n
de la riqueza social, una fortuna que es justamente lo
que el h?roe defiende cuando defiende la ley y el orden
capitalista, esto indica que el h?roe no es ni tan bueno
ni tan sacrificado por el pueblo, sino que est? defendiendo sus intereses de clase, m?s all? de la ley o trasgrediendo su propia ley. Lo que no hay que olvidar es que la riqueza del superh?roe proviene de la fabricaci?n de armas y
la especulaci?n en el mercado de valores, que es la raz?n por la
que los juegos burs?tiles de Bane pueden destruir su imperio ?traficante de armas y especulador?, ese es el verdadero secreto bajo la m?scara de Batman (Zizek, 2012). Esta
ficci?n hollywoodense se hizo real, entre tantos otros hechos, en la invasi?n militar a Medio Oriente, cuando la
armada norteamericana, ?h?roes de la paz?, masacraba
a un pueblo por defender los negocios de su gran burgues?a traficante y especuladora. ?Acaso Bush no es el
gran negociante de armas y petr?leos? ?Acaso Bush no
es un Batman?, ahora retirado disfrutando de su fortuna. Como bien dice Umberto Eco, no se sabe si Hollywood es la copia de la sociedad norteamericana o esta
es la copia de Hollywood.
Como se puede observar el desarrollo de la Realpolitik ha culminado en el ejercicio c?nico y la manipula-
La dominaci?n progresista 139
ci?n ciega del poder para proteger el sistema. Maniobras enga?osas, mentiras, chantajes, amenazas, fraudes,
todo vale cuando se trata de sostener el capitalismo. Una
de las maniobras m?s c?nicas que ha usado la Realpolitik norteamericana, junto a sus aliados, es el disfraz del
humanitarismo, ?el bombardeo humanitario?, ?la guerra contra el terror?. Desde la intervenci?n militar a
Vietnam el estado norteamericano viene transgrediendo su propio derecho internacional, hasta pr?cticamente desconocerlo en la invasi?n a Irak.
En conclusi?n, la Realpolitik es la forma c?nica del
ejercicio de la pol?tica que se presenta como la alternativa obligada cuando se trata de resolver los problemas nacionales. La desideologizaci?n de la pol?tica por su visi?n
pragm?tica conlleva cualquier tipo de pr?ctica ilegal
para sostener el sistema.
La Realpolitik, ejercicio pol?tico del gobierno
de la Revoluci?n Ciudadana
M?s all? de las autodeclaradas diferencias ideol?gicas entre la derecha que gobierna y la que no, ambas
comparten plenamente la ideolog?a c?nica de la Realpolitik. Cada grupo por su lado intentando atacar a su adversario pol?tico, al tiempo que justificando su pol?tica econ?mica, asume la ideolog?a de la pol?tica real. Argumento,
este, que en rigor no es para deslegitimar a su adversario
de la otra derecha, sino para deslegitimar la ideolog?a de
izquierda. Basta recordar los t?rminos que el gobierno de
la revoluci?n ciudadana ha usado en contra de las organizaciones y grupos sociales que se oponen a su proyecto econ?mico: ?izquierda infantil, ecologista rom?nticos,
anarquistas, fundamentalistas, izquierda boba?, etc?tera.
Todos estos descalificativos sirven, por una parte,
para deslegitimar la posici?n de la izquierda y, por otra,
140 Natalia Sierra Freire
para legitimar el proyecto de la derecha gobernante.
Descalificativos que buscan establecer, por oposici?n negativa, una identidad pol?tica de la derecha en el gobierno supuestamente fundada en la ?madurez?, la ?sensatez?, la ?racionalidad?, en definitiva el pragmatismo de
la Realpolitik. Con la adscripci?n a la pol?tica real creen
haber superado las distorsiones ideol?gicas de la izquierda ?rom?ntica?, lo cual lo asumen como un signo de
madurez pol?tica. En una de sus ?ltimas declaraciones,
el presidente Correa en relaci?n al art?culo de la constituci?n que proh?be los transg?nicos en el pa?s, sostuvo,
con todo el pragmatismo c?nico de la pol?tica real: ?Cometimos un error en la Constituci?n? y dijo no haber tenido ?la entereza? para oponerse a esa cl?usula, impulsada, seg?n ?l, por ?el ecologismo infantil? (El Comercio
2015). Es por declaraciones como estas, y por pol?ticas
estatales coherentes con las mismas, que varios representantes del poder econ?mico del pa?s, al referirse al presidente, han afirmado que es un joven inquieto pero pragm?tico, que muestra madurez pol?tica en sus decisiones
econ?micas, lo cual por supuesto aplauden.
La defensa que el gobierno hace de sus pol?ticas econ?micas funcionales de la reproducci?n capitalista en la
regi?n y, espec?ficamente, del modelo neo-extractivista
que est? impulsando, se basa en la justificaci?n de que
gobierna en funci?n de necesidades pr?cticas, de intereses inmediatos y concretos del pa?s. Con esto queda,
creen, superadas posturas ?ticas infantiles o rom?nticas
de lo que llaman la izquierda trasnochada, sobre todo
creen haber superado la ideolog?a. En esto se adelant? Lucio Guti?rrez cuando dijo que no es de derecha ni
de izquierda.
As?, a nombre de los intereses de la naci?n, la obscena Realpolitik les permite conservar el orden social capi-
La dominaci?n progresista 141
talista sobre la base de la manipulaci?n cruel del deseo
de cambio de la poblaci?n, del enga?o, del enfrentamiento, de la humillaci?n, del fraude y la traici?n. La
l?gica aplicada por este tipo de pol?tica es: ?Reducir la
oposici?n a la mera promoci?n y debate de alternativas
dentro del statu quo. En ese respecto, parece de poca importancia que la creciente satisfacci?n de las necesidades se lleve a cabo por medio de sistemas autoritarios y
no autoritarios? (Marcuse 1971, 24). El gobierno de la
revoluci?n ciudadana es un claro ejemplo de un sistema
que est? implementando ciertas medidas de redistribuci?n del ingreso de manera autoritaria.
Esta forma autoritaria de gobernar establece para su
prop?sito una inmediata identificaci?n entre raz?n y hecho, verdad y verdad establecida, esencia y existencia, la
cosa y su funci?n que conduce a lo que podr?a llamarse
un pragmatismo del lenguaje (Marcuse 1971, 105). Dicha estrategia se muestra en los discursos gubernamentales sobre la explotaci?n minera, en los que este hecho,
movido por claros intereses econ?micos capitalistas, se
presenta como algo racional que interesa a toda la poblaci?n ecuatoriana. O cuando la verdad establecida por
el gobierno sobre la ?necesidad de las renuncias obligatorias? aparece como la verdad inapelable. Esta identificaci?n funcional del lenguaje entre los intereses particulares de la burgues?a con los intereses universales del pa?s
contribuye a rechazar los elementos cr?ticos de la palabra social. Este lenguaje de las cosas hechas pronto se
convierte en el clich? dentro de la Realpolitik, como por
ejemplo aquello de: Ah?, como dicen los expertos y los experimentados, no solo caben las palabras y las letras, sino las acciones
(P?rez 2012). Como si las acciones no estuvieran atravesadas por concepciones ideol?gicas y pol?ticas que expresan intereses particulares.
142 Natalia Sierra Freire
La pol?tica real justifica cualquier acci?n para defender el orden social capitalista en la supuesta ?necesidad
de tomar decisiones de Estado? que la revoluci?n ciudadana justifica sus acciones antipopulares en la defensa
de una revoluci?n que nunca existi?. Doble cinismo de
la Realpolitik con el que se ha intentado contra argumentar los reclamos de la sociedad frente a pol?ticas estatales
que afectan sus intereses, como es el caso de la renuncia
obligatoria que expuls? a miles de empleados p?blicos. Es
interesante observar como esta expresi?n renuncias obligatorias cuya evidente paradoja, (pues una renuncia se
supone que es voluntaria y no obligatoria) muestra, sin
embargo, un mecanismo por el cual la contradicci?n se
convierte en constante del habla y la publicidad pol?tica
(Marcuse 1971, 109). Un constante propio de la l?gica
ling??stica de la manipulaci?n de la Realpolitik, basta recordar aquello del capitalismo con rostro humano o aquello
de la miner?a limpia, para entender como la pol?tica real
puede hacer a un lado la l?gica b?sica y jugar con la destrucci?n de la sociedad y del medio ambiente. De esta
manera, el inter?s del capital se identifica con el inter?s
humano, el inter?s de las transnacionales mineras con el
cuidado del medio ambiente, el inter?s del Estado con el
inter?s de los trabajadores despedidos, el inter?s particular con el inter?s general. La contradicci?n que estructura la sociedad capitalista y que al estallar cuestionar?a el
sistema se oculta en la contradicci?n manipuladora del
lenguaje de la Realpolitik, una caricatura realista de la dial?ctica (Marcuse 1971, 110).
Los bur?cratas de la revoluci?n ciudadana usan al
socialismo como argumento para defender la reproducci?n del sistema capitalista, esa parece ser la m?xima expresi?n del cinismo de la pol?tica real. Como dice Marcuse:
La dominaci?n progresista 143
Orwel predijo hace mucho que la posibilidad de que un partido pol?tico que trabaja para la defensa y el crecimiento del
capitalismo fuera llamado ?socialista?, un gobierno desp?tico,
?democr?tico? y una elecci?n dirigida ?libre?, llegar?a a ser una
forma ling??stica ?y pol?tica? familiar? (Marcuse 1971, 109).
?Acaso esta predicci?n no se est? cumpliendo con
el gobierno de la revoluci?n ciudadana? La puesta en
pr?ctica de este tipo c?nico de manipulaci?n discursiva
logra inmunizarse contra la expresi?n de protesta social
y la negaci?n del sistema. Que dif?cil le resulta hoy a la
izquierda encontrar las palabras y el discurso adecuado
cuando el gobierno que administra el Estado capitalista admite que la avanzada del capitalismo se la hace en
nombre del socialismo, que el desastre de la explotaci?n
minera es limpio, que las renuncias son obligatorias, que
la derecha es decente, que la foto del Che Guevara es
prueba de conspiraci?n terrorista contra el Estado gobernado por un gobierno de ?izquierda?, etc. Al exhibir
sus contradicciones como la clave de la verdad, este universo del discurso se cierra contra cualquier otro discurso que no se desarrolle en
sus propios t?rminos (Marcuse 1971, 110).
La manipulaci?n ling??stica de la pol?tica real del
gobierno de la revoluci?n ciudadana ha asimilado los
conceptos y las im?genes propios de la izquierda y de
los movimientos sociales a su discurso y, sobre todo, a
su proyecto pol?tico articulado a la defensa del sistema.
Esta maniobra favorece la detenci?n de las contradicciones sociales en una especie de tolerancia impl?cita en la
unidad represiva del lenguaje de la realpolitik, es decir, el
significado del mensaje que se env?a en estas aparentes
paradojas del lenguaje ?renuncia obligatoria? llega al pueblo sesgado y resumido y este lo recibe en la forma en
que es ofrecido: una renuncia que es obligatoria y que
no puede ser de otra manera. Este mecanismo autorita-
144 Natalia Sierra Freire
rio usado por toda la publicidad pol?tica del gobierno,
tan infinitamente repetido, busca fijar en la mente del
pueblo de manera hipn?tica ideas dif?ciles de rebatir por
la contracci?n de la posibilidad connotativa, es decir de
dar significados distintos.
No hay que olvidar que desde que lleg? el gobierno de la revoluci?n ciudadana a administrar el Estado
puso en marcha, como parte de su ?revoluci?n?, la ?mejor? estrategia de marketing de publicidad pol?tica nunca antes conocida en el pa?s. Un bombardeo de im?genes
fijas que se imponen a s? mismas con su abrumadora y petrificada concreci?n (Marcuse1971, 111) , ?la revoluci?n ciudadana est? en marcha?, ?la revoluci?n avanza?, ?la patria
ya es de todos?. Este m?todo publicitario intenta construir una imagen que se fije en la mente del receptor
(pueblo) y en el producto (Revoluci?n Ciudadana), con
lo cual se busca garantizar el consumo autom?tico del
objeto vendido. Un lenguaje que impone im?genes dificulta el desarrollo y la expresi?n de conceptos, esto es de
un pensamiento abstracto desde donde se pueda volver
a establecer otro tipo de relaciones distintas a la planteada por el discurso del poder. Aparece as?, el concepto
revoluci?n, reducido a la ciudadan?a y esta a la imagen
del presidente, cuyas iniciales de su nombre ?coinciden?
con las iniciales de la revoluci?n ciudadana.
A esto se suma que los mensajes pol?ticos toman la
forma sugestiva de ?rdenes, son evocativas m?s que demostrativas
(Marcuse 1971, 111). Muestra de esta l?gica publicitaria
son las dict?menes presidenciales en torno al tema de la
exploraci?n minera, cuando dice:
Compa?eros seamos sensatos, No tiene sentido oponerse, los
enfrentamientos son in?tiles, no caigamos en esos absurdos, Si
a la miner?a con responsabilidad ambiental, la gente no quie-
La dominaci?n progresista 145
re el progreso si no atender a sus fundamentalismos mentales,
seamos inteligentes responsables… (Correa Rafael 2015).
Obs?rvese como todos estos enunciados son prescripciones, es decir, mandatos y no argumentos que manipulan e imponen la identificaci?n inmediata entre la
persona que recibe el mensaje y el precepto del mismo.
En definitiva …el lenguaje cerrado de la publicidad pol?tica no
demuestra o explica: comunica decisiones fallos ?rdenes (…) establece lo que es correcto y lo equivocado sin permitir dudas (Marcuse 1971, 109). Es el discurso usado por los nuevos l?deres
totalitarios populistas en Am?rica Latina sean estos tecn?cratas o pol?ticos c?nicos y como es conocido ?el l?der totalitario populista es una personalidad torcida que, por medio
de su agresividad, muestra su pasado traum?tico personal, la falta de amor paternal genuino y el apoyo en su ni?ez (Zizek 1997).
El impacto que este tipo de publicidad pol?tica tiene
en la psique del pueblo intenta convertirlo en consumidor del proyecto de la evoluci?n ciudadana, un consumidor carente de todo procesamiento cr?tico del mensaje pol?tico.
Resignificando
la colonizaci?n ideol?gica
Resulta curioso, por decir lo menos, observar la manera en que los altos funcionarios del gobierno ?progresista? de Alianza Pa?s, circulan por el territorio ecuatoriano. Cual imitaciones falsificadas de la monarqu?a
europea y de la aristocracia acad?mica de los expertos
metropolitanos, ostentan trajes impropios, peinados sofisticados, carruajes de lujo, escoltas, asistentes que les
transportan papeles y carpetas que ellos en su important?sima funci?n no pueden cargar, choferes, etc., cumpliendo
en nombre de la ?revoluci?n? su m?s profundo y ego?sta deseo de ??xito personal?. Un deseo articulado por
146 Natalia Sierra Freire
el colonizador que ense?? a sus colonizados a desear su
forma ?civilizada? de vida. Una vida que el colonizado
nunca la pod?a realizar, pues ah? radica su condici?n de
colonizado, en desear ser como el colonizador, en amar
la imagen del colonizador, en desear la vida de privilegios del colonizador, que este usurp? al colonizado.
Lo extra?o resulta ser que los que hoy asumen esta
precaria y risible pol?tica de distinci?n, asentada en la
posibilidad de contar con carros de lujo, choferes, asistentes, secretarias, etc., son en su mayor?a aquellos que
antes dec?an combatir toda forma de discriminaci?n y
exclusi?n fundada en la desigualdad social.
Se entiende que la revoluci?n socialista buscaba que
los seres humanos nos liberemos de la estructura clasista
de la sociedad actual, proceso de liberaci?n que establece relaciones de justicia y equidad entre los seres humanos. Libertad para instituir alianzas de cooperaci?n sobre la base de sabernos iguales en nuestra humanidad y
diversos en nuestra cultura, sin que esto suponga ning?n
tipo de poder de dominaci?n sobre el otro.
El socialista no solo que busca esta liberaci?n, sino
que su lucha es ya un proceso en que se libera de la estructura de poder que determina las relaciones humanas
en el capitalismo, como relaciones de dominaci?n material y subjetiva sobre el otro.
Lo curioso es que estos funcionarios del actual Estado reproducen las formas m?s obscenas y rid?culas del
poder burgu?s, en nombre del socialismo. No sabemos
si es que nunca supieron los planteamientos socialistas o
si, a pesar de saberlos, los niegan en su ejercicio pol?tico
cotidiano como funcionarios de un Estado, que m?s que
nunca se consolida como un estado de clases, como estado de la burgues?a que se apuntala en Am?rica latina.
La dominaci?n progresista 147
Esta aparente actitud subjetiva y personal de los funcionarios de Alianza Pa?s, en verdad, al parecer, responde a una estructura de dominaci?n que se ensaya
en el subcontinente. Ciertamente que existe una actitud
personal de estos nuevos empleados estatales, que valga decir es est?ticamente desagradable y ?ticamente reprochable, pero no debe ser pensada como casos individuales, no es un asunto de casu?stica, sino parte de una
l?gica de poder inscrita, como dir?a Foucault, en la microf?sica del poder.
Si se establece una distancia est?tica y se observa desde lejos el comportamiento de estos funcionarios hasta resulta interesante, tal cual como ir a una representaci?n teatral de la est?tica del rid?culo. Visto desde lejos es
c?mica y grotesca su pose de aristocracia pol?tica, pues
como son nuevos en estas infames posturas, aun no lo
hacen bien, aun no tienen la experticia de los sectores
de la vieja oligarqu?a, que por d?cadas han administrado el Estado.
Sin embargo, no estamos frente a una representaci?n teatral, sino frente a un tipo de ejercicio del poder
que combina algunas formas de discriminaci?n y dominio, quiz?s propias del reencauchado estado de clases,
que intenta consolidarse en el Ecuador, y, quien sabe, en
Am?rica Latina. Es claro que la reproducci?n econ?mica capitalista necesita de la dominaci?n pol?tica e ideol?gica que la haga posible.
Por ahora, en la actitud de estos funcionarios, se distingue dos tipos de poder de dominaci?n pol?tica emanada desde el estado. Dos tipos de dominaci?n pol?tico-ideol?gica que asegura las nuevas necesidades de la
actual concentraci?n del capital en la regi?n. Uno, es el
que se lo puede ligar a lo que Lacan denomina el discurso del amo, que se va a llamar: la dominaci?n del amo
148 Natalia Sierra Freire
olig?rquico; otro, es el que est? ligado al discurso universitario, que se lo llamar?: la dominaci?n del amo universitario.
En el contexto de la revoluci?n de Mayo del 68, Zizek leyendo a Lacan sostiene que:
Este pasaje tambi?n puede concebirse, en t?rminos m?s generales, como el pasaje del ancien r?gime pre-revolucionario al nuevo amo post-revolucionario que no quiere admitir que es un
amo, sino que se presenta a s? mismo como mero ?servidor?
del pueblo (?i?ek 2004).
Intentando tomar esta tesis para pensar el contexto
pol?tico actual de Am?rica Latina, y particularmente del
Ecuador, bien se puede afirmar que entre el antiguo r?gimen de dominaci?n, pre-levantamientos populares, y
el nuevo amo, post-levantamiento, hay una asociaci?n
que vuelve al poder de dominaci?n mucho m?s efectivo.
Los discursos del Poder:
un ensayo de dominaci?n
para el subcontinente
La irracionalidad discursiva,
la dominaci?n del amo
olig?rquico autoritario
Mucho se conoce en Am?rica latina la l?gica autoritaria del amo colonial y olig?rquico. Han sido cinco siglos de esta pr?ctica de dominaci?n en la cual el amo
se asume como tal sin ning?n argumento, sin ninguna
raz?n, a no ser la de su propia irracionalidad autoritaria. Desde Pizarro y Cortez hasta Velasco Ibarra, Febres
Cordero, Uribe, Pinochet o Menem, los amos autoritarios e irracionales han ostentaban su poder sin pudor ni
decencia.
La dominaci?n progresista 149
Esta herencia colonial marc? toda la vida republicana, en la cual el autoritarismo, tanto del patr?n ?bueno?
como del ?malo?, mantuvo una parad?jica distancia entre el ?amo? y el ?esclavo?. Por un lado, se manten?a la
subordinaci?n del subalterno y, por otro, se incubaba en
?l un creciente resentimiento e ira frente al amo, que con
el tiempo se manifestaba como levantamientos populares de resistencia. Paradoja que puede ser mejor comprendida si se apela a la dial?ctica del amo y el esclavo desarrollada por Hegel en la Fenomenolog?a del Esp?ritu.
La distancia que separa al amo autoritario del subordinado se da en virtud de la falta de argumento del poder del amo, digamos por la irracionalidad del mismo.
Gracias a esta distancia el subordinado mantiene cierto
nivel de libertad (odio y resentimiento de clase) respecto del amo, misma que puede devenir en procesos de liberaci?n social que rompen la opresi?n. Esta distancia
implica la conciencia que el subordinado tiene de su situaci?n de subordinaci?n y, al mismo tiempo, la incomodidad con el lugar que ocupa en el espacio social, en
relaci?n al lugar que ocupa el amo en el mismo. Conocimiento que da lugar al proceso de construcci?n de la
conciencia de clase y de la lucha de liberaci?n respeto de
la clase dominante.
La dominaci?n del amo autoritario es claramente
pol?tica e ideol?gica, identificaci?n que ayuda al subordinado a mantener la prudente distancia subjetiva frente al amo, lo cual hace posible sus procesos de liberaci?n.
Esto quiz?s explica por qu? en el Ecuador de los ?ltimos
20 a?os, los pueblos movilizados defenestraron tres gobiernos, dos de ellos claramente amos autoritarios.
150 Natalia Sierra Freire
El discurso acad?mico,
la dominaci?n del amo universitario: el experto
El discurso universitario, dominaci?n del amo universitario, estrenado pos Mayo del 68 se caracteriza por
que el amo:
…no quiere admitir que es un amo, sino que se presenta a s?
mismo como mero ?servidor? del pueblo. En t?rminos de Nietzsche, es simplemente el pasaje de la ?tica del amo a la moralidad del esclavo, y este hecho quiz? nos permita un nuevo enfoque de Nietzsche: cuando este descarta sarc?sticamente la
?moralidad del esclavo?, no est? atacando a las clases bajas
como tales, sino m?s bien a los nuevos amos, que ya no est?n
dispuestos a asumir el t?tulo de tales: ?esclavo? es el t?rmino
nietzscheano para el amo fingido (?i?ek 2004).
El amo fingido, poco conocemos de esto, sobre todo
en Ecuador, quiz?s un solo gobierno haya respondido
a esta pr?ctica de dominaci?n, el gobierno de Rodrigo
Borja. Un ejemplo m?s claro puede ser Fernando Enrique Cardoso en Brasil, o Michelle Bachelet en Chile.
Tipos de gobierno cuya gobernanza se basa en ?nuevas
formas de dominaci?n, en las cuales el discurso cient?fico legitima las relaciones de dominaci?n? (?i?ek, 2004).
La dominaci?n del amo universitario, argumentada
y justificada desde el conocimiento acad?mico-cient?fico, asume un car?cter racional que la vuelve m?s eficaz
y eficiente. Su aparente argumento racional le da la apariencia de objetividad pol?tica (real politik) y neutralidad
ideol?gica, que la despoja, ante los ojos del subordinado,
justamente, de su poder de dominaci?n. L?gica que suprime la distancia que existe entre el amo y el subordinado, clara en la dominaci?n del amo autoritario.
El argumento racional del poder del amo universitario penetra la conciencia del subordinado, hasta lograr
que este acepte ?consciente? y ?voluntariamente? su si-
La dominaci?n progresista 151
tuaci?n de opresi?n y su lugar subalterno en el espacio
social. Poder hegem?nico dir?a Gramsci, biopoder Foucault. La conciencia del subordinado renuncia a su deseo de ser reconocida, convencida de la ?verdad? del argumento del poder del discurso universitario, con lo cual
renuncia a asumir su proceso de liberaci?n.
La argumentaci?n racional hace del discurso universitario un poder totalitario, que no deja fisuras que puedan resquebrajar su capacidad de dominaci?n y control:
…basta con recordar al experto en mercados que defiende
fuertes ajustes presupuestarios (recortando gastos en seguridad
social, etc.) como si se tratara de una necesidad impuesta por
sus conocimientos t?cnicos desprovistos de todo sesgo ideol?gico: lo que oculta es la serie de relaciones de poder (desde
el papel activo de los aparatos del Estado hasta las creencias
ideol?gicas) que sostienen el funcionamiento ?neutral? del mecanismo del mercado (?i?ek 2004).
Este tipo de dominaci?n resulta m?s eficaz en raz?n de su aparente desideologizaci?n y despolitizaci?n.
En declaraciones, un exitoso soci?logo ecuatoriano dedicado al marketing pol?tico en Am?rica latina, afirmaba, con la prepotencia propia de la autoridad acad?mica al servicio del capitalismo: hemos superado la vieja ?poca
de las ideolog?a de izquierda y de derecha; esas religiones ya murieron; hoy vivimos la ?poca de la raz?n y la unidad del pa?s en funci?n del crecimiento econ?mico. Para confirmar sus tesis sobre esta ?nueva era de racionalidad pol?tica?, pon?a de
ejemplo, nada m?s y nada menos que, a Ignacio Lula da
Silva y al milagro brasile?o. ?Brasil, dec?a, est? creciendo como potencia gracias a que sus gobernantes dejaron
atr?s las viejas religiones e ideolog?as ligadas al marxismo y se dejan guiar por la raz?n cient?fica y la sensatez
pol?tica basada en el conocimiento.? Afirmaci?n tan segura que puede persuadir, de no ser porque el marxis-
152 Natalia Sierra Freire
mo ha ense?ado a sospechar de las buenas razones de la
burgues?a y de sus funcionarios.
Lo m?s peligroso de este tipo de dominaci?n es que
crea la ilusi?n de que la sociedad est? libre de contradicciones de clase, que los conflictos son entre adversarios
y no entre enemigos de clase. Mucho peor, crea la ilusi?n de que el capitalismo puede ser m?s racional, si se lo
sabe administrar cient?ficamente, como si fuese un asunto de administraci?n y no una l?gica econ?mica basada
en la explotaci?n humana.
Una mezcla efectiva:
la articulaci?n del discurso del amo
y del discurso universitario
Coherente con la ideolog?a del progreso, en el capitalismo todo evoluciona acumulativamente, esto incluye
a los tipos y las formas de su dominaci?n pol?tico-ideol?gica. Af?n con esta premisa, los ?nuevos-viejos? gobiernos que circulan por Am?rica latina van evolucionando y mejorando su poder de dominaci?n. Para entender
esta tesis se desarrollar? la idea de lo viejo y lo nuevo que
encierran estas formas de gobierno.
A. El tipo de poder implementado por estos gobiernos
no es tan nuevo, si reparamos en las formas de dominaci?n del amo autoritario que han venido asumiendo casi desde su llegada al Estado. Basta hacer un recuento de todas las leyes y reglamentos que se viene
dictando a espaldas y en contra del pueblo y sus demandas. Sumado a esto sus formas autoritarias, en
algunos casos rosando con pr?cticas fascistoides de
comportamiento pol?tico, que no encuentran argumento, a no ser en su propia acci?n, en la irracionalidad y arbitrariedad de su ejercicio, de su facticidad.
A esto hay que a?adir actitudes tir?nicas y displicen-
La dominaci?n progresista 153
tes que los funcionarios estatales, desde los que ocupan los m?s altos cargos, han venido desarrollando
en la perspectiva de distinguirse del pueblo llano y
marcar la diferencia necesaria para el ejercicio de su
dominaci?n. En el caso del Ecuador no hay mucho
contraste entre las actitudes patronales colonialistas
de la vieja oligarqu?a que cre?a que el pa?s era su hacienda y los ecuatorianos sus siervos, con las actitudes
de los funcionarios del gobierno actual que parecen
creer que el pa?s es su empresa y el pueblo sus empleados. Es muy com?n, por ejemplo, o?r a funcionarios en nivel de direcci?n hablar de los presupuestos
estatales como si fuese dinero personal.
Lo viejo tambi?n se encuentra en el tipo de poder
ligado al discurso universitario, al amo universitario.
Esto es m?s f?cil identificar si tomamos en cuenta que
un gran porcentaje de los nuevos funcionarios, incluido
el presidente del Ecuador, vienen del mundo acad?mico, de las ONG y de la consultor?as. Desde mucho antes
de ser parte del estado ya eran conocidos como expertos
de…, una tecnocracia que se form? en la ?poca neoliberal bajo el paraguas de los organismos econ?micos internacionales. Son ellos los encargados de dar el argumento racional a la dominaci?n, y de esta forma despojarla
de su contenido pol?tico e ideol?gico que hace que se camufle en eufemismos y tecnicismos cient?ficos. Son ellos
los que hacen el trabajo m?s sucio con guantes blancos,
los que ocultan el rostro perverso de la dominaci?n y
la convierten en formulaciones an?nimas, casi imposible
de identificar. Son ellos los que garantizan la hegemon?a
del capital, otorg?ndole un ?rostro humano? a la infame
y brutal dominaci?n.
Este amo universitario tiene tambi?n sus formas propias de comportamiento pol?tico basadas en el autorita-
154 Natalia Sierra Freire
rismo del discurso tecnocr?tico, cuando algo se sabe de
estas astucias de la raz?n, se sabe que el discurso es poder como bien lo anot? Foucault, y quien lo controla tiene el poder sobre los que ha sido despojado de su voz
(Foucault, 1979). Aun m?s cuando el discurso es enredado e incomprensible lleno de tecnicismos extravagantes
que solo los ?iniciados? pueden descifrarlo. Es por decir
lo menos rid?cula la manera en que estos amos universitarios hacen participar a los ciudadanos de las decisiones pol?ticas, re?nen de forma arbitraria a individuos y
en pocos casos a organizaciones y proceden a informar
lo que se ha decidido. Eso s?, utilizando la ?ltima tecnolog?a inform?tica, prenden el infocus y empieza el espect?culo de los datos y las cifras proyectadas en una presentaci?n de power point, hasta all? llega y se acaba la
participaci?n ciudadana.
Este tipo de poder cuenta con sus propias actitudes
de la ?lite acad?mica del mundo de los expertos. Grandes y equipadas oficinas, asistentes, choferes, carros de
lujo, viajes a los encuentros de los expertos, buenos salarios, buena ropa acorde con su status, nuevos amigos,
nuevas casas. Acceso a toda la riqueza art?stica y cultural que su condici?n exige. Para qu? decir m?s, basta
con recordar La Distinci?n, Criterios y Bases Sociales del Gusto para saber que la dominaci?n econ?mica est? acompa?ada de la dominaci?n cultural basada en la distinci?n (Bourdieu 1979). Qu? mejor forma de distinguirse
del pueblo que a trav?s del acceso al saber y a su instituci?n de privilegios.
B. Lo nuevo de esta forma de dominaci?n que se implementa en Am?rica latina radica en dos hechos.
El primero, y no muy sorprendente, es la conjugaci?n del discurso del amo y el discurso universitario,
la otra, al contrario, bastante sorprendente es la pre-
La dominaci?n progresista 155
sencia de los ex militantes de izquierda en la direcci?n del Estado burgu?s.
La combinaci?n de las dos formas de dominaci?n
ciertamente que genera un tipo de poder mucho m?s
eficaz, en la medida en que se pone a funcionar la estrategia de dominaci?n en base al miedo propio del discurso del amo autoritario, sostenido en un argumento
racional. Ya los te?ricos de la escuela de Frankfurt plantearon que el fascismo era una expresi?n clara de la irracionalidad de la raz?n, bien se podr?a decir de la raz?n
de la irracionalidad. Parece ser que un signo del desgaste de la civilizaci?n moderna capitalista es la clara identificaci?n entre su argumento racional y su pr?ctica irracional. Identidad que hace de su poder de dominaci?n
un poder totalitario.
En el Ecuador, por ejemplo, tenemos cerca de 200
dirigentes populares procesados por terrorismo, juicios
penales y civiles instalados desde el gobierno en contra
de periodistas, acusaciones e insultos en tonos altisonantes en contra de toda persona o sector social que discrepe con la pol?tica gubernamental; una consulta popular
tramposa que busca legitimar el control de la justicia por
el ejecutivo, etc. Acompa?ando este autoritarismo irracional, el discurso de los tecn?cratas y acad?micos que
tratan de justificar lo injustificable con enredados discursos y ?conceptos? sacados de los pelos, como ese de que
el golpe de estado del 30S era un golpe de estado premoderno, posmoderno, transg?nico:
El trabajo, realizado por el investigador Alexei P?ez, publicado
el 8 de octubre, titulado El magnicidio perfecto considera la modalidad empleada en el golpe de Estado como un golpe de Estado en red premoderno, posmoderno y transg?nico(Agencia
Andes, 2011).
156 Natalia Sierra Freire
Esta conjugaci?n de formas de dominaci?n aparentemente incompatibles es n?tidamente observable en lo
que podr?amos llamar la ?pluralidad ideol?gica? de estos gobiernos, tan plural y democr?tica que, en el caso de
Ecuador, podemos encontrar cuadros de la extrema derecha olig?rquica (partido socialcristiano), pasando por
cuadros de la social democracia (Izquierda Democr?tica
y Democracia Cristiana) hasta militantes de la izquierda
(partidos Comunista, Socialista) e incluso ex guerrilleros,
en un mismo proyecto de gobierno. Con esto cualquier
despistado podr?a creer que se ha superado la sociedad
de clases y hemos conquistado el reino de la libertad,
donde las profundas contradicciones econ?micas propias del capitalismo, que se expresan en la lucha ideol?gica y pol?tica de las clases antag?nicas, ya no existen.
Hay, incluso, algunos que a?n creen en el cuento de
que el gobierno est? en disputa, basta con leer el libro
que el gobierno public? previo a la consulta popular del
7 de mayo del 201, para salir de esta ficci?n. Un libro de
302 p?ginas con art?culos de Miguel Carvajal, Ricardo
Pati?o, Javier Ponce, Ximena Ponce, Doris Soliz, Rossana Alvarado, Virgilio Hern?ndez, Galo Mora, Fander Falcon?, Carlos Marx Carrasco, todos ellos antiguos
militantes de la izquierda, o al menos cercanos a movimientos sociales, justificando la decisi?n autoritaria de
su gobierno de apoderarse de la justicia. Lo que es aun
m?s desagradable y reprochable, justificando la pol?tica fascista del partido Social Cristiano que pugnaba por
endurecer las penas a los presos. La pluralidad democr?tica de la ideolog?a del gobierno no llega hasta all?,
incre?blemente el art?culo que introduce el libro es de
Alexis Mera miembro del gobierno social cristiano de
Febres Cordero. De hecho esto no debe sorprender tomando en cuenta que todos los funcionarios del gobierno apoyan la criminalizaci?n de la lucha social.
La dominaci?n progresista 157
Esta mezcolanza s? que parece propia de los tiempos posmodernos, donde todo tipo de mezcla es posible
cuando el pensamiento es d?bil, cuando todo es relativo
a los intereses del gran capital.
El discurso de culpa y arrepentimiento,
la dominaci?n del ex militante de izquierda
Lo realmente novedoso es la nueva estrategia de dominaci?n pol?tico-ideol?gica que se suma a estas dos
anteriores. Si el discurso universitario justificaba la dominaci?n en base a la argumentaci?n racional, hoy en
Am?rica Latina es el discurso de la ?izquierda? el que se
suma a esta justificaci?n en base a la argumentaci?n moral sostenida en la memoria hist?rica. Discurso que no
solo se encuentra en los usurpadores del discurso, es decir en personajes que nunca supieron sobre la teor?a revolucionaria y menos aun participaron en la lucha popular, y pese a eso hablan desde los referentes hist?ricos
de la izquierda, sino que extra?amente se encuentran en
ex militantes de la izquierda latinoamericana, e incluso
en algunos de sus intelectuales.
Hace alg?n tiempo sorprendi? a muchos, ciertas
ideas expresadas por Enrique Dussel en apoyo a los llamados gobiernos progresistas de Am?rica Latina, en
el contexto de una conferencia que dictaba sobre ?Los
principios normativos de la ?tica en la pol?tica de Am?rica Latina?. Los planteamientos filos?ficos en torno a la
pol?tica y a la ?tica, coherentes con su pensamiento cr?tico, sin embargo no coincid?an con sus opiniones respecto al actual proceso pol?tico de Am?rica Latina. Esta
aseveraci?n se la hace por cuanto la pr?ctica pol?tica de
los llamados gobiernos progresistas de Am?rica Latina,
niegan de forma rotunda la ?tica que el fil?sofo plantea
para la pol?tica; realidad que Dussel parece desconocer,
158 Natalia Sierra Freire
pues solo as? se puede entender que haya ensalzado la
presencia de estos gobiernos en el subcontinente.
Sin embargo, lo que m?s despert? la preocupaci?n
fue cuando sostuvo que estos gobiernos de ninguna manera son igual que los anteriores, idea que se defendi?
por el hecho cierto que varios de los presidentes fueron
ex guerrilleros, como es el caso de Dilma Rousseff en
Brasil, Jos? Mujica en Uruguay, Daniel Ortega en Nicaragua; o ex dirigentes de trabajadores como Evo Morales en Bolivia, o el mismo Ignacio Lula da Silva; peronistas como N?stor y Cristina Kishner ex militantes
de izquierda cercanos a los Montoneros de Argentina;
se podr?a agregar a esta lista los ex militares insurrectos como el Coronel Hugo Ch?vez de Venezuela y ahora Ollanta Humala en el Per?; tambi?n un ex te?logo de
la liberaci?n como Fernando Lugo de Paraguay; y, por
?ltimo, hasta un boy scout y voluntario cat?lico como Rafael Correa en Ecuador, que de lo que se conoce no ha
participado en ninguna lucha social, menos aun popular.
La preocupaci?n surgi? justamente cuando se tom?
conciencia de que es as?, que los actuales gobernantes de
la mayor?a de pa?ses sudamericanos y muchos de sus colaboradores vienen de procesos pol?ticos revolucionarios
(a excepci?n del presidente de Ecuador, aunque si algunos de sus ministros, subsecretarios y asamble?stas). La
preocupaci?n crece cuando se es consciente de que son,
justamente, estos ex compa?eros de lucha, los nov?simos
funcionarios del estado burgu?s que tienen como encargo trabajar en funci?n de la expansi?n del capitalismo
en el subcontinente. Qu? gran confusi?n para el pueblo de Am?rica Latina, qu? gran confusi?n para las organizaciones y movimientos sociales que siguen luchando por un mundo m?s justo y equitativo, por un mundo
no capitalista.
La dominaci?n progresista 159
Ex compa?eros de la izquierda latinoamericana asumiendo altas funciones dentro del Estado burgu?s que
est?n consolidado; llevando adelante el proyecto econ?mico del capitalismo tard?o, e implantando una pol?tica
de dominaci?n necesaria para garantizar dicho proceso.
Todo esto a nombre de los ideales de la izquierda y con
la legitimidad de su historia personal de lucha. Es dif?cil entender que es lo que sucedi?, surgen ante tan ins?lita situaci?n una serie de respuestas confusas y enredadas, que hay que irlas procesando con mucha atenci?n.
Se ha o?do decir en declaraciones hechas tanto por
los ex militantes de izquierda en los gobiernos, cuanto
por ciertos intelectuales de derecha que les ayudan a justificar su posici?n, lo siguiente: al fin muchos de estos antiguos
militantes de izquierda maduraron pol?ticamente y entendieron que
la teor?a revolucionaria estaba equivocada, que el conflicto de clases
no conduc?a a ning?n lado, que hay que trabajar todos juntos por
el progreso de Am?rica Latina. Debe haber mucha ingenuidad pol?tica para creer en este argumento, lo cual obliga a seguir indagando la raz?n de este aparente absurdo.
Parece que la explicaci?n no puede ir por el lado individual subjetivo, sin con esto decir que no haya en estos ex compa?eros razones de ese tipo, mismas que pueden ir desde la culpa-arrepentimiento, pasando por el
cansancio y el oportunismo, hasta llegar al cinismo. Sin
embargo, es preferible tratar de encontrar una explicaci?n de un orden estructural, que permita un acercamiento cr?tico a las nuevas l?gicas de dominaci?n que se
est?n ensayando en Am?rica Latina.
Digamos que la fuerza irracional del autoritarismo
olig?rquico ya no funcionaba, pues el pueblo se levant? enfrentando el miedo del autoritarismo. La seducci?n del argumento racional usada por los tecn?cratas
del neoliberalismo de los 80 y 90 del siglo pasado tam-
160 Natalia Sierra Freire
poco pudo detener la movilizaci?n social; era necesario
ensayar otra manera de control ideol?gico que se sume
al miedo y a la seducci?n racional. Se requer?a el total
control ideol?gico de la poblaci?n para lo cual era necesario manipular su deseo de cambio, su deseo de otro
mundo posible. Sin embargo, el discurso del amo ya estaba totalmente gastado, ya se hab?a perdido el miedo
al autoritarismo de la oligarqu?a; por otro lado, el discurso universitario de los tecn?cratas se hab?an agotado en su propia exquisitez indescifrable. Ninguno de los
dos ten?a la fuerza de parar la movilizaci?n social, ninguno de los dos daba salidas discursivas a las demandas
populares que se expresaban en las movilizaciones y levantamientos.
Qu? mejor respuesta a las demandas del pueblo usando, manipulando e instrumentalizando su propio discurso al servicio de los intereses del capital, y mucho mejor
si el individuo o los individuos que emiten el discurso tienen un pasado que les legitime a usarlo. ??Eureka!!
La gubernamentalizaci?n del Estado, permite, como
ya lo dijo Foucault, que el radio de acci?n del mismo
sea variable, que sus l?mites se vuelvan difusos de acuerdo a los requerimientos de reproducci?n del orden social. Esto permite que ret?ricas de izquierda que promueven la lucha de los pueblos y la igualdad social, se
puedan articular dentro del gobierno alrededor de pol?ticas de corte neoliberal, basadas en la reprimarizaci?n
de la econom?a y precarizaci?n de las relaciones laborales, con miras a la mercantilizaci?n de la sociedad. Desde el Estado, su discurso y sus pol?ticas, constituyen sujetos funcionales a su poder, sin importar incoherencias
pol?ticas o de principios. Solo as? se entiende que ex militantes de izquierda, formados por la radicalidad pol?tica
del discurso de la teor?a revolucionaria, hoy gobiernen
La dominaci?n progresista 161
en funci?n de la reproducci?n del capital y argumenten
su pr?ctica en las tesis pol?ticas de la izquierda.
La voz del ex militante de izquierda legitima la utilizaci?n que el proyecto de la burgues?a latinoamericana
hace del discurso de la izquierda. Legitima la implementaci?n del extractivismo a nombre del pago de la deuda
social, legitima la persecuci?n pol?tica y la criminalizaci?n de los luchadores populares ind?genas campesinos y
trabajadores en nombre de la defensa de la revoluci?n,
etc?tera. Estrategia magistral del poder que logr? que
la gente de izquierda se pelee entre s?, a la vez que los
gobiernos ?progresistas? con ex militantes de izquierda
implementan una pol?tica divisionista al interior de las
organizaciones y movimientos sociales. La ?izquierda?
enfrentado a la izquierda para defender la renovaci?n
del capital, y organizaciones sociales enfrentado a otras
organizaciones sociales para defender los intereses del
capital. Vieja estrategia del poder en la que se ha vuelto a caer.
Con la nueva triada discursiva de dominaci?n, constituida por la fuerza irracional, el argumento racional
y la legitimaci?n moral, el poder capitalista domina en
base a la conjugaci?n del miedo, la seducci?n y la obligaci?n. Red de dominaci?n cuyo objetivo es neutralizar
y eliminar la resistencia y lucha de los pueblos sometidos
a sus devastadores intereses.
Desenredando la trampa
La lucha del pueblo por mejorar sus condiciones de
vida no tiene tiempo, o su tiempo siempre es presente, es
actual, nunca es ex, el ex les calza a los individuos que
dejaron de luchar, no al pueblo que aun resiste y lucha
por liberarse. La lucha nunca es pasada, nunca es extempor?nea.
162 Natalia Sierra Freire
Parafraseando a Walter Benjam?n, bien se puede sostener que el tiempo de la revoluci?n no es un tiempo homog?neo y vac?o que pasa, que puede estar en el pasado
de lo ex, sino un tiempo pleno, ?tiempo-ahora? (Benjam?n 1973). Un tiempo ahora que salta del continuum de
la historia, un tiempo que siempre retorna, por lo tanto no es ex.
El ex quiz?s expresa un cansancio, ya dec?a Bertolt
Brecht:
Hay hombres que luchan un d?a y son buenos. Hay otros que
luchan un a?o y son mejores. Hay otros que luchan muchos
a?os y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida,
esos son imprescindibles.
Hay los que no se cansan o no pueden cansarse, no
son ex, son militantes de izquierda mientras las condiciones de injusticia se mantengan para oprimir y explotar al ser humano y al medio ambiente que lo hospeda.
El cansancio aparece cuando el esp?ritu ha sido doblegado en raz?n de que el deseo se ha suprimido. El deseo
que es utop?a y promesa de futuro. Parece que la ca?da
del Muro de Berl?n no pudo ser procesada con dignidad,
que no se entendi? que el relato ut?pico es inherente a
la condici?n humana, que el ser humano no es, sino en
base a su deseo a su la utop?a, pues esta es la fuerza del
esp?ritu que hace que este persevere en su ser.
Puede ser que a algunos ex les agarr? el arrepentimiento, la culpa peque?o-burguesa, el trauma del stalinismo que no pudieron leer cr?ticamente y decidieron
limpiar su pasado, pidiendo perd?n y trabajado para el
enemigo. La culpa peque?o burguesa que no permite
comprender que el poder humano de reinventar mundo no tiene modelos acabados, ?nicos y definitivos; por
lo tanto, la experiencia del socialismo real no clausura la
radicalidad del sue?o socialista que busca mundos mejo-
La dominaci?n progresista 163
res. Por otro lado, la utop?a anticapitalista tiene otros comienzos que no est?n en Europa, sino en los tejidos comunitarios ind?genas de Am?rica, esos tejidos que han
resistido la avanzada del capitalismo y que hoy son alternativas de vida no capitalistas.
Tambi?n puede ser que en un arranque de oportunismo propio de la clase media mestizada, decidieron cambiarse de bando y transformar su vida personal pero no
el mundo. Quien sabe, quiz?s la idea, encarnizada en las
relaciones mercantiles que han secuestrado al ser humano, de que con el capitalismo se acab? la historia humana haya influenciado para que muchos renuncien a la
posibilidad de construir otro mundo. Ante este ?fin de la
historia?, decidieron tratar de acomodarse en su empobrecida continuidad y disfrutar de sus precarios privilegios. Decidieron estacionarse en el presente y renunciar a
vivirlo como un presente en transici?n (Benjam?n 1973).
Es posible que sean todas estas razones juntas, lo que
hace la decisi?n mucho m?s firme y su peligrosidad mayor.
Es muy interesante y esclarecedor el art?culo de Luis
Mattini: ?Madres de la Plaza de Mayo, Hebe una forma
de derrota?, en el cual anota:
?Qu? pas? y que pasa con Hebe? ?C?mo es posible que sea
parte de ese deterioro? Recuerdo que cuando China rompi?
con la URSS y por lo tanto empez? a ser hostil con Cuba, a Fidel le preguntaron qu? opinaba de Mao Tse Tung, quien hab?a
sido el gran timonel de la Revoluci?n China; y Fidel dijo: ?Ud
sabe que la astronom?a ha demostrado que hubo brillantes estrellas que se apagaron. Pues eso pas? con Mao, es una estrella que se apag?? Me pregunto si no ser? aplicable esta met?fora al caso de Hebe. Si es as?, si es una estrella que se apag?, es
posible pensar que podr?a recuperar la luz si se quitara el pa?uelo, y dejara a otras madres ?el s?mbolo? y se dedicara a lo
que quiera como cualquier ciudadano que habita este suelo.
164 Natalia Sierra Freire
Y en tal sentido Hebe goza de los mismos derechos que cualquiera de nosotros, el derecho a tener ideas propias y a cambiar de ideas. Por eso es que si ella ha decidido apoyar el llamado ?modelo? actual, este supuesto post neo liberalismo que
claramente consiste en una base productiva agroindustrial dictada, no por los EE.UU, sino por el Imperio, es decir el capital
mundial, del cual la burgues?a argentina es parte y el gobierno
de los Estados Unidos, su polic?a. (…)
…si ella ha decidido apoyar este modelo, est? en su derecho.
Porque puede ser que ella crea sinceramente, como tantos otros
setentistas, que por ah? pasa el progreso actual. No sabemos
tampoco qu? pensar?an sus hijos marxistas leninistas si vivieran,
quiz?s tambi?n apoyar?an, pero s? sabemos exactamente qu?
pensaban ellos en su tiempo, que fue tambi?n mi tiempo. Pero
entonces le pido que deje el pa?uelo para las madres que contin?an su labor fieles a los ideales de sus hijos (Mattini 2015).
Esta explicaci?n bien calza para muchos de los ex
militantes de izquierda que hoy trabajan para el capital
mundial, los cuales por dignidad deber?an dejar el ?pa?uelo?, dejar los s?mbolos y la historia de lucha que ya
nos les pertenece, que solo pertenece a la actualidad de
la lucha del pueblo, al tiempo-ahora de los que siguen
luchando por un Mundo no capitalista.
Ex militantes de izquierda que no tienen ninguna legitimidad ni autoridad ?tica, pues la part?cula ex con categor?a de prefijo y con el significado de fuera, m?s all?
de cierto tiempo y espacio y con el de privaci?n, seg?n
dice el diccionario de la Real Academia espa?ola de la
Lengua, antepuesta a una dignidad, cargo o condici?n,
significa que el sujeto dej? de tenerlos o dejo de ser algo.
Dejaron de ser, ya no son, ya no est?n en el tiempo de la
revoluci?n, por lo tanto su discurso de izquierda no tiene legitimidad, lo est?n usurpando, lo est?n manipulando al servicio de los intereses del capital.
La dominaci?n progresista 165
Si contin?an insistiendo en utilizar la memoria hist?rica y el discurso emancipatorio del pueblo al servicio
del nuevo ensayo de dominaci?n capitalista, ser?n encarcelados por el cinismo obsceno del poder, y habr?n
perdido toda su dignidad. No les tocar? m?s que aceptar
su destino de servidumbre e indignidad, habr?n perdido
su libertad y sobre todo su por-venir.
Cinismo pol?tico: instrumentalizaci?n
y tecnocracia para el ?progreso?
Las ?ltimas elecciones (febrero de 2014) que confirmaron el proyecto de la revoluci?n ciudadana, al contrario de lo que se podr?a pensar, no muestran el apoyo
de la poblaci?n a un proyecto de transformaci?n social,
sino el apoyo a la profundizaci?n y modernizaci?n del
sistema capitalista.
Si se analiza con cierto cuidado el discurso del gobierno a lo largo de estos nueve a?os, sobre todo el construido para elecciones, se puede advertir un claro mensaje de promesa capitalista envuelto en una ret?rica de
revoluci?n socialista. Este hecho parad?jico responde a
la necesidad del poder burgu?s de traspasar y aniquilar
la conciencia cr?tica de la sociedad que se forj? durante
los ?ltimos 30 a?os de lucha popular en contra del neoliberalismo. El retorno del pa?s a la democracia, en los
a?os 80 del siglo pasado, estuvo marcado por la imposici?n de las pol?ticas econ?micas dictadas por el Consenso de Washington. Como es de conocimiento, el neoliberalismo devast? las econom?as nacionales de nuestros
pa?ses, mucho m?s de lo que ya estaban, condenando a
las mayor?as de la poblaci?n a situaciones de miseria extrema. Ante esta brutal arremetida del capitalismo, el
pueblo profundiz? su proceso de resistencia y construy? una conciencia social cr?tica al sistema neoliberal y
el capitalista.
166 Natalia Sierra Freire
Los treinta a?os de resistencia y lucha en contra del
modelo neoliberal permitieron altos grados de descolonizaci?n de la conciencia social ecuatoriana. El pueblo
pudo mirar hacia dentro y lo profundo del pa?s y empez? a redescubrir la legitimidad de su lucha y de su cultura, as? como a imaginar posibilidades de una sociedad
por fuera de las coordenadas del capitalismo. Es en este
per?odo donde surgen las propuestas m?s transformadoras de la lucha de nuestro pueblo, como es la exigencia de construir un Estado Plurinacional que cuestione
la institucionalidad pol?tica burguesa del Estado Nacional, la perspectiva de un mundo humano amigable con
la naturaleza, o la m?s subversiva que planteaba un nuevo horizonte civilizatorio expresado en la idea del Sumak
Kawsay. Toda esta fuerza creativa de pensar otro mundo
mostraba que la conciencia social y pol?tica del pueblo
ecuatoriano hab?a alcanzado niveles altos de criticidad,
que la liberaban en gran medida del coloniaje mental
heredado desde la colonia.
La descolonizaci?n de la conciencia implica un alejamiento de los paradigmas sociales impuestos en el mundo en la expansi?n del capitalismo. En este sentido, una
conciencia social y pol?tica descolonizada supone primero una posici?n cr?tica frente a las tesis inherentes
al paradigma del progreso. El crecimiento econ?mico,
el desarrollo ligado al mismo, el consumo desenfrenado, la explotaci?n salvaje de la naturaleza fueron tesis
que se comenzaron a cuestionar o al menos se pusieron en duda. Se hablaba de la posibilidad de ir construyendo otra forma de ser y estar en el mundo, lo que involucra la construcci?n de un mundo no capitalista. Se
abri? de esta manera el gran debate acerca de la necesidad no solo de un cambio social sino de un cambio civilizatorio, de la necesidad de repensar la fuerzas productivas capitalista como fuerzas destructivas de las fuerzas
La dominaci?n progresista 167
de la naturaleza. Todo esto pon?a en duda el destino trazado por la modernidad industrial y planteaba la posibilidad de transitar hacia un mundo ciertamente distinto,
un mundo pensado desde el pasado andino-agrario-ind?gena hacia un futuro m?s humano. De hecho, queda
claro que todo este pensamiento cr?tico tiene un sustrato en nuestros pueblos ancestrales que, pese a la salvaje
colonizaci?n, mantuvieron formas de pensamiento y de
vida distintas a las impuestas por el capitalismo.
Este contexto marcado por el despliegue de una conciencia cr?tica social y ambiental, que reclamaba otro
mundo m?s all? del marco capitalista, abri? el nuevo siglo. La conciencia social se encontraba en un importante proceso de descolonizaci?n y des-alienaci?n, lo cual
significaba un alto riesgo para los intereses capitalista en
la regi?n y el pa?s. Es en este momento en que comienzan a asumir el poder los llamados gobiernos progresistas, que se presentaron como representantes leg?timos
de estas demandas sociales, como expresi?n de esta conciencia social descolonizada.
El pueblo eligi? a los gobiernos progresistas y particularmente, en el caso de Ecuador, al gobierno de Alianza Pa?s creyendo que con su direcci?n pod?amos empezar la mudanza hacia otro mundo. C?mo no creer en
ello cuando los proyectos de gobierno parec?an recoger tanto las demandas sociales cuanto la fecundas ideas
transformadores que se forjaron en la lucha. C?mo no
creer en ello cuando muchos de los participantes en estas propuestas de gobierno eran compa?eros que ven?an
de esa lucha. Lo que la izquierda no pudo ver es que los
funcionarios del capital tienen todos los recursos a su
disposici?n para abortar o pervertir alternativas a su dominio. No pudo ver que el proceso de descolonizaci?n
de la conciencia social era un proceso que hab?a que cuidarlo de la guerra ideol?gica capitalista; quiz? no puso
168 Natalia Sierra Freire
atenci?n o no quiso ver el hecho innegable de que la explotaci?n capitalista al ser humano y a la naturaleza se
sustenta en la dominaci?n ideol?gica y cultural.
A nueve a?os del gobierno de Alianza Pa?s, y a m?s
de una d?cada de los gobiernos progresistas de Am?rica Latina, se puede apenas mirar qu? es lo que sucedi?
y est? sucediendo. Apenas ahora, con el ?ltimo triunfo
electoral de la revoluci?n ciudadana se perfila la estrategia utilizada por estos gobiernos para la realizaci?n del
gran fraude pol?tico que est? viviendo Am?rica Latina y
espec?ficamente el Ecuador.
La Revoluci?n Ciudadana,
el ?ltimo proyecto colonizador
La defenestraci?n del gobierno de Lucio Guti?rrez
mostr? que el pueblo ecuatoriano pol?ticamente organizado hab?a dejado de creer en la democracia burguesa, hecho trascendental en el quehacer pol?tico de nuestra sociedad que ten?a un sustrato m?s profundo que era
el serio cuestionamiento de la poblaci?n al proyecto capitalista en su versi?n neoliberal. Como sabemos, la democracia burguesa es la forma pol?tica que hace posible
la reproducci?n del capital, por lo tanto cuando el pueblo retira el apoyo y la legitimidad a esta forma pol?tica
de alguna manera retira el apoyo a la reproducci?n econ?mica capitalista. No es un secreto que la propia devastaci?n social producida por el neoliberalismo debilit? sus
formas pol?ticas, un pueblo sometido a niveles extremos
de violencia, pobreza y saqueo deja de creer en el rosto ?amable? de la democracia burguesa. La total deslegitimidad de un estado debilitado por la propia pol?tica
neoliberal supone que el poder burgu?s pierda hegemon?a y la contradicci?n social ponga en riesgo las ganancias del capital, m?s aun cuando el pueblo est? pensando en salir del marco civilizatorio capitalista.
La dominaci?n progresista 169
Ante esta situaci?n de riesgo para la reproducci?n del
capital, el poder pol?tico de la burgues?a mundial puso
en marcha la estrategia del caballo de Troya. C?mo pod?an volver a invadir la conciencia social del pueblo y
recolonizarla, en un momento en que este se encontraba en un importante proceso de descolonizaci?n ideol?gica. El caso ecuatoriano es sintom?tico al igual que la
Bolivia de Evo, para analizar y entender c?mo se oper?
esta recolonizaci?n. La revoluci?n ciudadana es un buen
ejemplo de la estrategia del caballo de Troya, si entendemos que la ?nica manera de invadir una conciencia
social que se estaba amurallando en contra de la colonizaci?n ideol?gica capitalista era, al igual que la estrategia de los griegos, hacer un regalo que el pueblo agradecer?a. Recordemos que despu?s de ganar la guerra a
los griegos, los troyanos encontraron en sus playas un
gran caballo que los griegos vencidos les hab?an dejado como ofrenda. Sin mucho dudar, los troyanos abrieron las puertas de su ciudad y llevaron el caballo hasta
el centro de la misma donde festejaron el regalo hasta
quedar ebrios e indefensos, momento en que los griegos ocultos al interior de la gran estructura de madera
salieron y se tomaron la ciudad. Exactamente esto sucedi? en el pa?s, despu?s de que el pueblo ecuatoriano ganara la batalla al neoliberalismo impulsado por los tres
gobiernos que defenestr?, bajo la guardia y recibi? el regalo de la revoluci?n ciudadana. Confiado el pueblo lo
dejo entrar en su conciencia festej? la ofrenda hasta quedar ebrio e indefenso, momento en que del interior del
discurso de la revoluci?n ciudadana sali? la promesa capitalista y se tom? nuevamente la conciencia del pueblo
ecuatoriano.
Esta particular versi?n del m?tico caballo de Troya se
la puede observar en las partes que le dan forma, que no
son otra cosa que los dispositivos ideol?gicos de la revo-
170 Natalia Sierra Freire
luci?n ciudadana como nuevo proyecto colonizador de
la conciencia social.
El primer dispositivo es la ret?rica de izquierda utilizada en los discursos con los que la revoluci?n ciudadana interpela al pueblo ecuatoriano. Se trata de dispositivos simb?lico-ideol?gicos que recolonizan a los sujetos
desde el paradigma de la modernidad capitalista y producen una ret?rica que despliega demag?gicamente significantes como Socialismo, Plurinacionalidad, Soberan?a, Equidad, Econom?a social y solidaria, Sumak Kawsay,
Participaci?n, Democracia Radical y Directa, Derechos
de la Naturaleza, Justicia social y econ?mica, etc?tera.
Todos estos significantes son como peque?os caballos de
Troya que se introducen en la conciencia del pueblo que
buscaba una transformaci?n social, y cuando est?n adentro irrumpen los significados ideol?gicos reales que los
significantes huecos esconden para recolonizar la mente del sujeto interpelado. Estoy hablando de significados ideol?gicos que tienen que ver con el rencauche de
la promesa capitalista: crecimiento econ?mico, explotaci?n de recursos naturales, fortalecimiento del Estado y
la identidad nacional, agroindustria, extractivismo, desarrollo industrial, consumo, modernizaci?n, etc?tera, en
definitiva el progreso basado en la econom?a capitalista.
El segundo dispositivo ideol?gico empleado por el
gobierno es la imagen misma del presidente Rafael Correa. La figura del primer mandatario sirve como mediador simb?lico-ideol?gico de lo que todo ecuatoriano
deber?a llegar a ser para conseguir el ?xito en el mundo moderno. La forma pura de la imagen del presidente ?con sus camisas bordadas con motivos andinos, a
veces con ponchos y guayabera, sus cantos revolucionarios, su aparente dignidad frente a los intereses del imperio norteamericano, su supuesta historia revolucionaria,
en definitiva el ?revolucionario maduro? del tercer mile-
La dominaci?n progresista 171
nio? invade la conciencia de los ecuatorianos que miran
a diario la publicidad pol?tica del presidente. El pueblo
como consumidor ideol?gico del producto Rafael Correa ignora el sentido oculto, el verdadero mensaje ideol?gico, dentro de la imagen del presidente. Cuando el
pueblo ya ha consumido la imagen presidencial y la ha
integrado en su conciencia sale del interior de esta el referente de blanqueamiento que nos han impuesto a lo
largo de la historia colonial. De esta manera, se reinstala
en la conciencia del pueblo la idea de que para ser alguien
hay que blanquearse, tener estudios universitarios, mejor en el exterior y mejor en Europa y EUA, tener una esposa europea, hijos m?s blanquitos, ojitos verdes, posibilidad de
consumo, etc?tera. Lo que queda en la conciencia social,
sin que el sujeto sea consciente de ello, es la idea colonial
de que siempre es mejor ser blanco-mestizo que un indio o un afro,
para triunfar en el mundo moderno, para ser ?alguien?.
El tercer dispositivo de colonizaci?n ideol?gica es la
instauraci?n de una revisada y sofisticada estructura de
privilegios, articulada a la juvenil burocracia estatal. La
recuperaci?n y fortalecimiento del Estado que es uno de
las promesas de la revoluci?n ciudadana es el caballo
de Troya que ha servido para dos objetivos claros: por
un lado, para abrir el marco mercantil en todas aquellas zonas que aun no estaban vinculadas plenamente a
la econom?a capitalista y, por otro lado, para crear una
estructura de privilegios ligada a los nuevos y j?venes
funcionarios del Estado. La imagen del bur?crata va dejando de ser la imagen deprimente del empleado p?blico viejo, mal pagado, lento y amargado, y se va estableciendo la imagen del joven bur?crata universitario, bien
pagado, elegante, eficiente, feliz y sobre todo con capacidad de consumo. Esta imagen se est? convirtiendo en
un referente para los j?venes ecuatorianos, todos quieren ser funcionarios del estado, pues ven en ello la posi-
172 Natalia Sierra Freire
bilidad del ?xito capitalista ligado a la capacidad de consumo por una parte y, por otra, a cierto nivel de poder
sobre la poblaci?n que los distingue del pueblo com?n.
Los j?venes que durante los a?os de lucha se construyeron como sujetos de utop?as que quer?a transformar el
mundo, cuestionadores radicales del poder y profundamente ecologistas, hoy aspiran a un trabajo en el estado y a una vida de consumo desenfrenado. T?mese en
cuenta que lo j?venes de hoy marcar?n el imaginario social de los pr?ximos 40 a?os.
El cuarto y ?ltimo dispositivo de colonizaci?n ideol?gica es la publicidad pol?tica que, con la ret?rica significante Socialismo del Siglo XXI/Buen Vivir, inocula en la
conciencia social de los ecuatorianos el deseo del desarrollo capitalista en versi?n primer mundo. A trav?s del
sugestivo lenguaje de la imagen publicitaria de la informaci?n massmedi?tica se vuelve a construir un deseo social enajenado, que establece que desear y como desear.
No es sorpresa que el objeto de deseo es el progreso y
desarrollo capitalista, cuya referencia son los pa?ses del
mundo altamente industrializado: grandes carreteras,
inmensos puentes, universidades de investigaci?n industrial, mega puertos y aeropuertos, enormes infraestructuras para mover capital, aumento del consumo dom?stico, etc. Se ofrece el mismo modelo civilizatorio que en
los a?os de lucha se cuestion? por ser un proyecto destructivo tanto para la vida social como natural. Una vez
m?s la metr?poli capitalista es el referente a seguir por
nuestros pueblos, el viejo enga?o colonial se repite en
nuevos formatos.
El Estado en Latinoam?rica
y otras posibilidades
Despu?s de m?s de una d?cada del experimento pol?tico puesto en marcha por los llamados gobiernos
progresistas en Am?rica Latina, se puede afirmar
que este ha dejado una gran ense?anza para el pensamiento cr?tico del subcontinente: Nunca m?s repetir lo
andado, dar vuelta y caminar para el otro lado, desde
otro lado. En base a esta ense?anza hist?rica, el pueblo
latinoamericano tiene la urgencia de asumir como verdad pol?tica y ?tica dos cosas:
1. Abandonar definitivamente la promesa del desarrollo y el crecimiento econ?mico, inherentes al paradigma del progreso y a la l?gica de la econom?a capitalista.
Atrapados en el paradigma del Progreso, los gobiernos progresistas9
de la Am?rica Latina han impulsado,
una vez m?s de las tantas veces a lo largo de nuestra historia, las viejas promesas del desarrollo y el crecimiento
econ?mico capitalista. La promesa de salir del subdesaCinco
A modo de conclusiones
9. Es curioso, para esta reflexi?n, el adjetivo progresistas que se ha dado a
los gobiernos del Socialismo del siglo XXI. Hay que poner atenci?n en la
sem?ntica del t?rmino.
174 Natalia Sierra Freire
rrollo en base a la industrializaci?n se presenta como la
gran promesa que nos conducir? a los niveles de vida del
mundo desarrollado. Y nuevamente la f?rmula m?gica
del cambio de matriz productiva es profundizar y extender el extractivismo para salir de la econom?a primario
exportadora, basada principalmente en el extractivismo.
Este aparente absurdo a nivel del lenguaje expresa la
contradicci?n de la econom?a capitalista, especialmente visible en las zonas del llamado tercer mundo debido a la relaci?n asim?trica entre el centro y la periferia provocada por el intercambio desigual que articula
el mercado mundial. La idea es la siguiente: necesitamos capital para iniciar el cambio de matriz productiva basada en la sustituci?n de importaciones o industrializaci?n. El problema es que el hist?rico saqueo que
han sufrido nuestros pa?ses, tanto por el capitalismo central como de los grupos de poder econ?mico local articulado al primero, ha impedido la formaci?n de capital
nacional para iniciar el proceso de industrializaci?n. En
estas condiciones la intenci?n de iniciar un proceso de
industrializaci?n implica conseguir el capital explotando y vendiendo materias primas, es decir m?s extractivismo. En todas las intentonas desarrollistas, los gobiernos progresistas de las distintas ?pocas han vendido los
bienes naturales de nuestros pa?ses a nombre de la industrializaci?n, hoy del llamado cambio de matriz productiva. El costo que ha significado para nuestros pueblos
cada uno de estos intentos modernizadores, ha sido destrucci?n social, ambiental y m?s pobreza, pura hojarasca dir?a M?rquez. Esta larga historia de destrucci?n me
hace pensar que hoy no va a ser distinto, que la necedad
de los progresistas nos va a pasar, quiz?, la mayor factura de nuestra historia.
A nombre del progreso y la modernizaci?n, tanto en
el occidente capitalista como en el capitalismo de Estado
La dominaci?n progresista 175
del socialismo real, el ser humano se ha autoflagelado.
Los peores cr?menes contra la humanidad, genocidios,
etnocidio, comunicidios y ecocidios se han perpetrado a
nombre del desarrollo. Esta historia, ya vieja, comenz?
con el despojo social y ambiental de la acumulaci?n originaria de capital perpetrado en nuestro continente, saqueo colonial que destruy? muchas culturas y grandes
civilizaciones donde murieron millones de seres humanos, sacrificados en nombre de la civilizaci?n y el progreso. La Europa campesina vivi? la misma destrucci?n
social y ambiental con el mismo argumento del desarrollo industrial y el crecimiento econ?mico. Millones de
seres humanos murieron en el proceso de la revoluci?n
industrial, la misma que destruyo gran parte del ecosistema y los tejidos sociales agrarios bajo la hegemon?a
inglesa. En el siglo XX el crecimiento y desarrollo de
norteam?rica como potencia mundial ha significado la
destrucci?n ambiental y social de gran parte del territorio del planeta donde la potencia imperial ha intervenido empresarial y militarmente hasta el d?a de hoy. El
fascismo nazi estuvo muy vinculado al impulso del desarrollo industrial de Alemania, y es conocido el holocausto que provoc?. El desarrollo industrial en la Uni?n Sovi?tica gener? destrucci?n cultural y natural; y lo que no
logr? la revoluci?n cultural de Mao en China lo est? logrando hoy el desarrollo acelerado del capitalismo: convertir al pa?s oriental en la primera potencia industrial
a costo de la destrucci?n social y ambiental de la China
actual. Esta ha sido la historia del desarrollo moderno, el
costo del bienestar capitalista, para ciertos sectores privilegiados de la poblaci?n mundial, ha significado la miseria social y ambiental para la mayor?a de habitantes del
planeta. Un ?ltimo informe de Oxfam sostiene que …la
desigualdad econ?mica crece r?pidamente en la mayor?a de los pa?ses. La riqueza mundial est? dividida en dos: casi la mitad est? en
176 Natalia Sierra Freire
manos del 1% m?s rico de la poblaci?n, y la otra mitad se reparte
entre el 99% restante (Oxfam 2014).
Con el nuevo milenio los gobiernos progresistas de
Am?rica latina retoman una vez m?s el sue?o del progreso y el crecimiento econ?mico v?a desarrollo industrial. La modernizaci?n capitalista necesaria para hacer
el sue?o realidad ha implicado en esta ?ltima d?cada: La
radicalidad de la actitud instrumental: el asesinato (l?ase culturicidio, etnocidio, ecocidio, comunicidio)10 como parte del despiadado
intento de alcanzar un objetivo, la reducci?n de las personas a medios disponibles11, y, obviamente, la reducci?n de la naturaleza a recurso disponible (Zizek 2011, 194).
Esta es la sorprendente lecci?n de las ?ltimas d?cadas, la lecci?n de la tercera v?a socialdem?crata occidental europea, pero
tambi?n de los comunistas chinos que est?n al frente del que
probablemente es sea el desarrollo m?s explosivo del capitalismo en toda la historia de la humanidad: nosotros podemos hacerlo mejor (Zizek 2011, 196).
El cumplimiento de la vieja promesa capitalista plantea un intercambio, ahora encubierto en el discurso de
la ecoeficiencia, ciertos sectores de la poblaci?n alcanzan niveles de vida del mundo desarrollado a cambio
de destruir el medio ambiente y muchas formas sociales
acogidas en ?l. Se reactualiza as? el colonial intercambio
desigual de baratijas por la vida que empez? con la Conquista. A este intercambio desigual se suma un nuevo
intercambio desigual que supone una especie de condicionamiento ?novedoso? implementado por los gobiernos progresistas: se ofrece crecimiento econ?mico, desarrollo industrial, bienestar capitalista a cambio o con
la condici?n de debilitar o suprimir muchos de los de10. El contenido del par?ntesis es de este texto y no del autor citado.
11. Op. Cit. Zizek, Slavoj, En defensa de…, 194.
La dominaci?n progresista 177
rechos y libertades humanas, como el derecho a protestar, a pensar distinto, a imaginar otro mundo m?s all?
del progreso de la modernidad capitalista. Esta ?novedad? en el ejercicio del poder es copiada del ejemplo de
la China en su era industrial. Bien lo dice Zizek:
…China es en la actualidad el Estado capitalista ideal: el capital es libre y el Estado se encarga del ?trabajo sucio? de controlar a los obreros. Por tanto, China, en cuanto superpotencia en ascenso del siglo XXI, parece materializar un nuevo tipo
de capitalismo: indiferencia ante las consecuencias ecol?gicas,
desprecio por los derechos de los trabajadores, todo ello subordinado al impulso de desarrollarse y convertirse en la nueva
fuerza mundial (Zizek 2011, 197).
La forma de control pol?tico de la sociedad implementada por los socialismos del siglo XXI, se justifica a
nombre del progreso y el desarrollo, a nombre de un crecimiento econ?mico que seg?n dicen ha logrado combatir
la pobreza v?a bonos de la miseria. Un crecimiento econ?mico medido, curiosamente, con los mismos par?metro y fetiches, como el PIB,12 utilizados por los organismo de administraci?n del capital (FMI, Banco Mundial,
BID). Se dice a la poblaci?n que todo esto es necesario para alcanzar el progreso, pero no se dice cu?les son
las consecuencias sociales y ambientales del mismo, y a
quienes quieren denunciar el coste del desarrollo simplemente se los silencia. Tampoco se dice que incluso
si conquistar?amos los niveles de vida del mundo desarrollado habremos construido un mundo materialmente rico y espiritual y ecol?gicamente miserable. Basta mirar hacia el centro del desarrollo EEUU, Europa, China
y observar lo que en las sociedades ?so?adas? de la hiperproducci?n y el hiperconsumo acontece.
12. Referencia de Serge Latouche.
178 Natalia Sierra Freire
Una vez m?s, con los progresismos, Am?rica latina
ha ca?do en la trampa del progreso y desarrollo capitalistas. Las consecuencias de esta necedad, como ya podemos observarlas y vivirlas es la destrucci?n ambiental y
social. Ante esta constataci?n, que implica una toma de
conciencia social y ecol?gica, la ?nica posibilidad que le
queda el pensamiento cr?tico de emancipaci?n es decir
NO a la promesa capitalista.
2. Imaginar nuevos sue?os, nuevos deseos y sobre todo
nuevas formas de desear y so?ar el mundo por venir.
Es sintom?tico que pensadores de origen europeo, es
decir pensadores testigos del bienestar y el progreso del
mundo desarrollado, como el economista franc?s Serge
Latouche, entre otros,
…reclaman la liberaci?n de la sociedad occidental de la dimensi?n universal de la econom?a, criticando, entre otras cosas, el
concepto de desarrollo y las nociones de racionalidad y eficiencia econ?mica.
Si desde el centro del desarrollo capitalista surge la
cr?tica a su promesa, por haber conducido al planeta y a
la humanidad al borde de su colapso, no se comprende
la necedad del progresismo latinoamericano. Sorprende que los gobiernos autodenominados de izquierda no
sean capaces de detenerse en su obsesi?n desarrollista
y o?r las intuiciones y los saberes colectivos que hablan
desde la comunidades rurales. Sorprende m?s la capacidad de estos gobiernos de haber reducido el Buen Vivir
a veh?culo de las viejas promesas capitalistas.
El pensamiento cr?tico y emancipador de Am?rica
Latina debe ser ciertamente radical, aun m?s hoy que
debe enfrentar otra vez las ilusiones de la modernidad.
Tan radical que detenga el frenes? desarrollista y vuelva
su mirada a aquellos ensayos vitales que han sobrevivi-
La dominaci?n progresista 179
do al desastre modernizador. Volver la mirada a aquellas formas de vida social no subdesarrolladas, sino fuera
del desarrollo, a las comunidades agrarias que siembran
y se dedicaban a escuchar c?mo crecen los cultivos, pues
una vez sembrados, apenas queda ya m?s por hacer. A
esos territorios fuera del tiempo donde la gente es feliz, todo lo feliz que puede ser un pueblo (Di Donato
2009). A esa vida feliz que es propia de las comunidades del buen vivir colectivo, a esas comunidades que saben mantener un sano equilibrio con el medio ambiente y que lamentablemente est?n siendo paulatinamente
destruidas por el subdesarrollo y sometidas a la miseria a
nombre del desarrollo. Es ese tiempo otro por fuera del
tiempo de la historia moderna el que debe nutrir el pensamiento cr?tico y emancipador de la Am?rica latina, ese
tiempo que es despreciado por los progresismo cada vez
que persiguen a las comunidades agrarias que resisten y
se oponen a su programa desarrollista, sean las del TIPNIS en Bolivia o las de la amazon?a en Ecuador Venezuela y Brasil.
Es ese tiempo fuera del tiempo donde es posible imaginar otro modo de vivir, otro modo de ser y estar en
un mundo otro. Es este tiempo fuera del tiempo, no intoxicado por la ilusiones del desarrollo y el progreso, el
marco, el espacio vac?o, donde la imaginaci?n humana
puede imaginarse distinta. Es desde ese hilo de tiempo
proscrito por el desarrollo capitalista donde es posible
pensarse, sentirse m?s all? de la producci?n y el consumo mercantil, m?s all? del bienestar ligado a la riqueza
econ?mica. Desde ese m?s all? quiz?s estaremos a salvo
de la tentaci?n de restaurar el viejo orden y abrirnos a la
incertidumbre que genera el ejercicio de nuestra libertad
de crear otra forma de existir, por fuera del marco capitalista y sus promesas. Esto, necesariamente, exige una
transformaci?n tan radical como radical es desapren-
180 Natalia Sierra Freire
der las percepciones, pensamientos, valores y pr?cticas
aprendidas y convertidas en certezas y verdades universales, como aquello de que la felicidad depende del crecimiento econ?mico y tecnol?gico. Es decir, desaprender lo aprendido en la colonizaci?n y neocolonizaci?n
occidental, comprender que la civilizaci?n y la historia
del progreso y el desarrollo son una m?s entre muchas y
de ninguna manera el destino de la humanidad. La descolonizaci?n de la conciencia hace posible la distancia
cr?tica necesaria para relativizar y negar los mitos occidentales que fundamentan la pretensi?n de control racional de la naturaleza y la fe en el progreso, el desarrollo y el crecimiento (Di Donato 2009).
El crecimiento no es sino el apelativo vulgar de lo que
Marx analiz? como acumulaci?n ilimitada de capital,
fuente de todas las contradicciones e injusticia del capitalismo. Puesto que el crecimiento y el desarrollo son
respectivamente crecimiento de la acumulaci?n de capital y desarrollo del capitalismo, por lo tanto explotaci?n
de la fuerza de trabajo y destrucci?n ilimitada de la naturaleza. El decrecimiento no puede ser sino un decrecimiento de la acumulaci?n, del capitalismo de la explotaci?n y de la depredaci?n. No se trata tanto de relentizar
la acumulaci?n como de cuestionar el concepto mismo
para invertir el proceso destructor (Di Donato 2009).
El pensamiento cr?tico y emancipador de la Am?rica
Latina tiene el desaf?o de imaginar nuevos sue?os, nuevos deseos, pero, sobre todo, nuevas maneras de so?ar
y desear. No basta negar los contenidos del viejo orden,
hay que negar sus formas y su forma no es otra que la
forma-mercanc?a. Negada la forma mercanc?a, se niega
el progreso como ideolog?a que la fundamenta y se niega
el desarrollo y el crecimiento econ?mico como las pr?cticas que la reproducen. Esto implica una transformaci?n epistemol?gica, es decir una transformaci?n de las
La dominaci?n progresista 181
percepciones y nociones b?sicas con las cuales el ser humano moderno se mira y se comprende. Esto hace referencia a una transformaci?n cultural de dimensiones radicales. Se puede afirmar con Zizek, entonces, que
…el problema de los intentos revolucionarios habidos hasta
ahora no es que hayan sido ?demasiado radicales?, sino que
no lo han sido bastante, que no han cuestionado sus propios
presupuestos. Uno de los cuales es aquel de considerar que la
emancipaci?n humana se asienta en la misma racionalidad
econ?mica y tecnol?gica del capitalismo (Zizek 2011, 202).
A lo que el pensamiento cr?tico se enfrenta no es la
construcci?n de una nueva sociedad, sino a la invenci?n
de una nueva vida, lo que implica la reconstrucci?n o
mejor dicho la invenci?n del deseo, no la realizaci?n del
deseo capitalista. Ese es el gran reto, esa es la urgencia
de la tarea. No basta cambiar la realidad para realizar
los sue?os de la sociedad moderna, hay que cambiar los
sue?os (Zizek 2011, 203). Para enfrentar este desaf?o es
necesario ser disidentes ideol?gicos, disidentes epistemol?gicos, as? como ser disidentes pr?cticos, lo que supone
ir inventando la otra vida, aqu? y ahora, desde los tejidos
m?s delicados de la vida cotidiana. En ese andar nos iremos inventado como humanos, otros, distintos, humanos de otros mundos; en ese andar por fuera del tiempo,
tiempo de nuestros ancestros, que no est?n en el pasado
sino en el futuro o que por estar en el pasado est?n en
los mundos por-venir. Los mundos y las vidas por-venir
al igual que los mundos y las vidas proscritas de nuestros
ancestros son la fuente que fecunda el pensamiento cr?tico de Am?rica Latina, la Am?rica Latina que dice NO
m?s promesa capitalista.
Recuperar una relaci?n sana con el tiempo consiste sencillamente en volver a aprender a vivir en el mundo. Conduce, por
lo tanto, a liberarse de la adicci?n al trabajo para volver a dis-
182 Natalia Sierra Freire
frutar la lentitud, redescubrir los sabores vitales relacionados
con la tierra, la proximidad y el pr?jimo. No se trata tanto de
regresar a un pasado m?tico perdido como de inventar una tradici?n renovada.
Serge Latouche.
?tica radical del compromiso
Frente a la ofensiva ideol?gica de la derecha mundial
y la que gobierna en el Ecuador, no hay otra alternativa
que asumir el compromiso ?tico radical por la transformaci?n social. Justamente porque para la ideolog?a de la
Realpolitik y el fin de las ideolog?as el compromiso ?tico radical es percibido como rid?culamente fuera de tiempo (Zizek 2011,
203), la izquierda debe asumirlo como condici?n fundamental de su tiempo de lucha pol?tica. En la ?poca actual dominada por el sujeto c?nico de la Realpolitik resulta
ser la ?tica ?la m?s oscura y atrevida de las conspiraciones? y el sujeto ?tico aquel que efectivamente amenaza el orden existente (Zizek 2011, 203).
La izquierda no tiene otra elecci?n que dar un salto de fe que la coloque por fuera de las coordenadas del
sentido com?n y la pragm?tica capitalista, por fuera del
marco de la realpolitik y su cinismo estructural. Asumir la
gran causa y ser responsable con su deseo de otro mundo, que es el ?nico camino para redimir el potencial
emancipatorio. Hay que volver a creer en la causa perdida del comunismo, no del real ensayado por el bloque
del Este, sino el ut?pico, el que nos hace caminar e imaginar mundos posibles donde objetivar otra manera de
ser humanos (Zizek, 2011).
La dominaci?n progresista 183
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B?rbara Natalia
Sierra Freire
Doctorado (Dr. Phil.) en sociolog?a, de la Universidad
Libre de Berl?n.
Actualmente profesora universitaria.
Autora de los libros:
El Deseo Negado, reflexiones sobre la frustraci?n juvenil. Ed.
Centro de Publicaciones
PUCE, 2015.
Drogas y Universidad, Editorial
El Conejo, Quito, 2013.
Ha publicado varios art?culos en diversas publicaciones nacionales y extranjeras:
?Las dimensiones econ?micas sociales y simb?licas de la exclusi?n?, en el libro Enfoques Socioculturales sobre el Mundo Actual,
2016, Espa?a.
?Slavoj ?i?ek y la Sustracci?n Religiosa?, revista La Tendencia
No.14, 2015, Quito.
?El reto de la Izquierda Ecuatoriana, descolonizar la conciencia social?, revista Opci?n Socialista, Quito, 2013.
?La Recuperaci?n de la ?tica a trav?s de la est?tica, cuestiones
epistemol?gicas?, revista PUCE 95, Quito, 2012.
?Retroceder Avanzando, Agust?n Cueva y su cr?tica al Progreso?, revista Agust?n Cueva 20 a?os despu?s, Ed. Campa?a Nacional
Eugenio Espejo, Quito, 2012.
?Am?rica latina: cambio de hegemon?a y capitalismo global?,
revista La Tendencia No. 13, Quito, 2012.
?Mudando hacia lo otro del Mundo?, en el libro Palabras para
tejernos, resistir y transformar, Ed. Pez en el ?rbol, M?xico 2011.
Natalia Sierra Freire
LA DOMINACI?N
PROGRESISTA
El poder como
instrumento de dominaci?n
Natalia Sierra Freire ? LA DOMINACI?N PROGRESISTA
El ciclo progresista que comienza a cerrarse con la ca?da de los
precios de las materias primas y la reactivaci?n de los movimientos sociales, deja unas cuantas preguntas otando en el aire. ?Qu?
queda del ?socialismo del siglo XXI?? ?Qu? de los avances en materia social, cuando la crisis econ?mica amenaza barrerlos?
Responderlas supone, por un lado, hacer balance de un per?odo
de promesas de transformaciones pol?ticas y sociales relativamente profundas. Pero, a la vez, discernir ante qu? tipo de cambios estamos, lo que supone navegar a contracorriente de los discursos
ocialistas para desentra?ar los aspectos centrales de estos procesos.
Lo primero que salta a la vista, es que no estamos ante revoluciones sino ante triunfos electorales en ancas de movilizaciones sociales consistentes, que buscan mejorar el estado de cosas pero sin
romper el orden establecido.
En segundo lugar, ninguna revoluci?n ha colgado entre sus haza?as el haber mejorado la situaci?n de los m?s pobres. ?De d?nde
viene esta jaci?n progresista por bajar la pobreza, entendida
como su principal logro? Si se busca la inspiraci?n intelectual y pol?tica, ella viene del ?combate a la pobreza? perge?ado por el Banco
Mundial como forma de aislar a los revolucionarios, lecci?n aprendida por el imperio luego de la derrota en Vietnam.
El trabajo que presenta Natalia Sierra tiene estrecha relaci?n con
lo anterior. Consigue develar las realidades que hay detr?s de los
discursos, qui?nes son los beneciarios y los perdedores en estos
procesos que dene como ?procesos modernizadores-racionalizadores inherentes a la expansi?n del capitalismo?; de qu? se trata el
proyecto en marcha para ?fortalecer y expandir el Estado?; y las
consecuencias pol?ticas y econ?micas de este ciclo.
Ra?l Zibechi
Avenida de los Shirys N36-152 ? Quito, Ecuador
Tel?fonos: (593 2) 256 6036
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