Opositores y oficialistas se enfrentan en una catedral en Nicaragua

Los políticos recién liberados en un decreto de anmistía fueron atacados este sábado en la catedrál de León tras finalizar una misa en acción de gracias. Militantes del Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega lanzaron piedras dentro de la iglesia. Varias personas resultaron heridas. Los opositores exigieron justicia -en la homilía- para las víctimas mortales de la represión que inició en abril de 2018.



Opositores y oficialistas se enfrentan en una catedral en Nicaragua

El intransigente

Opositores y oficialistas se enfrentan en una catedral en Nicaragua

Los políticos recién liberados en un decreto de anmistía fueron atacados este sábado en la catedrál de León tras finalizar una misa en acción de gracias. Militantes del Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega lanzaron piedras dentro de la iglesia. Varias personas resultaron heridas. Los opositores exigieron justicia -en la homilía- para las víctimas mortales de la represión que inició en abril de 2018.

Los seguidores de Ortega esperaron a los opositores en las afueras de esa catedral -una basílica ubicada 90 kilómetros al noroeste de Managua-, irrumpieron con piedras cuando un grupo de manifestantes opositores demandaban justicia para las víctimas, según denunciaron los afectados, entre ellos el líder estudiantil Nahiroby Olivas que fue liberado el martes pasado tras permanecer nueve meses en prisión.

Olivas declaró que dos personas resultaron lesionadas por las piedras y otras tres desmayadas. “El Gobierno está demostrando que no tiene ninguna voluntad de resolver la crisis de Nicaragua”, señaló el joven de 19 años y estudiante de segundo año de derecho. Byron Corea, otro líder universitario liberado el martes pasado explicó que seguidores de Ortega pusieron música sandinista a alto volumen para interrumpir la misa que también fue dedicada a la memoria del monaguillo Sandor Dolmus, asesinado hace un año.

Los sandinistas están “dolidos porque estamos fuera”, expresó Corea. El obispo de la diócesis de León, Bosco Vivas, y el jefe policial de esa localidad, Fidel Domínguez, mediaron con las partes para evitar una confrontación. Ellos acordaron garantizar la salida ordenada de los que participaron en la misa de acción de gracias. Previamente, los agentes de seguridad persuadieron a los orteguistas.

A las afueras de la catedral gritaron: “Eran delincuentes, no eran estudiantes” y “¡El comandante se queda!”. Los opositores exigen que el presidente Ortega dimita debido a la crisis. La misa de acción de gracias, ofrecida por el obispo Vivas, fue convocada por excarcelados, movimientos campesinos y dirigentes estudiantiles opositores. Decretaron la amnistía, pero la paz está lejos de ser una realidad.

La crisis política golpea la economía de Nicaragua que crecía a un ritmo anual del 4.9 %, uno de los mayores de la región. Las finanzas de la nación centroamericana está golpeada desde abril de 2018, justo cuando empezaron las protestas. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) calcula que 417.000 personas fueron despedidas o suspendidas de sus empleos el año pasado.

La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) estima que la economía nicaragüense tendrá el segundo peor desempeño de América Latina en 2019, con un decrecimiento de 2%. La crisis también generó un éxodo de nicaragüenses, que se refugian sobre todo en Costa Rica, país que recibió en 2018 a más de 40.000 nicaragüenses. La burbuja del auge financiero estalló en abril, cuando Ortega impuso una reforma a la Seguridad Social sin consenso con los empresarios.