Venezuela: Alianza por el Referendo Consultivo envía carta a Maduro y Guaidó proponiendo incorporación del 3er. sector a la mesa de negociaciones

Plantean que independientemente de los acuerdos políticos y electorales, se conformen tres mesas de negociación paralelas que aborden varios temas.



Proponemos incorporar a la mesa de negociaciones al 3er sector
Enrique Ochoa Antich y Santiago Arconada informaron que la Alianza por el Referendo Consultivo envió carta a Maduro y Guaidó
Por: Prensa ARC /
Aporrea.org |
Miércoles, 10/07/2019 12:14 PM

CONVOCATORIA AL ENCUENTRO NACIONAL POR EL REFERENDO CONSULTIVO
La oposición democrática no-extremista puede ser un factor modulador a las dos élites confrontadas.
Economía y Emergencia Humanitaria, Derechos Humanos y Corrupción deben ser debatidos por mesas de negociación independientes de la mesa política y electoral.
10 de julio de 2019.-

La Alianza por el Referendo Consultivo (ARC) remitió una larga carta a Nicolás Maduro y Juan Guaidó en que expresan su preocupación por el destino del proceso de diálogo y negociación que, con la facilitación de Noruega, está teniendo lugar entre el gobierno y la oposición parlamentaria.

-En ella, explica Enrique Ochoa Antich, formulamos 10 recomendaciones para asegurar que ese proceso llegue a feliz término.

Una de ellas es la de incorporar a la mesa de negociaciones al que llaman 3er sector, la otra oposición diferente a la AN, conformada por sectores disidentes de la exMUD y por chavistas disidentes del madurismo.

-Consideramos que, habida cuenta de la encarnizada confrontación existente entre los dos polos, un tercer sector puede ser modulador y ayudar en los resultados, argumenta Ochoa Antich.

Así mismo, plantean que independientemente de los acuerdos políticos y electorales, se conformen tres mesas de negociación paralelas que aborden varios temas.

-La crisis económica y social y la emergencia humanitaria, con un programa de reformas que abatan la inflación y logren el levantamiento de las sanciones contra el país, por ejemplo, dice Santiago Arconada, integrante de la Plataforma por la Defensa de la Constitución.

Según informa Arconada, también proponen abordar la situación de los derechos humanos, en particular en lo atinente a prácticas de tortura y represivas para erradicarlas.

-Si nos quieren aterrorizar, con torturas que matan y represiones que ciegan, venimos a decir que no lo lograrán, exclama Arconada, y agrega: Seguiremos exigiendo que sea el pueblo soberano el que mediante referendo decida el curso de su vida colectiva como nación.

Según explicaron tanto Ochoa como Arconada, otra de las mesas abordaría la crisis ética, de modo de asegurar la designación de un Contralor verdaderamente independiente, la sanción de los corruptos y la confiscación de los capitales mal habidos en el exterior.

Por otra parte, ya en materia propiamente política y electoral, piden que aunque sea como acuerdo parcial, se designe un nuevo Consejo Nacional Electoral de modo de rescatar la credibilidad en el voto y en la ruta democrática y electoral para salir de la crisis política.

Por último, vuelven a poner sobre la mesa la convocatoria de un referendo consultivo para preguntar al pueblo soberano si mandata o no la relegitimación de todos los Poderes Públicos nacionales mediante elecciones generales.

A continuación el texto completo de la comunicación:

Caracas, 8 de julio de 2019

Ciudadanos

Nicolás Maduro

Presidente de la República

Palacio de Miraflores

Juan Guaidó

Presidente de la Asamblea Nacional

Palacio Federal Legislativo

Señores:

La Alianza por el Referendo Consultivo se dirige a ustedes, en atención al cargo que cada uno ostenta y al papel que ese cargo les confiere como voceros principales del gobierno y de la oposición parlamentaria, con el cometido de expresarles nuestra preocupación respecto del destino que pueda tener el proceso de diálogo y negociación que ustedes han propiciado con la facilitación de Noruega. Así mismo, nos permitiremos sugerirles algunas medidas prácticas que pueden llevar a cabo a los fines de impedir que, como otras veces, ese proceso fracase.

Nuestra percepción es que el diálogo y por tanto la negociación se encuentran amenazados por la prédica y la acción de los extremos. Por un lado, crímenes de Estado que atañen incluso a violaciones flagrantes de derechos humanos que incluyen ejecuciones, tortura y represión desproporcionada del pueblo que, en ejercicio de sus derechos constitucionales, manifiesta y protesta. Por el otro, recrudecimiento de inaceptables sanciones económicas y financieras contra el país por parte del gobierno de los Estados Unidos que, como dice el informe Bachelet, agravan una crisis social preexistente y dañan en particular a los más pobres, demandadas con indigno empeño por la oposición parlamentaria.

Urge entonces que el proceso de diálogo y negociación ofrezca a los venezolanos alguna atención a través de resultados concretos. Por eso, nuestra primera recomendación es abandonar la estrategia maximalista según la cual nada está acordado mientras todo no esté acordado y sustituirla por otra de acuerdos parciales. No por aspirar a lo más tenemos que posponer lo menos.

Nuestra segunda recomendación es no hacer depender todos los acuerdos del tema estrictamente político y electoral. Algunos creemos que la solución de los problemas del país pasa por un cambio político, incluso un cambio de gobierno, democrático, electoral, pacífico, civil y soberano. Pero eso no nos puede llevar a esperar a que ese cambio se produzca para atenderlos cuando los venezolanos están padeciendo en carne viva los estropicios de una emergencia humanitaria de amplias proporciones. Por eso nuestra tercera recomendación es que se instalen comisiones temáticas de negociación y acuerdo independientes las unas de las otras y diferentes a la negociación y los acuerdos en materia política y electoral. Sabemos que al final se trata de un todo y que la interrelación de los avances aquí con los avances allá resulta inevitable y necesaria. Pero creemos que procesos paralelos y lo más independientes posibles los unos de los otros pueden ayudar más que todos en uno solo.

Sugeriríamos, y es nuestra cuarta recomendación, que una de estas mesas temáticas aborde el tratamiento de un consenso en materia de derechos humanos. Aquí es importante la participación no sólo de gobierno y AN sino de organizaciones no-gubernamentales que se ocupan de la materia. Hablamos de un programa integral que vaya desde la identificación y corrección de atrofias de los cuerpos policiales y militares que permiten el desarrollo de prácticas violatorias de los derechos humanos, como la vida y la integridad física, hasta la posibilidad de establecer una nueva y acordada Comisión de la Verdad que establezca un relato cierto y ponderado de los hechos que en esta materia han ocurrido durante los últimos siete años.

Así mismo, y es nuestra quinta recomendación, que otra de estas mesas temáticas ataque el grueso tema de la crisis económica y social. Aquí la participación de trabajadores y empresarios, además del Estado, sería crucial. Hablamos de un programa mínimo consensuado de reformas económicas que aseguren a corto plazo un mejoramiento social de las condiciones de vida de los venezolanos, en particular de los más pobres, abatiendo la inflación y reactivando el aparato productivo sobre nuevas bases, no rentísticas ni extrativistas. Es obvio que aquí debe incluirse el tema del levantamiento aunque sea progresivo de las sanciones económicas y financieras contra el país.

Y resulta imperioso colocar sobre la mesa el tema ético que cruza transversalmente toda nuestra crisis. Por eso nuestra sexta recomendación es la de conformar una mesa especial sobre la materia que no sólo atienda el tema de la sanción a los corruptos y la confiscación de capitales malhabidos que reposan en las arcas de numerosos bancos extranjeros, sino la designación por consenso de un nuevo Contralor General que permita devolverle a ese cargo la independencia y majestad que requiere para ser eficaz

La lógica que proponemos de los acuerdos parciales también atañe a los propios acuerdos políticos y electorales. A este respecto nos unimos a quienes han propuesto focalizar las negociaciones en uno principalísimo: la designación consensuada de un nuevo CNE, pues ella reabriría la vapuleada ruta electoral. A partir de allí, todo es posible. Sería nuestra séptima recomendación.

Consideren luego Poderes Ejecutivo y Legislativo normalizar sus relaciones:

Reintegrando a la bancada del PSUV al parlamento.
Acordando un programa legislativo común, de modo de sustraer a las instituciones de la confrontación política subalterna.
Asegurando que la AN pueda cumplir sus funciones constitucionales a plenitud.
Pactando la convocatoria de un referendo consultivo que pregunte al pueblo soberano si mandata o no la relegitimación de todos los Poderes Públicos nacionales mediante elecciones generales.
Ésta es nuestra octava recomendación.

Por otra parte, y es nuestra novena recomendación, nos luce que puede ser útil a este necesario proceso de diálogo y negociación, habida cuenta de la fractura y la confrontación habida entre las dos élites políticas enfrentadas, incorporar a esa mesa de negociaciones como factor modulador al tercer factor político que claramente existe entre una y otra: una nueva oposición que cada vez se expresa con más claridad y coherencia, que el 20M obtuvo más de 3.000.0000 de votos, y que está conformada por sectores disidentes de la oposición clásica, eso que por comodidad podemos llamar la exMUD, y por sectores del chavismo disidentes del madurismo gobernante. Al menos así, se tendría en esa mesa una más completa y cabal expresión de la pluralidad política nacional.

Por último, recomendamos asumir el diálogo y la negociación sin apremios. Nada dañaría más a este proceso que la búsqueda de resultados precipitados, presionados por calendarios políticos particulares. Sí, estamos urgidos. Pero importa más que la urgencia que las cosas se hagan bien para que los acuerdos sean perdurables.

Por la *Alianza por el Referendo Consultivo*:

Enrique Ochoa Antich

Santiago Arconada

Juan Barreto