Un islamista moderado, elegido presidente del Parlamento por primera vez en Argelia
ROSA MENESES
El Mundo
Jueves, 11 julio 2019 - 17:46
El partido oficialista Frente de Liberación Nacional cede de forma inédita el cargo en un movimiento sin precedentes desde la independencia del país norteafricano. El país está inmerso en una rebelión popular que este viernes cumple 21 semanas.
Poco a poco, el poder en Argelia va cambiando de rostro. Por primera vez desde la independencia del país ocupa el puesto de presidente del Parlamento un político que no pertenece al partido oficialista del Frente de Liberación Nacional (FNL, partido único hasta 1988). Y también por primera vez, un islamista sube a este cargo. Sliman Chenin se ha convertido en el nuevo presidente de la Asamblea Popular Nacional (cámara baja del legislativo argelino).
Chenin fue aupado por unanimidad en la noche del miércoles, hacia las 21:00 horas, cuando los dos aspirantes afines al partido del poder se retiraron para abrirle el camino a su rival, candidato de consenso tras horas de desacuerdos. Los medios argelinos anunciaron su nombramiento ya de madrugada.
Reemplaza a Muad Buchareb, que dimitió el 2 de julio rindiéndose ante la presión tanto de los diputados como de las manifestaciones contra el inmovilismo del régimen que se desarrollan cada semana desde el 22 de febrero.
Buchareb, que también dio un paso atrás como líder del FLN, era una de las “4B” objeto de la ira de las protestas y a las que los manifestantes exigen dimitir. Las otras son Abdelkader Bensalah, presidente interino tras la dimisión el 2 de abril de Abdelaziz Buteflika, el primer ministro, Nuredin Bedui, además de Tayeb Belaiz, quien fuera presidente del Consejo Constitucional hasta su renuncia el 16 de abril cediendo a las demandas del movimiento popular. Este miércoles, el jefe del Estado Mayor del Ejército y verdadero hombre fuerte de Argelia tras la caída del clan Buteflika, Ahmed Gaid Salah, ratificó a Bensalah como presidente interino al expirar su mandato según el plazo que dicta la Constitución sin haberse celebrado elecciones.
De manera inédita, el FLN cede los mandos del Legislativo pese a tener la mayoría absoluta parlamentaria. No sin resistencias, pues algunos diputados demandaron la rehabilitación en el cargo de Said Buhaya, injustamente expulsado de la Presidencia del Parlamento el pasado octubre. En una hábil maniobra Buchareb se hizo entonces con el puesto. Pero este miércoles, Buhaya se negó a someterse a otra votación alegando que seguía siendo “presidente legítimo” de la Asamblea. Tras una fuerte discusión que se enconó durante horas finalmente el FLN accedió a elegir a Chenin, que presentaba “un discurso conciliador”, según señaló un diputado de la formación al medio local TSA.
Chenin contó también con el apoyo del partido opositor Reagrupamiento para la Cultura y la Democracia (RCD) y de los partidos islamistas moderados El Adala (Justicia) y En Nahda (Renacimiento), que forman grupo parlamentario con su formación, El Bina al Watani (Construcción Nacional) con un total de 15 escaños. Por el contrario, el otro gran partido islamista con representación en el Parlamento (33 diputados) y muy activo en la revuelta popular, el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP) de Abdelrrazak Makri, boicoteó la sesión de votación. “Este parlamento debe desaparecer. Es el resultado de un fraude”, afirmó Ahmed Sadok, presidente del grupo parlamentario del MSP.
“CONSENSO Y RESPUESTAS”
A sus 54 años, Chenin es una figura relevante del islam político argelino. Durante su juventud se adhirió al movimiento liderado por el histórico dirigente islamista Mahfud Nahnah, fundador de Hamas, partido próximo a la doctrina internacionalista de los Hermanos Musulmanes en la época que evolucionaría después para convertirse en el MSP. En él escaló posiciones hasta ser consejero político y secretario particular de Nahnah. También se encargó de dirigir las relaciones con la prensa. A la muerte de Nahnah, en 2003, el MSP conoció una época de turbulencias que provocó la salida de algunas de sus figuras. Chenin, que siempre se mantuvo fiel a su línea histórica, acabó abandonando el partido y en 2013 fundó El Bina el Watani, de tendencia islamonacionalista que bebe de la fuente moderada de los Hermanos Musulmanes.
El movimiento político islamista en Argelia se encuentra hoy fragmentado en pequeños partidos sin apenas influencia en el poder y que apenas cuentan con unas decenas de parlamentarios. Tras el golpe de Estado de los militares para impedir unas elecciones que iban a dar la victoria al pujante Frente Islámico de Salvación (FIS) y que desencadenó la guerra civil que devastó el país en los años 90, con unos 200.000 muertos, Argelia dio la espalda al islam político. Con un puñado de partidos tolerados por el régimen del FLN, ha permanecido desde entonces en un segundo plano o incluso ha colaborado con el sistema ahora puesto en cuestión.
La crisis en el seno de la Asamblea desatada en otoño de 2018 con la expulsión de Said Buhaya de la Presidencia desembocó en grandes tensiones y luchas de poder internas en el seno del FLN y posteriormente en una ola de manifestaciones de protesta contra el régimen que se prolonga hasta hoy. Desde el inicio del movimiento de protesta en febrero, Chenin expresó públicamente su apoyo a la contestación que exige un cambio de régimen.
En sus primeras palabras como presidente del Parlamento, Chenin ha evocado los momentos históricos que vive Argelia, que cruza mañana viernes el rubicón de las 21 semanas de contestación, en las que han logrado acabar con la era del presidente Buteflika y su clan y llevar a políticos y empresarios a la cárcel por corrupción. Argelia necesita “concesiones, consenso, trabajo común y respuestas a las demandas del pueblo”, dijo. A continuación, ha dado por concluidas de manera oficial las sesiones parlamentarias de este año.