“El peor de los errores de Hugo Chávez se llama Nicolás Maduro”
Hugo Carvajal
El Mundo.es |
Sábado, 13/07/2019 01:07 PM
Desde la prisión de Estremera, el exjefe de contrainteligencia militar de Venezuela, Hugo “El Pollo” Carvajal, aseguró que jamás ha tenido relación alguna con ninguna red de narcotráfico ni con un grupo terrorista por lo que ha intentado defenderse de las acusaciones que ha hecho Estados Unidos en su contra.
“EEUU siempre ha tenido interés en mí por lo que sé, y por lo que en un momento representé para Hugo Chávez. Nunca me doblegué a sus intereses ni lo haré ahora. Hay una parte de los Servicios de Inteligencia de EEUU que sabe perfectamente que jamás he tenido relación alguna con los crímenes que los fiscales americanos pretenden adjudicarme”, dijo.
Durante una entrevista para el diario español El Mundo, Carvajal destacó que en tan solo dos años desde la muerte de Chávez el deterioro del país y el sufrimiento de los venezolanos había sido más que dramático.
“Solo trabajé para él (Maduro) como director de la DGCIM nueve meses, así que nunca existió una estrecha colaboración. Además de ser un inepto y un cleptómano, lo defino como un ser sin escrúpulos, capaz de lo que sea por mantenerse en el poder. El peor de los errores del comandante Chávez se llama Nicolás Maduro. La ruptura no fue en vísperas del 23 de febrero de 2019, la ruptura tuvo lugar cuando en la campaña de 2015 pude ver con mis ojos lo que estaba ocurriendo en Venezuela. La ruptura la expresé en una entrevista con la CNN donde me pronuncié expresa y claramente contra la ilegítima e ilegal Asamblea Constituyente. Viví con indignación, rabia e impotencia que la oportunidad de ofrecer medicinas y alimentos se rechazara e impidiera. No hay duda de que la crueldad del régimen de Maduro no tiene límites”, expresó.
Resaltó que los actos criminales del gobierno de Maduro son bien conocidos internacionalmente: “Violaciones sistemáticas de derechos humanos, vínculos con grupos narcoterroristas y el mayor acto de corrupción y lavado de activos de la historia de Latinoamérica. De todos estos tengo conocimiento”.
“Hugo Chávez no es comparable con el régimen sátrapa de Maduro. Todo gobierno comete errores, todo ser humano se equivoca, el comandante Chávez no fue la excepción. Hasta donde tuve conocimiento, y creo que lo tuve, no fue un delincuente, nunca fue un asesino, siempre defendió los Derechos Humanos, combatió la corrupción. Sin éxito en muchas ocasiones, pero me consta que lo intentó. Maduro es un criminal de profesión, un corrupto, un violador de Derechos Humanos”, aseveró.
¿Qué hay de cierto en los vínculos que le atribuye Estados Unidos con redes de narcotráfico y que han motivado su reciente detención y encarcelamiento en España?
Para responder a esta pregunta sería suficiente con leer la documentación que ha remitido EEUU a las autoridades españolas. Absolutamente nada. Jamás he tenido relación alguna con ninguna red de narcotráfico. Durante mis años como director de contrainteligencia militar combatí el narcotráfico cuando me fue posible. He intentado defenderme de esas graves acusaciones de todos los modos posibles, pero resulta muy difícil defenderse de acusaciones genéricas y abstractas, algunas, y absolutamente carentes de pruebas, las otras.
EEUU le acusa de intentar introducir en 2006 cinco toneladas de cocaína de las FARC en un avión que tuvo que aterrizar de emergencia en México y su nombre figura desde hace años en la lista negra de dirigentes chavistas sancionados por sus relaciones con el narcotráfico.
Esa lista negra no es más que una herramienta de chantaje político de EEUU. No lo digo yo, lo dice el mismo Departamento del Tesoro americano, cuando especifica que esas sanciones son una medida de presión para provocar el cambio de conducta del sancionado. Después de tantos años acusándome de lo mismo no son capaces de ofrecer un relato mínimo de lo que supuestamente he hecho, ni cuándo, ni cómo, ni dónde.
También se le llegó a relacionar con la guerrilla colombiana de las FARC e incluso con Hizbulá.
Jamás he tenido relación con ningún grupo terrorista. Mi relación con las FARC se debió a razones humanitarias y se limita a dos eventos específicos: la resolución del secuestro del empresario venezolano Richard Boulton alrededor de 2001 y la asistencia a las primeras conversaciones para la Paz de Colombia alrededor del 2012. Siempre cumpliendo mis funciones, por orden del presidente Hugo Chávez, y bajo el pleno conocimiento de los presidentes Andrés Pastrana y Juan Manuel Santos, respectivamente.
EEUU se basa en una serie de documentos intervenidos en el ordenador del ex comandante de las FARC Raúl Reyes, en los que se aludía a la entrega de armas y a negocios conjuntos que le implican.
Sobre el famoso contenido del ordenador de Raúl Reyes debo decir que jamás conocí a ese señor. Jamás hablé con él, jamás traté con él de ningún modo, nunca se entregaron armas a nadie y nunca hubo actividad económica. Además, la Corte Suprema de Justicia de Colombia determinó que las supuestas pruebas obtenidas en el computador de Reyes eran ilegales porque se evidenciaron grandes irregularidades en la cadena de custodia.
¿Qué motivación lleva entonces a EEUU a arremeter contra usted si las acusaciones no son ciertas?
EEUU siempre ha tenido interés en mí por lo que sé, y por lo que en un momento representé para Hugo Chávez. Nunca me doblegué a sus intereses ni lo haré ahora. Hay una parte de los Servicios de Inteligencia de EEUU que sabe perfectamente que jamás he tenido relación alguna con los crímenes que los fiscales americanos pretenden adjudicarme.
El Gobierno de Venezuela expulsó a la DEA (Administración para el Control de Drogas americana) de Venezuela en 2005 tras declarar a sus miembros personas non gratas. ¿Cómo ha influido aquella decisión en la acusación contra usted?
La DEA, tras años de colaboración con el Gobierno de Venezuela, fue expulsada por decisión del presidente Chávez. La razón es sencilla: operaba en Venezuela con plena libertad y de esa libertad pasó al abuso y al mal uso de esa confianza. Violó derechos fundamentales y estaba incursa en actividades de espionaje militar. El presidente Chávez ordenó su expulsión de manera soberana y desde ese momento agentes de la DEA y fiscales me consideraron responsable de esa decisión. La DEA tenía sedes operativas en algunas áreas militares venezolanas y algunos de sus miembros, para justificar sus abusos ante su gobierno, me intentaron culpar de su expulsión, cuando los únicos responsables fueron ellos mismos. Nunca aceptó que fuera expulsada de Venezuela por sus prácticas ilegales y, por supuesto, debe haber un responsable.
La propia DEA le ha llegado a atribuir la orden de asesinar a uno de sus agentes encubiertos
En primer lugar, nunca he dado órdenes de asesinato. En segundo lugar, ese agente encubierto tiene nombre y apellido: se llamaba Luis Rodríguez, era un fiel colaborador y un gran amigo mío. La DEA tampoco aceptó nunca que el agente encubierto era un doble agente que prestó grandes servicios a Venezuela. O quizá sí lo sabía y de ahí se origina su asesinato.
Otra de las acusaciones que han vertido contra usted las autoridades americanas es que ha manejado toda la estructura del narcotráfico en Venezuela y que cobraba de los cárteles.
Como puede usted comprobar con esa genérica acusación es difícil defenderse. No se ve ni un solo dato, ni una sola fecha, ni un solo hecho. Yo pregunto: ¿no parece dudoso que tras tantos años de acusaciones no se ofrezcan acusaciones más claras y contundentes?
Después de ser un hombre destacado de las Fuerzas Armadas de Venezuela, el responsable de la Contrainteligencia Militar durante ocho años (2004-2012) y diputado del partido del Gobierno, decidió romper con el Ejecutivo de Nicolás Maduro en febrero. ¿Por qué adoptó esa decisión?
En tan solo dos años desde la muerte de Chávez el deterioro de mi país y el sufrimiento de los venezolanos había sido más que dramático. Siempre he sido un servidor púbico, tanto desde la Fuerza Armada como desde la Asamblea Nacional. Durante la campaña electoral de 2015 para las elecciones a la Asamblea Nacional tuve ocasión de visitar cada rincón de mi circunscripción y pude ver lo que había ocurrido en mi país. Pude evidenciar en lo que se había convertido e intenté combatir internamente como diputado con lealtad a mi país y al pueblo al que pertenezco. En 2017 me manifesté públicamente contra la propuesta ilegítima de la Asamblea Constituyente. En febrero solo decidí hacer público lo que realmente pensaba, asumiendo las consecuencias, y tuve que exiliarme aquí, en España.
¿Qué opinión tiene del presidente venezolano tras haber trabajado de forma estrecha para él?
Solo trabajé para él como director de la DGCIM nueve meses, así que nunca existió una estrecha colaboración. Además de ser un inepto y un cleptómano, lo defino como un ser sin escrúpulos, capaz de lo que sea por mantenerse en el poder. El peor de los errores del comandante Chávez se llama Nicolás Maduro.
Esa ruptura se visualizó en vísperas del 23 de febrero, cuando la oposición a Maduro intentó introducir medicinas y alimentos en el país a través de las fronteras de Colombia y Brasil.
La ruptura no fue en vísperas del 23 de febrero de 2019, la ruptura tuvo lugar cuando en la campaña de 2015 pude ver con mis ojos lo que estaba ocurriendo en Venezuela. La ruptura la expresé en una entrevista con la CNN donde me pronuncié expresa y claramente contra la ilegítima e ilegal Asamblea Constituyente. Viví con indignación, rabia e impotencia que la oportunidad de ofrecer medicinas y alimentos se rechazara e impidiera. No hay duda de que la crueldad del régimen de Maduro no tiene límites.
Maduro siempre se escuda en las Fuerzas Militares para enfrentarse a cualquier amenaza externa. ¿En qué situación se encuentra realmente el Ejército venezolano?
La amenaza de invasión es un recurso recurrente que ha funcionado en ocasiones, pero es una artimaña para lograr lo que con la razón no se consigue. El invento de un enemigo externo hace que no se vea al enemigo verdadero, que está dentro y se llama Nicolás Maduro y su desgobierno. La Fuerza Armada Nacional hoy se encuentra dividida en tres grupos: los corruptos que hacen vida en el Gobierno y viven felices con el régimen; los que saben que todo está mal y quieren hacer lo correcto contra la tiranía, pero a los que el aparato de inteligencia infiltrado por cubanos les persigue y tortura; y los acomodaticios que solo buscan un cargo y una carrera sin problemas.
Usted siempre ha asegurado con orgullo que defendió a las Fuerzas Armadas de todo tipo de “amenazas, desviaciones e injerencias”. ¿Cuáles?
He defendido y defenderé siempre a la Fuerza Armada y al pueblo venezolano. Mi función como director de Contrainteligencia Militar consistía exactamente en enterarme antes que nadie e informar oportunamente sobre lo que ocurría en la Fuerza Armada. Lo que las autoridades hicieran o dejaran de hacer con mis informes por supuesto escapaba de mi responsabilidad. Específicamente puedo mencionarle haber desmontado conspiraciones de magnicidios, desarticulado intentos de golpes de Estado e impedido la injerencia cubana en la DGCIM.
Su apoyo a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela levantó una gran expectación porque se daba por supuesto que le iban a seguir en masa otros mandos militares. ¿Por qué finalmente no sucedió?
El día 23 de febrero de 2019 me pronuncié públicamente y lo hice como diputado de la Asamblea Nacional, de la única asamblea legítima y reconocida. Mi decisión no fue para que me siguieran, mi decisión fue por cumplir con mi deber como político y con mis juramentos como militar. Mi decisión fue por hacer lo que era correcto a pesar de las consecuencias. Fue para que mi familia, mis hijos, y otros compatriotas vieran que se debe vencer el miedo y asumir los riesgos cuando hay sobradas razones para hacerlo. Y en el caso de Venezuela, hay más de 30 millones de razones. La indiferencia y la cobardía no son una buena guía en la vida. Con mi decisión puse en peligro a mi familia, que ha tenido que salir de Venezuela y las propiedades de mis hijos mayores han sido allanadas y saqueadas. Afortunadamente mis hijos menores ya vivían en España desde hacía un par de años. De hecho, una de mis hijas ya había nacido en España.
Advirtió de que dispone de “privilegiados conocimientos únicos sobre la estructura y los engranajes del funcionamiento criminal del gobierno usurpado por Nicolás Maduro”. ¿A qué actos criminales se refiere?
Los actos criminales del régimen de Maduro son bien conocidos internacionalmente: violaciones sistemáticas de derechos humanos, vínculos con grupos narcoterroristas y el mayor acto de corrupción y lavado de activos de la historia de Latinoamérica. De todos estos tengo conocimiento.
¿Tuvo conocimiento de actos criminales similares durante el Gobierno de Hugo Chávez?
Hugo Chávez no es comparable con el régimen sátrapa de Maduro. Todo gobierno comete errores, todo ser humano se equivoca, el comandante Chávez no fue la excepción. Hasta donde tuve conocimiento, y creo que lo tuve, no fue un delincuente, nunca fue un asesino, siempre defendió los Derechos Humanos, combatió la corrupción. Sin éxito en muchas ocasiones, pero me consta que lo intentó. Maduro es un criminal de profesión, un corrupto, un violador de Derechos Humanos.
¿Cómo definiría las personalidades de Chávez y de Maduro? ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
Chávez siempre defendió los Derechos Humanos, no los violó. Chávez siempre combatió el narcotráfico y lo sentía como algo muy doloroso para el ser humano y para una sociedad, no lo fomentó. Chávez fomentó las relaciones de Venezuela con el resto del mundo, no las destruyó y aisló al país. Chávez respetaba a la Fuerza Armada, él era un militar y un hombre de honor, no la degradó al nivel que la vemos hoy. Chávez era un hombre austero, el mundo se sorprendería de la austeridad con la que vivió y murió Chávez. No tenía lujosas mansiones en islas del Caribe. Chávez jamás hubiera tolerado la hambruna y la miseria con la que sobrevive el pueblo venezolano. Maduro creó la miseria y el éxodo venezolano con plena intención. Le puedo decir que ambos no se parecen en nada, ni siquiera comparten la nacionalidad.
Usted ha mostrado ya su plena colaboración con la Justicia española y ha anunciado que ayudará en todo lo posible. ¿Qué hechos tiene previsto poner en conocimiento de la Audiencia Nacional?
Siempre he colaborado con las autoridades españolas, siempre he mantenido una relación fluida y respetuosa con los Servicios de Inteligencia españoles, basada en la lealtad y en el respeto. Y no tengo duda en seguir colaborando con las autoridades españolas. España es para todo venezolano su segunda casa, España está haciendo una labor extraordinaria acogiendo a muchos venezolanos. Es el país que acoge a mi familia y, como le he dicho antes, donde ha nacido mi hija menor, y el país al que decidí venirme tras mi postura pública en febrero de este año.
¿Qué opina de la posición del Gobierno de España en relación con la crisis política en Venezuela?
El Gobierno español tiene una difícil situación y en esa difícil situación he visto que ha sabido estar presente sin interferir y tendiendo la mano cuando se le pide. España tiene una autoridad moral fruto de nuestra historia común y creo que está llamada a hacer uso de ella. No tengo duda de que España seguirá jugando un papel fundamental y protagonista en la solución de la grave crisis venezolana.
¿Le consta que el Gobierno venezolano bajo la Presidencia de Chávez financiara al partido español Podemos y a sus líderes?
Sé que éste es un tema de interés en la política española. No tengo ninguna evidencia de que se haya producido esa supuesta financiación, porque en los años en la Contrainteligencia Militar la política no era mi área.