Pedro Sánchez no consigue ser investido presidente
Unidas Podemos no apoya a Pedro Sánchez, bloquea que hoy se forme un gobierno socialista y esto pospone la votación a septiembre. Si entonces no hay acuerdo, habrá elecciones generales el 10 de noviembre.
LAURA CRUZ
El Salto
@LAURA_CRUZD
2019-07-25 14:38:00
La investidura no comenzará finalmente este jueves. El resultado de la votación ya se adivinaba en los minutos previos de la entrada al Congreso de los Diputados de parlamentarios del PSOE. María Jesús Montero declaraba que “es una pena que no se vaya a producir la investidura”, dando así una pista de lo que luego acontecería en el hemiciclo. La mayoría de los diputados del PSOE hablaban de investidura fallida antes de que empezase incluso el pleno. No hubo lugar a la mayoría simple. El resultado fue de 124 votos a favor para Pedro Sánchez, 155 votos en contra y 67 abstenciones. Si en estos meses de verano los socialistas no consiguen algún tipo de acuerdo para que Pedro Sánchez sea investido, las nuevas elecciones generales serán el 10 de noviembre.
“Lamento mucho constatar que persiste el bloqueo parlamentario”, comenzaba Pedro Sánchez al abrir el pleno del Congreso. Más tarde, decía que “no puede ser que haya dos gobiernos dentro de uno. Intento hacer un gobierno con los mejores”, tras unas referencias al taltento.
Pero Pablo Iglesias le hizo una última oferta desde la tribuna, según él, por recomendación de un importante cargo del PSOE: renunciar al Ministerio de Empleo si les cedían las competencias de las políticas activas de empleo. El PSOE no recogió el guante y cuando Adriana Lastra finalizó las intervenciones de los grupos políticos, daba por rechazada la última oferta.
“Esta será la segunda vez que España va a rechazar tener un gobierno de izquierdas. Usted acaba sumándose a la derecha y hoy a la ultraderecha”, sentenciaba Lastra. La negativa del PSOE se explicaba así, a través de Lastra: “las competencias activas de empleo están transferidas a las comunidades autónomas. Quiere conducir un coche sin saber dónde está el volante”. Después de esta afirmación, el PSOE no aceptó, como podría haber hecho, esa oferta, sino que siguió en el veto a Iglesias, que ha llegado a convertirse en un veto ante Unidas Podemos. Según el artículo 38 de la ley de empleo, las políticas de empleo “se diseñarán y desarrollarán por las Comunidades Autónomas y por el Servicio Público de Empleo Estatal en el ámbito de sus competencias”. Es decir, que son compartidas entre las Comunidades Autónomas y el propio Estado. De hecho, esta sería de las partidas más pequeñas de las destinadas a combatir el desempleo y supone unos 6.000 millones de euros de presupuesto.
El discurso de Pablo Iglesias fue durísimo. El líder de Unidas Podemos reprochó a Pedro Sánchez que no hubiesen aceptado sus propuestas y que “es imposible negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días. Es difícil negociar a contrarreloj y filtrando a los medios de comunicación”. Iglesias acusó a Carmen Calvo de difundir un documento de Unidas Podemos en el que como título se leía “propuestas” y que los socialistas difundieron, supuestamente, como “exigencias”.
El líder de Unidas Podemos dijo que “unas negociaciones de gobierno merecen no ser tan cutres”. Su ex socio de Compromís, Joan Baldoví, comenzaba su discurso citando a Aretha Franklin y pidiendo a Pedro Sánchez “respect” (respeto). Tanto Compromís, como PNV y ERC también se abstuvieron.
Por su parte, Gabriel Rufián, centró su discurso en pedir “responsabilidad de estado” a ambos líderes. El republicano dijo que “¿cuánto tiempo nos vamos a arrepentir toda la izquierda del día de hoy? Nos emplazan a septiembre, pero, ¿habrá septiembre?”
Rufián alegó que su grupo votaría, extraordinariamente, abstención para la investidura de Pedro Sánchez. “Soy de izquierdas, llevo el ADN en la derrota”, dijo Rufián. Después, se dirigió a Pablo Iglesias: “Ustedes llevan solo cuatro años de vida. Con un partido tan joven, es más que razonable lo que les ofrecen. Entren en el gobierno para demostrarles que son mejores que ellos”.
Ninguno de estos argumentos fueron suficientes para hacer presidente a Pedro Sánchez. El actual y previsible futuro candidato a la investidura de septiembre, deberá volver a negociar con los grupos políticos y recabar apoyos para poder lograr la presidencia, si no quiere volver a someterse a unos comicios.