Crónicas del siglo 21 (Parte XI). La ofensiva del capital extractivista y la resistencia comunitaria

La necesidad de materias primas, la producción agroindustrial masiva, la utilización intensiva y extensiva de las aguas y ríos para megaproyectos hidroeléctricos, el despojo y expulsión de sus tierras de millones obligados a emigrar, lleva a las empresas y estados a atacar nuevas tierras, montañas y bosques con toda la tecnología industrial y militar alcanzada por el notable desarrollo de las fuerzas productivas, para lo cual ha tenido que pasar del reparto de collares y espejos y del discurso profético de los evangelizadores, a la creación de grupos comandos de mercenarios altamente preparados y al exterminio selectivo de líderes indígenas, ambientales y periodistas hasta llegar a la creación de escenarios de guerra que tienen la misión de aniquilar la resistencia y asegurar el libre tránsito de la destrucción de la naturaleza que ya ha pasado de la primera y decisiva domesticación patriarcal de animales y vegetales del nacimiento de la agricultura y ganadería a la actual invasión y depredación que está acabando con la vida y modificando el clima.



Crónicas del siglo 21 (Parte XI). La ofensiva del capital extractivista y la resistencia comunitaria

La necesidad de materias primas, la producción agroindustrial masiva, la utilización intensiva y extensiva de las aguas y ríos para megaproyectos hidroeléctricos, el despojo y expulsión de sus tierras de millones obligados a emigrar, lleva a las empresas y estados a atacar nuevas tierras, montañas y bosques con toda la tecnología industrial y militar alcanzada por el notable desarrollo de las fuerzas productivas, para lo cual ha tenido que pasar del reparto de collares y espejos y del discurso profético de los evangelizadores, a la creación de grupos comandos de mercenarios altamente preparados y al exterminio selectivo de líderes indígenas, ambientales y periodistas hasta llegar a la creación de escenarios de guerra que tienen la misión de aniquilar la resistencia y asegurar el libre tránsito de la destrucción de la naturaleza que ya ha pasado de la primera y decisiva domesticación patriarcal de animales y vegetales del nacimiento de la agricultura y ganadería a la actual invasión y depredación que está acabando con la vida y modificando el clima. Mientras los políticos se dedican a disputar el control de los aparatos del poder, las comunidades originarias indígenas, campesinas y afros juntos a mujeres, juventud, villas o poblados, ecologistas y barrios periféricos de las grandes ciudades, han tenido que distanciarse de las orientaciones institucionales que los llevan al matadero y han tenido que escoger caminos y formas propias de autonomía, autodeterminación, autogobierno y autodefensa. En la crónica de hoy veremos como se ha ido presentando el antagonismo del capital que ha transitado de una estructura contradictoria interna de pugna entre capital constante y capital variable a la alianza y coordinación de ambos, pasando del capitalismo concurrencial al capitalismo de estado y finalmente a la extraña mezcla de populismos de izquierda y de derecha que utilizan ambos los recursos económicos y políticos del centralismo del estado de bienestar keynesiano, el neoliberalismo del libre mercado y el fascismo o autoritarismo dictatorial para cumplir los fines de derrotar a la resistencia e impedir las nuevas formas de vivir y relacionarse que han ido surgiendo de manera autopoiética desde estos sectores marginados y aplastados por la modernidad capitalista, que no sólo les sirven para vivir y sobrevivir, sino para defenderse de este nuevo antagonismo que ha enviado a la vieja política al museo de cera de los horrores.

Veamos pues los ejes o centros del nuevo antagonismo:

1. México.
Está claro que el capital no encontraba la manera de reducir a las comunidades indígenas que han llegado a niveles muy elevados de autoorganización y autodefensa, lo que llevó a poner en la presidencia a un izquierdista estilo Lula, ex presidente de Brasil y que no supo cumplir con su labor de domesticar y contener al movimiento social que se le escapó de las manos y hubo que sacarlo, ahora se espera que López Obrador consiga realizar la labor que no alcanzó a efectuar Allende en Chile, ni Lugo en Paraguay, ni Zelaya en Honduras, es decir reordenar a las masas insatisfechas en torno al estado y que se aguanten tranquilamente mientras las esquilman, las despojan y destruyen la madre tierra al son de la marcha de los himnos patrios o de la Internacional.
López Obrador ha ultra-militarizado el país, aunque esa militarización no va contra los destacamentos de mercenarios de los grupos narcos que rodean y espolian a las comunidades de Guerrero, Oaxaca, Michoacán y otras, sino contra las comunidades indígenas y zapatistas de Chiapas, Morelos y otros. Este antagonismo regional tendrá que ser acompañado en su desarrollo interno y externo, por ejemplo el sociólogo portugués Boaventura dos Santos viajando a México acaba de declarar que López Obrador es la esperanza de la izquierda del continente, sin decir nada que los principales empresarios como Slim, considerado el pater familias o padrino o jerarca de los empresarios latinoamericanos, acababa de declarar su total aquiescencia y confianza en que Obrador conseguiría los objetivos, lo que quiere decir en castellano sin coa que la izquierda y la derecha están felices con el sujeto. Los zapatistas han guardado inteligente silencio, ya que las comunidades por sí se están reuniendo, coordinando y realizando actividades en defensa de la vida y la netaraleza.

2. Nicaragua.
Un bello proceso de cambios que fue tergiversado por la necesidad del capital que hizo de Ortega un títere que soñó demasiado y mal, trayendo a un gran capitalista chino para abrir un nuevo canal transoceánico que sublevó al campesinado, ecologistas y comunidades indígenas, con lo que se llegó al plano casi insurreccional de las grandes movilizaciones de un año atrás que fueron brutalmente reprimidas y que Estados Unidos no se atrevió a atacar por la ausencia de conducción alternativa que siguiese las orientaciones del capital, pues ya estaba visto que la izquierda se quedó en la burocracia mientras los sectores populares del sandinismo se retiraban progresivamente, como la comandante Mónica Baltodano, que había estado en encuentros con los zapatistas y se había mostrado claramente favorable a un recambio. Conclusión: Estados Unidos no atacará mientras no tenga interlocutores válidos como Lula, López Obrador y similares, y Ortega no le conviene porque ya se ha visto que sólo controla la situación con la mano dura. Antes golpeaba quien hablara distinto, hoy golpea a quienes no puedan contener al movimiento social, pues se acabó la época de la lucha ideológica y estamos pasando a la simple lucha de potencias donde los izquierdistas erradamente toman a los rusos, chinos, iraníes y sirios como aliados.

3. Colombia.
El actual presidente de línea uribista, es decir algo así como Bolsonaro, está estimulando las guerras sin piedad contra las comunidades nasa del Cauca, con tropas y fuerzas especiales que desalojan tierras cuando las recuperan las comunidades en su campaña de Liberación de la Madre Tierra, pero que son incapaces de enfrentar o reducir a los grupos paramilitares o a las guerrillas que van quedando de disidentes de las Farc, del EPL o del ELN, contándose al menos 6 organizaciones armadas ilegales que operan en la región amenazando, secuestrando y asesinando dirigentes a diario. Los nasa representan actualmente casi un cuarto de millón de personas y su región se encuentra casi en la frontera con Ecuador, tienen una gran sentido de la autoorganización, defienden su autonomía y gobierno propio, mantienen grupos de autodefensa organizados como guardia indígenas que se encargan de correr y rodear rápidamente armados sólo de sus bastones ancestrales a personas y grupos que desarmonizan el territorio, comparten su producción alimentaria con sectores perífericos de las ciudades cercanas y han establecido notables lazos con sectores sociales de las regiones adyacentes. Su región es codiciada y disputada por los grupos armados que luchan por tomar el poder, por los narcoparamilitares que desarrollan economía de producción de droga y por las fuerzas armadas del estado. Son el principal bastión de defensa de la madre tierra contra el extractivismo.

4. Venezuela.
Después de la revolución de Chávez que falleció exactamente cuando promovía el traspaso del poder del estado hacia las comunas, asume Maduro con una política muy burocratizante en alianza con el sector militar dirigido por Diosdado Cabello que ha dicho que no es socialista sino nacionalpopular, es decir el populismo izquierdista ansiado por Laclau aunque más inclinado al quasi fascismo del peronismo cuyo líder era admirador de Mussolini. De esa manera Maduro representa la nomenklatura del partido y Cabello a los milicos. Las primeras oleadas de la oposición callejera fueron muy mal manejadas por la derecha y peor aún el manejo posterior de Guaidó, quien como todo político burócrata sólo veía como posibilidad de cambio el ,paso de algún grupo de oficiales del ejército a sus filas para dar un golpe a Maduro y cabello, con lo que ambos coincidían en que la dirección del estado debe llevarse por arriba, lo que explica las actuales conversaciones que partieron en Noruega y siguen en República Dominicana. El fracaso de petróleo como motor económico llevó a la burocracia a levantar el Arco Minero del Orinoco, con una gran extensión de territorio pasando por encima de comunidades indígenas y campesinas para instalar proyectos y megaproyectos de empresas nacionales e internacionales de carácter extractivo, lo que lanzó a la palestra una cantidad de personas y sectores ecologistas, de defensa, etc que conformaron una resistencia mediante estudios, divulgación y encuentros referidos a los graves daños del Arco Minero, el nuevo y flamante motor de la economía venezolana. Así se ha ido dando una lenta confluencia entre sectores constitucionalistas chavistas contrarios a Maduro, ecologistas, comunidades indígenas, comunas campesinas y urbanas, sectores de trabajadores urbanos críticos que proponen que la salida a la crisis venezolana sea mediante un plebiscito.

5. Amazonia.
La llegada de Bolsonaro a la presidencia de Brasil es la clarinada para acelerar el ingreso y utilización de la grandiosa selva amazónica para los fines del extractivismo depredador y que ha obligado a las comunidades de los territorios amazónicos especialmente peruano, ecuatoriano y brasileño a reorganizar sus fuerzas y efectuar encuentros de intercambio y apoyo mutuo que pretenden ser utilizados por el neo-evangelismo católico en su nueva política de posicionarse junto a las comunidades y la naturaleza con el pretexto de salvarlas y con el objetivo claro de la domesticación necesaria para el ejercicio del poder. Las formas de autogobierno comunitario se expanden rápida y certeramente, las formas de gobierno en Ecuador evolucionan del progresismo extractivista de Correa al pseudo progresismo extractivista de Lenin Moreno y las debilidades de los gobiernos para emprender la línea dura de Bolsonaro, Ortega, Duque y Maduro para enfrentar la resistencia y acabar con los autogobiernos comunitarios ha generado problemas de gobernanza, inestabilidad y renovadas pugnas en Ecuador y Perú para materializar el desarrollismo extractivista capitalista.

6. Bolivia
Ha sido muy notorio el beneficio y avances que han logrado los sectores oligarcas de Santa Cruz y empresariado en general, al mismo tiempo que es bastante decidor el aumento de la resistencia social en las regiones amenazada por los mega-proyectos como El Bala, el Tipnis y tantos otros, la casi insurrección de Achacachi, Yungas, Potosí y más. Las elecciones truchas serán dentro de poco y el gobierno autoritario de Evo Morales y su vice García Linera, se mueve entre los resultados económicos de su estrategia de realizar el capitalismo de estado a plenitud para avanzar al estado socialista mediante el extractivismo que está aniquilando la cultura, la economía y la vida de las comunidades para sumarlas a los logros del desarrollo a base de la tierra arrasada, y una oposición que sólo desea tomar el poder.

7. Wallmapu.
Los estados chileno y Argentino han acrecentado su vocación extractivista acrecentado la agroindustria en el norte y los mega proyectos en el sur, pero aún no consiguen doblegar la resistencia mapuche, que ha pasado de acciones de recuperación de tierras a niveles superiores de unificación y alianzas que les van aproximando al autogobierno, como en Chile, que la muerte de Catrillanca a tenido como consecuencia la constitución del Xawun de Temucuicui donde se han reunido el Consejo de Todas las Tierras, la CAM y el AD Mapu con la Alianza Territorial Mapuche ATM,a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por aplicar la ley antiterrorista, consultas amañadas, comando Jungla y similare

8. Oriente medio.
El 15 de marzo de 2011, una llama prendió en las calles de las principales ciudades de Siria para demandar, entre otras consignas, la salida del presidente, Bachar al Asad, siguiendo la estela de otros países de la región en el marco de la denominada “Primavera Árabe” contra los líderes autoritarios. El líder sirio, en el poder desde el 2000, logró el año pasado restablecer su control e izar la bandera nacional en numerosas localidades que fueron los principales bastiones de los insurgentes en Siria, gracias en gran parte al apoyo de Rusia, su principal aliado. Al Asad busca un camino para normalizar la situación en el territorio que controla, aunque le queda un enclave que todavía se le resiste: la provincia de Idlib y algunas zonas de Alepo, Hama y Latakia, donde grupos rebeldes, islamistas y radicales permanecen a la espera de una ofensiva que se paralizó el pasado septiembre.
Otra de las zonas cuyo control se le ha escapado a Al Asad es el noreste y este de Siria un tercio de todo el territorio nacional, donde los kurdos están presentes y quieren negociar con el Gobierno sirio una región autónoma, como la que tiene su vecino Irak. Una propuesta que no gusta demasiado a Damasco. El problema es que los kurdos junto a otras nacionalidades y religiones de esa región han constituido los autogobiernos locales con sus mecanismos de autodefensa y protección popular que se han fogueado y ganado gran simpatía local, regional e internacional en su lucha y victorias contra el Estado Islámico, lo que les ha transformado en el principal enemigo de Turquía, cuyo presidente Erdogan es abierto admirador y quiere ser continuador del Imperio Otomano, para lo cual necesita domesticar al pueblo kurdo y acabar con los autogobiernos locales,

Jaime Yovanovic (Profesor J)

Vea los capítulos anteriores de estas crónicas en https://clajadep.lahaine.org/index.php?s=cr%C3%B3nicas+del+siglo+21&sentence=sentence