Italia: Salvini decidido a dinamitar el gobierno, la antipolítica del M5S rersiste la embestida

El líder del partido ultraderechista Liga, Salvini, borracho de éxito, no se conforma con ser vicepresidente y ha visto su oportunidad para hacerse con el poder en Italia. Aunque eso pasa por dinamitar su propio gobierno.



Salvini, decidido a dinamitar el gobierno: “Le ha tomado el pelo a los italianos”
El líder del partido ultraderechista Liga no se conforma con ser vicepresidente y ha visto su oportunidad para hacerse con el poder en Italia. Aunque eso pasa por dinamitar su propio gobierno

El Confidencial
09/08/2019 20:40

El cisma de gobierno en Italia tiene nombre y apellidos: Matteo Salvini. El carismático y radical líder del partido ultraderechista Liga no se conforma con ser vicepresidente y ministro del Interior y ha visto —en las encuestas— su oportunidad para hacerse con el poder en Italia. La estrategia pasa por tumbar su propio Ejecutivo en coalición con los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5S), quienes ahora se sienten traicionados, y convocar elecciones anticipadas.

La Liga presentó este viernes una moción de confianza contra el primer ministro, Giuseppe Conte, y pide que sea votada en el Parlamento italiano la próxima semana —aunque la cámara está en receso—. Para el M5S, Salvini ha forzado la crisis política para capitalizar su ventaja en los sondeos. Si las elecciones se celebrasen mañana, el líder ultraderechista obtendría el 36% de los votos y alcanzaría el 50,6 % en coalición con los conservadores Hermanos de Italia (7,5%) y Forza Italia (7,1%), según la más reciente encuesta del instituto Ipsos publicada esta semana por el diario ‘Il Corriere de la Sera’.

Salvini, borracho de éxito, crea un cisma de gobierno para ir a elecciones en Italia
Irene Savio. Roma
El desacuerdo por un tren de alta velocidad es la gota que colma el vaso de la coalición entre la ultraderechista Liga y el M5S. Salvini busca capitalizar su ventaja en las encuestas

“Salvini les ha tomado el pelo a los italianos. Hace caer este Gobierno porque puso los sondeos por delante del bien del país”, reaccionó finalmente el líder del M5S, Luigi Di Maio, tras unos días en que la formación antisistema pareció más perdida e improvisada que nunca. Las encuestas no les auguran buenos resultados y el M5S parece abocado a perder el segundo puesto o compartirlo con los progresistas del Partido Democrático (PD).

El divorcio entre la extraña pareja de gobierno vuelve a poner Italia en el centro de la agenda europea y se teme que las turbulencias internas puedan terminar por afectar a la economía italiana y de la Unión Europea. Los italianos se despertaron el viernes con una prima de riesgo que llegó a alcanzar los 240 puntos básicos, mientras que al mediodía la Bolsa de Milán perdió más de un 2%.
Una crisis en proceso

Para complicar aún más el panorama político, el Gobierno italiano enfrenta dos fechas clave. La primera, el 26 de agosto, que es el plazo límite para que el gabinete italiano proponga un candidato a comisario europeo para la cartera de Competitividad, un puesto clave anhelado por el M5S. La segunda, a principios de octubre, cuando está previsto que Italia presente su ley de Presupuestos a Bruselas, que los analizará con lupa. La fractura de gobierno podría agudizar los desencuentros de Roma con la Comisión Europea, que estuvo a punto de someter al país a un procedimiento de infracción por los desajustes de sus cuentas públicas.

Si las elecciones se celebrasen mañana, el líder ultraderechista obtendría el 36% de los votos

La crisis política se venía fraguando desde hace meses, pese a que Salvini había insistido en que el gobierno terminaría la legislatura de cinco años. Sin embargo, en los últimos días la cuerda se tensó demasiado hasta que el jueves, Salvini daba por rota la coalición y ponía fin al experimento que comenzó en las elecciones italianas de marzo de 2018. La coalición se repartió los ministerios y Conte fue elegido como figura de consenso para liderar un gobierno bicéfalo.

Pero la balanza de poder basculó tras los comicios europeos del pasado 26 de mayo, de las que Salvini salió como claro vencedor al galvanizar a la derecha italiana y lograr un 34% de los votos. Mientras, las desavenencias entre la Liga y el M5S aumentaron y sus desacuerdos se dispararon: infraestructuras, justicia, autonomía, presupuestos. Hasta que un proyecto de tren de alta velocidad —al que el M5S se opone— fue la gota que colmó el vaso.

“Acudamos inmediatamente al Parlamento para constatar que no tenemos ya una mayoría, como demuestra la votación del tren de alta velocidad y los repetidos insultos a mí y a la Liga por parte de los ‘aliados”, indicó Salvini en un comunicado esta semana tras reunirse con Conte. “Devolvamos rápidamente la palabra a los electores”, exigió.
En manos del presidente

En este incendiario contexto, el presidente de la República, Sergio Mattarella, tuvo que regresar de urgencia de su descanso veraniego para gestionar el caos. Si Conte es eventualmente censurado —muy probable dada la aritmética actual del legislativo— será él quién determinará los tiempos políticos y es el único con poder para disolver el parlamento. Delante tiene varias opciones para evitar unos comicios exprés.

Una es elegir a otra formación para que intente crear un nuevo Ejecutivo —algo casi imposible—, o nombrar un Gobierno de tecnócratas, que evite ir a elecciones en tiempos excesivamente cortos. Y, por último, resignarse y adelantar elecciones. Algo que los analistas no creen que suceda antes de octubre.

Mientras, Salvini instaba a los diputados a abandonar sus vacaciones para volver al Parlamento en Roma, en momentos en que millones de italianos abarrotan las playas y tratan de desconectar del día a día. “No hay nada que diga que no podemos hacer que los parlamentarios trabajen a mediados de agosto. Los diputados deberían levantarse de sus poltronas y trabajar”.
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“Devolvamos la palabra a los electores”
Salvini, borracho de éxito, crea un cisma de gobierno para ir a elecciones en Italia
El desacuerdo por un tren de alta velocidad es la gota que colma el vaso de la coalición entre la ultraderechista Liga y el M5S. Salvini busca capitalizar su ventaja en las encuestas

El Confidencial
09/08/2019 11:12

El jueves a media tarde, mientras desde las oficinas del Movimiento 5 Estrellas (M5S) algunos se apresuraban a desmentir el rumor diario de una crisis política, el vicepresidente y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, llegó al palacio Chigi, sede del Gobierno de Italia, a bordo de un berlina oscura. En su conversación con el primer ministro, Giuseppe Conte, le comunicó que la coalición con sus socios se había roto. “Digan claramente lo que quieren. Sean claros”, respondió el M5S, en un desorientado comunicado.

El desenlace quedó sellado en la tarde. Al final de la jornada, Conte certificó el inicio de la que probablemente será recordada como una de las crisis de gobierno más surrealistas de Italia. En pleno agosto, con la mayoría de italianos de vacaciones y el Parlamento cerrado por descanso, Salvini exigió elecciones anticipadas lo más rápido posible y ya ha anunciado que él será el candidato de la Liga.

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Las diferencias con el M5S ya son irreconciliables, hizo saber el líder ultraderechista. La gota que colmó el vaso, insistió, fue la decisión del M5S de votar en contra de la línea ferroviaria de alta velocidad Lyon-Turín, la TAV, que la Liga apoyaba fuertemente en el Parlamento. De este modo, Italia se adentra ahora, una vez más, en un limbo político plagado de incertidumbres.

Solo unas horas más tarde, el partido ultraderechista anunció una moción de censura contra Conte. El líder de la Liga, vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, ya lo había anunciado: “Demasiados noes hacen daño a Italia que, por el contrario, necesita volver a crecer y volver a votar rápidamente. Quien pierde el tiempo perjudica al país y solo piensa en la poltrona”, afimó en una nota del partido, tras la presentación de la moción en el Senado.
Borracho de éxito

El M5S y la Liga comenzaron a gobernar juntos el 1 de junio de 2018, tras las elecciones del 4 de marzo, con Conte como figura de consenso para liderar el Gobierno. Pero todo cambió con las elecciones europeas del pasado 26 de mayo. Salvini supo aglutinar a los seguidores de la otrora poderosa Forza Italia y demás partidos de centroderecha para firmar un resultado electoral récord para su partido, con un 34% de los votos, y se convertía en el actor político de referencia.

Este gobierno no va. El país no puede esperar, no hay que decir siempre ‘no’

A partir de ese momento, borracho de éxito, Salvini fue aumentando la presión sobre sus socios de gobierno, el populista M5S. Ya no se trataba de irónicos y dolorosos ‘pellizcos de monja’ políticos, sino de críticas abiertas y explícitas dirigidas directamente a sus aliados en el gabinete: “Este gobierno no va. El país no puede esperar, no hay que decir siempre ‘no’…”, se quejaban desde la Liga.

Este coro de impaciencia tenía detrás a los poderosos gobernadores del norte de Italia —desde siempre y todavía hoy— bastión del poder de la Liga, donde ha ido crecientdo la impaciencia y el hartazgo por el frenazo impuesto por el M5S a la realización de infraestructuras clave en las industrializadas regiones del norte.

Este apoyo electoral es indispensable para Salvini y sus colaboradores más cercanos —’in primis’, el poderoso Giancarlo Giorgetti—, quienes en los últimos meses han intentado llevar adelante una ambiciosa reforma para dar mayores poderes autonómicos y de gestión económica a Lombardía, Véneto y Emilia Romaña.
Capitalizar su ventaja

Ahora, sus enemigos le acusan de forzar un cisma político para capitalizar su ventaja en las encuestas. Salvini obtendría el 36% de los votos en unas próximas elecciones generales y alcanzaría el 50,6 % en coalición con los conservadores Hermanos de Italia (7,5%) y Forza Italia (7,1%), según un sondeo realizado el 31 de julio por el instituto Ipsos para el ‘Corriere della Sera’ publicado este jueves.

Salvini da por rota la coalición de gobierno en Italia y pide elecciones “rápidamente”
Agencias
El vicepresidente del Gobierno, el ultraderechista Matteo Salvini, considera que la coalición de gobierno en Italia se ha roto y pide celebrar elecciones cuanto antes

Además, varias fechas clave complican el panorama político. La primera, el 26 de agosto, que es el plazo máximo para que el Gobierno se ponga de acuerdo sobre el candidato a comisario europeo para una de comisiones que anhela. La segunda, las últimas semanas del mes de septiembre, cuando está previsto que Italia presente su ley de Presupuestos a Bruselas tras los conflictos mantenidos este año.

En este incendiario contexto, el presidente de la República, Sergio Mattarella, tuvo ayer que regresar de urgencia de su descanso veraniego para gestionar la crisis. Será él quién determinará los tiempos. Delante tienen múltiples soluciones. Entre otros, entregar el poder a otra formación para que intente crear un nuevo Ejecutivo que evite ir a elecciones en tiempos excesivamente cortos.

Pero la Liga parece tener prisa. “Cada día que pasa es un día perdido. Para nosotros la única alternativa a este Gobierno es devolver la palabra a los italianos con nuevas elecciones”, aseguraron en su comunicado.