China, la ruta de la seda y el papel de India en Cachemira

Chien-Yu Shih, secretario general de la Asociación de Estudios de Asia Central con sede en Taiwán, le dijo a la Agencia Anadolu que el reciente movimiento de este lunes de la India en la disputada región de Jammu y Cachemira fue un intento de controlar la creciente influencia de China en la región.
Creemos que esta noticia hay que leerla con lupa no sólo por el carácter complejo de lo tratado en ella y por los intereses geopolíticos que hay detrás, sino porque esta agencia turca representa los intereses otomanos del presidente turco Erdogan, archienemigo del pueblo kurdo y sus amigos del pueblo beluche oprimido por Pakistán que está metido hasta el alma con la ruda de la seda de China y disputa a India la región de Cachemira, de modo que hay que andar en este artículo como elefante indio en vidriería china.



“India entró en Cachemira para probar a China”

Agencia Anadolu
Agosto 14, 2019 - 03:00 PM

El catedrático taiwanés, Chien-Yu Shih, explica que Pekín busca ampliar su influencia en esta región de Asia. “Esta medida política definitivamente representará una amenaza para una futura expansión china”, afirma

CHIEN-YU SHIH, secretario general de la Asociación de Estudios de Asia Central con sede en Taiwán, le dijo a la Agencia Anadolu que el reciente movimiento de este lunes de la India en la disputada región de Jammu y Cachemira fue un intento de controlar la creciente influencia de China en la región, ya que el primer ministro indio, Narendra Modi, trató de aprovechar las tensiones entre Washington y Beijing para obstaculizar la expansión de China en el sur de Asia.

El Gobierno del Partido Nacionalista Hindú Bhartiya Janata (BJP) de Modi suspendió las disposiciones especiales garantizadas por la Constitución india a la región en disputa bajo su control, dividiendo la región en dos “Territorios de la Unión” degradados y controlados centralmente.

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Nueva Delhi impuso restricciones similares a las del toque de queda en Jammu y Cachemira, un día antes de mandar 40.000 soldados adicionales a la región para sofocar posibles protestas, al mismo tiempo que imponía un bloqueo completo de comunicaciones.

“Esta medida política definitivamente representará una amenaza para una futura expansión china”, dijo Shih, quien enseña Periodismo y Relaciones Internacionales en el Hong Kong Chuhai College.

US$50 mil millones en infraestructura

China está invirtiendo casi US$50 mil millones en infraestructura paquistaní, con el objetivo de construir caminos, edificios, carreteras, puentes, ciudades y plantas de energía, parte del llamado “Corredor Económico China-Pakistán (CECP)”, para conectar la provincia occidental china de Xinjiang con la costa del mar Arábigo de Pakistán en Baluchistán.

CECP ha sido declarado un proyecto insignia de la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de China que busca recrear la antigua Ruta de la Seda pasando por más de 100 países.

Shih relacionó las acciones de la India con las estrategias del Indo-Pacífico de los Estados Unidos: “Esto involucra no solo a la India sino también a los Estados Unidos y Japón”.

Subrayó que con Beijing comprando grandes cantidades de petróleo de Irán y con China bordeando la frontera oriental de la región de Jammu y Cachemira, era “un buen momento” para que la India moviera sus fichas.

Sin embargo, la medida de Nueva Delhi desencadenó una respuesta masiva de Pakistán que degradó sus relaciones diplomáticas con India e indicó que llevaría el caso al Consejo de Seguridad de la ONU.

China también criticó la medida, aunque de forma más restringida. Dijo que la reorganización de la región en disputa socava su soberanía.

Beijing se refirió a la Línea Actual de Control (LAC) en la región de Ladakh, uno de los dos “Territorios de la Unión”, y dijo que no se habían abordado las inquietudes fronterizas del país.

China y EEUU están al mismo tiempo involucrados en una “guerra comercial”, aumentando los aranceles de uno sobre los bienes del otro, aunque ambos buscan firmar un acuerdo comercial. La disputa ha impactado al lado chino, ya que en el último trimestre sus mercados tuvieron el crecimiento más bajo en 27 años.

Además, las sanciones impuestas por EE.UU. a Teherán también provocan penalizaciones a los países que le compran petróleo. India, una vez el segundo mayor comprador de petróleo iraní, ha reducido desde entonces las importaciones a cero, ganando elogios de Estados Unidos.

Shih dijo que una de las principales preocupaciones para China es el transporte de petróleo y gas a través del Océano Índico hacia el oeste de China, y que el Gobierno de Modi demostró que definitivamente es una “amenaza continua para el desarrollo del CECP” con su movimiento más reciente.

Agregó que nadie se beneficiará de la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, y que ambos países están bajo “extrema presión” en el frente económico mientras se vilipendian mutuamente.

“Ahora es un consenso social en EE.UU. que si hay una gran amenaza en el futuro para el país, es China”, dijo refiriéndose a la campaña presidencial en curso en el país norteamericano.

“Cada movimiento realizado por China representa una amenaza para Estados Unidos y viceversa, pero ahora están en un punto muerto”, dijo.

Shih subrayó que China tenía muchos problemas en el momento, incluidas las protestas que continúan en Hong Kong, las críticas a los llamados “campos de reeducación” en Xinjiang, las próximas elecciones en Taiwán, que afirma es su territorio, las tensiones entre Corea del Sur y Japón y Corea del Norte.

“Las relaciones entre China e India han sido manejadas de una manera bastante buena en los últimos años”, dijo, y agregó que aunque Beijing trató de manipular las relaciones a través de medios “blandos”, la situación entre los dos países todavía “no está fuera de control”.