Se complica el plan de Matteo Salvini para llamar a elecciones
El primer ministro Giuseppe Conte debe presentarse el martes antes el Senado para un voto de confianza. Pero nadie quere dejar su puesto.
Julio Algañaraz
Clarín.com
Mundo
15/08/2019 - 16:02
La crisis del gobierno populista de Italia está maledettamente complicada y es extraña porque nadie ha renunciado, el Parlamento se reunirá recién el martes para escuchar al primer ministro Giuseppe Conte, a quién el vicepremier Matteo Salvini y los suyos de La Liga le han presentado una moción de desconfianza.
Salvini y los otros seis ministros de la Liga siguen en sus puestos como Conte y el resto del gabinete. El Hombre Fuerte había aludido al retiro suyo y de los otros ministros, pero ha decidido mantenerse aferrado a los sillones, algo que todos los días reprocha a sus adversarios.
Un dato para nada ideológico es que en el Parlamento también hay un movimiento muy fuerte de senadores y diputados que quieren seguir atornillados a sus bancas. A la Legislatura que comenzó en junio del año pasado le quedan otros cuatro años y muchos legisladores saben que si aceptan el salto en el vacío de las elecciones anticipadas inmediatas casi seguramente nunca volverán a gozar de las mieles de poder y beneficios que gozan actualmente como parte de los 630 diputados y 325 senadores.
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Este detalle hay que tenerlo muy presente y al parecer Salvini cometió el error fatal de desdeñarlo. El ministro del Interior cuenta según los sondeos con un gran capital de consenso popular, que se mide en torno al 37%. Si se agregan a los dos socios que están por firmar el arreglo para reverdecer la coalición de centro derecha, hay que sumar el 7,4% de Forza Italia, el partido del tres veces ex primer ministro Silvio Berlusconi y el 7% de los posfascistas de Fratelli d’Italia, o sea más del 50%. Todos juntos conquistarían en los comicios anticipados de octubre, según los planes de Salvini, una mayoría aplastante en las cámaras, dejando las migajas a los otros.
Pero más allá de los papeles y los sondeos, hay dos realidades que mortifican este futuro. En primer lugar las tres fuerzas de derecha juntas no reúnen hoy la mayoría del Senado y la Cámara de Diputados. Además, se sabe que entre los 104 diputados y 61 senadores de Forza Italia, cada día es más grande la patrulla de los que no están dispuestos a lanzarse de cabeza a una piscina sin agua y no volver más al Parlamento. Estos números son decisivos.
El plan de Salvini es sencillo y al parecer ha fracasado. Moción de censura al primer ministro Conte, que al caer arrastrará al resto del gabinete. Después disolución de las cámaras y elecciones anticipadas. Regreso triunfante al Ejecutivo con “poderes especiales”, como Salvini ha pedido “al pueblo”, lo mismo que hizo Benito Mussolini en 1922 y se sabe como terminó.
El número dos de la Liga, Giancarlo Giorgetti, reconoció que Salvini se había equivocado al esperar tanto e irse encima del fin de año, cuando hay que presentar a la Unión Europea la ley de presupuesto y un gobierno, cualquiera debe aprobar un decreto que esteriliza una subida tremenda del pago del IVA, el impuesto al valor agregado. Si no, se deben pagar en 2020 23.000 millones de euros, lo que costaría terminar con los sueños de grandes gastos para bajar impuestos y dar beneficios sociales.
Georgetti no solo criticó a Salvini. También le pasó por arriba con una propuesta: dar vida a un “gobierno electoral” que hasta enero tome las medidas urgentes y después ir al voto. Es la primera vez que el capo pierde su talante de infalible.
Pero la línea de resistencia que va creciendo hace vibrar otras alternativas. El ex primer ministro Matteo Renzi, que domina a la mayoría de los senadores y diputados del Partido Democrático, principal fuerza de oposición, propone un trato pampa con sus enemigos del Movimiento 5 Estrellas, socios apaleados por Salvini. El lider del partido, Nicola Zingaretti, no le ha dicho que sí, pero no sabe bien qué hacer. Se fortalece así la propuesta de un “gobierno de Legislatura”, que se agarre al poder hasta 2023, embistiendo mortalmente el poder de Matteo Salvini.
Hay otras variantes menores, pero este es el cuadro de la situación. Una alianza PD, 5 Estrellas y otros grupos pequeños de senadores y diputados gozan de una mayoría cómoda de 368 diputados y 181 senadores sin contar los inevitables refuerzos de los tránsfugas de la Forza Italia de Berlusconi que dejarían nocout a Matteo Salvini y sus aliados. El misterio de Forza Italia es el propio Berlusconi, hasta ahora decidido a apoyar a Salvini. Pero un diario publica este jueves una reflexion privada del líder conservador: “Hablé con Salvini. Lo noté confuso. Me parece que no sabe lo que quiere”. Casi letal.
El gran problema es que por tradición el Movimiento 5 Estrellas y el partido Democrático se detestan mutuamente, aunque una parte del grupo populista que gobernó estos 14 meses con Salvini viene de la sinistra, sobre todo del PD. El líder del ala de izquierda es Roberto Fico, de solo 44 años, el presidente de la Cámara de Diputados, que goza de mucho prestigio en el mundo político. El camino del acuerdo está preñado de dificultades, pero Fico puede empujar fuerte en favor. El desafío es apremiante. Si ambos lo aceptan, el destino de Matteo Salvini está ya escrito.
Roma, corresponsal