Viaje mágico y misterioso

Enero. Rocanegra. Hemisferio Sur. Planeta Tierra.
Polifonía multilingüe. Complicidad en las
miradas. Un rumor que estalla invadiendo el aire de
colores. Plenitud. Afecto. Sonrisas. El tiempo se
detiene, el espacio nos regala nuevas dimensiones.
¿Hay vida más allá del egoísmo capitalista?
Estalla en mil orgasmos. Hacemos. Reflexionamos.
Actuamos. Praxis lúdica. El calor, el nuestro,
tan humano, derrite las cadenas, las del cuerpo y
las otras, más sutiles pero más siniestras. Vida
que engendra vida… pujar… parir… crecer…
Cuerpos envueltos en el sopor de la TV tabulados
clasificados vigilados normatizados despojados
mutilados…
¡¡¡YA BASTA!!!
Despertamos de la pesadilla. Nos negamos a seguir
entrampados. Otros sueños se cristalizan en mil
destellos. Aquí estamos. Aquí y ahora. Náufragos
del neoliberalismo (neomuerte). Encontrándonos,
reconociéndonos, explorándonos, descubriéndonos.
¿Es uno el mundo?
Mundos dentro de otros mundos. Infinitas
dimensiones. Atreverse a mirarlos, dejarlos ser.
Comprender, compartir, vivenciar, construir, ofrecer,
aprender. Eros omnipresente.
Utopía. ¿cuál? Dejó su huella, surco embarazado
de semillas. Cuatro mágicas jornadas, dejó de ser,
se materializó. Un mundo con todos los mundos,
multidimensional.
¿Es posible? ¡Es real! ¡La hicimos!
¿Límites? Los que aun no nos atrevimos a
despojarnos.
Embriaguémonos en el desorden de la pasión
creadora.
Enero lúdico. Enero erótico. Enero autónomo.
¿Cómo explicarte?
Viaje mágico y misterioso al interior de las
esencias.
No hay palabras… Solo actos y sensaciones.

Daniel