Pasó la prueba: Italia supera en 20 días su crisis sin Salvini ni elecciones

El presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, encargó ayer la formación de Gobierno al dimisionario primer ministro italiano Giuseppe Conte, tras el acuerdo alcanzado el día anterior entre el PD y el Movimiento Cinco Estrellas. El jurista, que dimitió de su cargo la semana pasada después de que Matteo Salvini rompiera la coalición con el M5E para forzar la convocatoria de elecciones anticipadas, aceptó el encargo “con reserva” cerrando por el momento una crisis que amenazaba con hundir a Italia en la incertidumbre, a las puertas de un nuevo curso político que se prevé complicado para la maltrecha economía italiana.



Nuevo Gobierno
Italia supera en 20 días su crisis sin Salvini ni elecciones

SORAYA MELGUIZO
El Mundo
Viernes, 30 agosto 2019 - 01:36

El presidente Sergio Mattarella, tras ejercer como mediador y árbitro, encarga formar un Gobierno a Giuseppe Conte gracias al pacto de la izquierda

El presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, encargó ayer la formación de Gobierno al dimisionario primer ministro italiano Giuseppe Conte, tras el acuerdo alcanzado el día anterior entre el PD y el Movimiento Cinco Estrellas. El jurista, que dimitió de su cargo la semana pasada después de que Matteo Salvini rompiera la coalición con el M5E para forzar la convocatoria de elecciones anticipadas, aceptó el encargo “con reserva” cerrando por el momento una crisis que amenazaba con hundir a Italia en la incertidumbre, a las puertas de un nuevo curso político que se prevé complicado para la maltrecha economía italiana.

Después de permanecer reunido durante una hora con el presidente de la República en el Palacio del Quirinal, sede de la Jefatura del Estado, Giuseppe Conte compareció ante los medios de comunicación para anunciar su voluntad de formar un Gobierno “no contra nadie” sino “a favor de los ciudadanos”, en un claro mensaje a la Liga de Salvini, que buscará “modernizar el país” y hacerlo “más justo, solidario e inclusivo”. “He vivido ya una experiencia de gobierno y confieso que la perspectiva de iniciar una nueva experiencia con una mayoría diferente me ha creado más de una duda”, reconoció el jurista, al mismo tiempo que aseguró que su objetivo será “representar” a Italia “mirando siempre el bien común y no al interés de una fuerza política en particular”.

El primer ministro ‘in pectore’, que ha afianzado su liderazgo internacional en los últimos meses gracias a la gestión de la complicada negociación entre Roma y Bruselas que permitió evitar un procedimiento sancionador contra Italia por déficit excesivo, señaló que trabajará para devolver al país transalpino un papel protagonista en el contexto internacional, especialmente dentro de la UE y de la OTAN, sus aliados naturales.

Este miércoles el PD y Movimiento Cinco Estrellas anunciaron un pacto de Gobierno para completar la actual legislatura y evitar el adelanto electoral, después de que los socialdemócratas levantaran el veto a Conte como primer ministro, una exigencia de los ‘grillinos’ que se convirtió en el principal escollo de las negociaciones. Las dos formaciones deben ahora pactar un programa político común y una lista de ministros. Un reto que no se presenta sencillo ya que el Movimiento Cinco Estrellas quiere hacer valer su mayoría parlamentaria y reclama los principales ministerios mientras que en el PD exigen una completa renovación de nombres y cargos.

La crisis política abierta por Matteo Salvini, quien forzó la caída de la coalición de Gobierno con la intención de capitalizar en las urnas el extraordinario consenso popular alcanzado en sólo 14 meses de Gobierno, ha convertido a dos enemigos aparentemente irreconciliables en cómplices necesarios para evitar unas elecciones anticipadas donde la Liga habría arrasado, según todos los pronósticos.

El PD ha votado en contra en prácticamente todas las iniciativas parlamentarias de los ‘grillinos’, desde el subsidio de ciudadanía hasta la reforma constitucional que prevé la reducción de los parlamentarios, dos de los caballos de batalla del Cinco Estrellas. Éstos últimos, por su parte, llevan meses acusando a los socialdemócratas de estar detrás de una oscura trama de compra-venta de niños en una región italiana que la justicia italiana está investigando. Por no hablar oposición sin tregua que mantuvieron contra los dos últimos gobiernos socialdemócratas liderados por Matteo Renzi y Paolo Gentiloni la pasada legislatura.

Cinco Estrellas se considera un partido transversal, lejano a los esquemas tradicionales de izquierda o derecha, y defiende su alianza con el PD por responsabilidad política. Pero no son pocos quienes, incluso dentro de sus propias filas, creen que los ‘grillinos’ se han convertido en los mejores intérpretes del clásico transformismo de la política italiana.

“Es un robo a la democracia. Están intentando entrar por la ventana aquellos que los italianos echaron por la puerta”, denunció ayer Salvini al mismo tiempo que convocó al “pueblo” a manifestarse en las calles y atacó a Mattarella, la única figura hasta ahora intocable de la política italiana: “El jefe del Estado es del PD”.

El presidente de la República, convertido en el árbitro y mediador de esta crisis que ha logrado resolver en 20 días, exigió a PD y Cinco Estrellas un proyecto sólido que de estabilidad al país. El primer reto será elaborar unos presupuestos para el próximo año que no incrementen la abultada deuda pública, que ya supera el 132% del PIB. El líder del PD, Nicola Zingaretti, defendió que ambas formaciones comparten la voluntad de aprobar políticas económicas en favor de la igualdad social o la protección del medio ambiente. Pero lo cierto es que están están a años luz respecto a otras medidas como la gestión de la inmigración. El PD exige un cambio de dirección a la política migratoria de puertos cerrados impulsada por Salvini mientras que en el M5E reivindican con orgullo el trabajo realizado.

Es la segunda vez que Giuseppe Conte recibe la confianza del jefe del Estado para encabezar un Ejecutivo. En mayo del año pasado, casi tres meses después de las elecciones que dieron al Movimiento Cinco Estrellas y la Liga más del 50% de los votos en el Parlamento, Conte, entonces un profesor universitario absolutamente desconocido en Italia, llegó en taxi al Quirinal para recibir el encargo de un Gobierno de coalición que ha sobrevivido catorce meses. Era la mejor representación de la parábola ‘grillina’: cómo un hombre corriente, alejado de las intrigas y los salones del poder, podía llegar a convertirse en primer ministro de la tercera economía de la Eurozona. La próxima semana el jurista, convertido ahora en un primer ministro con voz propia, respaldado por Bruselas y Washington, se presentará ante Mattarella para aceptar el encargo formalmente y comunicarle una lista de ministros