México: Fallece el gran artista Francisco Toledo, el pueblo lo llora

Francisco Toledo, como en su tiempo José Saramago, usó su fama mundial como artista plástico para decir lo que quería, y lo que quería siempre tenía que ver con las causas justas de los pueblos. Lo mismo se pronunció contra la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO), en el cerro del Fortín, que contra la instalación de un McDonald’s en el centro histórico de Oaxaca; contra la siembra de maíz transgénico; por la presentación de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; por la liberación de los presos del movimiento popular de Oaxaca en 2006; por la recuperación de los ríos Salado y Atoyac; y fue parte de los artistas que impulsaron la asociación “Llegó la hora del florecimiento de los pueblos”, que promovió la candidatura de Marichuy a la Presidencia de México.



Los de abajo

El pueblo llora al artista

Gloria Muñoz Ramírez
La Jornada

Toledo, el de abajo. Lo conocí corriendo bajo la lluvia en una callecita del centro de Oaxaca, cubriéndose con una gigantesca hoja verde en lugar de paraguas. Se veía divertido, solo, como las más de las veces. La camisa embarrada a su quijotesca figura, sus huaraches de cuero escurriendo y sus pelos blancos relamidos por el agua.

Francisco Toledo, como en su tiempo José Saramago, usó su fama mundial como artista plástico para decir lo que quería, y lo que quería siempre tenía que ver con las causas justas de los pueblos. Lo mismo se pronunció contra la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO), en el cerro del Fortín, que contra la instalación de un McDonald’s en el centro histórico de Oaxaca; contra la siembra de maíz transgénico; por la presentación de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; por la liberación de los presos del movimiento popular de Oaxaca en 2006; por la recuperación de los ríos Salado y Atoyac; y fue parte de los artistas que impulsaron la asociación “Llegó la hora del florecimiento de los pueblos”, que promovió la candidatura de Marichuy a la Presidencia de México.

Recientemente, a la luz del anuncio presidencial de la construcción del llamado Tren Maya, Toledo fue de las primeras voces que de manera contundente expresó su rechazo: “La ‘cuarta transformación’ de este país no ganará credibilidad si no es en boca de personas más agudas, más congruentes y mejor informadas que Rogelio Jiménez Pons?”, dijo, en relación con las declaraciones del titular de Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), quien calificó de “conservacionistas” las críticas al proyecto.

Toledo no tuvo concesiones con gobiernos emanados del PRI o del PAN. Y tampoco con el entrante encabezado por Andrés Manuel López Obrador. “No nos sorprende la falta de respeto de esa persona (el titular de Fonatur) hacia quienes pedimos que la nueva administración federal haga valer el derecho de las comunidades indígenas a dar o negar su consentimiento respecto a un proyecto que modificará radicalmente sus condiciones de vida”, señaló en un comunicado firmado por él en su calidad de fundador de la organización civil Pro Oaxaca.

Hoy el pueblo de México llora al artista, al luchador social, al más grande ser humano.

losylasdeabajo@yahoo.com.mx

www.desinformemonos.org
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PINTORES
Muere Francisco Toledo, uno de los grandes pintores de México
El artista, activista y promotor cultural originario de Oaxaca ha fallecido a los 79 años enfermo de cáncer

Luis Pablo Beauregard
El País
México 6 SEP 2019

Encontrarse a Francisco Toledo caminando por las calles de Oaxaca era como atestiguar el paso de una estrella fugaz. Uno era tocado por la suerte. Era presenciar al artista más internacional de México moverse por las calles de la ciudad que había ayudado a convertir en un referente. Esa estrella se ha apagado este jueves. Toledo ha fallecido en Oaxaca a los 79 años después de sufrir complicaciones por un cáncer, ha informado su familia. Su muerte deja un enorme vacío en la plástica nacional, que pierde al autor de un mundo fantástico que marcó para siempre el arte contemporáneo mexicano. El país pierde también a uno de sus personajes más particulares: un promotor cultural y ambientalista que alzó la voz para defender el maíz y la tierra.

Toledo (Juchitán, Oaxaca, 1940) fue un desobediente. Ese rasgo de su carácter fue precisamente lo que lo convirtió en artista. Fue un joven obsesionado con los grabados de su bestiario particular, compuesto por animales fantásticos. No le gustaba estudiar y evitaba los exámenes. Su familia, de origen zapoteco, lo envió a la capital del país tras la escuela secundaria con la esperanza de corregir el rumbo. Pero en 1957 Toledo llegó a un Distrito Federal vibrante donde aún emanaba con fuerza la influencia del muralismo mexicano y su realismo socialista que enaltecía las raíces mexicanas y el papel del indígena.

Uno de sus primeros maestros, Arturo García Bustos, quien había sido discípulo de Frida Kahlo, le recomendó dedicarse a la fotografía y dejar la pintura. “Yo hacía las cosas buscando una cierta modernidad que no le gustaba”, dijo Toledo en una conferencia sobre sus orígenes en 2017. Al desoírlo, Toledo perfeccionó su estilo como alumno de la Escuela de Diseño y Artesanía de La Ciudadela, en el centro de la capital mexicana.

La construcción del mito de Toledo pasa forzosamente por Europa. El artista llegó en 1960 a Roma. Llevaba un poco de dinero gracias a las ventas que había dejado una de sus primeras exposiciones internacionales, en Texas. Toledo pisó Italia con cartas de recomendación que un galerista le había dirigido a dos personajes a forma de introducción: el escritor Octavio Paz y Rufino Tamayo, el visionario pintor, uno de los padres del arte moderno mexicano. Se encontró con ellos en París.

La capital francesa fue una enorme influencia para Toledo. Allí conoció artistas y, gracias a Paz, tuvo un lugar para pintar en la Casa de México de la ciudad universitaria. La estadía en París también da a la biografía de Toledo tintes de intriga. Ahí se enamoró de Bona Tibertelli, la amante de Paz y exesposa del escritor André Pieyre de Mandarigues. Bona, quien había preparado su partida a India para acompañar al futuro Nobel mexicano, eligió al humilde artista oaxaqueño que la pintaba desnuda. Se fue con él a Mallorca. Paz escribió que aquella traición fue mortal. Sobra decir que fue la ruptura entre los dos.

Tamayo fue el gran soporte de Toledo en París. Oaxaqueños ambos, visitaron los museos y conocieron coleccionistas. En la ciudad se sembró la semilla de la gran reputación que Toledo aún tiene en Europa, donde una crítica de arte de The Observer llegó a calificarlo como la “respuesta mexicana a Picasso”. Los expertos de arte, sin embargo, no encuentran rasgos de la modernidad parisina en su obra. La pintura y sus grabados continuaron el diálogo con el mundo rural mexicano a pesar del deslumbramiento de una de las principales metrópolis del mundo.

“El arte está de luto”, escribió en Twitter el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. “Gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza y las tradiciones de nuestro pueblo”, lo calificó el mandatario. La secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto, ha explicado a EL PAÍS que la figura de Toledo “significó un tránsito entre el mundo indígena y el arte más reconocido del mundo”. “Se pierde un artista muy poderoso, un guerrero de causas justas que deja un enorme hueco. Gozó de una libertad que nadie pudo limitar ni asir”, ha agregado la funcionaria. El Gobierno de México abrirá este viernes y sábado el Palacio de Bellas Artes, uno de los recintos culturales más importantes del país, para que el público pueda rendir tributo y dejar mensajes y flores al pintor oaxaqueño. “Cualquier homenaje será pequeño para el tamaño de artista que fue Toledo”, añade Frausto.

Toledo siempre rehuyó en vida a los homenajes. Era esquivo y lacónico en las entrevistas a pesar de tener un desternillante sentido del humor según quienes lo conocieron de cerca. El pintor renunció en 2018 a una beca vitalicia del Estado para cederla a jóvenes promesas. También contaba con decenas de becarios, desde niños de preescolar hasta investigadores universitarios, a quienes apoyaba de su propio bolsillo gracias a la venta de sus cuadros y grabados. Todo esto es el legado vivo que Toledo deja en Oaxaca. Una de las partes más destacadas de esta herencia es el Instituto de Artes Gráficas (IAGO), que alberga desde 1988 una de las colecciones más valiosas en uno de los estados con más carencias de México.

Adán Ramírez Serret, uno de los múltiples becarios que tuvo Toledo, cuenta que el pintor solía llegar altas horas de la noche a la biblioteca del IAGO. Los guardias de seguridad abrían las puertas al maestro, que se quedaba solo entre los numerosos tomos hasta el amanecer. Cuando los empleados llegaban a trabajar por la mañana encontraban en las mesas pilas de libros. Allí estaba Kafka, Durero y Cézanne. Aquellos montones eran la prueba de que por allí había pasado una estrella fugaz.
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Wikipedia

Francisco Benjamín López Toledo (Ciudad de México, Distrito Federal, México, 17 de julio de 19401​2​-Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 5 de septiembre de 2019), conocido como Francisco Toledo, fue un artista plástico mexicano que también tuvo una destacada labor como activista de izquierda, luchador social, ambientalista, promotor cultural y filántropo. Apoyó numerosas causas enfocadas tanto a la promoción y conservación del patrimonio artístico mexicano como al libre acceso a la formación artística y el cuidado del medio ambiente natural. Falleció en la ciudad de Oaxaca de Juárez el 5 de septiembre del 2019.[cita requerida]

Fue uno de los mayores artistas plásticos de México, con amplio reconocimiento internacional. Fue impresor, dibujante, pintor, escultor y ceramista. Su arte reflejó un gran aprecio por la estética de la naturaleza, particularmente la de animales que no son convencionalmente asociados con la belleza como, por ejemplo, monos, murciélagos, iguanas, sapos e insectos. En su escultura, tuvo dos formas de expresión: una donde representó cosas del mundo natural, específicamente bestiarios de distintos animales y otra donde se despegó totalmente de la realidad. “Fragua, de ese modo, un universo que ata cabos con lo real y, simultáneamente, despliega la metáfora.”3​ Esta última se deja ver en su obra gracias a que representa figuras humanas y de otros animales en una forma de apareamiento, ya sea explícito o simbólico.3​ La visión moral de Toledo afirma que el mundo de los humanos y el de los animales son uno con la naturaleza. En sus cuadros se representa mucho la androginia.3​ Toledo usó la modernidad y la vanguardia de otras civilizaciones, especialmente la europea, para sus obras3​ y mostró un sentido de lo fantástico muy desarrollado, al crear criaturas antropomórficas que son, a la vez, monstruosas y juguetonas, personajes que incluye en sus papalotes, libros de artista, máscaras, piezas de joyería y complejos grabados.4​ Debido a sus obras, se dice que Toledo perteneció a la Generación de la Ruptura, aunque no haya pertenecido históricamente a la misma.3​

Fue el cuarto de los siete hijos de Francisco López Orozco y de Florencia Toledo Nolasco. A los 14 años, inició sus estudios artísticos en el taller de grabado de Arturo García Bustos. Posteriormente, ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la Ciudad de México. En 1959, exhibió sus obras en la Galería Antonio Souza y en el Fort Worth Center, en Texas, Estados Unidos. En 1960, viajó a París, donde profundizó las técnicas de grabado, conoció museos, galerías, artistas y escritores que cambiaron su visión del arte. Regresó a México en 1965 con una nueva perspectiva ideológica y estética, que incorporaría en su obra.5​
Artista independiente

Su obra se caracteriza por el toque irreverente, provocativo y transgresor que le imprime. Desarrolló su carrera como artista independiente, no se involucró con las temáticas nacionalistas que representaban la Escuela Mexicana de Pintura. Aunque se le ha asociado a la Generación de la Ruptura, surgida en los años 50, sostuvo su carácter de artista autónomo.6​
Promoción de Oaxaca y su cultura: creación del IAGO

El artista zapoteco promovió y difundió la cultura y las artes del estado de Oaxaca, donde residió los últimos años de su vida. Con apoyo de otras instituciones, fundó, en octubre de 1997, el Taller Arte Papel Oaxaca, instalado en la antigua planta hidroeléctrica “La Soledad”, en San Agustín Etla. Dentro de este contexto, fundó Ediciones Toledo, que en 1983 publicó su primer libro, y en 1988 fundó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).7​
Creación de CaSa

A iniciativa suya, se creó en el 2006 el Centro de las Artes San Agustín (CaSa), en San Agustín Etla, 17 km al norte de Oaxaca de Juárez, el primer centro de arte ecológico de América Latina, en donde se produce y se estudia fotografía, gráfica digital y diseño textil, así como preservación del patrimonio y arte enfocados al medio ambiente y a la cultura local. Otros proyectos que ha apoyado son: la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Cine Club El Pochote, el Jardín Etnobotánico de Oaxaca, la Fonoteca Eduardo Mata Asiasín, la Biblioteca Francisco de Burgoa, las revistas Guchachi Reza (Iguana Rajada) y Alcaraván, la Casa de Matemáticas de Oaxaca y muchos otros.8​9​10​
Reconocimientos públicos

A pesar de oponerse a los reconocimientos públicos, se le otorgaron numerosos premios; entre ellos, el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el área de Bellas Artes, en 199811​ y el Premio Príncipe Claus en 2000.12​ En el 2005, recibió el Premio Right Livelihood, por su dedicación a la protección y mejora de la herencia, ambiente y vida de la comunidad de Oaxaca. En el 2007, el consejo universitario de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) lo distinguió con un Doctorado Honoris Causa, por su labor en el mundo de las artes. Diseñó la urna en donde, desde junio del 2011, descansan las cenizas del escritor y ensayista mexicano Carlos Monsiváis en la Sala de Lectura del Museo del Estanquillo; la pieza es de barro pintada al óleo, que simboliza a un gato que juega con una pelota. En el 2015, entregó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), una colección de más de 125 mil objetos, entre los que destacan fotografías del siglo XIX y documentos del siglo XX, en lo que fue una de las donaciones más grandes, culturalmente hablando. Incluye dos edificios, donde a la fecha del presente artículo se encuentra ubicado el IAGO.4​
Exposiciones en museos y galerías

Hay obras suyas en los museos de Arte Moderno de México, de París, de Nueva York y de Filadelfia; también, en la Biblioteca Pública de Nueva York, en la Galería Tate de Londres, y en la Kunstnaneshus de Oslo, Noruega, entre otros.[cita requerida]
Ilustraciones
Ilustró varios libros y participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales en ciudades como Nueva York, Londres, París, Ginebra y Oslo, entre otras.
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Murió Francisco Toledo
Jorge A. Pérez Alfonso, corresponsal |
La Jornada
jueves, 05 sep 2019 21:38

Oaxaca, Oax. Toledo partió este día y con él se va el mayor defensor de Oaxaca, aquel con la calidad moral para enarbolar luchas en diversos frentes, la defensa de la tierra y el territorio, las lenguas indígenas, del maíz nativo o incluso de la libertad de expresión. Se fue el artista vivo más importante de México (de acuerdo con el INBA), aquel que durante muchos años fue el corazón de Oaxaca al encabezar luchas por la defensa del patrimonio, Oaxaca ha perdido a su más grande amante y defensor, Francisco Toledo.

Francisco Benjamín López Toledo, mejor conocido como Francisco Toledo, genio y figura nacido en el municipio de Juchitán de Zaragoza en 1940, sitio desde el cual comenzó con su apoyo a las comunidades y promovió diversas causas; artista plástico, filántropo, defensor de derechos humanos y de la tierra y el territorio, así como de las lenguas indígenas a lo que se dedicó con mayor ahínco sus últimos años de vida.

El juchiteco mostró a lo largo de sus 79 años de vida estas facetas, no sólo fue un destacado artista que visitó diversos países, incluida Francia donde vivió varios años, sino que nunca se olvidó de sus raíces y continuó apoyando diversas actividades y proyectos; uno de ellos fue la fundación de la Casa de la Cultura de Juchitán de Zaragoza.

Sin embargo, los proyectos más ambiciosos de artista fueron la fundación del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, espacio para consulta gratuita, misma que a la fecha cuenta con más de 61 mil libros especializados en diversos temas como la pintura y la arquitectura, además de contar con la colección Toledo-Inba, antes llamada José F. Domínguez, la cual acumula más de 24 mil piezas de arte incluidas obras de Pablo Picasso, Rufino Tamayo y José Guadalupe Posadas, entre otros.

Tambien el Centro de las Artes de San Agustín, fundado el 21 de marzo del año 2006, y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, mismos que albergan diverso talleres, exposiciones y ponencias, actividades en las que participaron artistas de talla internacional.

Toledo también creo el Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (Pro-Oax), asociación desde la cual ha enarbolando diversas luchas como la defensa del zócalo de la ciudad de Oaxaca en el sexenio de Ulise Ruiz (2004 - 2010) y sus bancas, mismas que acusó pretendían retirar para ser botín de políticos. En protesta el pintor llevó su banca al zócalo y se instaló allí, en oposición a la colocación de un restaurante de comida rápida y su logotipo en el andador turístico por no ir con la fisonomía cultural, entre otras.

La defensa de la lengua

Una de las acciones en las que se enfocó el artista fue la defensa de las lenguas indígenas. Dentro del CaSa se gestaron diversos materiales didácticos en los que se promovió el uso de las distintas variantes de las lenguas que existen principalmente en territorio oaxaqueño; incluso fueron abiertos los Premios CaSa de creación literaria en distintas lenguas nativas.

Además demandó a las autoridades un trabajo de fondo para la preservación de las lenguas, para ello exigió que los alumnos egresados de la Educación Normal Bilingüe e Intercultural de Oaxaca (Enbio) sean designados como profesores en localidades de las que hablen su lengua, lo que promoverá el uso de la misma en las distintas localidades. De igual modo aportó materiales didácticos y otorgó becas a alumnos de escasos recursos.

La lucha contra los transgénicos

De igual modo Toledo mostró en repetidas ocasiones su preocupación por el medio ambiente y su conservación, por ello el artista juchiteco decidió manifestar su rechazo al uso de transgénicos en México, siendo respaldo por diversas organizaciones y expertos en el tema. Incluso dirigió una misiva al ex presidente Enrique Peña Nieto para demandar su atención inmediata en el tema y declarara a México libre de transgénicos; sin embargo esto no ocurrió, pero su lucha tuvo eco en diversos artistas como Rubén Albarrán y los grupos Enjambre y la HHH Botellita de Jerez. El artista creó un peluche de una mazorca con cara de calavera, con la intención de concientizar sobre el daño que provocan los transgénicos en el campo.

La defensa del Cerro del Fortín

Durante el gobierno de Gabino Cué Monteagudo (2010 - 2016) el artista encabezó dos luchas a través de Pro-Oax en contra de proyectos gubernamentales; la primera fue en contra de la construcción de un distribuidor de 5 Señores, al considerar que no tomaba en cuenta a peatones, ciclistas y zonas verdes, y además promovía el uso del automóvil y por lo tanto de contaminación; por ello incluso encabezó una bicimarcha a la que se sumaron distintas organizaciones y la sociedad civil.

Asimismo se opuso a la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, proyecto que Cué Monteagudo, junto con el ex titular de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico (Styde) José Zorrilla, pretendieron instalar en el Cerro del Fortín, entre el auditorio Guelaguetza y el Hotel Victoria, propiedad del titular de la Styde.

Durante esta lucha Toledo fue apoyado por el artista plástico Sergio Hernández y distintas organizaciones sociales defensoras del Agua y del medio ambiente, así como de vecinos de las colonias aledañas. Incluso durante una marcha encabezada por el fundador de Pro-Oax hubo un ataque por parte de los trabajadores de la obra, quienes formaban parte de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), donde una activista resultó herida. Toledo también realizó foros de discusión y para la presentación de proyectos alternativos en los que convocó a expertos y a funcionarios de gobierno; estos últimos nunca asistieron.

Finalmente la construcción en el Cerro del Fortín fue suspendida y el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca tuvo que ser edificado en el municipio de Santa Lucía del Camino.

Toledo por Ayotzinapa

La noche del 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, Guerrero, fueron desaparecidos 43 estudiantes pertenecientes a la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa. Francisco Toledo calificó de terrible esta situación y demandó que los estudiantes fueran regresados a sus familias; el artista creó 43 papalote en el Taller Arte y Papel, fundado por él en San Agustín Etla, mismos que voló en el andador turístico y los cuales fueron llevados en diversas exposiciones por Juchitán y la Ciudad de México.

Juchitán y el sismo

En septiembre del 2017 un sismo de 8.2 grados sacudió a México; el epicentro fue en el estado de Chiapas. Sin embargo la zona más afectada fue el Istmo de Tehuantepec, ante lo cual Toledo, junto con sus colaboradores, apoyó la instalación de comedores comunitarios a los que se les surtia de alimentos; además promovió el rescate de la infraestructura tradicional de las zonas afectadas, y de igual manera creó dos grabados que fueron puestos a la venta para recaudar recursos en beneficio de los damnificados.