El movimiento de la mujer Nasa Hilando pensamiento del Plan de vida Proyecto Nasa del Municipio de Toribio, nos pronunciamos y rechazamos el plan de muerte y exterminio que está siendo ejecutado en contra del pueblo Nasa

Las mujeres indígenas somos tejedoras de vida y no queremos seguir pariendo hijos para la guerra.



El movimiento de la mujer Nasa Hilando pensamiento del Plan de vida Proyecto Nasa del Municipio de Toribio, nos pronunciamos y rechazamos el plan de muerte y exterminio que está siendo ejecutado en contra del pueblo Nasa

Consejo Regional Indígena del Cauca Colombia
septiembre 13, 2019

TORIBIO, SEPTIEMBRE DEL 2019
PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
A Corte Interamericana de Derechos Humanos

A toda la comunidad y organizaciones a nivel nacional e internacional defensoras y garantes de los DERECHOS HUMANOS
Al gobierno colombiano en cabeza del señor presidente Iván Duque Márquez
A toda la ciudadanía colombiana.

El movimiento de la mujer Nasa Hilando pensamiento del Plan de vida Proyecto Nasa del Municipio de Toribio, nos pronunciamos y rechazamos el plan de muerte y exterminio que está siendo ejecutado en contra del pueblo Nasa. Por lo tanto, damos a conocer y rechazamos los siguientes hechos:

El día 01 de agosto del presente año a las 14:00 horas, fue asesinado el kiwe thegna (guardia Indígena) Gersain Yatacue de 22 años de edad, con arma de fuego, en la vereda el Pajarito, resguardo de Huellas Caloto, en el momento que ocurrieron los
hechos el kiwe thegna se encontraba realizando recorrido territorial.
El 04 de agosto del presente año en horas de la mañana fue asesinado el kiwe the (medico tradicional) Enrique Wejxia de 60 años de edad, con arma de fuego, en la vereda la Luz, del resguardo de Tacueyo.
El 10 de agosto del presente año fueron asesinados los kiwe Thegnas (guardias
indígenas) Kevin Mestizo de 23 años de edad y Eugenio Tenorio de 46 años, con
arma de fuego, en el sector de los Chorros del municipio de Caloto.
El 02 de septiembre mueren cinco personas del municipio de Suarez – Cauca, tras ser incendiada la camioneta en la que se movilizaban, allí falleció la candidata a la alcaldía de este municipio y una compañera excoordinadora del programa mujer
de la Asociación de cabildos indígenas del norte (ACIN). Se responsabiliza de los hechos a los grupos armados presentes en el territorio.

Frente a lo anterior, como mujeres, madres, hermanas, esposas y compañeras
manifestamos nuestro profundo dolor y lamentamos seguir siendo víctimas de este conflicto social, político y económico en el que se ve sumido nuestro pueblo por el plan de muerte y exterminio dirigido por el gobierno nacional y las elites dirigentes de este país. La violación de los derechos humanos se agudiza constantemente en nuestro territorio con el incumplimiento de los acuerdos pactados con el estado colombiano desde la constitución de 1991 hasta la actualidad. Sin embargo, las estrategias que ha implementado el gobierno nos han incluido en el conflicto armado como objetivo militar para controlarnos y desarticularnos como movimiento indígena y resistencia social.
La firma de los acuerdos no ha generado la tranquilidad que esperábamos. El posconflicto en nuestra comunidad ha traido desarmonía y desequilibrio a partir de la economía del narcotráfico, ya que durante los últimos años los cultivos de uso ilícito de marihuana se han vuelto la base económica de nuestras familias trayendo para la comunidad, división, ambición, tala de árboles indiscriminada, pérdida de valores y prácticas culturales como también el consumo de esta sustancia en nuestros adolescentes y jóvenes. Avanzando así el plan de muerte en nuestro territorio.

Las consecuencias que ha traído la guerra para nosotras y nosotros como pueblos
originarios han sido nefastas, por el hecho de ser indígenas y defender nuestro territorio con bastones de mando hechos de chonta; orientadas por nuestras mayoras y mayores espirituales como también por proteger y cuidar la Tierra y los espacios de vida que habitamos, montañas, ríos, lagunas y paramos, no están amenazando de muerte. En el
último mes han sido constantes los panfletos que desde diversos grupos armados se lanzan en contra de nuestro proceso de lucha, nos están obligando a disfrazarnos como no indígenas, ya que solo portar y hacer uso de nuestros símbolos que milenariamente nos ha
identificado se ha convertido en un riesgo para nuestra vida, portar nuestra bandera,
nuestros colores y nuestra chonta nos hace objetivo militar. Por lo tanto nosotras hoy nos pronunciamos y hacemos un llamado a todos y todas y exigimos respeto, garantías de vida, de nuestros derechos y la pervivencia de nuestro pueblo indígena.

Las mujeres indígenas seguiremos acompañando de manera activa y permanente las acciones de cuidado de nuestro territorio, estamos comprometidas y dispuestas a alertar sobre los riesgos que vivimos y seguir caminando en la pervivencia de nuestros valores culturales desde la familia y la comunidad. Hasta que se apague el sol seguiremos sembrando semillas de resistencia orientando a nuestros hijos e hijas para fortalecer
nuestra organización.

Las mujeres indígenas somos tejedoras de vida y no queremos seguir pariendo hijos
para la guerra.