Genocidio, desposesión y Ejidos

EJIDO, es una palabra escrita que describe cómo se usurpó terrenos de propiedad colectiva de los pueblos milenarios.
Habla la Nación Uaiú, conocida como los wayúu:
Con casi un millón de habitantes viven en la Guajira, mitad en los territorios ocupados por Colombia, la otra mitad por Venezuela y a pesar de la expansión de las dos Repúblicas sobre su territorio, los wayús mantuvieron una amplia autonomía extralegal que sólo recientemente han reconocido constitucionalmente ambos estados y que se caracteriza por la aplicación del derecho propio​ en todo el territorio propio.



Genocidio, desposesión y Ejidos

ONIC
19 Septiembre 2019

• Por: Armando Wouriyu Valbuena*.

La historia de origen de nuestra Nación Uaiú, es desde la oscuridad y la claridad, de allí la importancia de recuperar el saber desde la oralidad, todo aquello que por imposición de la cultura dominante, hemos olvidado.

En la historia de origen están nuestras deidades y espíritus, por lo tanto las funciones de cada uno de ellos, en la construcción permanente de moral, que se expresa en la palabra, palabra del idioma materno, no la palabra en lengua Castellana (Esta lengua de origen latín, alemán, griego, y otras más, tiene menos de mil años.); y en este deber de construcción de moral, bajo el marco de la espiritualidad, la consolidación de la ética y la estética de cada uno de los eirruku.

En 1503, se da inicio a un relacionamiento con las personas del imperio Católico hispano, de la peor forma con algunas cosas desconocidas, como el caballo, que con su velocidad nos impresionó, la pólvora de origen asiático con su sonido rompió la armonía de las canciones del ecosistema, y el acero que cubrió de sangre los colores del territorio milenario.

Esta relación nos llevó a crear otras relaciones con enemigos de nuestros enemigos, (franceses, ingleses, holandeses y alemanes - todos ellos de la religión cristiana.) conociendo estas herramientas de guerra, de tal manera que guerreamos con las mismas armas a los europeos de la península ibérica que iniciaban la lengua escrita: El castellano.

Fueron tres siglos de desposesión del espacio territorial y marítimo, a un alto precio ya que no permitimos grandes avances, y logramos mantener el control territorial con el moderno sistema de los Eirruku, y además la espiritualidad no doblegó ante la religión traída de otros continentes.

En 1769, nos levantamos en armas contra este imperio católico, quemamos a Riohacha y varios pueblos más, cansados de tanto despojo, desplazamiento, persecuciones y asesinatos colectivos y selectivos, además de encarcelamientos y desmembramiento.

Años después Ambrosio Pisco, de la nación Muisca, junto con José Antonio Galán, de las comunidades ancestrales negras lideraron a milenarios, negros y campesinos criollos en la lucha contra el Virreinato de la Nueva Granada ante tantos impuestos, se llegó a un acuerdo, y días después fueron traicionados por los funcionarios públicos del imperio católico, y terminó la autoridad milenaria y ancestral (Ambrosio Pisco y José Antonio Galán) encarcelado en Cartagena y el negro desmembrado y su cuerpo exhibido en una pared de la actual Bogotá.

En 1810, esos funcionarios públicos del imperio que nos traicionaron, organizaron la toma del poder para crear la actual república de Colombia.

Desde entonces todas las constituciones discuten el que hacer con las naciones y/o pueblos milenarias, ya que somos los únicos y legítimos propietarios de los espacios marítimos, aéreo y terrestres, y crean normas coercitivas del orden administrativo, de allí el origen de la expresión EJIDO, es una palabra escrita que describe cómo se usurpó terrenos de propiedad colectiva de los pueblos milenarios asentados en lo que serían luego poblaciones, que por lo general eran cultivados colectivamente, allí se desconoció nuestra propiedad milenaria y ancestral, siendo tomados por los municipios de la República, sin tener legitimidad y en abierto desconocimiento de lo estatuido por la legislación de indias y las propias normas fijadas por los nuevos gobiernos, es esto una forma de expresión Genocida, ya que es la forma de desconocer la historia del origen Ette Enakaa, Cubeo, Uaiú, Nasa, etcétera.

Ejido, es una palabra mencionada en algunas normas con el único fin de legitimar las acciones de debsposesión de las tierras de los pueblos y/o naciones milenarias, nómadas, seminómadas y sedentarios, a fin de cuentas, una medida coercitiva con carácter genocida.

*Presidente ONIC 1999-2003.
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Los wayús (autónimo wayuu [’wajuː]) o guajiros (del arahuaco guajiro), son aborígenes de la península de la Guajira, sobre el mar Caribe, que habitan principalmente en territorios de La Guajira.
Índice

1 Geografía
2 Población
3 Historia
4 Economía
5 Organización y cultura
6 Lengua
7 Designación
8 Oralidad
9 La música de los wayuu
10 Jayeechi
11 Referencias
12 Enlaces externos

Geografía
Ubicación de la etnia.

Ocupan un territorio de 15 300 km2 dentro del departamento de la Guajira, Colombia, y 22 000 km2 dentro del estado Zulia, Venezuela. El clima de la sabana xerófila al sur y occidente (Baja Guajira) y de estepa árida o semiárida al norte y oriente (Alta Guajira), es cálido y seco, la lluviosidad de esta región es muy reducida y sólo hay lluvias en el Juyapu, entre septiembre y diciembre. En la Alta Guajira está el denominado Macizo Guajiro3​ conformado por las serranías Macuira, Jala’la, Chiare, Cojoro y Cocinas y el cerro Epitsú, que alcanzan hasta 900 msnm. Al sur de la baja Guajira corren, hacia el occidente el río Ranchería y el río Limón hacia el oriente.

Los wayuus habitan la árida península de la Guajira al norte de Colombia y noroeste de Venezuela, sobre el mar Caribe. Es una región con un clima cálido, seco e inhóspito, bañada por los ríos Ranchería (Colombia) y El Limón (Venezuela). Presenta unas estaciones climáticas marcadas por una primera temporada de lluvias, denominada Juyapu, que se desarrolla durante los meses de septiembre a diciembre, seguida de una época de sequía, conocida como Jemial, que va desde diciembre hasta abril. Posteriormente, viene la segunda temporada de lluvias, llamada Iwa, para terminar con una larga temporada de sequía que va desde mayo a septiembre.
Población
Chica vestida con una wayuushein, vestimenta típica, portando un susu, bolso tradicional tejido por las mujeres wayuus.

Los wayuus son el pueblo indígena más numeroso de Venezuela y de Colombia; representan cerca del 11 % de la población del estado Zulia y cerca del 45% de la población del departamento de La Guajira.4​ El 97 % de la población habla su idioma tradicional que es el wayuunaiki, el 32 % habla el castellano. Un 66 % no ha recibido ningún tipo de educación formal. La población wayú en Colombia, según el censo de 2005, es de 270 413 personas, las cuales representan el 20 % de la población indígena del país, siendo el grupo más numeroso en Colombia. Según el censo de 2011 en Venezuela los wayu son 415 498. Ya anteriormente, según los datos estimativos de Venezuela, la población conjunta de los dos países superaba los 400 000 wayús.5​ La organización social es caracterizada por clanes.6​7​
Historia

El pueblo wayú es uno de los pueblos arawak que, como una gran corriente migratoria, se desplazaron tanto por la Amazonía, como hacia las Antillas, a donde llegaron hacia el 150 a.C.

Hacían parte de sus costumbres ancestrales, la caza, pesca y recolección, así como la horticultura, donde ella era posible, al sur de la península o en otros lugares con un ambiente menos desértico que el actual. La vivienda era comunal, en forma de maloca

Aunque el contacto con los conquistadores europeos data del siglo XVI, los wayús no fueron conquistados sino hasta la independencia de Colombia y Venezuela. En esto influyó tanto la resistencia indígena, como las duras condiciones ambientales del desierto, que sirvió como refugio a los wayús. Hacia el año 1800 se estimaba que la población de indígenas no sometidos (llamados salvajes) de La Guajira era de 10 000 entre motilones (ellos 1800),8​ chimilas, goagiros, archuacos, tupes y cocinas.9​ En 1812 los estimaban en 40 000 almas, de ellos 1500 lanzas con las que atacaban pueblos fronterizos.10​ Ocupaban el territorio entre Maracaibo y Riohacha y eran conocidos genéricamente como los guajiros, de estos los más numerosos e importantes eran los wayús. Durante el siglo XIX los gobiernos de ambas repúblicas empezaron a hacer planes para someterlos, en 1841 eran 18 000 gentes de los que 3000 serían guerreros, conocidos por su ferocidad.11​ Los guajiros eran entre 90 000 y 150 000 a mediados del siglo, en 1858 eran 35 000 a 40 000 wayú.12​ Las primeras campañas del gobierno venezolano comenzaron en 1830, continuando con la construcción de varios fuertes y líneas de trincheras que hicieron avanzar la frontera cada vez más al norte, hacia 1893 habían quedado sometidos y reducidos.11​ Lo mismo hizo el gobierno de Colombia, terminando por repartirse el territorio.12​

La intervención europea supuso, sin embargo, la pérdida de tierras agrícolas y áreas de caza, que los wayús compensaron con el pastoreo de especies introducidas, especialmente las cabras y, en menor medida, bovinos. Conflictos frecuentes ocurrieron por la política de los europeos de controlar la pesca de perlas. Luego, aprovechando los enfrentamientos entre españoles, holandeses e ingleses, fueron capaces de desarrollar una actividad comercial intensa, que ampliaron durante el período republicano.

A pesar de la expansión de las dos Repúblicas sobre su territorio, los wayús mantuvieron una amplia autonomía extralegal que sólo recientemente han reconocido constitucionalmente ambos estados y que se caracteriza por la aplicación del derecho propio​ en todo el territorio propio.

Economía
Artesanías wayú en Riohacha.

El pueblo wayú está dedicado especialmente al pastoreo14​ que se hizo muy importante durante los siglos XVI y XVII, motivando a partir de la segunda centuria la expansión y sometimiento de pueblos vecinos que también vivían en la península.15​ Los bovinos se consideran el mayor valor, pero su crianza es limitada por las condiciones ambientales, es por ello que hoy en día su principal bien de valor son las camionetas tritones, utilizadas para el contrabando de gasolina entre Colombia y Venezuela y recientemente el transporte informal a través de trochas.16​ Cada clan tiene una marca de hierro, ya que el ganado es marcado con el símbolo clanil. Las cabras (kaa’ulaa) o chivos, registran el mayor número de cabezas y son cuidados en rebaños de 100 a 150 animales y a veces de muchos más. Anteriormente se criaban muchos caballos, asnos y mulas, pero en los últimos años las epidemias han diezmado estas especies.

Entre los wayús, anteriormente el ganado era la principal riqueza y además el principal motivo de prestigio y ganancia. Aunque se comerciaba con él, se intercambiaba de modo no comercial: para sellar una alianza matrimonial, como derecho sobre una descendencia o para compensar daños o delitos (aunque estos no estén regidos por ninguna ley ni jurisdicción) y solucionar conflictos. Además, el pastor asociaba su ganado a los rituales que marcaban su ciclo vital. Donde es posible, tiene una pequeña huerta llamada apain, donde siembran maíz, fríjol, yuca, pepino, auyama, melón y sandía, sin que puedan rotar ni variar de cultivos, debido al clima.

La economía es mixta, pues se requiere también de otro tipo de actividades económicas como la pesca, el comercio, la producción textil tradicional, la cerámica y el trabajo asalariado en haciendas, en las minas de carbón de El Cerrejón (en manos de la Exxon y la Glencore) y El Guasare, en las explotaciones de talco y dividivi y también cuenta con la Cooperativa Ayatawacoop bajo control indígena, la comercialización de combustibles y derivados del petróleo donde son aproximadamente 1200 asociados a la cooperativa y el 80 % son indígenas o en el sector de servicios.

La explotación de la sal marina en Manaure era realizada desde antes de la llegada de los europeos. Primero la Corona española y luego el estado colombiano explotaron las salinas y varios wayú se hicieron asalariados, aunque otros mantuvieron explotaciones artesanales. En 2005, después de una larga lucha, transitoriamente la explotación de la sal estuvo de nuevo en manos de los indígenas,17​ pero una sentencia los ha despojado nuevamente.

Organización y cultura
El sistema normativo de los wayús, aplicado por el pütchipü’üi (“palabrero”)

Sociedad organizada en clanes e’iruku. Entre el pueblo wayú existe todavía la autoridad tradicional y un sistema autóctono de la administración de la justicia en la cual se destaca el pütchipü o pütche’ejachi, es decir, el portador de la palabra o “palabrero”, quien resuelve los conflictos entre los diferentes clanes. En lo que se refiere a la familia extensa matrilineal “según la sangre” o apüshi, el alaula tío materno mayor es quien ejerce la autoridad. Los parientes por línea paterna, “según la sangre”, se reconocen como oupayu,18​ aliados con quienes se espera solidaridad yana’ma’ o trabajo conjunto.

Existen por lo menos 30 clanes, entre los cuales están los Ulewana, Epieyú, Uriana, Ipuana, Pushaina, Epinayú, Jasayú, Arpushana, Jarariyú, Wouriyú, Urariyú, Sapuana, Jinnu, Sijona, Pausayú, Uchayar’u, Uriyú, Warpushana, Worworiyú, Pipishana y Toctouyú. El mayor porcentaje de población se encuentra en los clanes Epieyú, Uriana e Ipuana.19​

El hombre puede tener varias mujeres. Antes del matrimonio el novio debe llegar a un acuerdo con los padres de la novia en una reunión denominada ápajá y entregar a ellos la cantidad de ganado y joyas que acuerden. La mujer permanece en el hogar y es símbolo de respeto y unidad. Habitan en rancherías (piichipala o miichipala), pequeñas comunidades distantes unas de otras, conformadas por agrupaciones de parientes cercanas al clan. El pastoreo es la actividad más importante. El número de cabras, reses, caballos y mulas son el símbolo de riqueza y poderío. El tejido es una labor que combinan con las demás actividades cotidianas, en los ratos libres, en las visitas y cuando van de viaje.

Un personaje de gran importancia en cada comunidad es el piachi’, quien ha adquirido poder espiritual mediante su experiencia visionaria y las virtudes otorgadas durante sueños o trances que se interpretan como la incorporación de un espíritu protector Seyuu, por lo que es llamado para curar. Los espíritus se comunican con los humanos vivos en los sueños. Maleiea es el creador; Pulowi mujer primigenia; Juyá la lluvia; Shanceta, Acaracuy y Kéerraria espíritus de lugares especiales; Yoruja los espíritus errantes de muertos. El wayú cree que tras la muerte va a Jepirá,20​ el Cabo de la Vela, lugar de felicidad donde se descansa hasta que tras el segundo velorio, cuando los restos son exhumados para llevarlos un sitio definitivo, el espíritu del muerto toma el camino hacia la eternidad.

Los conocimientos retenidos en la memoria han pasado de una generación a otra para plasmarse con manos wayú en un sinnúmero de objetos tejidos de singular belleza y funcionalidad, elaborados en diversidad de técnicas, formas y colores. Anteriormente los wayú se valían de materiales naturales de su medio ambiente para elaborar y tinturar los hilos de sus tejidos; esta antigua transformación ha sido reemplazada por las materias primas procesadas industrialmente, en especial finos hilos de algodón mercerizado, hilazas y fibras acrílicas en vistosos colores.

Las diferentes actividades cotidianas, las festividades y los rituales implican ampliamente el uso de la música tradicional. Las labores de pastoreo se acompañan con música producida por flautas o canutillas, los pitos hechos de elementos del medio como el limón seco se usan en actividades de ganadería. La danza autóctona yocna o yonna (conocida como chicha maya), se usa en las celebraciones relacionadas con el desarrollo de la mujer e implica pasos en donde ella avanza desafiando al hombre, que retrocede tratando de no caer.21​ Los instrumentos principales que se usan son flautas, pitos y tambores.