El Sindicato de Trabajadores de Petropar (Sitrapar) bloqueó ayer durante una hora el portón principal de la refinería de Petropar, en Villa Elisa, para exigir la renuncia o destitución del actual titular del ente estatal, Demetrio “Papu” Rojas, cuya administración ha sido calificada de “altamente corrupta”. La medida de fuerza continuará el próximo lunes, si no hay una respuesta favorable del Ejecutivo.
El pórtico principal de la planta de Petropar, en Villa Elisa, será nuevamente clausurado el lunes, si el Ejecutivo no destituye a Demetrio Rojas de la presidencia de la empresa estatal.
Los sindicalistas han lanzado varios cuestionamientos a la actual administración de Rojas, como su desinterés por transparentar la institución y convertir Petropar en una administración eficiente. Critican igualmente su falta de apertura al diálogo con los trabajadores.
La medida de fuerza fue acatada por un buen número de empleados, a los que se sumaron algunos conductores de camiones cisterna de diferentes emblemas.
Anunciaron, además, que la primera movilización fue por una hora, pero advirtieron que si no tienen una respuesta concreta y favorable a sus reclamos por parte del Ejecutivo, este lunes estarían prolongando la protesta -el cierre del acceso a la planta- por el lapso de dos horas, con posibilidades de ampliarse y continuar en el tiempo si no obtienen respuestas, explicaron.
Los sindicalistas aseguran que cuentan con el apoyo de la ciudadanía y de la Unión de los Choferes y Camioneros del Paraguay, que con sus unidades cerró el acceso a la petrolera.
En cuanto a la distribución de combustibles, opinaron que, de hecho, se resentirá y destacaron que cuentan con el apoyo de la Unión de los Choferes y Camioneros del Paraguay, que siempre está preocupada por la falta de transparencia de la administración de la petrolera estatal. Añaden que cuentan también con el apoyo de la ciudadanía.
Otro cuestionamiento que el gremio dispara contra la actual administración del ente es la aparente intención de Rojas de seguir operando comercialmente con la empresa IP Internacional, a través de su socia Ultrapar S.A., que tanto perjuicio ocasionó a la institución.