Crónicas del siglo 21 (Parte 86). Ecuador años 2005 y 2006: autoorganización de barrios y caída del gobierno Gutiérrerz

Relato donde podemos comprobar como desde abajo se organizaban los pueblos en todas partes y los gobiernos progresistas tuvieron la misión de contener esa autoorganización y subordinar a los movilizados a la cohesión con el estado, como hizo Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Kirchner en Argentina, la Concertación, Nueva Mayoría, Partido Comunista y Frente Amplio en Chile, Lula en Brasil y hoy día López Obrador en México.



Crónicas del viaje de Clajadep por el continente (5): Asambleas Populares en Ecuador
https://clajadep.lahaine.org/?p=6320
06.Mar.06

Enviado por Cipo y Facundo, los Chasqui, mensajeros, compas de Clajadep en recorrido por el continente o claja caminante o itinerante, o sin nombre, pura sensación.
Iremos noticiando el recorrido, los encuentros con experiencias sociales de la izquierda desde abajo, la autonomía, reflexiones, opiniones, en fin, la notable experiencia de acercar los cuerpos a los hermanos que parecen estar lejos, pero que están aquí, a nuestro lado. Como dicen los zapatistas preguntando caminamos. Nuestro apoyo y nuestro abrazo a los compas, y que los que quieran recibirlos nos avisen al mail clajadep4@hotmail.com

Ellos portan una aguja para tejer horizontalmente entre muchos y el hilo que llevan es el cariño, la fraternidad, la solidaridad y el respeto, no hay mensaje predeterminado. Muchas agujas y muchos hilos hay por todas partes, muchos se encuentran y se reconocen, que se encuentren también con estos compas viajeros.

Opine sobre el viaje, mande sus noticias y otras informaciones.
Vea las crónicas anteriores en http://clajadep.lahaine.org

Crónicas del viaje de Clajadep por el continente (5)

Asambleas Populares en Ecuador
-Conversación con Eloy Alfaro-

La Asamblea de las Flores es una experiencia que nace desde que el pueblo ecuatoriano tomó la decisión popular de expulsar al traidor de Lucio Gutiérrez en abril del 2005. Fue el asesinato de uno de los vecinos del barrio, producto del fuerte accionar represivo, lo que aceleró la indignación colectiva.
La televisión mostraba todos los mensajes que Lucio Gutiérrez daba al pueblo ecuatoriano, él mandaba, él creía tener el control, creía tener el poder. Tuvo ilusiones fantásticas de otro mundo, creyó que el pueblo al que traicionó, al que humilló y al que vendió lo iba a ir a sacar de atrás de las rejas, con una rebelión similar a la que lo echó y lo hizo huir tan cobardemente como su idiota antecesor presidencial argentino Fernando De la Rua.

La primera victoria, nos comenta Eloy, fue darle la espalda en las calles, con movilizaciones y barricadas. “Darle la espalda al autoritarismo al que
se nos tenía acostumbrados, una lucha ideológica muy fuerte. El estado de sitio decretado fue rechazado con más gente movilizada, que le decía al estado ya no mandás más, ya no obedecemos, ya basta”.
“En esa ocasión el gobierno trajo gente de escudo que movilizó en las calles apoyándolo, Orgas de fascismo increíble. Ellos marchaban por delante y los policías por detrás, al llegar al encuentro con las barricadas y los vecinos, estos se abrían y daban paso para que la policía reprima, una estrategia perversa en la que los caídos podrían haber sido muchos más que la mujer a la que atropelló un vehículo en la huida. Nosotros, la gente del barrio La Floresta, tuvimos que salir después a defender a estos Lucistas, porque habían sido atrapados por una gran concentración de jóvenes a la altura de la politécnica, temimos que sean linchados, en su gran mayoría eran gente acarreada y paga que provenían de Guayaquil”.

Son estas jornadas de lucha en las que la gente se empieza a encontrar en la calle, en las barricadas. Ya no se quedan en sus casas. Vecinos que vivían pegados desde hace años se empiezan a conocer y este reconocimiento del uno sobre el otro se da a través de la acción colectiva de resistir a los mandamientos de un poder deslegitimado, de construir desde un “nosotros” la identidad de actores sociales, de construir con otras lógicas, de brindarse a la lucha desde la solidaridad, la participación y la acción colectiva. Entonces, en esos días de lucha incansable, el “yo” del sistema se transformo en un “nosotros” de la resistencia y ese “nosotros” se transformó en la asamblea popular de La Floresta.
El barrio tiene la característica de aglutinar, en su gran mayoría, a vecinos de clase media. En la actualidad la asamblea funciona con la dinámica de trabajo por comisiones fijas durante la semana, hay asamblea los días martes, allí se discute el horizonte, y los días jueves hay encuentros para compartir desde la cultura.
“Apuntamos a fortalecer el proyecto político, tenemos muchas cosas para decir, muchas, pero queremos decirlas en colectivo y para ello debemos trabajar, discutir y compartir cada uno de los vecinos todo aquello que sentimos, lo que nos pasa”. “Lo más difícil es que sean todos quienes puedan decidir qué hacer, los niños, los ancianos, los más jóvenes, los calvos, los de rastas, todos, que el producto de la discusión sea colectiva. Para esto, llevamos adelante debates y se van sacando puntos de consenso, la idea es que esos puntos sean los que nos llevan a caminar, los que nos indican el camino. Pensamos en un proyecto a diez años, en principio, estamos trabajando para que un área de la asamblea empiece a trabajar en la formación colectiva de los asamblearios, formación que nos permita tener más herramientas de análisis, para poder confluir con otros sectores también en lucha”.

La transformación de la subjetivad, un trabajo tan duro como necesario, la identidad colectiva, el asambleísmo como forma de organización y la horizontalidad como forma de relacionarse es la gran estrategia política que sale no sólo de la mente colectiva sino también de los sentimientos. Es ese
correr por las venas que te lleva a la transformación, que te impulsa a buscar ya no el “yo”sino el “nosotros” y para esto es fundamental despojarse de individualismo, del ombliguismo del in criticable, del militante perfecto y maduro, del Mesías, de la luz de los pueblos, esa es la idea en lo concreto.

“Materializar las palabras en acciones, cuestionar nuestras acciones constantemente y analizar siempre con el criticismo con el que analizamos las otras
experiencias es un deber que quienes soñamos la revolución tenemos”.
La asamblea de La Floresta tiene la necesidad de ir gestando niveles de coordinación con a otras organizaciones, ir tejiendo una red que les de más voces, es por ello que la intención de salir a compartir con otras experiencias en el mundo es una de las intenciones para este año.
“Tenemos un mundo por construir, otro mundo, uno muy otro como dicen los zapatistas, ese en donde quepamos todos. Es hora de que empecemos los que no empezamos, que nos encontremos quienes ya dimos pequeños pasos, que nos busquemos y llamemos a quienes nos han robado el deseo de caminar, que los ecos de la rebeldía puedan recordarnos todos los días que soñar otro mundo es parte de la significación que necesitamos”.

Extractos de la conversación con Eloy Alfaro.
Desde Quito - Ecuador
Para Clajadep y La red de Medios Alternativos de Argentina
Cipo y Facundo Lazarte

Ver las anteriores Crónicas del siglo 21 en:
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