Propuestas hacia un horizonte más democrático
Alberto Acosta y John Cajas-Guijarro
Rebelión
15-10-2019
La noche neoliberal que vive el Ecuador cada vez se tiñe de más incertidumbre, volatilidad, violencia y represión. Pero aun así, nuestra sociedad no debe perder el rumbo en la construcción permanente de la democracia tanto política como económica y social en general. Para construir ese rumbo cada vez más democrático, se necesitan alternativas opuestas tanto a las recetas fracasadas del FMI como a simples visiones “desarrollistas”. En ese sentido, hacemos algunas propuestas que merecen discutirse ampliamente, buscando tanto salidas coyunturales como transformaciones estructurales del país.
Medidas tributarias y fiscales
Incrementar drásticamente el impuesto a la renta a las empresas pertenecientes a grandes grupos económicos, así como implementar un impuesto a los oligopolios (sobre todo en sectores estratégicos) y a las ganancias extraordinarias.
Eliminar el impuesto a la renta para micro y pequeñas empresas.
Incrementar progresivamente el impuesto a la renta de aquellas personas que ganan más que el presidente de la república.
Incrementar el impuesto a la salida de divisas sobre importaciones de grandes empresas y sobre flujos de capitales millonarios; en cambio, reducir dicho impuesto sobre importaciones de empresas pequeñas y medianas.
Reducir el presupuesto militar y policial, sobre todo por medio de una moratoria en la compra de armamento e instrumental de espionaje y similares.
A todo funcionario público con un salario que supere los 3 mil dólares mensuales, pagar ese diferencial salarial con dinero electrónico.
Reducir el IVA de 12 a 10% con el fin de fomentar la demanda interna, e incrementar el Impuesto a los Consumos Especiales.
Subsidiar el transporte público para que éste sea gratuito en el caso de menores de edad, personas con discapacidad y tercera edad.
Transparentar el manejo de las cuentas del sector público (incluyendo la eliminación de la cuenta única del tesoro y su reemplazo por cuentas específicas).
Cobrar inmediatamente las deudas que varios grandes contribuyentes mantienen con el Servicio de Rentas Internas, así como controlar la subfacturación en aduanas.
Recuperar inversión pública reemplazando burocracia no productiva por empleados públicos productivos (p.ej. eliminar instituciones públicas innecesarias y recuperar empresas públicas como Enfarma).
No privatizar empresas públicas, en especial aquellas que generan importante rentabilidad al Estado (como CNT).
Incrementar los aranceles a bienes de consumo de lujo y artículos suntuarios.
Exigir una fracción del patrimonio de grandes empresas y de la banca como contribución para enfrentar la crisis económica. Dicha contribución debería usarse exclusivamente en los sectores sociales.
Medidas financieras
Desde la banca pública, fomentar masivamente el crédito productivo para empresas medianas y pequeñas, cooperativas y asociaciones, sector informal, priorizando a los campesinos y otros sectores rurales.
Otorgar créditos y microcréditos pre aprobados incluso usando dinero electrónico para acceder a sectores actualmente no bancarizados (aquí se podría aprovechar la banca pública y el Banco del Pacífico, en vez de venderlo).
Brindar mayor apoyo a cooperativas, cajas de ahorro, y otros mecanismos alternativos de financiamiento.
Eliminar comisiones por servicios bancarios, incluyendo aquellas por dinero electrónico.
Medidas productivas
Transformar el bono de desarrollo humano en un bono productivo, de mayor monto y que vaya atado al incentivo de que, quien lo recibe, pueda emprender en actividades productivas.
Dejar de fomentar y hasta prohibir aquellas actividades que sobreexploten a las clases trabajadoras y a la Naturaleza. Esto incluye:
suspensión de todas las actividades que fomentan la cuasi esclavitud laboral o el subempleo como mecanismos de ampliación de las ganancias;
suspensión de minería a gran escala (que sufre de varias ilegalidades que deben resolverse inmediatamente), sobre todo en fuentes de agua;
no ampliación de la frontera petrolera en el sur del Oriente.
Instrumentar programas de empleo público a gran escala como, por ejemplo, construcción masiva de viviendas de interés social.
Brindar seguimiento, asistencia técnica y apoyo permanente a emprendimientos pequeños y medianos.
En el caso de empresas en crisis, permitir que se pueda pagar en acciones parte de los salarios a cambio de que no existan despidos y se sostenga el empleo.
Suspender la eliminación del subsidio al diésel con la condición de que el transporte público y el sector industrial vayan migrando su consumo energético hacia electricidad u otras fuentes renovables (con apoyo estatal en el caso de sectores pequeños y medianos).
Reducción drástica de toda tramitología necesaria para desarrollar actividades productivas.
Fomentar políticas de redistribución de los activos productivos (p.ej. expropiación de tierras no utilizadas, contribuciones de capital de grandes empresas para enfrentar la crisis) así como garantizar el acceso a la tierra y el agua a los campesinos (incluso promoviendo una auténtica reforma agraria).
Crear un fideicomiso financiado con un determinado porcentaje de las utilidades de bancos y empresas de grupos económicos para apoyar programas de soberanía alimentaria en coordinación con el campesinado. La administración del fideicomiso podría incluir a representantes del movimiento indígena, facultades de estudios agrarios entre otros sectores de interés.
Medidas laborales y de seguridad social
Definir aquellos sectores donde sea viable un incremento salarial para reactivar la demanda agregada y el consumo.
Impedir la privatización de la seguridad social, pero transparentar su administración (incluso, de ser necesario, con auditorías internacionales).
Crear un esquema para reducir el aporte patronal a la seguridad social en empresas pequeñas y medianas, y compensar esa reducción con un incremento del aporte patronal en empresas grandes (bajo un esquema de seguridad social solidario).
Usar una fracción de las pensiones por jubilación más elevadas para crear un fondo que financie una jubilación mínima y decente para toda la población.
Medidas de comercio interno y externo
Fomentar masivamente la consolidación de mercados populares que comercialicen el producto de pequeños artesanos, campesinos, agricultores y demás.
Incrementar el bono de desarrollo humano en el caso que se lo use en el consumo de productos de mercados populares (p.ej. entregar bonos de alimentos o similares que solo puedan usarse en dichos mercados).
Canalizar compras públicas de forma masiva a productos de la economía popular y solidaria para ampliar sus mercados.
Crear centros de acopio populares que permitan garantizar a los productores agrícolas y ganaderos un precio adecuado a sus productos sin sufrir de los males de la intermediación o especulación. La administración de esos centros de acopio podría dejarse a cargo de las comunidades locales.
Eliminar aranceles para las importaciones de insumos para la producción de empresas pequeñas y medianas, a cambio de incrementar los aranceles para la importación de insumos de empresas grandes.
Suspender el tratado de libre comercio con la Unión Europea, así como suspender la negociación de otros tratados comerciales.
Suspender cualquier firma de Tratados Bilaterales de Inversión.
Medidas monetarias
Crear una administración más democrática del Banco Central del Ecuador, con participación en su directorio no solo de representantes del gobierno central sino, también, de otros sectores de la sociedad civil (p.ej. universidades, gremios, movimientos sociales entre otros).
Devolver el manejo del dinero electrónico al Banco Central y extender su uso solo a la banca pública.
Fomentar masivamente el uso de medios alternativos de pago, los cuales incluso podrían usarse para financiar crédito a pequeñas y medianas empresas, pagar impuestos y servicios sociales con importantes descuentos.
Todas estas medidas buscan generar debate, discusión e incluso motivar a que muchos otros sectores también presenten sus propuestas. El principal objetivo es que enfrentemos a la violencia y la represión con más debates, más ideas, argumentos y propuestas. El vandalismo ciego y sin sentido no es la solución. Lo que requerimos, con urgencia, es una rebelión social consciente de que el principal objetivo es alcanzar días mejores para los estratos explotados y empobrecidos del país y consolidar una sociedad más justa, equitativa y democrática.
Alberto Acosta y John Cajas-Guijarro: Economistas ecuatorianos.