Las no reglas de la explosión social en Chile, la bestia peluda y la cándida bella durmiente que despierta al beso de la protesta.

Despertamos todos juntos y nos encontramos que no sólo nos estaban metiendo el palito en el ojo, sino en todas las cavidades posibles, nos hemos levantado con furia incontenible, no para que terminen los gorilas peludos de meternos esos palitos, sino también que caigan fuera los lindos profesionales jóvenes que se han instalados en los sillones del parlamento y los municipios a afilar sus palitos para ensartar incautos, que aún quedan –aunque cada vez menos- .



Las no reglas de la explosión social en Chile, la bestia peluda y la cándida bella durmiente que despierta al beso de la protesta.

Jaime Yovanovic (Profesor J)

Teniendo en consideración que hace tiempo se han visto señales de que vamos –nos llevan- al precipicio, podemos decir que la dictadura en Chile  nunca ha terminado y ha sido un mero trámite engañoso el hecho de que los militares hayan entregado el gobierno a la partidocracia y extensos sectores de la población han vivido semidormidos como hipnotizados disfrutando ciertos placeres hedonistas que han alimentado el conformismo junto con las tarjetas endeudadoras que han ido apretando el cuello de los que hoy día patalean y de los abusos que se ha cometido con nuestros cuerpos mientras estábamos dormidos soñando las maravillas del consumismo e irradiando mensajes por el espacio que atrajeron a cuanto inmigrante escapaba de las crisis del capitalismo en sus (por decir “sus”) países y que venían a buscar sus dosis de sueño hasta que despertamos todos juntos y nos encontramos que no sólo nos estaban metiendo el palito en el ojo, sino en todas las cavidades posibles, nos hemos levantado con furia incontenible, no para que terminen los gorilas peludos de meternos esos palitos, sino también que caigan fuera los lindos profesionales jóvenes que se han instalados en los sillones del parlamento y los municipios a afilar sus palitos para ensartar incautos, que aún quedan –aunque cada vez menos- .

 

La solución de la crisis para el gobierno es abrir las rejas y soltar la jauría uniformada, que como en el planeta de los simios, saltan y se encaraman en las paredes y rejas de las casas, metiéndose en balcones y habitaciones a pillar bellas durmientes y fabricar descendientes al pelo, mientras otros abren los supermercados para seducir a los semidormidos que como zombis se arrojan a llenar carritos con lo que pillan, en una especie de desahogo donde se juntan los intereses de algunos que juegan al caos y otros que arman la trampa para justificar la represión al pueblo y deslegitimar la justa ira popular contra todos esos gorilas y partidocracia de peludos y de buenos mozos o bellas pinturitas huecas hábilmente manipuladas por los comités centrales ansiosos y babeantes adoradores de los sillones del poder.

 

Siendo así la cosa, aunque lo digan de otra manera más refinada, tenemos que fuera de los miembros del gobierno, sus partidos aliados y los milicos, ya que todos están en el mismo saco lleno de papeles con los que alguien se ha limpiado el traste, están por el otro lado los partidos de oposición y extraparlamentarios, todos ellos interesados en acabar con el otro bando para subirse ellos al escenario a dirigir la fiesta debido a que según ellos son los que deben ir a la cabeza de los demás porque así lo dicen las escrituras, son lindos y algunos se afeitan parte de la cabeza para parecer chorogallos.

 

Estos señores de la oposición, quieren ahora hacernos creer que la salida  es la asamblea constituyente, es decir, la creación del espacio donde se juntarán por votación popular, a dedo o a punta de bayonetas, los diferentes políticos a “negociar” las reglas del estado, es decir hacer lo mismo, que la mona se vista de seda. Así el pueblo se deja de revolverla, se queda quieto y vuelve a dormir como vampiro satisfecho, y ellos, los lindos, se agarran en el ring de la oratoria y se sacan la madre “en nombre” del pueblo, el soberano, que no tiene arte ni parte en la mesa del patrón.

 

Ese parece ser nuestro destino, seguir formando parte del menú de los chupacabras de los partidos políticos, pero si dejamos de lado tanta cháchara, fake news y posverdad, veremos que en todas partes se están agrupando vecinos para “hacer algo” (y rápidamente corren veloces los militanttes de partidos gritando “Albricias, albricias, he aquí la buena nueva, y traigo el remedio que todo lo cura, la solución de los pobres y etcétera: que ustedes me pongan en la cabeza y luego todos hacen lo que yo hago, si voy por aquí me siguen todos, pero si voy por allá, pues por allá nos vamos …) y de esa manera se juntan, se miran, se escuchan  y van decidiendo no hacer caso de los de arriba, los burócratas de los partidos y los milicos, y si alguno pregunta ¿Entonces qué hacemos? No buscar respuesta, sino tratar de ver si la pregunta se instala en todos y cada uno o en muchos. Desde la pregunta tejernos en cada lugar, entender que el mundo está ahí, entre ustedes y no allá afuera en los libros o análisis de los sociólogos e intelectuales. No señor. El mundo son ustedes, los sujetos protagonistas de la vida, de modo que organicen esa vida, los cuidados, la salud, el alimento, en fin las cosas mínimas con las cuales sentirse que la red de circulación de afectos y energías los va transformando de sujetos individuales en sujetos comunitarios.

 

Hay muchos ejemplos de como se van juntando por barrio, aprenda como diferenciar a los que tienen ases en la manga y trabajan para llevarnos detrás de los que luchan por el poder central. Haga lo suyo en su liugar, no espere que vengan los salvadores de la patria a vender sus pomadas.

Adelante!

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