Se ahonda la crisis política, sube la tensión y temor ante amenazas de violencia en La Paz
La crisis política en el país y las amenazas de violencia y enfrentamiento alcanzaron la noche de este sábado la cúspide con quema a propiedades privadas, ataque a medios de comunicación y emboscadas contra manifestantes opositores, mientras las posibilidades de diálogo para pacificar el país se desvanecieron a las pocas horas de haberlo lanzado el presidente Evo Morales quien emprendió viaje rumbo al Chapare.
La decisión de rechazo por parte de Comunidad Ciudadana y Bolivia Dice No a cualquier intento de diálogo, dejó virtualmente solo a Morales para decidir por cuál vía quiere terminar su carrera en el poder: anular las elecciones convocando a nuevos comicios o por la presión popular instalada hace 18 días en calles de casi todas las ciudades capitales del país.
Morales no ha dado señales de atender los pedidos de renuncia y al contrario llamó a los movimientos sociales que lo apoyan, a movilizarse para defender el proceso de cambio, todo bajo su mando y poder. Este llamamiento tuvo su inmediato eco en el Chapare y en alguna parte de la ciudad de El Alto.
La Policía Boliviana se declaró amotinada, mientras las Fuerzas Armadas aseguraron que no se enfrentarán a su pueblo. El exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas dijo que eso significa que Morales ha perdido el respaldo de las Fuerzas Armadas y un analista cruceño vio un virtual vacío de poder.
La tensión creció después de la emboscada de parte de afines al MAS, a un convoy a flotas con manifestantes opositores dejando al menos unas 30 personas heridas. Sin embargo la respuesta fue casi inmediata con la quema de la casa del gobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez, la dimisión del alcalde orureño Saúl Aguilar, la renuncia bajo presión del Gobernador Juan Carlos Cejas y el Alcalde de Potosí, Williams Cervantes, todos militantes del MAS.
En varias ciudades capitales creció la efervescencia ciudadana que se sintió respaldada por el motín policial en escala nacional que ya salió del control del Ministerio de Gobierno. Al mismo tiempo se realizaron cadenas de oración que clamaban paz para los bolivianos.
Sin embargo estas intenciones contrastan con los mensajes que salieron cerca de la media noche, cuando el diputado Rafael Quispe, quien cumple una huelga en la Asamblea Legislativa, difundió imágenes de jóvenes que trasladaban barricadas de fierro a las esquinas para evitar que grupos de masistas tomen el control de la Plaza Murillo.
Minutos después de la dirigente de las esposas de policías Ruth Nina, clamaba a la ciudadanía apoyo para que vengan a reforzar el control en plaza Murillo, porque muchos policías de la UTOP subieron a El Alto a cubrir a sus compañeros de la EPI de ciudad Satélite, amenazados por gente del MAS. La señora difundía la misma información sobre el acercamiento de “hordas masistas” que venía con la intención de tomar control no solo de la plaza sino de la misma UTOP.
A este ambiente de incertidumbre y temor, se sumaron las advertencias del líder cívico cruceño Luis Fernando Camacho, quien a través de su cuenta twitter, alertaba que “salieron seis vehículos del Chapare con gente entrenada y con armas”, con la misión de atentar contra su vida. Otras fuentes hablan del arribo de un avión venezolano con armamento que sería trasladado a la Sede de Gobierno.
“Me recomiendan que lo haga público para que la población me ayude en revisar los vehículos que van de Cochabamba a La Paz”, dijo Camacho, mientras desde el Chapare se advertía que grupos de cocaleros se estaban armando para esperar a los buses de jóvenes cruceños que anunciaron su salida rumbo a La Paz.
Morales se reunió con los sindicatos de cocaleros que protagonizaron una masiva marcha de apoyo al presidente, donde algunos mostraron como arma de defensa machetes agrícolas. Con las seis federaciones acordaron defender la “democracia verdadera” y realizar el martes un cabildo en la ciudad de Cochabamba.
Coincidente con esta movilización, grupos de masistas enardecidos tomaron control de la autopista La Paz-El Alto para impedir la llegada de las delegaciones del interior. De acuerdo a vecinos de la ciudad de El Alto, en horas de la noche, otros manifestantes se acercaban al puente Vela, de acceso principal a esa ciudad, con la intención de tomar bajo su control.
El presidente del comité cívico de Potosí, Marco Pumari, anunció el arribo de 1.500 mineros a La Paz en las próximas horas para sacar del poder a Evo Morales, mientras la Defensora del Pueblo habló del traslado de al menos unos 3.000 mineros que apoyarían la movilización de los cívicos.
Los activistas del MAS anunciaron que controlarán todas las vías de acceso a La Paz, no solamente de El Alto sino por otras alternas, a fin de que la gente movilizada en la Sede de Gobierno no reciba apoyo.
Camacho alentó desde el twitter al pueblo boliviano, a continuar porque “la victoria de nuestra Bolivia ya está cerca y tendremos mucho tiempo para festejar cuando recuperemos la democracia. Pero ahora, enfoquemos el paro cívico, usando todas nuestras fuerzas y nuestras oraciones para cumplir nuestro objetivo”, escribió.
En el frente gubernamental, este sábado se produjeron varias renuncias de algunos servidores públicos en el Ministerio de Culturas, además de la dimisión del embajador de Bolivia en Paris, el ex general de la Fuerza Aérea de Bolivia, Gonzalo Durán, argumentando la crisis política interna.
El tenso ambiente se respira treas el hallazgo en un garaje del Estado de un arsenal de bombas molotov que fue desmantelado por la Policía Boliviana´. Igualmente encontraron materiales explosivos en la sede de la Confederación de Interculturales del MAS y en forma simultánea, denunciaban que en las oficinas de la Confederación de Luz y Fuerza habrían depositado cartuchos de dinamitas para la movilización de los grupos afines al MAS.
Todo indica que con el arribo de mineros, jóvenes cruceños y de otras delegaciones que apoyan a los cívicos y los cocaleros del Chapare que pretenden llegar en defensa del proceso de cambio, la ciudad de La Paz será escenario de agitados días de convulsión, muy coincidente con la advertencia del Ministerio de Defensa, Javier Zabaleta, de que estábamos a pocas horas de recoger decenas de muertos por enfrentamientos entre ambos en La Paz.