El Partido Comunista no asistirá a una serie de reuniones programadas para este jueves entre los partidos de oficialismo y oposición para avanzar en una nueva Constitución. Mientras que desde el Frente Amplio reiteraron en la idea de una Asamblea Constituyente.
Los partidos reiteraron en la necesidad de plebiscito, donde la gente decida el mejor mecanismo para elaborar una nueva Constitución.
Al respecto, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, explicó que no asistirán a la reunión porque es una maniobra, para que se haga un plebiscito y se consulte sólo sobre la Convención Constituyente y no otros mecanismos.
“Esta es una negociación casi a puertas cerradas en el Congreso, entre representantes de la derecha, de una parte de la oposición y del Gobierno con un molde trazado, sin dejarle alternativa a la ciudadanía”, aseveró.
Teillier indicó que después del discurso del Presidente Piñera, muchos partidos cambiaron de opinión y están apurados en un acuerdo, por un supuesto peligro de golpe de Estado. Sin embargo, él piensa que se debe discutir con tranquilidad.
“El Presidente de La República no puede ponernos la espada sobre la cabeza para discutir estos temas. Si hubiera alguna amenaza de carácter militar, aunque no la creo, sería gravísimo, sería muy grave que se intente imponer algo por el temor o por la fuerza”, puntualizó.
Mientras tanto, el Frente Amplio indicó -a través de un comunicado de prensa- que no participarán de ninguna “cocina” e insistió además en que para ellos el mecanismo es una Asamblea Constituyente.
“El Gobierno y la derecha han insistido en su propuesta de llegar a una nueva Constitución en base a un mecanismo que la inmensa mayoría de las chilenas y chilenos consideramos que no es democrático ni legítimo al incorporar a parlamentarios en ejercicio para su redacción”, afirmaron desde el bloque opositor en alusión a la idea de una Convención Constituyente que ha ido tomando fuerza.
Asimismo, descartaron ser parte de “un acuerdo cupular que sea a espalda de la ciudadanía”.
“Respetaremos las exigencias de las mayorías ciudadanas. Reconocemos en la Mesa de Unidad Social, en los movimientos sociales que ahí participan y en el impresionante desarrollo de los cabildos y asambleas ciudadanas, a las fuerzas legítimas que impulsan las transformaciones que Chile requiere”, puntualizaron.
Cabe señalar que a la primera reunión de esta jornada, los integrantes del Frente Amplio que participaron son: Gabriel Boric, Catalina Pérez y
Gael Yeomans.
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En el contexto de varias reuniones, primero individuales por sector y finalmente mutuas, Chile Vamos anunció estar de acuerdo con una Convención Constituyente, pero rechazando un plebiscito de entrada.
Esta mañana se dieron varias reuniones paralelas entre sectores para hablar sobre un proceso constituyente.
En ese contexto, personeros de Chile Vamos ingresaron en una reunión de la oposición para anunciar su postura de realizar una Convención Constituyente con proporciones 40/40/20.
Según explicaron, las proporciones corresponde a un 40% de parlamentarios en ejercicio, los que entrarían a conformar este bloque en proporción equivalente al tamaño del bloque o los partidos y, por su parte, un 40% de asambleístas.
Ese 80% elegiría al restante 20%, que serían profesionales técnicos, por ejemplo, abogados constitucionalistas y otros profesionales técnicos que pudieran aportar en la discusión de una nueva Constitución.
Según indicaron, al finalizar el borrador sería la ciudadanía la que deberá aprobarla, a través de un plebiscito ratificatorio.
En la misma línea, dejaron claro que no querían inhabilitar a los parlamentarios a que participaran de esta Convención Constituyente, pues una propuesta que se barajaba era el eventual hecho de que aquellos que participasen fuesen inhabilitados de sus cargos para poder conformar este proceso y así se evocaran completamente a la Convención Constituyente.
Por tanto, Chile Vamos plantea que si participan parlamentarios en ejercicio, estos se mantengan en sus cargos mientras sucede la discusión.
Asimismo, aseguraron que han cedido en varios puntos, pues se barajaba en un principio que fuese un 50% y 50% quienes conformaran esta Convención Constituyente y no contemplaba en primera instancia un plebiscito ratificatorio, sino, que fuera el congreso quien aprobara la Carta Fundamental.
La oposición responde
La propuesta fue presentada a la oposición, donde diversos sectores señalaron no apoyarla pues se elimina la figura de plebiscito de entrada.
El senador Guido Girardi (PPD) dijo que “en estas condiciones no hay ninguna posibilidad” y que “debemos volver al mecanismo que nosotros hemos planteado, (…) que los ciudadanos decidan, que restablezcamos la Asamblea Constituyente, restablezcamos el plebiscito y que sean los ciudadano y ciudadanas que resuelvan esta materia”.
El mismo rechazó manifestó el presidente del Partido Socialista, Alvaro Elizalde, quien enfatiza que hubo un retroceso claro en lo que se había podido conversar durante la jornada del pasado miercoles en el Congreso.
“Nosotros tenemos voluntad de dialogo y obviamente siempre hay que seguir conversando, pero la propuesta que ha hecho hoy el oficialismo es profundamente antidemocrática”, sentenció.
Agregó que “menos de la mitad de quienes van a redactar la constitución van a ser elegidos por la ciudadanía y un 20% va a ser designado. Quieren volver a la lógica de los designados”.
“¿Por qué le temen a la gente? Se niegan al plebiscito habilitante del proceso, el plebiscito que inicia el proceso. Hoy las posturas están más lejanas que ayer, porque ellos han hecho hoy una propuesta que es profundamente anti democrática”, señaló la autoridad.
Por su parte, Fuad Chahin, presidente de la Democracia Cristiana, lamentó el retroceso de las últimas horas, pero dice que no es tiempo para “tirar el mantel” e insta a seguir dialogando y buscando acuerdo en la misma línea.
Mientras tanto, hay quienes se han restado de estas conversaciones, por ejemplo, el Partido Comunista y algunos sectores del Frente Amplio, que dicen que volvió nuevamente la cocina al Congreso.
Estos mismos sectores aseguran que esta formula generaría mayor molestia en la ciudadanía, que espera una participación concreta, tanto en un plebiscito de entrada como también en las opciones del mecanismo para cambiar la Constitución.