Los CDR “bendicen” la coalición PSOE-Podemos
Tsunami rebaja su ofensiva y adaptará su calendario de protestas a los pasos que dé Moncloa
El nuevo panorama político español, con el anuncio de un Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos; y la voluntad de encontrar fórmulas dialogadas para el conflicto que plantean los separatistas catalanes, ha marcado un antes y un después para los responsables de organizar los disturbios. Según han informado a LA RAZÓN expertos en la materia, las movilizaciones van a continuar pero, en función de los acontecimientos, podrían moderar su virulencia.
Lo ocurrido el pasado sábado en Barcelona con las protestas convocadas por los Comités de Defensa de la República (CDR), se cita como un hecho significativo. Los extremistas habían anunciado el bloqueo de varias estaciones de ferrocarril, pero el despliegue que realizaron no se correspondía con una voluntad determinante de llevar a cabo dicha protesta hasta sus últimas consecuencias. Además, la plataforma telemática Tsunami Democratic, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, no apoyó, al menos a través de cuenta de Telegram, la acción.
Aún es pronto para saber la deriva que va a recorrer el independentismo catalán de carácter radical en las próximas semanas. Sin embargo, las citadas fuentes creen que la expectativa de que en Madrid haya un Gobierno «dialogante», al que se han pedido conversaciones con la presencia de un relator, puede condicionar el nivel de dichas protestas.
Es cierto que la CUP, cuyas juventudes, Arran, aportan un gran número de militantes a los CDR, se ha opuesto al Ejecutivo de coalición, al entender que no defiende los «derechos» de Cataluña ni la libertad de los presos.
De momento, las únicas acciones de protesta que están convocadas por parte de Tsunami y el resto de los grupos son las a desarrollar en torno al partido de fútbol que jugarán en la Ciudad Condal el Barcelona y el Real Madrid. Pero hasta el 18 de diciembre, fecha fijada para el encuentro, aún quedan muchos días.
Al permanecer en secreto quiénes son los responsables últimos de Tsunami, aunque existan fundadas sospechas sobre la existencia de un «comité político» al más alto nivel, habrá que seguir de cerca los movimientos y declaraciones de esos individuos para hacerse una idea de por dónde van a ir los disturbios.
Lo más probable –añadieron– es que la violencia se mantenga latente, con cortes de circulación y otras acciones, que causen molestias a los ciudadanos al tiempo que permiten visualizar que los extremistas siguen ahí.
Mientras, los responsables últimos de la revuelta estarán atentos a los pasos que den los líderes políticos que ya han firmado su intención de formar el Gobierno de coalición; y si se muestran flexibles con el independentismo catalán, cuyos votos necesitan para la investidura.
Una cosa es lo que piensen y digan los políticos secesionistas que están en la calle; y otra, que no tiene por qué ser coincidente, los que están en prisión. Éstos últimos contemplan con esperanza la formación en Madrid del citado Ejecutivo.