PRIMERA MINGA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN PROPIA

“Retos y Desafíos hacia los 50 años del CRIC

#MingaInternacionalPEBI

El segundo día del encuentro de la primera minga regional, nacional e internacional, compartimos la palabra de una de las comisiones y ponencias realizadas, el día 19 de noviembre de 2019.

La educación propia nace de lo que no enseña la naturaleza, de lo que nos va proporcionando las experiencias de vida. La educación no debe ser del discurso que acostumbramos a repartirle a la gente sino que se debe reflejar en las acciones dentro de las comunidades.

Como lo dice pueblo Siapidara de la costa pacífica del Cauca, «la naturaleza es el diccionario para entender la educación propia de las comunidades originarias, partiendo de las enseñanzas de la madre tierra, de los pájaros, de los ríos y montes«. Así mismo se aprender de las vivencias y de la sabiduría de cada una de las comunidades que practican sus usos y costumbres.

Del mismo modo el pueblo nasa ha ratificado que para la educación propia las familias deben retornar a la tulpa para vitalizar los valores culturales que nos lleve a respetar la madre tierra, la coherencia con el proceso organizativo, a fortalecer la lengua y la espiritualidad.

El respeto por nuestros valores culturales no solo debe ser tarea del pueblo Nasa sino que todos los pueblos para fortalecer la identidad cultural, que no lleve al respeto por la madre tierra que es esencia de la vida, teniendo en cuenta que toda cultura originario está arraigado a su entorno natural y espiritual.

Para fortalecer nutra identidad desde la educación propia las la gente que ha tenido la oportunidad de estudiar en universidades convencionales deben regresar a desaprender ideologías que no aportan a la comunidad la sabiduría comunitaria, puesto este modelo educativo está diseñado para que nos alejemos de nuestra cultura, de la lucha, del amor por la madre tierra y de nuestros usos y costumbre.

Por esa razón se debate que los jóvenes y niños deben ser educados para la vida, para aclarar y fortalecer el proceso organizativo a través de los planes de vida, para potenciar la soberanía alimentaria, para entender que la naturaleza es lo poco y último que nos queda. Debemos partir de la autocrítica que si la educación propia no cumple con nuestras necesidades de pervivencia, no vamos a lograr resistir como pueblos hasta que se apague el sol, de lo contrario el calentamiento global nos apagara a nosotros y a toda la humanidad.

En esta primera minga de educación vario expositores dan ejemplos de autonomía que ayuda a potenciar la sabiduría desde la práctica; una de las experiencia es del pueblo afro-descendiste del Patía, quienes después de ser estigmatizado por ser negras, nace la experiencia pedagógica que ayuda a potenciar su cultura, basándose en su propia manera de hacer agricultura, donde ellos descubren que el fuerte  de su identidad es la música, la danza y las recitaciones  poéticas que cuentan las vivencias del pueblo negro.

Desde movimiento de resistencia del pueblo originario Purhepecha de Cheran –Michoacan Mexico, nos enseñan que la autonomía si es posible cuando las comunidades están bien fundamentadas, su lucha educativa esta basadas en el principio de autonomía generando conciencia propias dentro de su comunidad. En primer lugar han sido capaces de salirse de un modelo tradicional basados en la política y politiquería que fueron los causantes de muchas divisiones dentro de la comunidad, de amenazas y muerte.

Esta comunidad tiene la profunda convicción que mandar obedeciendo, son las bases comunitarias quienes deciden quien va liderar a la comunidad, que tenga un fundamento crítico basado en defender su autonomía, esencia y principios como pueblos originarios.

Otras de las experiencias fue la Escuela Territorial y Agroecológica, Manuel Quintin Lame, en el resguardo pijao de Pacora, Ortega Tolima donde su educación se basa en la naturaleza como espacio de aprendizaje comunitario interétnico intercultural, en un territorio que está amenazado por los monocultivos de arroz, algodón y ganadería extensiva que ha acelerado el cambio climático y descontrol ecológico en todo el planta.

Esta experiencia educativa nació en el año 2012 promoviendo el ejercicio reflexivo, basado en los diálogos de saberes encaminados hacia el querer por la Madre Tierra. Hasta el momento han pasado niños jóvenes y adultos quienes han logrado cultivar concia, además de sembrar su propia comida orgánica para la soberanía alimentaria y la conservacion de las semillas propias y criollas.

Por último se menó que la educación propia debe responder a las necesidades de fortalecer y rescatar nutras formas de pensar y potencias las sabiduría para defender la madre tierra, la cultura y la pervivencia.

Por: programa de comunicaciones CRIC y estudiantes UAIIN