Chile: Nadar contra la corriente, pero ¿a dónde van estas aguas?
Jaime Yovanovic (Profesor J)
El que tenga certeza, está equivocado, lo que quiere decir que no debemos andar con certezas para no equivocarnos. Todo es vago y sólo podremos iluminarnos mirando entre varios desde nuestro hábitat, mundo de la vida y nicho ecológico, es decir desde lo más próximo, que viene siendo la gran familia del barrio. Miremos juntos desde el punto de partida, lo que tiene dos grandes ventajas que no se pueden repetir de las otras maneras de mirar:
Primera ventaja: ya no miro solo, por lo tanto existen menos posibilidades de equivocarnos.
Segunda ventaja: Miramos juntos desde nuestras ventanas y bajo la sombra de nuestros árboles, o sea que se trata de mirar y pensar juntos entre nosotros y además con los animales, tierra y vegetales que nos rodean, con la madre tierra.
Diferente es cuando nos sacan de nuestro barrio, de nuestros amigos, seres queridos y de la tierra que ha diseñado nuestros pasos, para encerrarnos en una escuela y nos largamos a llorar, pero por suerte somos animales de costumbres, y así la mala costumbre del desapego se instala paso a paso en nuestra personalidad para ser absorbidos poco a poco por la sociedad artificial dibujada y manejada por la economía y el consumo, por la política y el poder, por el interés y el egoísmo, etc. y donde vamos a establecer nuevos tejidos, nuevas relaciones para convertir progresivamente a nuestra madre en una desconocida, a nuestros abuelos en seres desechables, a nuestros amigos en personas fomes y sin gracia, en fin, que cuando entramos a la universidad –si es que entramos, si es que podemos entrar o si es que nos interesa- ya nos sentimos emancipados, adultos, libres en medio de las cadenas y camisas de fuerza de las redes que nos aprisionan como las deudas, las “necesidades” como tener casa y auto, y las “posibilidades” como enriquecerse y llegar lejos dentro de las metas que siembra ilusoriamente esta sociedad que nos ha formado como consumidores, electores, deudores, enfermos a partir del simple hecho de habernos separado de nuestra madre y nuestros amigos del barrio.
Al sistema le basta con disgregarnos para alimentar el individualismo, ya que todo lo hacemos en solitario como estudiar, disputar notas, ganar puestos o cargos, etc. y la sociedad teme a quienes acostumbran seguir juntos en el hormiguero humano como un lof mapuche o un ayllu andino, por ello tiende lazos por todos lados para mantenernos separados de nuestro nicho ecológico y el círculo afectivo del barrio haciéndonos creer que el hecho de andar como llanero solitario por la vida tiene sus compensaciones como que de repente el jovencito conoce una chica con quien pasar gratos momentos llenos de gratificación, chorreras de endorfinas y placeres hasta el más refinado hedonismo, que es placer individual donde el otro es instrumento de mi placer independientemente de que nos vamos acostumbrando al placer superficial y egoísta, donde prima obviamente la cultura heteropatriarcal del macho que vacía su energía reproductiva de la especie en cuanto agujero consigue por la mera reiteración de ese placer individual y que se ha trasmitido a la mujer por la fuerza de la costumbre y la dominación social que se ha establecido sobre-contra ella y que en estos últimos años ha conseguido sacarse de encima esa camisa de fuerza desplegando iniciativas y una dinámica de liberación-transformación increíble que se sigue expresando en los laberintos de la sociedad artificial construida encima del mundo de la vida como edificaciones plásticas sobre la superficie de la luna.
La expansión de la mujer no puede circunscribirse a ese mundo artificial, sino que puede volver a los orígenes, regresar al calor de la familia del barrio y contribuir allí a la expansión y liberación de todos apuntando a la reconstrucción de la libertad de la especie humana desarrollando con fuerza la política de alianzas entre las mujeres y la juventud, así como entre las madres y los hijos, teniendo como meta que todas las madres del barrio reconozcan como sus hijos a todos los hijos del barrio, niños, jóvenes y adultos, lo que podrá lograrse con actividades variadas y constantes de aproximaciones corporales y placenteras como hacer huerta juntos, reciclaje, comprando juntos, fábrica de juguetes del barrio, etc.
El poder, las instituciones y los partidos se oponen a ello, pues necesitan a la gente separada viviendo la soledad individualista para hacerla trabajar en el proceso de acumulación capitalista y hacerlas votar en las filas electorales, lo que hacen los partidos de derecha y de izquierda, por lo que esas diferencias deben ser superadas en cada barrio para no dividir la gran familia de vecinos que se reincorporan a vivir su respectivo nicho ecológico.
Los cabildos, asambleas vecinales y asambleas territoriales se dividen en dos: los institucionales que son dirigidos o manipulados por los partidos legales o ilegales que aspiran a disputar el poder del estado y los no institucionales o autónomos o apartidarios, que no están interesados en sumar fuerzas para reeditar una constitución que tenga como centro el poder y que sin tener un objetivo claro entienden que:
- No podemos volver a lo mismo, pues la izquierda y la derecha pelean por el control del aparato de poder del estado.
- Frente al poder y los apetitos por disputarlo, se levanta la democracia como contrapartida sustentada en la recuperación plena de la soberanía popular que no debe ser más delegada en representantes que después pueden darse vuelta la camiseta, sino vivida en el barrio practicándola en cada tarea, instancia, actividad o lucha que allí se haga.
- Si la partidocracia y las instituciones consiguen armar su nueva constitución envolviendo una cantidad considerables de los cabildos, especialmente a los cabildos con partidos legales o ilegales, la idea es continuar construyendo con autonomía las capacidades de administración del barrio y la instalación de las bases de otra economía autogestionario que pueda romper a futuro con los lazos de dependencia del mercado.
- La existencia de varios cabildos autónomos por comuna permitirá estudiar en conjunto las posibilidades de constituirse en municipio autónomo sin chocar con los municipios oficiales y sin entrar en actos considerados ilegales por las leyes estatales.
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