Bolivia. Lo que todos sabían y la izquerda burocrática negaba: Informe final de OEA evidencia “manipulación dolosa” de actas y procesamiento de resultados

El levantamiento popular en Bolivia contra la maniobra de Evo Morales de ir de candidato siendo que había sido rechazado por la población en plebiscito constitucional, tuvo el agravante del fraude electoral que empezó a tomar forma ante los ojos de todos cuando el tribunal electoral suspende el recuento cuando Morales iba para perder y después de varias horas, recomienza el conteo dando por ganador al que iba perdiendo, con lo que la población en todos los rincones del país salió a la calle y fue allí que la derecha se montó intentando ponerse a la cabeza haciendo el juego a Morales que rápidamente acusa maniobras de esa derecha tras un golpe que nunca hubo.
La beatificación de Evo Morales por parte de las burocracias izquierdistas que sólo aspiran a ocupar el poder aún a costa de los pueblos, ha quedado como el rey desnudo mostrando la cola del diablo por debajo de la sotana.



Informe final de OEA evidencia “manipulación dolosa” de actas y procesamiento de resultados

 

El informe fue entregado al embajador de Bolivia ante la OEA.
 

La OEA presentó este miércoles su informe final de la auditoría electoral realizada en Bolivia. En un documento con 96 páginas de análisis y más de 500 páginas de anexos, la misión del organismo evidenció una “manipulación dolosa” en actas electorales, así como en el procesamiento de datos a nivel informático, a tal punto que hacen imposible dar por válidos los resultados del 20 de octubre que divulgó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El informe fue entregado oficialmente el embajador de Bolivia ante la OEA, Jaime Aparicio, en presencia del senador Óscar Ortiz que es presidente de la Comisión de Constitución del Senado.

A nivel informático, la misión de la OEA encontró que “de manera deliberada, se construyó una estructura informática oculta, con capacidad de modificar resultados electorales, así como borrar cualquier rastro de esta actividad”.

Se detectó que se había redireccionado el flujo de datos del cómputo a dos servidores ocultos (identificados como BO1 y BO20), que no eran controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas.

Respecto al servidor oculto BO20, el informe señala que fue implementado por orden de los vocales del TSE -en ausencia de Antonio Costas- quienes dispusieron de un “asesor” que no era funcionario del Órgano Electoral, para coordinar esta tarea.

La aparición de dicho “asesor” (cuyo nombre se mantuvo en reserva) fue reveladas por un reporte de funcionarios técnicos del Órgano Electoral enviado a la OEA.

Respecto al servidor BO1, se señala que el mismo fue implementado en una red Amazon de NEOTEC, que es la empresa encargada de proveer al TSE el sistema informático de cómputo.

El documento advierte que “se mintió respecto a la configuración real del servidor oculto BO1” y que el mismo -según el informe de Ethical Hacking, empresa encargad de auditar el sistema- fue usado a solicitud del TSE para observar los resultados antes de su publicación.


Se muestra  en rojo a los dos servidores ocultos.

Según el informe final, ese tipo de hechos más la suspensión del TREP entre el domingo 20 de octubre y el lunes 21, forman parte de las acciones deliberadas para manipular el resultado electoral.

También se detectaron otras irregularidades, como ingreso a la base de datos de parte de la empresa NEOTEC, incluso después de iniciar la auditoría, a pesar de que había una solicitud expresa para no hacerlo.

Las actas

El informe sostiene que “los auditores detectaron diversas adulteraciones, falsificaciones y manipulaciones en el llenado” de las actas.

Como ejercicio, la misión de la OEA estudió una muestra de 4.692 actas, que sólo representan el 13,5% del total, y se identificó que en 86 recintos electorales hubo dos o más actas que fueron llenadas por una misma persona, lo cual no está permitido.


Extracto de un acta llenada por una sola persona en Sacaca.

Esta irregularidad se encontró en 226 actas, sin embargo, el texto recalca que este dato sólo corresponde al 13,5% que es la muestra analizada, pero de seguro las irregularidades serían mayores al analizar el 100% de las actas.

“Muchas de estas actas, además, tienen la particularidad de presentar un porcentaje cercano al 100% de votos para el partido oficialista”, señala el informe.

Indica además que, en algunas actas analizadas, las firmas de los jurados insertas en los originales no se corresponden con las respectivas copias químicas.

También se observó un total de 3.022 actas que presentaron diferencias con relación a la sumatoria de los votos de partidos más los votos en blanco más los votos nulos, cuyo resultado debería coincidir.

Se advierte también que se encontró 12,925 actas (37% del total) que contenían observaciones y de las cuales el 18% correspondieron a cambios / correcciones en la cantidad de votos registrados para la elección presidencial.

En ese marco hubo incluso cuatro casos en que las imágenes de actas del entregadas a los auditores eran distintas a las publicadas por el TSE.

Otras irregularidades

“El análisis realizado por el equipo auditor reveló que la cadena de custodia de las actas fue extremadamente frágil” y que, asimismo, no existió un protocolo específico de custodia del acta luego de su recepción en los Tribunales Electorales Departamentales.

Observa también que el hecho de que hayan existido actas electorales quemadas evidencia la falta de resguardo, de previsiones adecuadas y la poca coordinación de los TEDs con las fuerzas de seguridad.

 

Ver el informe final de 95 pág:

http://www.oas.org/es/sap/deco/Informe-Bolivia-2019/0.1%20Informe%20Final%20-%20Analisis%20de%20Integridad%20Electoral%20Bolivia%202019%20(OSG).pdf