Chile: las garras del capital y la partidocracia se extienden sobre los cabildos

Los cabildos, las comunidades, las organizaciones sociales y las asambleas de vecinos son los portadores de la soberanía popular y capaces de transformarla en formas democráticas de compartir el nicho ecológico del barrio y la localidad para aprender a administrar los asuntos de todos, volver a la relación con la madre tierra y recuperar el común de la especie humana destruido por el patriarcado.
Ante ese peligro que amenaza la reproducción del capital y del poder, se estableció la santa alianza entre los que disputan el poder y la centralidad del estado colonial.



Chile: las garras del capital y la partidocracia se extienden sobre los cabildos

Jaime Yovanovic (Profesor J)

Los cabildos, las comunidades, las organizaciones sociales y las asambleas de vecinos son los portadores de la soberanía popular y capaces de transformarla en formas democráticas de compartir el nicho ecológico del barrio y la localidad para aprender a administrar los asuntos de todos, volver a la relación con la madre tierra y recuperar el común de la especie humana destruido por el patriarcado.

 

Ante ese peligro que amenaza la reproducción del capital y del poder, se estableció la santa alianza entre los que disputan el poder y la centralidad del estado colonial –que viene desde la colonia y la mantiene con la ocupación de los territorios ancestrales-, así como los reducidos sectores de población que viven como clientes y subordinados a ese poder y ese estado centralizado, por lo que defienden la llamada paz de los sepulcros, la paz con represión y disciplina cuartelaría que requiere la reproducción del capital, el despojo de tierras y cuerpos y la nueva caza de brujas que han salido a defenderse señalando a los patriarcas violadores y asesinos.

 

El gobierno, las fuerzas represivas y las firmas de los parlamentarios, se están utilizando para golpear, dividir y debilitar la explosión social que ya se ha debilitado de por sí debido a que las multitudes han comenzado a tomar conciencia de que están como el quijote de la mancha arremetiendo contra los molinos de viento y resulta más efectivo volcarse en cientos de cabildos, comunidades y asambleas de vecinos que se preparan como los liliputenses para agarrar y someter al gigante por todos lados, cada quien en su espacio, ya que la continuidad en el centro sólo favorecen los intereses de los de arriba.

1.Gana el gobierno, que demora toda conversación y golpea selectivamente para inutilizar los esfuerzos de los manifestantes y hacerlos aparecer como tropa de delincuentes.

2.Gana la partidocracia, pues lanza a las movilizaciones sus partidos parlamentarios, extraparlamentarios, rebeldes e ilegales, camuflándose detrás de la Mesa de Unidad Social, donde todos saben que se trata de organizaciones debidamente controladas por esos partidos.

 

El pueblo ha seguido manifestando porque se le ha hecho creer que mientras más denunciemos, más posible es que caiga el gobierno, lo que no es cierto, pues hasta se ha dado el lujo de esconder a la jauría golpista “para tiempos mejores o de necesidad”, o sea que si hace falta se abren las puertas y salen los tanques y aviones a disciplinar a la chusma.

 

De allí que ha resultado pertinente transformar el tsunami social en constantes olas y marea que inunden los barrios para comenzar allí a realizar las necesidades y las demandas en vez de pedírselas al estado, al gobierno o a los diputados y senadores que están firmando todo lo que el gobierno les pone por delante, sin percibir que están firmando su sentencia de muerte, pues el pueblo no olvidará tan fácilmente las maniobras y mentiras de los niños maravilla de la wiskisquierda del frente tan amplio que llegó hasta a la derecha, en especial Boric, Jackson, Sánches y cohorte.

 

La partidocracia percibió que estaba quedando aislada entre  los factores del antagonismo: el estado y la población, de modo que para superar las firmas bochornosas de los interesados en mantener sus puestos parlamentarios de sillones del poder y migajas de la torta, los mismos con sus disfraces de “sociales” decidieron con la Mesa de Unidad Social, salir a la batalla sin pelear para colocarse de referente ante la población y traer de vuelta la dinámica de masas detrás de ellos, los lindos, que serán los interlocutores y “representantes” del pueblo insurrecto que se está organizando en los barrios en los cabildos y asambleas vecinales y ya están propagandizando que las ideas de los cabildos para una nueva constitución se las hagan llegar a ellos, o sea que quieren ser el embudo o cuello de botella por donde pase el pueblo que está recorriendo las anchas alamedas para caer en la boca del lobo, la cueva del león, las patas de los caballos y la comida del chancho.

 

Esta última maniobra se instala como división dentro del pueblo, pues los que les siguen al intentar convencer a los cabildos que entreguen sus conclusiones, ideas y propuestas a esta tropa de oportunistas, los están llevando al matadero de la dependencia y del suicidio, pues así se acaba la aventura del rescate de la soberanía popular para volver a la delegación, a la entrega de la soberanía a la partidocracia que hará con ella lo que le exige el capital, de modo que ante la insólita e insultante propuesta de aquella mesa de partidos camuflados, la mejor respuesta no es el ataque o el insulto, sino el rescate de la capacidad propia de funcionar sin esos intermediarios paracaidistas convidados de piedra que quieren ir a la cochiguagua de la potencia social haciéndose los importantes e imprescindibles haciendo funciones de correveidile y chicos de los mandados para demostrar que sirven para algo cuando ya los hemos desnudado en su verdadera función de compartir el poder hasta absorberlo todo y aplicar la mano dura al pueblo que han engañado como hacen los dictadores Ortega de Nicaragua, Maduro de Venezuela y el huido Evo Morales de Bolivia.

 

En vez de entregarle nuestros sueños a esos tramposos, la idea es que los llevemos a cabo en el barrio y hagamos llegar lo que queremos decir sobre la constitución al parlamento y a la asamblea constituyente. Que igual no nos van a dar bola, pero ya no interesará si avanzamos en nuestros barrios en el cambio civilizatorio paso a paso.

 

Ahora la tarea es aunar esfuerzos para el éxito del Encuentro Plurinacional de Cabildos Autónomos, Comunidades y Asambleas Vecinales sin partidos, no para llegar a un denominador común, sino para mostrar la diversidad de intereses y subjetividades, así como la capacidad de escucharnos y entendernos horizontal y democráticamente.

 

Jaime Yovanovic (Profesor J)

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