Argelia, tras unas elecciones con la participación más baja de la historia del país: “Va hacia un camino incierto”

Argelia vive una etapa de incertidumbre desde hace casi un año. Una tensión que no se ha solucionado con las elecciones, que fueron pospuestas dos veces. Miles de argelinos siguen saliendo a la calle para pedir un cambio real y no la continuidad del régimen de Boutflika, con casi todos los candidatos afines, muchos de ellos tuvieron, incluso, cargos en su gobierno.



Argelia, tras unas elecciones con la participación más baja de la historia del país: “Va hacia un camino incierto”




 

Los argelinos llevan diez meses ininterrumpidos movilizados en las calles y van a seguir saliendo. Pero, ¿hasta cuándo?. Los resultados de las elecciones de este jueves, que dieron la victoria a Abdul Majid Taboun, exministro de Boutflika, y su desarrollo no han transcurrida con normalidad ante manifestaciones y el boicot a los comicios. El el movimiento popular Hirak (movilización en árabe) desconfía de estos datos y considera que “están manipulados” y que el “statu quo” continúa.

Argelia vive una etapa de incertidumbre desde hace casi un año. Una tensión que no se ha solucionado con las elecciones, que fueron pospuestas dos veces. Miles de argelinos siguen saliendo a la calle para pedir un cambio real y no la continuidad del régimen de Boutflika, con casi todos los candidatos afines, muchos de ellos tuvieron, incluso, cargos en su gobierno.

 

“La transición de Argelia va hacía una dirección incierta”, explica al diario 20minutos el periodista freelance en Túnez y politólogo, Ricard González. “Yo creo que es el inicio hacia un camino incierto. Por un lado, el presidente electo ha dicho que su prioridad es reformar la constitución y aprobarlo por referéndum. Se entiende que va a ser hacia una transición democrática. Sin embargo, en el Hirak desconfían de sus intenciones y consideran que todo esto es simple maquillaje y que no va a cambiar nada en el país“, apunta.

 

El Hirak continúa en la calle

El Hirak dice que “ellos van a continuar hasta el final. No van de cansarse de manifestarse hasta conseguir la libertad para Argelia”. Se trata de un movimiento creado de forma “espontánea y sin líderes”.

 

“ElHirak es interclasista, hay gente de todo tipo. Hay muchos jóvenes, pero no solo jóvenes. Gente de clases sociales muy diferentes, que parece que se han juntado de una manera espontánea. No hay líderes claros. Existen algunos personajes que son un poco referentes para el movimiento, como el abogado Mustafá Buchachi, pero no hay una dirección clara”, asegura Ricard González.

 

Éstos van a seguir saliendo a la calle, y no se sabe hasta cuándo. Lo que quieren es “derrocar el gobierno”, no están contentos con gestos y piden un cambio radical.

 

Dudas sobre los resultados

Taboun, 74 años, obtuvo el 58.15% de los votos, para convertirse en presidente de la primera vuelta, de acuerdo con lo que la Autoridad Electoral Nacional Independiente (AINE), una especie de Junta Electoral creada en septiembre, a la espera de la confirmación final y la aprobación de estos datos por el Consejo Constitucional después de que finalice el período de apelaciones.

“La AINE es la primera vez que se ha creado. Sus miembros fueron elegidos por una parte del gobierno. La oposición desconfía de su verdadera independencia”, señala el periodista. ”Yo creo que seguramente es una organización más transparente que la que había antes, que era el Ministerio Interior. Ahora bien, sin la presencia de observadores internacionales, es difícil saber hasta qué punto los resultados son fiables o no”, añade.

Lo cierto es que Argelia no pidió observadores internacionales y tampoco y tampoco los llegó a ofrecer nadie. Por todo ello, los manifestantes no se creen los resultados y consideran que están “manipulados”. Al no poder descubrir hasta qué punto tienen credibilidad estos resultados, lo que se ha llegado a saber González es “los funcionarios, sobre todo de algunas categorías concretas, se les forzó para que fueran a votar”.

La tasa más baja de participación de la historia de Argelia

Con la tasa de participación más baja de la historia de Argelia, un 39,83%, en torno de diez puntos por debajo de la registrada en 2014, este viernes, el exministro Abdel Majid Taboun se ha convertido en el octavo presidente del país y el primer sucesor electo de su antiguo aliado Abdelaziz Bouteflika, quien fue derrocado por una revolución popular en abril de este año.

Aun así, el Hirak esperaba menos participación (algunos llegaron a decir un 15%), tras llamar en varias ocasiones a la abstención. ”Bastante gente fue a votar porque quiere estabilidad y tiene miedo de lo que puede pasar en el futuro si continúan las preguntas”, explica el freelance. 

“El candidato Abdul Majeed Tabun obtuvo cuatro millones y 945 mil votos (Argelia tiene más de 42 millones de habitantes), o 58.15%”, en las elecciones que registraron un amplio boicot y en un contexto cargado de tensión “, aseguró el presidente de la AINE , Mohamed Sharafi, en una rueda de prensa organizada para anunciar los resultados electorales. 

Según la AINE, los resultados fueron los siguientes: Abdul Majid Taboun con 58.15%, seguido del islamista moderado Abdelkader Bengrina con un 17,38%, Alí Benflis con un 10,55%. Después van Izz al-Din Mihoubi con 7.26% y Abdel Aziz Belaid con 6.66%. 

La larga trayectoria política de Abdul Majid Taboun

El nuevo presidente, Abdul Majid Taboun, ha sido tachado como el “candidato oculto” del régimen y él se defiende diciendo “que ha servido durante cincuenta años al país” y lo que quiere hacer es modificar la Constitución en “los tres primeros meses”. Elegido por casi cinco millones de personas, de los 42 millones de población, el presidente electo lleva trabajando desde 1970 en la Administración pública.

Aunque asegura que “va a tender la mano al Hirak”, el movimiento no va tendérsela y va a continuar protestando. “Si no libera a los presos políticos, dudo que se pueda abrir un verdadero diálogo entre ambos”, concluye González.

Taboun, inmediatamente, después de graduarse de la Escuela Nacional Superior de Administración en la década de 1970, trabajó como Secretario General en las Wilayats (la organización territorial del país) de Djelfa (centro), Adrar (suroeste), Batna (este), Msila (centro), y trabajó como gobernador de Adrar, Tiaret (oeste) y Tizi Ouzou (centro).

Se convirtió en ministro por primera vez en 1991 bajo la presidencia de Chadli Bendjedid (1979-1988). Durante este período asumió el cargo de ministro de la Delegación de las Comunidades Locales (1991-1992) y luego como ministro de Comunicación y Cultura.

Años más tarde, el presidente Abdel Aziz Bouteflika le nombró, después de su elección en 1999, como ministro de Vivienda y Urbanismo y mantuvo su cargo hasta 2002. Diez después, volvió a hacerse cargo del Ministro de Vivienda en 2012, y ocupó al mismo tiempo la cartera de Comercio durante varios meses.

En 2017 ocupó de nuevo la cartera de Vivienda y Urbanismo, pero fue durante noventa días, desde mayo hasta que fue expulsado en agosto, el período más corto como ministro en la historia del país.

Pero nunca un despido fue tan bien cotizado. Abdel Majin aprovechó al máximo su destitución tras sus ataque contra empresarios cercanos al régimen, la mayoría se encuentran en prisión por corrupción, para hacer campaña. Todo ello, para hacer creer a la población de que él se aleja del régimen, y así pasar por alto sus años de servicio para el Estado.

En su intento de desmarcarse, se presentó como independiente a los comicios, dejando a su partido, el Frente Nacional por la Liberación. Su victoria se produjo a pesar de que su formación apoyó al candidato de la Asamblea Nacional Democrática (socio del FNL y considerado de la oligarquía) , Ezzedine Mihoubi. Con ello, ganó a las organizaciones civiles.