En una vuelta tuerca más tras el ataque estadounidense que segó la vida del general iraní Qasem Soleimani, el Parlamento iraquí ha aprobado este domingo la expulsión de las tropas estadounidenses y extranjeras desplegadas en el país para luchar contra el autodenominado Estado Islámico y el cierre del espacio aéreo para actividades militares de Washington. Una resolución de complicada ejecución adoptada en una sesión extraordinaria boicoteada por suníes y kurdos y con el obstáculo adicional de un Gobierno en funciones.

A la sesión, que ha tenido que aplazarse varias horas hasta lograr el quórum necesario, solo han acudido 168 de los 329 diputados y ha comenzado con sus señorías gritando desde sus bancadas “No a América” y “No a Israel”. El proyecto de ley sometido a votación contaba con la firma de 170 parlamentarios y, en su cuatro puntos, exige al Ejecutivo iraquí la cancelación de la ayuda prestada a la coalición internacional contra el autodenominado Estado Islámico liderada por EEUU.

“El Gobierno debe trabajar para poner fin a la presencia de fuerzas extranjeras en su territorio y evitar que se use sus espacios aéreo, terrestre o marítimo para cualquier finalidad”, esboza la resolución que reclama, además, transparencia en la contratación de técnicos y asesores extranjeros por parte de las fuerzas armadas. “El Ejecutivo debe acudir a la ONU y su Consejo de Seguridad para presentar una queja contra EEUU por las graves violaciones cometidas contra la soberanía y la seguridad iraquíes”,

“Esta decisión será implementada a partir de la fecha de la votación”, esgrime escuetamente el cuarto artículo del proyecto de ley. “El Parlamento ha votado a favor de qu

e el Gobierno cancele la petición cursada a la coalición internacional para su ayuda en la lucha contra el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés)”, ha anunciado el presidente del Hemiciclo, Mohamed Halbusi.

Asimismo, el primer ministro iraquí ha asegurado en una llamada telefónica con el ministro de Asuntos exteriores francés que los preparativos para implementar la retirada de las tropas extranjeras se encuentran ya en marcha.

Su ejecución, no obstante, se antoja más azarosa. “En teoría, el Gobierno debe ejecutarla aunque el proceso completo es más complicado“, reconoce a EL MUNDO el diputado kurdo Rabun Maruf. Los representantes kurdos y parte de los suníes han boicoteado la sesión. “Las tensiones entre EEUU e Irak deben ser abordadas con sabiduría y en una situación y contextos adecuados”, alega Maruf.

La retirada exigida por el Hemiciclo debe ser ahora ratificada por el primer ministro en funciones, Adel Abdel Mahdi, que se ha mostrado partidario de la salida de las tropas y dispuesto a rubricarla. Presente durante la sesión parlamentaria, ha sido el propio “premier” quien ha alentado a los diputados a lanzar una respuesta a lo que ha tildado de “asesinato político” perpetrado por Washington. “Tenía previsto reunirme con Soleimani la mañana del día en el que fue asesinado. Me iba a informar de la respuesta iraní a un mensaje que le hice llegar en nombre de Arabia Saudí”, ha declarado ante sus señorías.

“Invitados” por el Gobierno

Unos 5.200 efectivos estadounidenses se hallan actualmente desplegados en Irak en calidad de “invitados” por el Gobierno iraquí desde la irrupción del IS en 2014. “Legalmente el Consejo de Seguridad Nacional podía haber tomado la decisión de la retirada sin el plácet del Parlamento pero quiero que la medida sea acordada por todos. El Parlamento tiene dos opciones: dictar el fin inmediato de la presencia de fuerzas extranjeras o establecer un marco temporal para su salida”, ha explicado el “premier” antes de que la expulsión fuera sometida a votación.

“A pesar de las dificultades internas y externas a las que nos podríamos enfrentar, la retirada es la mejor opción para Irak por principio y desde el punto de vista práctico”, ha deslizado Abdel Mahdi, que renunció a su cargo el 1 de diciembre, en medio de dos meses de protestas populares, y que permanece al frente del Ejecutivo ante la falta de consenso parlamentario para elegir a un sucesor y configurar un nuevo Gabinete.

Antes incluso de que la Cámara abogara por el adiós de las tropas, la coalición internacional ha anunciado en un comunicado la suspensión de las operaciones contra el IS en territorio iraquí. Los efectivos se centrarán ahora en la protección de las bases iraquíes que albergan a su personal un día después de que la milicia chií Kataeb Hizbulá instara a las fuerzas de seguridad iraquíes a alejarse a partir de la tarde de este domingo de los cuarteles con presencia de militares de la coalición, ante el inicio de una campaña de ataques y hostigamiento.

Según la alianza, la prioridad de salvaguardar a las tropas “ha limitado la capacidad de llevar a cabo misiones de adiestramiento con nuestros aliados y el apoyo a las operaciones contra el ‘Daesh’ [acrónimo del IS en árabe]”. “Es la razón por la que hemos decidido suspenderlas, una decisión sometida a una revisión continua”, establece la nota que muestra su determinación de seguir cooperando con “el Gobierno iraquí y su pueblo” en la derrota de una organización yihadista que ha abrazado la insurgencia y que sigue actuando el centro y norte del país.

La cancelación afecta también al contingente del ejército español desplegado desde hace cuatro años en la base militar de Besmaya, a unos 40 kilómetros al sureste de Bagdad en tareas de formación de las fuerzas iraquíes. En total, el personal español asciende a 550 uniformados.

La luz verde del Parlamento no ha contentado a todos en el bloque chií. El popular clérigo Muqtada al Sadr, que lidera la segunda alianza del Hemiciclo, ha calificado la aprobación de “respuesta débil e insuficiente contra la violación estadounidense y la escalada regional“. A su juicio, el acuerdo que permite a EEUU mantener sus tropas en el país debería ser cancelado de inmediato; la embajada debería ser clausurada; sus militares deberían ser expulsado de “un modo humillante” y las comunicaciones con el Gobierno estadounidense sujetas a castigo. “Llamo a los grupos de la resistencia iraquí y a los que se hallan fuera del país a reunirse inmediatamente y anunciar la formación de las Legiones de la Resistencia Internacional“, ha indicado el religioso, la pesadilla de las tropas estadounidenses y españolas durante la invasión del país en 2003.

Los pormenores de la misión que liquidó al venerado general iraní Qasem Soleimani, el urdidor de la influencia iraní en Oriente Próximo, sigue en zona de sombras. Según el New York Times, la opción de asesinarle fue rechazada por Donald Trump el pasado 28 de diciembre tras el ataque con misiles de la milicia chií Kataeb Hizbulá contra una base militar en Kirkuk en el que murió un contratista estadounidense. En su lugar, autorizó una serie de bombardeos contra militantes del grupo. El ataque a la embajada estadounidense en Bagdad el pasado martes llevó al republicano a optar por esta operación extrema y de enorme calado la noche del jueves, ante la sorpresa de los altos cargos del Pentágono.