Chile: ¿Por qué los vecinos están abandonando los cabildos y asambleas?

Los primeros días eran millones, se contaban por cientos los vecinos y vecinas que llegaban a las convocatorias del cabildo o la asamblea, hoy día son apenas decenas y las plazas lucen vacías cuando se convoca.
Eso es porque los partidos están utilizando las reuniones para sus objetivos y no para los objetivos de los vecinos.



¿Por qué los vecinos están abandonando los cabildos y asambleas?

Por Jaime Yovanovic (Profesor J)

 

Los primeros días eran millones, se contaban por cientos los vecinos y vecinas que llegaban a las convocatorias del cabildo o la asamblea, hoy día son apenas decenas y las plazas lucen vacías cuando se convoca.

Eso es porque los partidos están utilizando las reuniones para sus objetivos y no para los objetivos de los vecinos.

 

Los partidos son muchas, diversos y algunos se camuflan detrás de sindicatos o asociaciones, mientras otros son clandestinos y el resto oculta su militancia a sabiendas que hay un fuerte rechazo de la población  a la práctica de redes que buscan capturar pececitos. Poco a poco van ocupando la conducción de los asuntos seleccionando temas y tareas que al alejarse de las necesidades inmediatas de la población quedan sólo como propuestas que se realizarán en un futuro cuando volvamos a las elecciones, lugar ya conocido por la gente y que ya ha comprobado su inutilidad, por lo que los más hábiles sortean el tema pero acumulan seguidores hablando de las bondades de la nueva constitución, que al no modificar el tema del poder será la misma cosa esta vez adornada con una serie de derechos que nos llenarán de ánimo y esperanza para ponernos ordenadamente en la fila de la ujrna correspondiente donde entregamos y abandonamos la soberanía populas.

 

Otros utilizan la rabia acumulada y expresada por la población para agitar el tema de “la lucha” y acumular seguidores para el futuro asalto al poder.

 

Eso significa que estamos volviendo al proselitismo de siempre. La explosión social al parecer no ha servido para que las energías sociales se asuman y se conviertan en potencia transformadora, en capacidad de cambio, sino en río revuelto para ganancia de pescadores. Los partidos hacen nata  moviéndose como tiburones en el río conduciendo luchas, barricadas, incendios, enfrentamientos con los pacos, etc, que es donde sólo llegan algunos vecinos y ahí corre el reclutamiento, la conversa en el oído y guardemos los celulares.

 

Los vecinos no son combatientes, tienen hijos, un hogar, un mal trabajo, en fin, y están atrapados por las redes y marañas del mercado, del consumo y la deuda. Teóricamente el fragor de la lucha podría conducir a un desmoronamiento del poder, abandono del gobierno, etc. de allí que algunos insisten en acciones de vanguardia para acelerar la crisis e incorporar nuevos elementos al combate organizando aparatos de conducción de masas que llaman de “poder popular”, instancias que no pasan de algunos militantes y activistas que van sumando –cuando suman- gente detrás de la estructura rebelde ya constituida de antemano. Todos ellos olvidan que los servicios de inteligencia ligados a los aparatos de fuerza del estado están preparados al mayor nivel tecnológico y operativo a nivel mundial, lo que obviamente no asusta a nadie con mínimo criterio, pero están acompañando el descenso del nivel de movilización de masas y el aislamiento relativo de las grupos y actividades de vanguardia.

 

Ellos ya saben que la batallas institucional ha sido ganada por la partidocracia y los partidos que aún aparecen como más críticos y amenazadores como los partidos comunistas, socialistas y frenteamplistas, especialmente cuando la mayor parte de la derecha, el PRI, Evópolis, la mayoría de RN, la DC, PR y PPD van a votar por el sí al cambio constitucional dejando aislados a la UDI con los seguidores de Kast, de modo que tendrán un buen colchón legal e institucional para seguir con sus andanzas y justificar posteriormente el aumento de la represión y el uso selectivo de las fuerzas armadas como las está utilizando el presidente mexicano, el neo progresista López Obrador para golpear duramente con máscara de demócrata avanzado.

 

Todo el avance institucional y constitucional que está logrando el estado y sus partidos se destinará a golpear esta capacidad inicial de atacar comisarías y boicotear la PSU, estableciendo un cerco que distancie a esas vanguardias salvadoras de la patria del resto de la población que sabrán aprovechar los golpes para atraer más combatientes en esa estrategia que el sistema tiene clara y acompaña detalle a detalle. Que les vaya bien a los muchachos es el sentimiento de todos, pero no se sus dirigentes, que anhelan ocupar el trono debido a que son movidos por lo que llaman vocación de poder.

 

Ante ello los vecinos han preferido volver a sus casas y adaptarse a las circunstancias prestando atención al desarrollo de cada una de las fuerzas o a las posibilidades de que la vía electoral se ofrezca si no al cambio, por lo menos a continuar con esta sociedad donde los más pillos se encumbran a costa de los demás que no alcanzan.

 

Afortunadamente hay un importante sector de la población que está comenzando a descubrir que su potencia y energía social no puede quedar en la protesta y “la lucha” y menos en seguir la senda de los vanguardias que sólo utilizan a los vecinos como carne de cañón, ya sea para votar por los mentirosos que ofrecen el oro y el moro a cambio de que los pongamos a ellos en los puestos del poder establecido o ya sea para reclutarnos como soldados de una revolución dirigida por astutos que apoyan las dictaduras de Ortega en Nicaragua y de Maduro en Venezuela.

 

Esos son los vecinos, vecinas, vecines y vecinit@s que se han acercado a los autónomos –personas o grupos-, a los ambientalistas, feministas, anarquistas comunitarios no-violentos, profesores sin partidos, espiritualistas no individualistas, hippies, artistas, etc. que intentan cambiar las cosas aprendiendo a administrar los asuntos públicos no estatales ni comerciales en el barrio.

 

Ahí está la continuidad de la explosión social, en la autoorganización y despliegue del protagonismo social autopoiético de la familia del barrio, el hormiguero de los vecinos, el nicho ecológico.

 

Jaime Yovanovic (Profesor J)

unlibre@gmail.com